martes, 30 diciembre, 2025

Las personas de izquierdas también disfrutan la navidad

Comienza a ser preocupante el estado intelectual de cierto sector de la izquierda, de la derecha mejor dejarlo para otro día, pues no se sabe el motivo han decidido que hay que destruir todo, no dejar piedra sobre piedra, sin haber entendido lo que significa ser de izquierdas. Entre aquellos que hacen de la postmodernidad el espíritu de época y todo aquello que sea sólido, tradición o racional es malo, y aquellos que ven en cualquier atisbo de cabreo un acontecimiento que acabará con todo el sistema parece haberse perdido el sentido materialista del análisis. Un materialismo que, como pueden comprender, no es puro y está recorrido por diversas transversalidades como el humanismo, el idealismo (algo de esperanza siempre es bueno), la moral o cierta idea de progreso. No es el análisis propiamente de izquierdas ajeno a lo que le rodea porque entonces no sería de izquierdas sino otra cosa que aparenta situarse a la izquierda para competir en la consecución de prebendas en la política/sociedad espectáculo.

Las personas, da igual la ideología que posean, están no sólo determinadas por la clase social en la que nacen, sino por la ideología dominante de la época o nación en la que nacen. Una ideología dominante que es una mezcolanza de valores, de posiciones políticas, de usos y costumbres, de ética, de estética, de religión, de dichos, dimes y diretes… como ha sucedido a lo largo de la historia. No existe una posición política pura –y cuando se ha insistido en que existiese se ha llegado al totalitarismo-, no existe una verdad absoluta pero sí existe una realidad que se define no tanto por el supuesto espíritu de época como de las prácticas humanas. Cuestión bien distinta es que cierta americanización –vía series, películas, libros, etc.- se haya estado imponiendo en las culturas de todo el mundo. Celebrar Halloween o papá Noel (en el caso de España) son imposiciones de la gran ideología imperial. Salvo casos parecidos –todos los que están enganchados a las plataformas de series que luego critican deberían hacérselo ver- la realidad es que la cultura forma parte del ser, guste o no guste.

¿A qué viene este alegato se preguntarán? La respuesta se encuentra en un artículo del escritor Julio Llamazares que no se sabe si ha querido crear una polémica ahora que acaba de publicar un nuevo libro y siguiendo la estela de Arturo Pérez Reverte intenta que le hagan casito y compren sus ejemplares cierto sector social. El diario El país ha entresacado una frase, donde se encuentra la polémica, del artículo donde dice lo siguiente: “Los partidos de la derecha española están preocupados porque la Navidad se celebre como Dios manda, con un derroche de consumismo y todas las familias sentadas a la mesa, se soporten sus miembros o no. Es lo que ordena la tradición”. Pensar que sólo los partidos de derecha están preocupados por la celebración de la navidad es una falacia pues presidentes autonómicos del PSOE han pedido a las personas hacer un esfuerzo ahora para poder celebrar las fiestas en compañía de los seres queridos. Claro que como manda la tónica dominante en la izquierda postmoderna y populista, esos presidentes son de derechas… Ya.

El consumismo, gracias al cual se venden los libros de Llamazares hay que señalar, en navidad no ha sido provocado por la derecha, también por la izquierda desde hace años, pues ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario ha hecho batalla contra la lógica consumista del propio sistema. Desde el propio periódico donde al señor Llamazares le pagan se fomenta el consumismo diariamente y con especial predilección los sábados y domingos con las revistas incluidas en formato papel. Es más se alimenta un tipo de persona progresista, con cierto tipo de consumo, con cierto tipo de gustos, con cierto tipo de mentalidad que el escritor no tiene a bien denunciar de igual forma que denuncia el consumismo navideño. Pero siendo esto parte de la hipocresía de cierta izquierda que enterró los valores de la austeridad –no por obligación- y que ahora vive en lujosas mansiones o urbanizaciones exclusivas, no deja de ser preocupante lo que hay detrás de la frase de Llamazares, que la izquierda no participa de las tradiciones, de la cultura, de lo que conforma su ser-en-el-mundo y en la parte del mundo que le ha tocado.

No todo lo que es tradicional encaja con la filosofía de la izquierda –la propia izquierda socialista es ya una parte de la tradición política-, de hecho poco a poco se van abandonando tradiciones que hace pocas décadas podían ser vistas como normales (tirar cabras de un campanario, por ejemplo), pero no todo lo que es tradición es ajeno a la izquierda. Y las navidades, la semana santa y otras festividades de origen religioso católico son parte de esa tradición que las personas de izquierdas comparten y disfrutan. ¿Se puede ser nazareno en Sevilla y ser de izquierdas? Claro que se puede. Como se puede celebrar la navidad y, si se puede y hay posibles, darse algún gusto –en especial gastronómico- durante las navidades. ¿En qué cabeza cabe que lo cultural no es parte del ser de la izquierda? Hay partes de la cultura que se denuncian y contra las que se lucha y hay otras que se aceptan y se disfrutan como animales sociales. Porque ese individualismo de tinte postmoderno y progresista de cabreo permanente contra todo y todos, que algunos intelectuales cuelan en sus columnas, sí que no es de izquierdas.

Tras un año complicado, donde muchas familias se han perdido a alguno de sus miembros por el coronavirus o adjunto al mismo; donde padres y/o madres ha  estado en la más absoluta soledad porque no han podido ver a sus hijas e hijos; donde hermanos y hermanas apenas se ven; donde muchos cumpleaños han quedado sin su celebración familiar; donde (incluyan ustedes mismos lo que no ha podido hacer una familia que se hace en condiciones normales), celebrar la navidad en familia, con seguridad, no es ya sólo que lo deseen los partidos de derechas sino la mayoría de la población española. Algunos desalmados y antisociales seguro que no, pero son minoría respecto al común de los mortales. No es una cuestión ideológica la celebración de las navidades sino social y por ende transversal a las posiciones políticas de los partidos del sistema. Toda la vida se han sentado a la mesa personas que no se soportaban, igual Llamazares no soporta a nadie de su familia; toda la vida se ha aguantado al pelmazo de la familia fanfarroneando; toda la vida se ha disfrutado de la navidad y ahora parece que también es algo a disputar por cuestiones no ideológicas sino de postureo en la política espectáculo.

Ser de izquierdas no es carecer de tradición. Ser de izquierdas no es quemar iglesias –que algunos confunden laicismo con anticlericanismo, pero luego dicen que a los islamistas hay que entenderlos y loan las celebraciones del ramadán-. Ser de izquierdas no es ser un robot carente de sentimientos, sino un ser humano como cualquier otro. Aunque algunos siempre quieren el “hombre nuevo” como ese robot y ahora con ciertas tecnificaciones están más cerca de cumplir sus sueños húmedos. Ser de izquierdas no significa ser antisocial. Ser de izquierdas es otra cosa que algunas personas, sean intelectuales o políticos, no han entendido. O que les molesta que todas las personas puedan celebrar fiestas, que a lo peor es eso que no les gusta que las personas del común imiten lo que se han convertido en privilegios de una élite que se dice de izquierdas. Ser de izquierdas no expulsa a las personas de la cultura nacional, que parece que ahora la nación, la cultura, lo social y todo lo que tenga algún tipo de poso tradicional se ha entregado a la derecha cuando es patrimonio común. Con las contradicciones típicas de toda práctica social, pero ni alguien deja de ser de izquierdas por tener un sentido religioso de la vida, ni alguien es de izquierdas por gustar de cualquier derecho sentimental inventado.

Libros, libros, libros III

En la semana en que se ha sabido que Javier Cercas, para aquellos que les guste, vuelve a escribir para Tusquets con su novela Independencia, presentamos las novedades literarias que han enviado las editoriales.

NOVELA

Noche y océano de Raquel Taranilla, Seix Barral, 20,90 €

Premio Biblioteca Breve 2020

Las claves de Noche y océano

Beatriz Silva y J. B. Quirós protagonizan esta novela: ella es doctora en Sociología, da clases en la universidad y vive en Barcelona con Omega, un pez cebra, en una gran casa con porche y jardín que alquila a muy buen precio, de la que apenas sale y en la que recibe las visitas esporádicas de su amiga Ana María. Quirós, amigo de la propietaria, aparece un día para ocupar la planta superior. Él es un cineasta de culto que persigue la estela de F. W. Murnau. En su búsqueda viaja a toda ciudad en la que exista un archivo, un experto, un rastro del gran mito del cine mudo, y especialmente a los lugares exóticos que el director alemán filmó en su película póstuma Tabú.

Estos dos personajes son las dos caras de una novela que arranca con una noticia del periódico. Beatriz lee atónita: «Robado el cráneo de Murnau, director de Nosferatu», y sin asomo de duda sabe que sólo ha podido ser él. Quirós no ha vuelto de su último viaje, pero en la casa dejó una caja llena de pruebas de su obsesión enfermiza. Pruebas que la propia Beatriz se ha dedicado a estudiar al milímetro, minuciosamente, recorriendo, sin salir de su casa, cada paso dado por Quirós, mientras en el exterior transcurre un verano en el que en realidad ella debería estar investigando a Arnold Kreikamp, un autor del que nunca ha oído hablar, para un artículo académico que se ha comprometido a escribir.

A punto de cumplir treinta y dos años, Beatriz es una mujer desencantada de la vida académica, que acumula publicaciones en su currículum y rabia contenida ante la decadencia de su profesión. Imparte una asignatura llamada «Sociología del ocio y del turismo» —o al revés, no lo recuerda— y lo sabe todo sobre el turismo de masas, sobre György Lukács y sobre el futuro desilusionante que le espera en su carrera. Beatriz se ha ido llenando la cabeza de información, citas, referencias, fuentes y teorías durante tanto tiempo que ya no puede evitar trazar conexiones, encontrar paralelismos, vincular cualquier idea supuestamente espontánea a otras muchas ya existentes en una cadena interminable de pistas que la enganchan  como a una adicta pero que también le impiden sorprenderse ante el mundo, hallar lo exótico y fascinante. La llegada de Quirós con su proyecto despierta en ella «un apetito ingenuo al que hubiera sido sensato no obedecer». Beatriz Silva es la protagonista y narradora de esta historia contada en primera persona, pero es a Quirós a quien mira cuando lee sus notas y observa lo que ha filmado, cuando lo escucha hablar y cuando lo espía desde la ventana. Quirós, obsesionado con Murnau desde niño, prepara un documental que recoja los lugares exóticos que aparecen en el film póstumo que el mito alemán filmó en la Polinesia, Tabú, una historia de amor malogrado. A través de lo que va descubriendo Beatriz entre los papeles de Quirós, el lector descubre que en realidad intenta filmar tupapaos, espíritus de la Polinesia que aparecen para aterrorizar a quien profane lo sagrado, aquello que es tabú. O, más bien, reproducir el mecanismo utilizado por Murnau en Tabú para crear esa ilusión espectral, y grabar la reacción de un auditorio de nativos. Pero también desea filmar a los restauradores de los rollos de película en el proceso de recomposición del original, y al estudioso que descubre y examina los rastros para armar el puzle más fiel; tareas que, si bien se alejan de la obra inicial de Murnau, provocan un entusiasmo en Quirós tan contagioso que Beatriz conversa a menudo con él sobre su proyecto, lo alienta a descubrir nuevos datos, aventura conexiones entre todo lo que ella conoce y todo lo que él busca, al tiempo que va creciendo su afecto por él.

La mujer sin sepultura de Assia Djebar, Traducción de Laura Rey-Stolle Tortosa, Armaenia, 20 €

Como una confluencia de géneros novelístico, histórico y biográfico, Assia Djebar, la escritora argelina más importante del siglo veinte, narra en esta extraordinaria obra la vida y muerte de Zulija Udai, heroína partisana de la guerra de independencia de Argelia.

Zulija (1911-1957) fue una mujer excepcional: instruida (primera musulmana diplomada de la región que, además, dominaba el francés); rebelde (se casó contra la voluntad paterna y se divorció dos veces); atípica (ni rezaba ni creía en supersticiones); independiente (trabajaba, no llevaba velo y vestía como una europea); libre (se casó tres veces por amor, y, por amor, eligió ponerse velo y dejar su trabajo) y luchadora (renunció a sus hijos para unirse a la resistencia). Tras el asesinato de su tercer esposo, un musulmán practicante miembro del maquis, Zulija decidió proseguir su lucha contra el colonizador. Antes de echarse al monte, sirvió de enlace entre la ciudad y la montaña para una red clandestina de mujeres. Tras ser detenida por el ejército francés, fue interrogada, torturada y finalmente ejecutada, pero el cuerpo nunca fue entregado a su familia. Se convirtió en la «mujer sin sepultura».

El manto de Marcela Serrano, Alfaguara, 17,90 €

A la venta el 5 de noviembre de 2020.

«Nos han arrojado una bomba atómica sobre nuestras cabezas. Fuimos siempre cinco hermanas. Se ha roto, irreversible, nuestra fanática identidad.»

En noviembre de 2017, tras años de ir y venir, un cáncer terminó con la vida de la periodista Margarita Serrano. Devastada, su hermana Marcela encontró en el retiro campesino y en la escritura la única manera de sobrellevar el desconcierto, la tristeza y la rabia. Ese estado de excepción emocional es lo que está en la base de estas páginas que, con el pasar de los días, la autora fue tejiendo como un manto para cubrir a su hermana y a quienes tras su muerte quedaron a la intemperie. El resultado de ese arrojo son los emocionantes, tristes y a la vez luminosos apuntes -discontinuos como el duelo mismo- que Marcela Serrano reunió con lucidez y coraje durante todo el año que siguió a la muerte de «la M», un año que tuvo mucho de encierros y recuerdos, algo de música y nada de autocompasión. El manto es su libro más personal.

Horas cruentas. La historia del libro inconcluso de Harper Lee de Casey Cep, Traducción de María Alonso Seisdedos. Libros del KO, 22,90 €

El 11 de julio de 1960, Harper Lee publicó su primera novela: Matar a un ruiseñor. El éxito fue instantáneo. Durante su primer año, vendió medio millón de ejemplares. A los dos años, se estrenó la adaptación cinematográfica, que obtuvo tres Óscar. La excelente acogida de la obra desató las expectativas de los lectores y de la crítica por el siguiente libro de la autora. Pero pasaban los años y ese libro no llegaba. Y no se debía a que Harper Lee no lo intentara.

En 1977, Harper Lee viajó a su Alabama natal para contar la increíble historia del reverendo Willie Maxwell. Seis personas de su entorno habían muerto en circunstancias más que sospechosas, pero los investigadores fueron incapaces de probar su culpabilidad. La presencia de Maxwell sembró de miedo y de rumores los alrededores del lago Martin: sus habitantes temían los supuestos poderes sobrenaturales del Reverendo relacionados con el vudú. Hasta que uno de sus vecinos decidió tomarse la justicia por su mano y lo mató en un funeral delante de trescientas personas. Harper Lee entrevistó a muchos protagonistas y emprendió un fatigoso proceso de escritura cuyo resultado nunca llegó a conocerse. En febrero de 2015, un año antes de que muriera la escritora, se anunció el lanzamiento de un nuevo libro suyo. Pero aquella obra, titulada Ve y pon un centinela, correspondía a un manuscrito entregado a su agente hacía cincuenta y ocho años, antes incluso de que redactara Matar a un ruiseñor. En Horas cruentas, la periodista Casey Cep trenza las historias del Reverendo y del libro inconcluso de Harper Lee. Pero no solo eso. Este libro nos ofrece un viaje fascinante por el sur de Estados Unidos, un magnífico retrato del clima intelectual y político de aquella época, un excelente ejemplo de cómo construir un relato cargado de suspense y un viaje exhaustivo a la mente atenazada de una de las autoras más importantes del siglo XX.

Primavera extremeña de Julio Llamazares, Alfaguara, 14,90 €

«Mientras el mundo se desmoronaba, la naturaleza volvía a revivir igual que cada año al llegar la primavera.»

En marzo de 2020, días antes de que toda España quedara confinada, el autor se instaló con su familia en una casa situada en la sierra de los Lagares, cerca de Trujillo, en Extremadura. Allí estuvieron, como los personajes del Decamerón, recluidos durante tres meses en un lugar que les regaló la primavera más bella que vivieron nunca.

Durante ese tiempo, la naturaleza, preservada de la intervención humana, se llenó de luz, de colores brillantes y de animales en libertad, mientras la tragedia de la pandemia se extendía implacable. Y es que la vida, pese a todo, consigue abrirse paso entre las grietas de la realidad, por angostas que sean. En este libro se entrelazan dos lenguajes para narrar una primavera tan inesperada como cruel y hermosa: el de la prosa sugerente de Julio Llamazares y el de las evocadoras acuarelas de Konrad Laudenbacher, amigo y vecino del autor. Una vez más, como siempre ha ocurrido, el arte y la literatura aparecen para ofrecer consuelo y un conjuro que intenta detener el dolor del mundo. La primavera recobrada.

Camino a Macondo de Gabriel García Márquez, Literatura Random House, 22,90 €

«…lo que hay entre La hojarasca y Cien años de soledad son unos quince años de fastidiarse mucho, de vivir mucho y de estar pendiente de esto todos los días, tratando de ver cómo eran las cosas.» Gabriel García Márquez.

García Márquez sostuvo en diversas oportunidades que para escribir un libro primero había que aprender a escribirlo y, solo entonces, enfrentarse a la máquina de escribir. A él le tomó casi veinte años «vivir» en Macondo, para aprender a escribir ese portento de la literatura de todos los tiempos que es Cien años de soledad. Esta antología, realizada con el ánimo de rastrear la andadura del escritor, compila todos los textos publicados en los que ese universo mítico fue tomando forma. Desde sus apuntes para una novela de 1950 y primeros relatos, hasta La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora en 1966, en lo que supone la efervescente antesala a la creación de Cien años de soledad.

El fantasma y la señora Muir de R. A. Dick, Traducción de Alicia Frieyro, Impedimenta, 20,50 €

Publicada en 1945, y germen de la célebre película de Joseph L. Mankiewicz, El fantasma y la señora Muir es una comedia romántica, deliciosa y refrescante sobre la capacidad del amor para romper cualquier frontera no solo en la vida, sino también más allá de esta.

Lucy Muir es una joven viuda a la que todo el mundo considera «muy poca cosa» a pesar de que ella se tiene por una mujer muy decidida. Agobiada por las deudas tras la muerte de su marido, decide mudarse a Gull Cottage, una casita ubicada en un pintoresco pueblo costero inglés llamado Whitecliff. Según los rumores que corren por la zona, la casa está embrujada, y el espíritu del atractivo y arisco capitán Daniel Gregg, antiguo dueño de la casa, vaga por el lugar importunando a todos los que osan alterar su descanso. Inmune a las advertencias, Lucy se plantea descubrir por sí misma si esas historias son ciertas. La relación estrambótica y a la vez sumamente tierna que establece con el capitán Gregg se convertirá en un refugio para ella y en un amor que desafiará todas las leyes de la lógica.

Cluny Brown de Margery Sharp, Traducida por Raquel García Rojas, Hoja de lata, 19,90 €

Año 1938. Arnold Porritt, un próspero fontanero londinense, ya no sabe qué hacer con su sobrina Cluny. La jovencita, una asombrosa mezcla de inocencia y determinación, acumula según él una extravagancia tras otra y no parece saber cuál es su lugar. Después de tomarse un té en el Ritz y de dejarse seducir alegremente por un cliente su tío decide mandarla a trabajar como sirvienta a Friars Carmel, una encantadora mansión campestre en Devonshire. Allí la esperan, entre otros, lady Carmel, su patrona, siempre con la cabeza metida entre sus flores; su hijo Andrew, que acaba de traerse de Londres a Adam Belinski, un prometedor escritor polaco supuestamente perseguido por los nazis; la señora Maile y el señor Syrett, gobernanta y mayordomo, en absoluta y minuciosa sintonía doméstica; o el comedido Titus Wilson, boticario del pueblo y perfecto polo opuesto de Cluny. En ese pequeño y apacible rincón de Inglaterra, el mundo se abre repentina y maravillosamente para Cluny Brown, y  ella está más decidida que nunca a seguir haciendo lo que nunca se espera de ella.

Escrita en 1944 y llevada al cine dos años después por Ernst Lubitsch, Cluny Brown es una deliciosa comedia social británica que satiriza con maestría las buenas maneras inglesas y los estrictos protocolos de clase de inicios del siglo XX.

«Resulta tan natural para la señorita Sharp ser ocurrente como para una trucha de arroyo tener manchas.» The Saturday Review

«El redescubrimiento literario de una autora culta de estilo irresistiblemente british. Cluny Brown es una deliciosa comedia sobre la emancipación de las mujeres, una crítica socarrona de la Inglaterra de los años 30 encorsetada en su moralidad.» Lisez!

«Una mujer de talento maravilloso… una maestra del entretenimiento.» The New Yorker

«Bajo su apariencia ligera y divertida tenemos entre manos una novela feminista adelantada a su tiempo. La prosa de Margery Sharp es realmente deliciosa, vitalista y alegre, con diálogos que recuerdan a una buena comedia teatral. Una heroína imprevisible y graciosísima.» Plume de Cajou

Tiempo de mujeres de Carmen Korn, Planeta, 20,90 €

En una ciudad devastada por la guerra, cuatro amigas luchan por la conquista de su libertad.

Hamburgo, 1949. La guerra ha terminado y las cuatro amigas inseparables de Hijas de una nueva era intentan rehacer sus vidas en una ciudad reducida a escombros: Henny no consigue olvidar a su desaparecida amiga Käthe; si ha sobrevivido a la guerra, ¿por qué no se ha puesto en contacto con ella? Lina, por su parte, ha abierto con mucha ilusión una librería, e Ida se replantea su relación con Tian, por cuyo amor tanto luchó.

Comienzan al fin los años del milagro económico, la construcción del muro de Berlín, la llegada de la televisión, la música de los Beatles y los movimientos estudiantiles. Las cuatro amigas ven crecer a sus hijas en un mundo nuevo, en el que las mujeres han de conquistar su autonomía.

Vuelven las protagonistas de la primera entrega, cuyas vidas seguimos para ahondar en todas las alegrías y desgracias que trajo consigo el convulso siglo XX y los años de la reconstrucción del mundo.

Una novela río que, inspirada en hechos reales, nos lleva a conocer más de cien años de historia europea y, aunque ambientada en Alemania, es totalmente universal.

Inspiradas en las mujeres de la infancia de su autora, que tuvieron que hacer frente al terrible régimen nazi, las protagonistas son heroínas en el sentido más clásico; rebeldes que lucharon contra las injusticias establecidas. Una apasionante recreación histórica al describir escenarios totalmente opuestos: la zona más humilde de una ciudad portuaria como Hamburgo, la zona más rica en el que viven las familias adineradas, las que aparentan su riqueza, un hospital en el que se mezclan ricos y pobres, idealistas y ambiciosos, arribistas y personas íntegras, etc.

Madrugada de Gustavo Rodríguez, Alfaguara, 17,90 €

A pesar de que en treinta años de vida no lo conoció, Trinidad Ríos necesita encontrar a su padre. Tiene miedo de ser rechazada, aunque el miedo no le es inusual: toda su vida, desde la madrugada que quedó huérfana en la salvaje jungla de Madre de Dios, en la selva sur del Perú, hasta que tuvo que escapar a la ciudad de Lima, ha tenido que luchar contra tratantes de mujeres, mineros ilegales, trabas machistas y una sociedad extremadamente racista.

Se podría decir que hasta ahora ha sobrevivido con éxito, pero una enfermedad producida por contaminación de mercurio la obliga a buscar a la única persona en el mundo que puede salvarla a través de un trasplante. ¿La aceptará su padre, un cantante bipolar que se gana la vida imitando a los Bee Gees y que ignora que ella existe? Escrita con vértigo, entre el drama urbano y el humor compasivo, Madrugada narra la feroz tragicomedia de unos personajes forzados a convivir entre los mecanismos de una sociedad plena de contrastes, prejuicios y rencores. Mientras la música suena en sus páginas, también resuena la locura de un músico, la de su familia delirante y la voluntad de una heroína dispuesta a vencer a la muerte.

Ejercicios de memoria de Andrea Camilleri, Salamandra, 16 €

A pesar de haberse quedado ciego a los noventa y un años, Andrea Camilleri no se dejó amedrentar por la oscuridad, igual que nunca tuvo miedo a la página en blanco. El autor siciliano escribió dictando hasta el final de sus días, y con la oralidad encontró una nueva forma de contar historias. Desde el principio de su ceguera, se aplicó al ejercicio de la memoria con la misma disciplina férrea con la que había trabajado toda su vida. Con persistente lucidez, se dedicó a hilvanar los recuerdos de una vida larga y prolífica, haciendo gala de una agudeza mental única y su particular visión del mundo.

Este libro nació como un ejercicio para practicar esta nueva forma de escritura, una especie de cuadernillo de vacaciones: veintitrés relatos concebidos en veintitrés días. En ellas, el autor rememora episodios clave de su vida, retrata a los artistas que tuvo en más estima y repasa la historia reciente de Italia, la que ha vivido en primera persona. Un juego literario donde se entrelazan sonidos, conversaciones e imágenes que nunca podrá sacarse de la cabeza. «Me gustaría que este libro fuera como la pirueta de un acróbata que vuela de un trapecio a otro, tal vez haciendo un triple salto mortal, siempre con la sonrisa en los labios, sin exteriorizar la fatiga, el compromiso diario o la sensación constante de riesgo que ha hecho posible ese progreso. Si el trapecista mostrara el esfuerzo que le ha costado ejecutar esa cabriola, el espectador ciertamente no disfrutaría del espectáculo.»

Los testamentos de Margaret Atwood, Salamandra, 24 €

A la venta 12 de noviembre de 2020.

Man Booker Prize 2019.

«Subo y penetro en la oscuridad del interior; o en la luz.»

Cuando las puertas de la furgoneta se cerraron de golpe tras Offred al final de El cuento de la criada, los lectores no tenían forma de saber cuál iba a ser su futuro: la libertad, la prisión o la muerte.

Con la publicación de Los testamentos, la espera ha terminado.

Margaret Atwood recupera la historia quince años después de que Offred se adentrara en lo desconocido, con los testimonios asombrosos de tres narradoras del mundo de Gilead. «Queridos lectores y lectoras: vuestras preguntas sobre Gilead y su funcionamiento interno han sido la fuente de inspiración de este libro. ¡Bueno, casi todo! La otra es el mundo en el que vivimos.»

NOVELA GRÁFICA/CÓMIC

Marilyn de María Hesse, Lumen, 21,90 €

Fue uno de los grandes iconos del siglo XX, el rostro más popular de todos los tiempos. De ella se enamoró el gran público, además de cineastas, escritores o el mismísimo presidente de Estados Unidos. Sin embargo, murió sola e incomprendida a los treinta y seis años. ¿Quién era verdaderamente Norma Jeane Baker? La actriz más conocida de la historia cinematográfica, el símbolo sexual de toda una época, el prototipo por excelencia de la rubia tonta ocultaban a una persona que sigue siendo una gran desconocida. Tras hacer florecer los corazones de Frida Kahlo y de David Bowie, descubriéndonos su lado más humano, María Hesse ha hecho brotar el alma de Marilyn Monroe, una mujer que, como tantas de sus contemporáneas, hizo saltar por los aires todos los cánones y merece ser recordada, hoy más que nunca, por su talento, su sensibilidad, su inteligencia y las barreras que rompió.

Algo extraño me pasó camino de casa de Miguel Gallardo, Astiberri.

A la venta el 26 de noviembre de 2020.

Miguel Gallardo percibe a principios del año 2020 que se encuentra algo cansado por la sucesión de viajes y talleres que, año tras año, realiza de manera recurrente desde la publicación en 2007 de su éxito creativo María y yo, una novela gráfica en la que cuenta su relación con su hija, que tiene autismo. Siente el autor catalán que es el momento de tomarse al menos un mes sabático. Sin embargo, aquejado de un pequeño dolor, entra por la puerta del hospital y acaban extirpándole un tumor de cuatro centímetros de una cabeza que queda marcada por cuarenta y cinco grapas “y un pelo a lo punk”, un poco como Makoki, uno de los célebres personajes que Gallardo cocreó como dibujante a finales de los años 70.

Y sale además del hospital para seguir tratándose del proceso cancerígeno en un mundo sumergido en una pandemia que poco o nada se parece al que había cuando entró por su propio pie a mirarse ese “dolorcillo” que le acompañaba en su vida cotidiana. Algo extraño me pasó camino de casa, coeditado por Z como SanZ, un proyecto de edición en el que puso mucho de sí mismo el desgraciadamente fallecido Julián Sanz, es la necesidad de Miguel Gallardo de dibujarlo y explicarlo todo, primero para entenderlo él mismo y después para contarles a los demás “lo que es viajar a la luna sin casco y luego volver sin mapas ni guías… Pero sin melodramas, ¿eh? Esta es –asegura Gallardo–, una crónica de los hechos inexplicables personales y mundiales que acaecieron en el año del Señor de 2020”.

NOVELA NEGRA

Los seres vacíos de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, AdN, 20 €

La vida de Odessa Hardwicke descarrila cuando se ve obligada a disparar a su compañero, un agente federal que pierde el control de forma inexplicable durante la captura de un violento asesino. El disparo, en defensa propia, conmociona a la joven agente, pero lo que más inquieta a Odessa es el ente espectral que le ha parecido ver desprenderse del cuerpo de su compañero fallecido.

Hardwicke, que duda de su cordura y de su futuro en el FBI, acepta encargarse de recoger las pertenencias de un agente jubilado en la oficina de Nueva York. Lo que encuentra allí la pondrá sobre la pista de una figura misteriosa: Hugo Blackwood, un hombre tremendamente rico que asegura llevar siglos vivo y que o está loco de remate o es la mejor y única defensa de la humanidad frente a un mal indescriptible.

ENSAYO

Caminando a través del TDAH de Jonatan Frutos de Miguel, Pirámide, 13,50 €

El TDAH es uno de los trastornos del comportamiento infantil más controvertidos del momento. Lejos ya de su uso clasificatorio en psicopatología, ha adquirido el poder de nombrar al malestar principal de la infancia y la adolescencia y, por si eso fuera poco, ahora se está extendiendo a la edad adulta. En esta obra, de forma monográfica, se hace un recorrido por todos los estudios llevados a cabo por diferentes autores sobre los factores que pueden dar origen al TDAH, su evaluación e intervención en el entorno clínico, escolar y familiar, y su tratamiento tanto psicológico como con el uso de fármacos. Su objetivo es mostrar una visión global de lo que hoy se sabe o, mejor dicho, no se sabe del TDAH. Se puede decir que la obra es un pequeño tratado con información de gran interés y utilidad para todos aquellos que quieran conocer el inicio y desarrollo de la ciencia en el campo del TDAH.

Contemplaciones de Zadie Smith, Salamandra, 14 €

«Se escribirán muchos libros sobre el 2020: análisis históricos y políticos, informes exhaustivos. Éste no entra en ninguna de esas categorías […]. Mi intención ha sido organizar, en los retazos de tiempo que estos peculiares meses nos han concedido, algunos sentimientos y reflexiones que los sucesos han provocado en mí hasta ahora.»

Escritas durante los primeros meses de confinamiento, estas Contemplaciones de Zadie Smith son un agudo ejercicio de observación de realidades, sensaciones, ideas y preguntas que han aflorado en una situación sin precedentes. ¿Qué supone someterse a una nueva realidad? ¿Y resistirse? ¿Cómo valorar el sufrimiento, siempre relativo? ¿Qué lugar ocupan los otros cuando estamos solos u obligados a convivir? ¿Qué han significado el desprecio y la compasión en medio de esta crisis? En definitiva, cuando irrumpe un mundo desconocido, ¿qué se nos revela sobre el anterior? Breve pero inmensamente sugestivo y de gran alcance, Contemplaciones es un libro singular en el que la intimidad y la ternura conviven con la ironía, la lucidez e incluso la indignación. Zadie Smith abre así un generoso espacio para el pensamiento, lo suficientemente amplio para que cada lector reflexione sobre lo que ha sucedido y lo que desearía que ocurra en adelante.

Acción y poder de la imagen de Ana García Varas (ed.), Plaza y Valdés, 15,50 €

Las imágenes seducen, cambian nuestra forma de ver el mundo y sin duda nos movilizan. Con ello, nos encontramos con que las imágenes no solo reflejan el poder y permiten su expansión, sino que también, pareciendo cobrar vida, lo encarnan y lo ejercen. Y es esta «vida aparente» de la imagen la que ha provocado tanto fascinación como recelo y desconfianza desde hace siglos. En este sentido, la imagen, como artefacto producido por el ser humano, no es un organismo independiente, pero sin embargo impone una presencia particular que va más allá de la mera transmisión de intenciones ajenas, una presencia que nos afecta y nos acecha y que nos mueve a la acción.

Las imágenes han asumido en las últimas décadas una multitud de nuevas funciones, imbricándose en nuestra vida cotidiana de maneras hasta hace poco insospechadas y articulando numerosas nuevas formas de acción. Lo icónico toma así el espacio público y parece cobrar movimiento, empujándonos…

Correspondencia (1967-1972) de Américo Castro y José Jiménez Lozano, Trotta, 18 €

Este libro recoge la correspondencia que Américo Castro mantuvo, al final de su vida, con José Jiménez Lozano. Leer estas cartas, cincuenta años después de ser escritas, demuestra la plena vigencia de los ideales que estos intelectuales persiguieron y que urge reivindicar: el valor del pensamiento crítico, de la lectura, de la formación humanística y del sentido de la existencia basado siempre en el respeto al otro y a su libertad religiosa. Recurriendo a unas palabras de Jiménez Lozano a Américo Castro, no resulta exagerado afirmar que este apasionado y amistoso diálogo invita a «una esperanzadora meditación de lo que podría ser nuestro mundo y nuestro país».

El otro lado de la montaña de Minna Salami, Traducción de Esther Cruz Santaella, Temas de hoy, 17,90 €

Una nueva forma de ver el mundo y entender el conocimiento. Minna Salami desafía al status quo con la naturalidad de un narrador de historias y la mirada incisiva de una gran pensadora.

La premisa es sencilla: si solo la gente con poder nos ha contado siempre qué es lo único importante, ¿cuántas formas de ser valioso nos hemos perdido? Durante siglos, el imperialismo y el patriarcado han dominado las culturas y formas de pensamiento imperantes y han definido así quiénes somos y quiénes queremos ser. Este libro abre esas preguntas y sugiere una nueva forma de conocimiento. Como la propia Salami expresa: «Me di cuenta de que, para cambiar la sociedad, uno debe cambiarse a sí mismo. Pero para cambiarme a mí misma, no solo necesitaba alcanzar un nuevo conocimiento; necesitaba una nueva forma de entender el conocimiento».

The Twittering Machine de Richard Seymour, Traducción de Alcira Bixio, Akal, 20 €

Una brillante investigación sobre los efectos políticos y psicológicos de nuestra cambiante relación con los medios sociales.

Los antiguos ejecutivos de la industria social nos dicen que el sis­tema es una máquina de adicción. Somos usuarios que esperamos histéricos nuestro próximo éxito, con sus likes, sus comentarios y su difusión compartida. Escribimos a la máquina como individuos, pero esta nos responde agregando nuestros deseos, fantasías y debilidades, y convirtiéndolo todo en datos. Nos transformamos, queramos o no, en una experiencia de mercancía. En la obra de Paul Klee Die Zwitscher-Maschine (The Twittering Machine o La máquina de trinar, 1922), la canción del pájaro de una máquina diabólica actúa como un cebo para atraer a la humanidad a un pozo de condenación. De igual forma, las redes y la industrial social nos ofrecían la promesa de construir nuestra propia historia, pero ¿hasta qué punto elegimos la pesadilla en la que se ha convertido?

Conocimiento expropiado de Fernando Broncano, Akal, 23 €

«En estos tiempos en que todo lo que somos lo medimos y lo vemos como capital, disputar el concepto de conocimiento es disputar la vida misma.»

Las formas más invisibles de injusticia tienen que ver con lo intangible, con el dominio sobre la información y el conocimiento. Modos de opresión y de exclusión que la política no suele considerar porque se ha construido sobre la mentira de que la verdad no cuenta, solo cuenta lo que se cree que es verdad: solo la manipulación de las opiniones. Se oculta cuidadosamente que tener el poder sobre aquello que se sabe, y sobre aquello que se ignora, es también una forma lacerante de desigualdad. El neoliberalismo es también una forma estratégica de ignorancia, de injusticia y de silenciamiento. Contra la ceguera, este libro afirma lo contrario: toda política es política epistemológica y toda epistemología es epistemología política. La democracia es, también, un proyecto de libertad, igualdad y fraternidad epistémicas.

Cambiemos de vía de Edgar Morin y Sabah  Abouessalam, Paidós, 14 €

Un virus minúsculo ha puesto el mundo patas arriba. Es evidente que la historia ha conocido muchas pandemias, pero la novedad radical de la COVID-19 es que ha provocado una policrisis mundial de componentes, interacciones e incertidumbres múltiples e interrelacionadas. ¿Será este shock suficiente para hacernos ver la importancia del concepto «comunidad»? ¿Para poner freno a esta carrera sin fin en aras del desarrollo?

Nos encontramos ante un momento de gran incertidumbre. Un futuro impredecible nos aguarda. Hagamos todo cuanto esté en nuestras manos para regenerar la política, proteger el planeta y humanizar la sociedad. Es hora de cambiar de vía.

Extractos del libro:

«La experiencia del confinamiento debe concienciarnos primero de la existencia de las personas que lo han vivido en la escasez y la pobreza, de aquellos que no han podido acceder a lo superfluo y a lo frívolo, y merecen llegar al estadio en el que se dispone de lo innecesario».

«Nuestra fragilidad estaba olvidada, nuestra precariedad estaba oculta. El mito occidental del hombre cuyo destino es convertirse en “amo y señor de la naturaleza” se derrumba ante un virus. Ese mito ya estaba gravemente tocado por la conciencia ecológica, que supo demostrar desde hace décadas que cuanto más dueños somos de la biosfera, más dependemos de ella; cuanto más la degradamos, más degradamos nuestras vidas.» «Las carencias políticas, económicas y sociales que la pandemia ha puesto al descubierto, así como los grandes peligros de regresión que ha podido aumentar, hacen indispensable una nueva Vía.»

OTRAS LECTURAS

Por mí, por ti, por todos de Mónica Crespo, Libros del KO, 8 €

El fútbol nos hizo libres y diferentes en aquel recreo. El librepensamiento futbolístico se coló de tal manera en aquel patio que no hablábamos de otra cosa que no fuera la próxima jornada. Para algunas seríamos las raras de clase, pero la realidad es que en nuestro ecosistema fuimos capaces de poner en marcha un minúsculo grupo clandestino de expertas en el noble arte del balompié. Las futboleras éramos una anomalía, pero, aunque duela leerlo, las niñas de doce años entendíamos tanto de fútbol como nuestros coetáneos masculinos, es decir, sabíamos muy poco y creíamos que era mucho.

La cocina musulmana de Occidente de Juan Antonio Molina, Ediciones Alfar, 14 €

Se muestra la esencia de la gastronomía de al-Andalus y los elementos culturales en los que se fundamentaba: desarrollo de las costumbres, explotación de los recursos naturales, modos de vida y gustos sociales. La gastronomía como elemento cultural de primera línea que muestra la esencia de una de las más importante civilizaciones.

¿Por qué soy monárquico? de Sergio Vila-Sanjuán, Ariel, 18,90 €

La monarquía española, que hasta hace unos años gozaba de amplia popularidad, está viviendo una de sus etapas más difíciles, un período de annus horribilis. Desde algunos sectores se cuestiona su sentido y su vigencia. En este libro, Sergio Vila-Sanjuán expone sus argumentos favorables a la institución monárquica. Lo hace para aportar razones a un debate que en muchas ocasiones es simplemente visceral.

El prestigioso periodista catalán repasa cuatro generaciones de monarcas españoles —de Alfonso XIII a Felipe VI— a partir de la relación de su familia —su abuelo y su padre, monárquicos convencidos— con ellos. Mezclando la panorámica amplia con la más íntima, y con su propia experiencia personal, recorre la historia de España a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI, y argumenta su filiación monárquica «por razones objetivas, subjetivas y también familiares». Además del jugoso anecdotario y la galería de singulares personajes, el autor subraya la implicación de la Corona con el mundo cultural.

Por qué soy monárquico resalta el valor ritual y simbólico de la monarquía, su destacada posición como forma de Estado en el ranking de países más democráticos del mundo, y razona también la necesidad, en un país como el nuestro, de una institución que ha servido de garante de la unidad, la paz civil y el progreso. Un libro valiente que anima a la reflexión.

Perimetrar sólo sirve para que la élite política aparente que hace algo

La nueva moda de la élite política, esa misma que cada día parece más separada de la ciudadanía, es establecer perímetros a ciudades, regiones, comunidades autónomas o pedanías si hace falta. La excusa es parar la transmisión del coronavirus, la realidad es bien distinta. Una vez que la disputa política parece haber abandonado el debate sobre del autoritarismo del gobierno, la política espectáculo dirige todos sus focos hacia la toma de medidas supuestamente sanitarias. Supuestamente porque, en realidad, sin medidas suplementarias no sirven para nada salvo que la élite política aparente que hace algo al respecto.

Perimetrar sin eliminar actividades no tiene sentido alguno pues lo único que genera es desconfianza respecto al otro. Por ejemplo, pensar que los únicos que infectan son los madrileños que salen de puente. O los sevillanos que se expanden por toda Andalucía. Así pueden seguir hasta la más cainita disputa entre pueblos. Siempre es el otro el que tiene el mal en sí, nunca el nosotros que hace las cosas mal. De hecho en muchos casos algunos presidentes regionales deben pensar que, por ejemplo de nuevo, como en Madrid Isabel Díaz Ayuso está loca y en Cataluña no hay nadie al mando seguro que vienen a invadir mi pueblo, el cual, por cierto, está en unos niveles muy altos de infectados. ¿Por qué? Porque no se han limitado las actividades. Si Emiliano García-Page cierra por temor a los madrileños pero permite que los de Toledo vayan a Albacete y los de Cuenca a Ciudad Real a hacer actividades realmente o es un xenófobo patrio, o no sabe lo que se hace. Algo aplicable a todos los demás presidentes.

¿Qué sentido tiene que todas las actividades sociales dentro de una Comunidad se puedan desarrollar y se señale al de la Comunidad de al lado? Ninguna salvo aparentar. El 58% de los contagios, según diversos estudios, se producen en el ámbito laboral o en relación al mismo. O lo que es lo mismo en el ámbito económico. Ese mismo ámbito que no se puede tocar para no aumentar la crisis económica. El resto de los contagios o son en actividades sociales, las cuales no se han prohibido realmente sino limitado con el toque de queda. Si se perimetra una región o ciudad pero se permite que las actividades principales sigan presentes se insiste en agravar el problema. Que una persona de Madrid vaya a Santander para estar en su segunda residencia, sin hacer más de lo que haría en su propia residencia no expande el virus en tanto en cuanto las actividades en uno u otro sitio están permitidas.

La llegada de dos puentes en todo o en parte de la Comunidad de Madrid ha vuelto a activar ese miedo al otro infeccioso, pero ningún político se ha parado a pensar –supone un gran esfuerzo- en el porqué de la expansión del virus donde manda. Si los casos aumentan en Andalucía a ritmo exagerado, sin que hayan llegado madrileños o catalanes de vacaciones, será porque el problema está en otro sitio. Tampoco ayuda que Juan Manuel Moreno Bonilla señale a tres ciudades (Sevilla, Granada y Jaén) mientras libera la suya propia (Málaga) para poder ir el fin de semana a ponerse morado de espetos y cervezas. No se toman las decisiones racionalmente sino para aparentar y acomodar a las necesidades individuales de la élite política –que Carmen Calvo vaya a ver unas obras al lado de su casa en el puente es, ¡sorpresa!, mera casualidad-.

Al perimetrar las regiones y ciudades parece que esa élite política del espectáculo hace algo. Es más desvían el debate hacia si este o aquel tipo de temporalidad o perimetración es mejor o peor, cuando la realidad es que se siguen permitiendo las actividades laborales y de ocio (con horario restringido nada más) que son las que provocan la expansión del virus. Y como no se van a limitar seguirán aumentando los contagios pero la élite política podrá decir que están haciendo cosas. Cosas inútiles, pero cosas que pueden vender mediáticamente. Sin confinar a las personas, sin cerrar o ser mucho más exigentes con según qué actividades sociales, sin controlar el ámbito laboral con mayor eficacia y decisión, da igual que se establezcan perímetros o cordones de seguridad, el virus continuará expandiéndose y los hospitales colapsando. Más ahora que el coronavirus estás distribuido de forma pareja por toda España, no como al comienzo de la pandemia.

Medidas ineficaces que, además, pueden afectar a lo económico que no se dice pero se quiere proteger a toda costa. Porque las medidas realmente eficaces no se tomarán en favor de la economía. No se crean otro tipo de milongas vengan de Pedro Sánchez o de Pablo Casado. El partido de la clase dominante tiene claro que lo primero que hay que salvar es la economía, la de algunos autónomos y ciertas pymes da igual, y luego, si eso, las personas. El problema es que no se atreven a decirlo así, con toda la crudeza, por eso se recurren a medidas inertes para frenar la pandemia. Eso sí, por el camino van dejando un rastro de clasismo (como Díaz Ayuso en Madrid), de xenofobia (como sucede con Page y Mañueco con Madrid), o de caradura (como Moreno Bonilla con Málaga). Ustedes piensan que hacen cosas, ellos y ellas se ponen medallas, pero en realidad las personas del común son las que están siendo perjudicadas social, política y económicamente. Y ellos de fiestuqui con Pedro J., no hay que olvidarlo. Tener miedo a que alguien vaya al cementerio del pueblo de sus padres a dejar un ramo de flores en su tumba y no a treinta personas ocho horas encerrados en una oficina es que está pensando en términos irracionales. Por tanto en términos espectaculares. Por tanto en términos antipolíticos.

El Ayuso manchego

Si piensan que la presidenta de la Comunidad de Madrid es un histrión de la política, eso es porque desconocen a quien Pablo Casado situó al frente del PP de Castilla-La Mancha. Si Isabel Díaz Ayuso es conocida nacionalmente por sus frases inconexas, por esa mirada perdida que parece que le hablan seres de ultratumba o por su falta de palabra y coherencia, es que no han visto ni escuchado al presidente del PP manchego. Incluso si les parece que el binomio Juan Manuel Moreno Bonilla y Elías Bendodo son un par de jetas que están en San Telmo llevándoselo crudo, es que no conocen a Francisco Núñez. Él es todo eso y mucho más. El tal la simpleza y la desvergüenza del político manchego que si no fuera porque las cosas de esa comunidad no importan a casi nadie –en el ámbito mediático a nadie- seguramente ocuparía las portadas y los programas de humor.

El primer ejemplo de carecer de personalidad y ser un meme andante es haberse dejado barba imitando a Casado. Tiene tan poco carácter que hubo de imitar al mayor sinsorgo de la política para aparentar. O simplemente porque pensaba que igual le confundían con aquel y así le harían caso. Imaginen a esos periodistas que deben cubrir la información del PP manchego que se encuentran todos los días con un personaje que sólo sabe quejarse, echar las culpas a Emiliano García Page, que no hace ninguna propuesta y que, para más inri, cada vez que miente acaba pillado y desmentido. ¡Cómo será la cosa que hasta la patronal manchega y diversas asociaciones han hecho públicos mensajes para desdecirle! De hecho, según cuentan fuentes del sector, habrían pedido a la calle Génova que cambiasen cuanto antes al presidente pepero de Castilla-La Mancha. Debe ser por vergüenza ajena.

Ese cambio no se producirá porque Casado lo eligió por ese motivo, para que no destacase, ni hubiese personas más listas que él en cargos de responsabilidad. Y en el caso del manchego a fuer que lo ha conseguido. Y si a eso se le suma que Núñez a su vez ha elegido a personal que no destaque por encima de sus capacidades, imaginen el panorama de la derecha manchega –llegaron a proclamar que Puigdemont es un patriota español-. Porque García-Page ya ha advertido que se irá en cuanto termine la legislatura, pero con esta gente podría gobernar hasta los 65 años sin inmutarse y tomándose un White Label tranquilamente.

Si piensan que se está exagerando, cabe recordar que nada más ser elegido para ser presidente y candidato del PP el simpar Núñez tuvo la gran idea de decir a los cuatro vientos que lo mejor era privatizar la Sanidad. En una región con distancias tan enormes, donde lo público es esencial para personas mayores, donde a las personas mayores se les acerca a los centros de salud u hospitales a cargo de las arcas públicas (sea en taxi rural, ese gran olvidado, o ambulancias), a un señor se le ocurre decir que eso hay que quitarlo… Como Dolores Cospedal dejó una mala imagen y un odio enorme en las personas y los empleados sanitarios, a Núñez sólo se le ocurrió seguir en esa estela. Normal que recibiese una paliza en las urnas. Menos vista que un gato de escayola.

También es el típico tocapelotas de la política. Esa persona que pide a todas horas que quiere reunirse con el presidente manchego y cuando éste le responde que cuando quiera afirma que sólo a las doce de la noche en Almazán. Que si no es en esas condiciones no se reúne. A la semana vuelve a insistir en que quiere quedar pero en esta ocasión para hacer propuestas. Con una paciencia que ni Job, el presidente le dice que estas son las del PSOE y las de Ciudadanos, que si quiere aportar algo o corregir no hay problema. Entonces Núñez, como le han vuelto a dejar desnudo, sale por peteneras y afirma que esas propuestas no le gustan y que si no aceptan todas las suyas no se reúne. ¿Cuáles son las propuestas de Núñez? Como las de Ayuso para que se hagan una idea o como las que se escriben en el aire.

Pero donde más gracioso es el personaje es en la cantidad de mentiras que dice por minuto. Lo gracioso no es mentir, como pueden suponer, sino que le pillan en todas y cada una de las que dice. El diputado del PSOE Sergio Gutiérrez mostró hace poco la última de estas mentiras que le han merecido una reprimenda de la Cámara. Retratado y con la poca vergüenza de pedir perdón. Lo mismo pasó con imágenes sobre hospitales que no existen en la región o que son de “vaya usted a saber dónde” pero que intentó que colasen como manchegas. No extrañaría que llegase a acusar a Page de la guerra en Azerbaiyán. Total como no sabe ni dónde está seguramente, salvo que es lejos, pensará que nadie se pondrá a verificarlo. Dice hoy una cosa y mañana la contraria si hace falta para no tener que mojarse. De hecho cuando llueve no sale a la calle…

A Casado le importa bien poco no ganar en Castilla-La Mancha pero sí le interesa tener alguien muy por debajo de sus capacidades. Para alegría de la izquierda, todo hay que decirlo. A Núñez, para terminar, cabría aplicarle las palabras de Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver: “Es una criatura completamente carente de alegría y pena, amor y odio, piedad y cólera […] nunca dice una verdad sin la intención de que se tome como mentira, ni una mentira salvo con el propósito de que se tome como verdad […] La pero señal que de él puede recibirse es una promesa, sobre todo cuando va ratificada por juramento, tras lo cual el hombre prudente se retira y abandona toda esperanza”. Eso es lo que hace García-Page, retirarse prudentemente por mucho que le llame Paco, o El lonchas, o el llantos… Por suerte Núñez no gobierna porque superaría a Ayuso en todo, incluyendo los contratos al viudo con gafas.

El imperdonable error de Pedro Sánchez

Las huestes fervorosas del sanchismo pueden leer casi a diario en esta columna los errores de todo tipo que vienen cometiendo desde la derecha. Da igual que sean periodistas, todólogos, políticos o empresarios, siempre se señalan sus errores, sus cuitas personales o sus carencias mínimas. Por ello es de toda justicia que cuando el presidente del Gobierno comete un error imperdonable, que en este caso se puede dividir en dos, se exponga con la misma claridad. No es de recibo que se exija una ética y una actitud democrática a la derecha, por muy cavernícola que sea, y no se haga lo mismo con el lado zurdo de la política. Los principios son aplicables a unos y a otros, más si cabe cuando el error cometido por el presidente Pedro Sánchez acaba dando la razón a la derecha, especialmente la mediática.

Vienen desde que comenzó la pandemia señalando desde las columnas de la derecha que el gobierno de coalición tiene unas querencias autoritarias que se pueden observar en su desprecio por los resortes constitucionales. Apegados a la doctrina de Carl Schmitt sobre la soberanía y el estado de excepción, esto no lo dice así la gran mayoría de los columnistas que poco o nada sabrá del tema, están llevando la soberanía desde el parlamento hacia el palacio de la Moncloa. Señalan que, más allá de confinamientos y demás consecuencias sanitarias –excepto amargados como Juan Carlos Girauta-, la actitud de Sánchez es intentar evitar cualquier tipo de control sobre sus acciones, subvirtiendo de esta forma las mínimas reglas constitucionales y democráticas.

Véanse las palabras de un día antes de la celebración del pleno en el parlamento de un pensador inteligente –no esos todólogos que pululan por ahí- como Jorge Vilches en su artículo Golpe al parlamentarismo: “La deriva autoritaria continúa. A la colonización del Estado, al jaque al Rey y al deseo de anulación de la independencia del Poder Judicial, se une el golpe al parlamentarismo. A Sánchez le molestan las instituciones democráticas, los contrapesos, el control, y los está laminando. […] El proyecto de declarar el estado de alarma durante seis meses supone habilitar al Gobierno como legislador a través de los decretos-leyes, sin que haya control judicial ni parlamentario. De esta manera, las decisiones de Sánchez e Iglesias solo se someterán al control del Tribunal Constitucional, cuyos tiempos no son de este mundo”. Les puede parecer exagerado porque, seguramente, la mayoría de ustedes pueden pensar que eso no está en la cabeza del presidente, pero… véase otro párrafo.

“La maniobra del Gobierno, la prolongación injustificada del estado de alarma durante seis meses, transformaría los conceptos de representación, legitimidad y decisión política que arman el parlamentarismo. La representación del pueblo español dejaría de estar realmente en las Cortes  durante un tiempo en el que el Gobierno se dedicaría a dictar a través de decretos-leyes” acaba señalando Vilches. Ante estas palabras cabría defender que, más allá del lapso temporal –exagerado aunque el portavoz del PP se quedase corto con sólo un mes-, en el mismo decreto del estado de alarma se podría legislar que ciertas actividades institucionales persistirían y que la excepción sólo aplicaría a medidas sanitarias. Algo que no aparece en el decreto y que puede dar pie a la derecha inteligente y no tanto a tener razón con su alarma racional. Pero esto, siendo importante, no lo es tanto como lo que ha dicho el presidente en el parlamento y de lo que se ha regodeado sin percatarse en el error.

Para convencer a Pablo Casado, ya que el apoyo del principal partido de la oposición parece sumamente necesario en este período de excepcionalidad, Sánchez le ha presentado la propuesta de que, al pasar tres meses, podría quitarse el estado de alarma mediante una reunión del Consejo interterritorial del sistema nacional de salud de España. Un organismo ad hoc para cuestiones sanitarias pero que en ningún modo puede, ni debe ejercer de cuerpo soberano. Es más su función no es decisoria sino consultiva y son otras instituciones las que, haciendo caso o no, acaban por actuar. Con esta acción Sánchez estaba quitando la soberanía al parlamento para dársela a un órgano consultivo. Estaba esquilmando el control democrático, el debate entre representantes del pueblo y la capacidad de decisión a los órganos constitucionales que existen para ello. Como apuntaba el artículo de Vilches acaba con la representación, el control y la decisión legítimos. Asume el control él directamente como presidente del Gobierno, cargo que no es directo sino derivado de la decisión del parlamento cabe recordar.

¿En qué momento se le ocurrió a Sánchez dar la razón a la derecha actuando contra los mínimos principios democráticos? A ningún presidente de gobierno, de comunidad o alcalde le gusta tener que pasar por el control democrático. Asumen que les han elegido a ellos, de forma individualizada –algo que no es cierto pues se votan listas de partido-, y por lo tanto su legitimidad está por encima de partidos (al suyo lo suelen tener asfixiado en lo interno) y de instituciones. Esto ocurre en cualquier tipo de partido. No les gusta la réplica o que les quiten la razón. Sin embargo eso no empece para que estén obligados a aceptar las reglas del juego democrático sobre las que se sustenta el sistema. Pero de ahí a que el propio presidente acabe por lanzar una propuesta que conculca los principios democráticos hay un trecho.

Se supone, por la cantidad de personas que trabajan a destajo en Moncloa, que existen numerosos asesores, gentes con mente lúcida –no sólo amiguetes de partido- y capaces de analizar con anterioridad lo que el presidente va a decir en el parlamento. Más cuando es una propuesta que se lleva apuntada para sacarla en el debate. Pero no han sido capaces ni de eso, ni de prever algo tan sencillo como que las propuestas deban encajar con el andamiaje constitucional. Iván Redondo, el camarlengo monclovita, está demostrando que de sentimientos puede saber pero de los fundamentos mínimos de la política no. Piensa que está en EEUU o en una serie de televisión y se muestra incapaz de pensar algo que sea medianamente acorde y que evite estigmatizar al presidente. Al menos más de lo que es costumbre en la caverna mediática. Lleva en los últimos tiempos numerosos errores que nadie se atreve a señalarle. Desde el PSOE porque el partido ha dejado de existir y quienes están al mando son pusilánimes que no quieren perder el cargo. Pero no es el único culpable.

Félix Bolaños, secretario general de la presidencia, y persona de la total confianza del presidente tampoco se ha percatado del error manifiesto. Bien es cierto que habiendo sido el creador del reglamento del PSOE, en ese mismo donde la libertad –especialmente la de expresión- queda en entredicho como ya se explicó en estas páginas, esas cosas le deben dar igual. Ya tuvo su momento de gloria sacando al dictador de su panteón y con eso parece que le basta. Ahora a dedicarse a las cosas de la Unión Europea y lo económico que es lo que les gusta. Tampoco Iván García Yustos ha tenido la vista de hacerle ver al presidente que estaba mandando la soberanía del parlamento. Igual recordaba sus tiempos en las Juventudes Socialistas, cuando conoció a Sánchez que estaba en los renovadores de la base de José Luis Balbás, en los que hacía y deshacía a su antojo sin respetar los procedimientos democráticos. El caso es que ninguno ha sido capaz de ver el error de acabar legitimando el discurso de la oposición al gobierno.

Es de primero de asesor político, o de persona con sentido común, que también vale, el no provocar que el asesorado acabe cumpliendo las profecías y maledicencias de los contrarios. O lo que es lo mismo, legitimar a la oposición haciendo justamente lo que te critican que haces y que es contrario a los principios políticos y sociales. El estado de alarma, se pongan como se pongan en Moncloa, sólo puede ser prorrogado o anulado por el Congreso de los Diputados en decisión de ese órgano. Nada de consejos, presidentes comunitarios o el sursum corda: el parlamento como máximo depositario de la soberanía nacional. Evidentemente pueden decir que tras escuchar al Consejo sería el parlamento el que cancelaría el estado de alarma, pero no es así como funcionan las instituciones. Independientemente de lo que digan los consejeros de sanidad de las distintas comunidades, es el parlamento el que decide de forma autónoma y, por ende, soberana. Y que esto, algo que es básico, que es lo mínimo para manejarse en política, no lo haya sabido ver la miríada de asesores que trabajan en Moncloa es grave. Como grave es no haber advertido a ministras y ministros que acudiesen a la fiestuqui de Pedro J. Los principios democráticos se deben respetar, así no gusten o resulten molestos. Y la ética, tratándose de la izquierda, es mucho más exigente. Esos tics autoritarios no son buenos y por eso cabe denunciarlos para que no se vuelvan a producir. No son fantasmagorías de columnistas intentando tergiversar la realidad, como se ha denunciado aquí en infinidad de ocasiones. No son errores intelectuales de personajes que acceden a la prensa carentes de lecturas. Estos son hechos graves de fundamentación política y democrática que se supone no se deberían cometer. ¿Pasará algo? Nada porque el camarlengo monclovita sigue en su serie televisiva donde todo es perfecto y mágico, el problema es que todo esto acaba repercutiendo en las personas y en el sistema democrático. Luego se asustarán cuando surjan los monstruos…

La fiestuqui de Pedro J. que indigna a España

Las redes, los bares, las casas gritan de indignación por la fiesta de autopromoción  de El español que montó el lunes a la noche Pedro J. Ramírez en el casino de Madrid. La amplia representación de la clase dominante que allí acudió para tomarse un piscolabis, hacer lobby, aparentar o lambisquear ha dejado perpleja a la misma población que no puede/debe ver a sus progenitores; a la misma población que se encuentra encerrada en su barrio; a la misma que ha perdido su trabajo; a la misma población que ha perdido a familiares; a la misma población que ha tenido que suspender su bodas; a la misma población que está perdiendo dinero a espuertas porque debe tomar medidas tan restrictivas en sus negocios que se vacían; a la misma población que está siendo responsable y aplica el distanciamiento personal con amigos y familiares… A todas esas personas les ha indignado que por pertenecer a la clase dominante, unos sí y otros no.

El director del medio de comunicación celebraba la entrega de los premios anuales y, como siempre le ha sucedido, no ha podido dejar de contar con lo más granado del poder en España. Da igual si la fracción económica, la ideológica, la militar o la política. Todas estaban allí para disfrutar de una velada que podían haberse ahorrado por salud y por vergüenza. Dice Pedro J. que lo que pasa es que hay mucha envidia, de la malsana además, porque se tomaron las medidas para eventos de estas características, con distancia y…. las mascarillas guardadas en el bolsillo. Allí se ha podido ver a Florentino Pérez, a José Luis Martínez Almeida, a Pablo Casado, a Teodoro García Egea, a Inés Arrimadas… sin portar la mascarilla cuando todo el mundo conoce –en estos días ya sí se sabe- que el contagio aerosoles en sitios cerrados es una de las principales formas de contagio. No parece que les importase mucho saltarse las recomendaciones porque tenían cara de felicidad. Normal, la clase dominante siempre se ha mantenido por encima de las leyes porque para algo son clase dominante.

La excusas sobre la idoneidad sanitaria, como las proferidas por la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, con la única finalidad de salvar la cara del ministro, ¡asómbrense!, de Sanidad, Salvador Illa, han sido tan ridículas que han elevado la indignación. Mientras desde las instituciones del Estado se señala a los jóvenes por estar supuestamente expandiendo el virus, quienes ostentan esas mismas responsabilidades andan por Madrid de fiestuqui y pasándose las recomendaciones por el forro. Incluso alguno, como Emiliano García Page, cruzando de comunidad a comunidad mientras se queja de los que llegan a segundas residencias o a ver a familiares los fines de semana. “Haz lo que diga pero no lo que hago” como máxima de una clase dirigente que cada vez está más señalada por casos como estos. Por creerse por encima de bien y del mal. Por pensar que al haber sido designados como responsable públicos pueden hacer lo que quieran a la par que señalan con dedo acusador a la ciudadanía.

Sanitariamente, en el estricto sentido de lo dictado por el ministerio, puede que la fiesta en principio fuese correcta. El problema es que desde el propio medio de comunicación han mostrado imágenes donde se ve a la clase dominante dialogando sin mascarillas, unidos en fraternales corrillos y no respetando lo que exigen a la ciudadanía. Además, está el aspecto ético de la situación. Mientras día tras día se impiden simples reuniones familiares de más de seis personas, como un simple cumpleaños, señoras y señores de la clase dominante se reúnen para unos premios que se podrían haber ahorrado. Pero claro Pedro J. no puede dejar escapar la ocasión de mostrarse como el personaje importante que siempre ha querido ser. El resto de los comensales, entre favores debidos al periodista, entre ganas de agasajar a personajes como el viudo con gafas, entre ganas de cerrar algún negocio a futuro, tampoco son ajenos a esa carencia total de ética, ni de estética.

Con un estado de alarma recién decretado para toda España, con toque de queda (aunque Pedro Sánchez quiera utilizar eufemismos), con un aumento de los ingresos en UCI, acudir a un evento de ese tipo es indigno, propio de mentes menores y de egocéntricos políticos que carecen de ética alguna. Indignación y ganas de agarrar al alguno de los que aparecen en las fotografías del cuello para decirle por dónde puede meterse sus recomendaciones diarias en los medios de comunicación. Para que luego el alcalde de Madrid aparezca exigiendo responsabilidad a los vecinos madrileños a los que tiene confinados. Normal que les insulten en las redes sociales y a la cara, porque acrecen de un mínimo sentido racional para ver que lo que han hecho está mal, es un error. Pero como son políticos, de los mediocres además, a sotenella y no enmendalla. ¿Cesará Sánchez a Illa, Margarita Robles (ministra de Defensa), José Manuel Rodríguez Uribes (ministro de Cultura), Dolores Delgado (fiscal general del Estado), Félix Bolaños (secretario general de la Presidencia), Miguel Ángel Villarroya (jefe del Estado Mayor de la Defensa), Juan Carlos Campo (ministro de Justicia) o Isaías Táboas (presidente de Renfe) que estás bajo su mando? ¿Dimitirán Casado, García Egea, Martínez Almeida, Cuca Gamarra, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Montesinos del PP? ¿Dimitirán Arrimadas y el “muy ético” Edmundo Bal de Ciudadanos? No lo verán porque se creen por encima de ustedes y carecen de cualquier ética mínima. La ética, como dice el sabio dicho español, se demuestra andando. Y esto más que andar corren…

El milagroso hospital que llena los bolsillos de Florentino

Dinero para contratar sanitarios no va a haber. Ya verán de dónde los sacan y cómo los sacan. Dinero para contratar servicios que hacen falta para luchar contra la pandemia tampoco van a gastar. Así lo ha confirmado la Comunidad de Madrid. Eso sí, dinero para dar y regalar a los amigos empresarios hay a sacos. Para eso no les importa endeudar aún más a la Comunidad si hace falta. A los amigos hay que tenerlos contentos y si se llaman Florentino Pérez doblemente contentos. ¿Cómo? Inventándose un hospital de emergencias sobre suelo que era para la Ciudad de la Justicia –que ya costó cerca de 300 millones- aunque no haya necesidad de levantar edificios para eso… y más con la calidad con la que se levantan.

Isabel Díaz Ayuso no hace otra cosa que seguir al pie de la letra lo que siempre observó en la gestión madrileña. Dar obras y servicios a los amigos empresarios que luego hacen donaciones y regalos a los altos cargos de la administración. A uno ya le pillaron (Villar Mir), a otros no y por eso les siguen llenando los bolsillos a costa del esfuerzo laboral de los madrileños. Porque, como todos ustedes sabrán, los ricos no pagan impuestos en Madrid en la misma proporción que lo hacen los empleados. Un paraíso fiscal para ricos, con unos servicios públicos cada vez más deteriorados –da igual que el servicio sea ofrecido por una empresa privada u organismo público-, una deuda que no para de aumentar y un gobierno que pasa el tiempo dedicado a ver pasar las nubes.

Algunas personas dirán que el viudo con gafas es un empresario y por ello siempre sacará algún contrato. Cierto, en el hospital del Toledo –ese que querían desde la Comunidad de Madrid utilizar sin estar finalizado, de hecho ahora se está comenzando el traslado de equipos y personal- ganó una UTE donde estaba una empresa de Pérez. Mediante concurso público y sin añadidos. Como se contó hace unas semanas, el hospital de IFEMA, que no hubo de construir, reportó al señor de Madrid más de 11 millones de euros sin terminar su labor. Le abonaron todo el contrato pese a que el servicio no se cumplió totalmente. Ahora sus empresas vuelven a ser agraciadas por el dedo mágico del PP y le caerán unos cuantos millones más por levantar edificios de pladur y aluminio.

Porque esa es otra, mucho ponerse medallas pero no se sabe si han calculado que tal y como están construyendo las partes nuevas del hospital, que además se quiere perenne, los equipos y el tránsito de personas pueden afectar a la estructura de forma grave. Suerte que el terreno estaba pilotado del anterior intento de construcción de una megaoperación ladrillera, porque el hundimiento podría producirse. Al menos eso es lo que han mostrado en las imágenes que aportan a los medios de comunicación. Y con algo de experiencia en el sector de la construcción permite observar que la fragilidad está ahí. A poco que haya viento igual se caen paredes. O en cuanto llueva habrá que ver si no se producen goteras. Mientras tanto, el señor Pérez hace caja a costa de los madrileños. También acaban rascando los Del Pino (Ferrovial), la misma familia de donde salió el ideólogo de la borjamari borroka, Fernando del Pino. Los sospechosos habituales por así decirlo. La FCC de Carlos Slim, igual por ser amigo de Felipe González, no rasca… en esta ocasión.

Nuevamente la Comunidad de Madrid hace favores a las empresas que son dominantes en su fracción empresarial y con mayor peso específico en la clase dominante. Perimetran a la clase trabajadora y subvencionan a las empresas amigas con obras que son completamente inútiles. Más cuando la propia presidenta madrileña ha admitido que no se contratará personal para ese hospital y que se diezmarán las plantillas de otros hospitales públicos. ¿Para qué? Para acabar derivando a pacientes de esos hospitales a los privados y así llenar los bolsillos de las potentes aseguradoras que los controlan. Otra de las fracciones de la clase dominante que acaban rascando. Mientras tanto venden la construcción como la octava maravilla de la humanidad y todos los medios de comunicación acuden a loar tan magna obra… porque acabarán por recibir su subvención también. Así es como se cierra el círculo de la clase dominante y la extracción de la riqueza a la clase trabajadora.

Quo vadis Petrus?

Cuenta la leyenda que, tras observar la asamblea romana de cristianos que lo mejor era que huyese de Roma, Jesús volvió a hacerse carne y se le apareció a Pedro cuando escapaba para evitar su suplicio mortal. En ese momento, le dijo “Quo vadis Petrus?” y el apóstol reconoció a su maestro. Tras ver el error que había cometido, retorno a Roma, fue apresado y ajusticiado. Ahí se puso la primera piedra del iglesia romana y del primer gran aparato ideológico de Estado que han conocido los siglos. Algo así le ha pasado al papa Francisco con el presidente del gobierno Pedro Sánchez. El representante de dios en la Tierra, según afirman los creyentes, haciéndole saber al representante de la soberanía popular, esto sí es un hecho, que abandone la ideología, que construya nación y haga patria si no quiere caer en el martirio del nazismo o producto parecido.

Paradójicamente, como se apuntó en el párrafo anterior, el pontífice romano pide que se abandone la ideología desde la atalaya –igual está mal traída ese sinónimo pues es propio de testigos de Jehová- de la gran fábrica ideológica de los dos últimos milenios. El cristianismo, en general, y el catolicismo, en particular, han estado y están presentes en todas las configuraciones de la ideología dominante, cuando no han sido la fracción hegemónica en la construcción de la misma. Aun hoy los presidentes de EEUU juran su cargo ante una biblia. En España existe una disputa sobre si el crucifijo y la biblia deben estar presentes en los juramentos de los cargos públicos. No sólo en elementos simbólicos, sino en las propias ciencias sociales, las humanidades y en algunos márgenes de las ciencias naturales está presente la mano de la ideología católica/cristiana. Incluso, la iglesia es hoy en día un doble o triple aparato en el Estado pues no sólo tiene las sedes eclesiásticas para adoctrinar sino que controla en numerosos países la educación y algunos medios de comunicación. En España o Italia eso es más que patente.

Por ello sorprende que desde el púlpito papal se le diga al presidente del gobierno que abandone la batalla ideológica desde un posicionamiento ideológico. Tras haber hablado sobre las uniones entre personas del mismo sexo y aparentar ser muy progre, aparece el rabo del diablo meneándolo en las cosas materiales como ha venido haciendo desde hace siglos. Un intento más de controlar las almas y, por ende, las mentes –de hecho el término mens tiene la doble significación de mente y alma- de gobernantes, que es lo que les interesa más, y gobernados. Como Pío IX y su Syllabus o como León XIII y su encíclica Rerum novarum, el calificado de papa rojo hace lo que es tradición en la iglesia católica, sacar tajada del mundo de la política como parte de la coalición dominante, al menos en España, aunque sea diciendo que hay muchos pobres porque los ricos son muy avaros. Lo de “la ciudad de dios y la ciudad de los hombres” agustina se les olvida casi siempre. Pero es que, además, el pontífice parece mal informado.

¿Existe en España una disputa ideológica? Más allá de ciertas posiciones políticas o sentimientos, la clase dirigente española carece de ideología. Unos por populistas, otros por acomodaticios, no hacen alarde de compromiso ideológico en ningún momento. Hay posiciones dentro de la ideología dominante, pero no hay ideologías que confronten con lo existente. Los neofranquistas en realidad son una mezcla, mal amasada, de neoliberalismo, organicismo juntero, casticismo y extremismo católico, pero no tienen una ideología en sí. El PP de Pablo Casado como defensor del neoliberalismo imperialista tampoco hace alarde ideológico para captar votos. De hecho cuando aparece alguien con un compromiso ideológico es apartado de la primera fila –caso de Cayetana Álvarez de Toledo o los conservadores y tradicionalistas- y se le conmina a estar callado. Podemos no se sabe, más allá de que dice que es de izquierdas, si está rellenando los significantes vacíos, si juega en favor de esencialismo, si está con cualquier minoría que se fomentada por la clase dominante, o si recuperan dos o tres lecturas marxistas de su juventud. Los nacionalistas parecen más ideologizados pero ante la duda sobre nación o economía acaban por bajar la bandera en favor del capitalismo. El problema se tiene no tanto a nivel estatal como a nivel regional donde sí utilizan la ideología contra los demás.

Y ¿qué decir del PSOE del reprendido Sánchez? Se dicen socialdemócratas –ahora ya añaden como antaño “de mierda”- en busca de la justicia social. En busca de mantener su cuota electoral hablan de la clase trabajadora –que al fin y al cabo les sigue votando por mucho que sorprenda a Alberto Garzón– pero en sus acciones están tan en favor de la ideología dominante como los demás. De hecho tiene secuestrada a la corriente de Opinión marxista de Izquierda Socialista. Hay diferencias de gestión, lo que es algo cualitativo a tener muy en cuenta, pero en lo esencial y estructural existe un gran consenso. ¿Por qué pelean? Por comas y puntos y seguidos en realidad, no hay nunca un punto y aparte. Quien haya informado al pontífice romano lo ha hecho de mala fe. Es cierto que la iglesia va perdiendo poder en España y por ello están enfadados y todo lo ven como si fuese a llegar el fin de los tiempos. Pero no es así. Fíjense que en cuanto Casado ha hecho amago de acordar alguna minucia con el gobierno, los panfletos de la clase dominante se han lanzado a loarlo. Mantienen a los neofranquistas porque les reporta esa bronca beneficios económicos, pero ya se cargaron al de Ciudadanos por no obedecer y harán lo mismo con los demás. Casado ha visto peligrar su soldada y se ha avenido a condiciones.

En España la ideología principal es la dominante, la del sistema, la de la clase dominante, la del dinero y, en ciertos espacios, con un toque clerical. No hay en realidad guerra ideológica, ni lucha de clases en la teoría, ni nada por el estilo, sino peleas de oligarquías partidistas. Está muy equivocado el pontífice en su apreciación porque lo que dicen los medios de comunicación no es ni reflejo de lo que acontece en la sociedad. Hay mucho iluminado escribiendo columnas periodísticas pero de ahí a pensar que el fascismo llegue a España… La gran contradicción es que los que más anhelan el fascismo del pasado son los prelados de la iglesia de Roma porque allí eran parte de la ideología dominante, en su versión de control mental y moral. Igual debería informarse un poco más el papa y dejar de ser un carca en realidad. Es más, ante lo expresado Sánchez debería haber dicho “Quo vadis Franciscus?”. En España hay claras diferencias entre derecha e izquierda pero más que ideológicas son de gestión y sentimientos. Algo fundamental, sin embargo, respecto a la vida de las personas. Pero ideologizados, los treinta marxistas, los anarcocapitalistas y los fascistas de verdad. El resto distintas visiones de la ideología dominante que se transmite constantemente por los aparatos ideológicos –la iglesia uno de ellos- en el Estado.

Libro de la semana: Diccionario de Adioses de Albiac

Ha venido una de las semanas flojas en el mundo editorial. Alguna que otra novela, de esas de autor bestseller a fuerza de publicidad, y poco más. También es cierto que no todas las editoriales han enviado sus notas de prensa y habiendo tantísimas tampoco es cuestión de gastar todas las horas del día en busca de una publicidad que se les va a hacer de forma gratuita. Por ello la recomendación semanal de esta semana es una reedición de un libro del filósofo Gabriel Albiac. Ha cabido una duda sobre si hacer este destacado al libro de Juan Manuel de Prada, Cartas del sobrino a su diablo (H. Ludens) pero como es una mera recopilación de las columnas pandémicas del autor en ABC, pues tampoco tiene más mérito el destacarlo.

Albiac, sin embargo, es de esos grandes intelectuales que han quedado ocultos por la sociedad del espectáculo, por la postmodernidad de lo instantáneo, por los innovacionistas que descartan todo raciocinio en favor del mero acto deseante. Sin embargo, es de las pocas cabezas lúcidas que nos quedan vivas. Este “quedar vivo” es algo que parece obsesionar al propio autor en sus columnas periodísticas, algunas de las cuales son de una tristeza y melancolía epatantes. No por ello hay que dejar de destacar en Albiac su compromiso con lo que siempre se ha considerado la figura del intelectual. Cuando era un althusseriano (sigue siéndolo aunque lo oculta) u hoy cuando deambula por los caminos de la modernidad ajada, Albiac ha dejado algunas de las reflexiones más agudas sobre la actualidad española y sobre el espíritu de época. Hoy le sitúan en la derecha, aunque es verdad que más bien mantiene una posición un tanto ácrata y de compromiso con la verdad (como cualquier otro pensador), lo cual es molesto a cualquier tipo de poder y de poderoso. Una trayectoria paralela a la que ha llevado uno de los que tomó parte de aquello que se llamó los nuevos filósofos en Francia, como Alain Finkielkraut, con pensamiento en ocasiones paralelos pero de una brillantez que sigue llamando a la reflexión.

Diccionario de adioses de Gabriel Albiac, Confluencias, 24 €

Cada una de las entradas de este personalísimo glosario es un breve ensayo; se refiere a los problemas centrales del mundo de hoy, particularmente a la situación de la sociedad, del individuo, de la filosofía, del arte y la literatura en el marco temporal que va de mayo del 68 a la caída del muro de Berlín y al periodo subsiguiente a la caída, es decir, a las raíces de la contemporaneidad y al ahora mismo.

El texto posee las virtudes propias del estilo de Gabriel Albiac: a un tiempo conciso y de elocuencia fulgurante, desengañado y entusiasta, lleno a la vez de coraje y desolación. No menos que un repertorio filosófico o una recapitulación ideológica, el presente libro es en la mejor tradición de los grandes pensadores, una brillantísima obra literaria.

Libros, libros, libros II

Presentamos las novedades literarias de la semana tal y como las ofrecen las editoriales. Una semana floja en lo que respecta a destacar alguna obra por su calidad, originalidad o impacto social. Lo que se expone en este artículo es lo mejor que, de forma subjetiva como siempre, se rescata de las novedades que algunas editoriales han enviado a los medios de comunicación. Lo mejor en una semana mejorable.

NOVELA

Los herederos de la mina de Jocelyne Saucier, Traducción de Luisa Lucuix Venegas, Minúscula, 18,50 €

Hay en este libro indicios de un estilo literario que parece poner en cuestión sus propios mecanismos, por eso resulta tan llamativa su estructura: conversacional y coral a un tiempo, una forma deliberada que se ajusta al propósito de lo narrado, sin esquivar ciertos efectos que oscilan entre lo crudo y lo paródico. Una escritora de un talento peculiar que en este, su segundo libro traducido al castellano, podríamos decir que nos enseña de dónde viene.

«En esta novela polifónica, Jocelyne Saucier vuelve a ofrecer espléndidas escenas donde los elementos y la naturaleza son los protagonistas. Mientras visitan las entrañas de la tierra, los lectores se encuentran con descripciones fascinantes». Le Monde des livres. «Una misteriosa explosión está en el corazón de la intriga de este libro, que discurre como un solo aliento. Los niños Cardinal cuentan por turnos su infancia anárquica, que tuvo lugar en medio del caos familiar. Jocelyne Saucier los hace hablar con una especie de urgencia que conducirá al desenlace, que se intuye trágico. Implacable.» Le Figaro Littéraire

Opus 77 de Alexis Ragougneau, AdN, 18 €

La familia Claessens lleva la música en la sangre. El padre es un director de orquesta que lo ha sacrificado todo para impulsar su carrera hasta lo más alto de la jerarquía musical y conseguir, al fin, la codiciada batuta. Ariane, la hija y narradora de la historia, es una pianista de gran talento, conocida a nivel mundial por la inteligente perfección y la sutileza de sus interpretaciones.

Pero hay otro miembro de la familia Claessens que está en boca de todos los melómanos y los músicos profesionales: David, el hijo, que abandona la música y rompe definitiva e irreversiblemente con su padre. ¿Qué motivó que, en una fracción de segundo, echara por tierra su inmenso talento y todos los años de dedicación? ¿Qué la impulsó a ella a adoptar ese papel de solista que se aísla mediante el respeto y la intriga que inspira su fría y enigmática belleza?

El asesinato de Platón de Marcos Chicot, Planeta, 22,90 €

Con esta nueva obra, Marcos Chicot demuestra otra vez su enorme destreza para transportar a los lectores hasta la Grecia clásica y ser testigos de todo lo que vivieron unos personajes sacados de una convulsa realidad histórica.

Altea, hija de Perseo y una de las más brillantes discípulas de Platón, no sabe que su vida y la del bebé que espera están en peligro, ni que tiene al enemigo en su propia casa. Por su parte, su amigo y maestro Platón arriesga la vida para intentar hacer realidad su gran proyecto: unir la política y la filosofía, con el fin de que gobiernen la razón, la justicia y la sabiduría, en lugar de la retórica vacía de los demagogos, la corrupción y la ignorancia. Como telón de fondo, el surgimiento de una nueva potencia y un general con aura de invencible ponen en juego la supervivencia de Esparta y de la propia Atenas.

NOVELA NEGRA

Villanos victorianos. Una antología de Michael Sims (ed.), Traducción de Raquel García Rojas, Siruela, 22,95 €

«Los ladrones respetan la propiedad. Simplemente desean que esa propiedad pase a ser suya para poder respetarla más». G. K. Chesterton

Un viaje en el tiempo a una época en la que los maleantes se armaban con ingenio más que con pistolas y el culmen de la tecnología en la lucha contra el crimen era la lupa de Sherlock Holmes. Editada por el galardonado autor y editor Michael Sims, Villanos victorianos es una colección que nos presenta, reunidos por primera vez en un solo volumen, los mejores relatos de criminales de la era del alumbrado de gas. Casi todos los ladrones legendarios aparecen en  estas páginas —desde el coronel Clay a Fortuna-Rápida  Wallingford—, robando en Londres y en París, estafando en Nueva York y en Ostende, riéndose de camino al banco. Además, se incluyen relatos de distinguidos autores que no suelen asociarse al género policiaco y de misterio, como Sinclair Lewis, Arnold Bennett y William Hope Hodgson.

Un tío con una bolsa en la cabeza de Alexis Ravelo, Siruela, 19,95 €

Un tío con una bolsa en la cabeza trata sobre un tío con una bolsa en la cabeza.Y ese tío es Gabriel Sánchez Santana —Gabrielo para los amigos—, alcalde corrupto del no menos corrupto municipio de San Expósito, a quien dos desconocidos han dejado maniatado con la cabeza metida en una bolsa de basura tras atracarlo en su propia casa. Sin posibilidad de liberarse o pedir auxilio, condenado, salvo azar o milagro, a la muerte por asfixia, Gabrielo dedicará sus últimos momentos a intentar averiguar quiénes son los asaltantes y si estos actuaban por su cuenta o seguían las órdenes de un tercero. De este modo, en el repaso a una vida de egoísmos, ambiciones y deslealtades, se convertirá en el peculiar investigador de su propio asesinato aún antes de su consumación. Este texto claustrofóbico y violento es, además de una poderosa y singular novela negra —cuyos códigos maneja y deconstruye—, una lúcida memoria de la vida política y económica española en las últimas décadas, un relato de oportunidades perdidas y relaciones truncadas que funciona también como una incisiva indagación ética sobre la justicia, la lealtad y el perdón.

Fuego nocturno de Michael Connelly, AdN, 18 €

Cuando era un detective de Homicidios novato, Harry Bosch tuvo un mentor que le enseñó a tomarse el trabajo de forma personal y prender la llama de la tenacidad para no dejar ni un caso sin resolver: John Jack Thompson. Este ha muerto, pero, tras su funeral, su viuda le entrega a Bosch el informe de un asesinato que Thompson se llevó consigo cuando dejó la Policía de Los Ángeles 20 años atrás: el caso abierto del asesinato de un joven con problemas en un callejón usado para trapicheos de drogas. Bosch le muestra el informe a Renée Ballard y le pide ayuda para averiguar por qué el caso disparó el interés de Thompson hace tantos años. Ese será su punto de partida.  Bosch y Ballard se convierten en un equipo de investigación formidable y su vínculo se estrecha. Y pronto les surge una duda preocupante: ¿robó Thompson el informe para trabajar en el caso en su jubilación o para asegurarse de que nunca se resolviera?

H. P. Lovecraft anotado. Más allá de Arkham de H. P. Lovecraft, edición de Leslie S. Klinger, Akal, 50 €

Tras la publicación en 2017 de H. P. Lovecraft anotado, L. S. Klinger vuelve a reunir en un nuevo volumen veinticinco relatos más, así como una serie de revisiones y colaboraciones de Lovecraft con otros autores nunca antes publicadas. Entre ellas destacan «Las ratas en las paredes», una historia posterior a la Primera Guerra Mundial sobre los terrores del pasado, así como «El Horror de Red Hook», adaptado recientemente por Victor LaValle, introductor de la obra.

El exitoso editor L. S. Klinger revive a Lovecraft aclarando muchos puntos oscuros de la biografía y la literatura del autor (su método de escritura, sus vívidos sueños y los primeros borradores de las historias concebidas en su juventud), todo ello a partir de una laboriosa recopilación de datos históricos. Todos los relatos dan cuenta de la creatividad y la escritura innovadora del genio literario, a la vez que permiten vislumbrar el lado más personal de Lovecraft. Con cientos de anotaciones e imágenes, H. P. Lovecraft anotado. Más allá de Arkham ofrece una imagen completa de los logros literarios de Lovecraft, lo que permite asegurar que ningún amante de su literatura querrá quedarse sin esta edición.

NOVELA HISTÓRICA

El rey campesino de Andrea Camilleri, Destino.

Una de sus obras favoritas, escrita íntegramente en siciliano como homenaje a la lengua y sus diferentes variedades dialectales

Durante seis días, un humilde campesino fue rey de un pequeño pueblo siciliano.

Ésta es la fascinante historia de Michele Zosimo, un joven campesino siciliano quien, a principios del siglo xviii, se convirtió en el efímero rey de Girgenti, la actual ciudad de Agrigento, tras desarmar al ejército piamontés destacado en la zona. Un retrato, a veces hilarante, a veces dramático, de carácter excepcional: desde las increíbles circunstancias que dieron lugar a su nacimiento hasta su compromiso por defender a las personas contra el abuso de poder.

Andrea Camilleri, el desaparecido maestro de la novela negra contemporánea, nos regala una fascinante novela que retrata la sociedad siciliana bajo el dominio español, dividida entre un mundo campesino que vive al borde de la pobreza extrema y una minoría de aristócratas tan sólo preocupados por defender sus privilegios. Una mezcla de vigoroso anticlericalismo y humor descarado servido de una lengua explosiva, donde hay un lugar de honor también para la ternura y, en definitiva, para la literatura en mayúsculas.

RELATOS

Avería en los confines de la galaxia de Etgar Keret, Traducción de Ana María Bejarano, Siruela, 19,95 €

«En los relatos de Keret hay ternura, sabiduría, elocuencia y trascendencia porque él mismo tiene estas virtudes en abundancia… Me alegro mucho de que él y su obra estén en este mundo, haciendo que las cosas sean mejores». George Saunders

Hay pocos escritores como el israelí Etgar Keret. Sus relatos se desenvuelven entre lo fantástico, lo mordaz y lo hilarante. Sus personajes se enfrentan a la paternidad y a la familia, a la guerra y al juego, a la marihuana y a los pasteles, a la memoria y al amor. Estas historias nunca acaban como se espera, sino que siempre sorprenden, entretienen y conmueven. Avería en los confines de la galaxia, el nuevo volumen de relatos de Keret, tiene como hilo conductor la incapacidad de comunicarnos, de comprender el mundo que nos rodea y, sobre todo, de entendernos los unos a los otros. Pero de algún modo, a lo largo de sus páginas, a través del profundo amor del autor por la humanidad y nuestra desventurada existencia, hay una luz que brilla y mantiene viva la chispa de una conexión universal.

ENSAYO

Iura paria. Los fundamentos de la democracia constitucional de Luigi Ferrajoli, Traducción de Andrea Greppi, Trotta, 25 €

Luigi Ferrajoli es sin duda el teórico del derecho que, después de Hans Kelsen y de Norberto Bobbio, mayores energías intelectuales ha dedicado a la reflexión filosófica sobre la democracia. El objeto de esa reflexión, contenida en su intensa producción científica y sistematizada en Principia iuris, es la peculiar forma de democracia establecida en los principales países de la Europa continental de la segunda posguerra.

Pero, a diferencia de la obra de Kelsen y de Bobbio, en la de Ferrajoli la teoría de la democracia se encuentra estrechamente conectada con la teoría del derecho, de la que toma el léxico y las categorías. Es una teoría jurídica de la democracia, centrada en destacar el carácter diferencial de los actuales ordenamientos constitucionales: el posicionamiento en el vértice del sistema normativo de constituciones rígidas, garantizadas por medio de órganos jurisdiccionales encargados de sancionar sus violaciones. El problema de la validez de las normas jurídicas adquiere así una relevancia central en la construcción teórica del paradigma normativo de la democracia constitucional. Los textos reunidos en este volumen se organizan en los tres ejes principales de «Constitucionalismo y democracia», «Derechos y bienes fundamentales» y «Libertad e igualdad». Concluyen, así pues, con la valoración de los Iura paria (según la expresión ciceroniana), de esos «derechos iguales» que son los derechos fundamentales que todos tienen en común y que determinan la pertenencia a una misma comunidad política.

El crash de la Covid-19. Análisis de una crisis diferente a todas las demás de Juan Torres López, Pirámide, 24 €

El autor desarrolla a lo largo de la obra una crónica de una crisis diferente a todas las demás y que costará olvidar. A través de la lectura del libro podemos ir analizando lo que ha ido aconteciendo en nuestro país y en Europa y cómo las instituciones han dado respuesta, o no, a una situación sin precedentes. El autor trata de plasmar los hechos más relevantes durante la pandemia para que podamos entender sus efectos, sus remedios y lo que puede venir.

1980. El terrorismo contra la Transición de Gaizka Fernández Soldevilla y María Jiménez Ramos (eds.), Tecnos, 23,50 €

Entre 1976 y 1982 España dejó atrás su pasado dictatorial para transformarse en una democracia. La Transición no fue un proceso idílico, sino convulso y plagado de escollos. En 1980 el país se había sumido en una crisis generalizada que le llevó al borde del abismo.

La mayor amenaza a la estabilidad era el terrorismo. En 1980 hubo 395 atentados, que causaron 132 víctimas mortales y 100 heridos, y 20 secuestros. Fue, en definitiva, el año con mayor nivel de violencia desde la década de los sesenta hasta la masacre yihadista del 11 de marzo de 2004. Las bandas terroristas compartían métodos y rechazo frontal a la Transición, pero respondían a perfiles ideológicos muy distintos: el nacionalista radical, que soñaba con crear nuevos estados-nación; el de extrema izquierda, que buscaba instaurar una dictadura del proletariado; y el ultraderechista o parapolicial, que pretendía revertir la democratización resucitando el franquismo o decía combatir a ETA con sus propias armas. Las cifras desgranadas en la obra ponen en entredicho la visión idílica de un período en el que la violencia política, especialmente la que llevaba las siglas de ETA, se convirtió en cotidiana.

En esta obra un equipo multidisciplinar de especialistas analiza con detalle la violencia terrorista desatada en 1980: los atentados, los perpetradores, sus víctimas, la respuesta del Estado, la sociedad, el contexto internacional, la prensa, etc. Su investigación pone de manifiesto, que pese al embate del terrorismo y la amenaza del golpismo, la Transición resistió y, con ello, ahuyentó definitivamente el fantasma de una nueva guerra civil. Se trata de un libro indispensable para comprender mejor un periodo tan fascinante y complejo de nuestra historia reciente como el de la Transición. Como define la escritora Luisa Etxenike en el prólogo del libro «porque el conocimiento de ese año crucial es un material de construcción formidable para el presente y el futuro».

Marxismo negro. Pensamiento descolonizador del Caribe anglófono de Daniel Montañez Pico, Akal, 22 €.

Desde principios del siglo XX, organizaciones y movimientos antirracistas de población negra se acercaron a los postulados del marxismo. Su razonamiento era sencillo: si esta era la teoría de los pueblos explotados, seguro que sería un aporte interesante para la población negra, una de las más explotadas del mundo. Este binomio de marxismo y antirracismo produjo algunas de las más potentes reflexiones del pensamiento crítico a nivel mundial, anticipando elementos fundamentales de teorías contemporáneas en boga como las perspectivas del sistema-mundo, el colonialismo interno, las teorías de la dependencia o los enfoques poscoloniales y decoloniales. Sin embargo, debido a un intenso racismo intelectual y académico, estas contribuciones son aún muy desconocidas y no forman parte de la oferta curricular de casi ninguna universidad. La población negra fue fundamental para erigir el sistema capitalista a nivel mundial. Es hora de que dejen de ser meros objetos de estudio de interés etnográfico y empecemos a tomarles en serio como sujetos productores de un conocimiento social crítico de alto valor para la comprensión de nuestros tiempos.

NOVELA GRÁFICA/CÓMIC

La divina comedia de Oscar Wilde de Javier de Isusi, Astiberri Ediciones, 29 €

La novela gráfica La divina comedia de Oscar Wilde, de Javier de Isusi, es la ganadora del Premio Nacional del Cómic 2020 que otorga el Ministerio de Cultura y Deporte. El premio tiene una dotación de 20.000 euros. Javier de Isusi ha dedicado cinco años a trabajar en esta obra, que reconstruye los últimos momentos de la vida del autor irlandés en París, alcoholizado, enfermo e incapaz de escribir una línea.

El jurado ha elegido esta obra “por su guion perfectamente articulado con una introducción y coda final que evocan la representación del teatro de la vida, y una brillante caracterización de los personajes mediante el acertado recurso de entrevistas individuales”. Ha destacado además que “las ilustraciones, muy sugestivas y al servicio de la narración, son el resultado de un excelente dominio de la acuarela de tinta sepia, con sutiles transparencias y diferentes planos de profundidad marcados por el virtuosismo en el empleo tonal de una misma gama cromática”.

Oscar Wilde murió exiliado en París en noviembre de 1900 a la temprana edad de 46 años, tan sólo tres después de salir de prisión, en la ruina moral y económica, fuertemente alcoholizado, incapaz de escribir una línea. El escritor, dramaturgo y poeta irlandés entendía la vida como una obra de arte y según dijo en numerosas ocasiones era en su vida donde había puesto todo su genio, mientras que en su obra sólo su talento. Le gustaba mirarse en el espejo de La Divina comedia y comparar sus momentos vitales con los de la obra de Dante. Su vida es el drama perfecto de quien ha alcanzado todo lo que el mundo puede ofrecerle para luego perderlo de golpe.La divina comedia de Oscar Wilde, de Javier de Isusi, ateniéndose fielmente a lo que se sabe de la existencia del escritor, desborda esos límites para imaginar lo que podría haber pasado por dentro de su alma en esos tres últimos años. Rinde además un prolijo homenaje a toda su obra mediante citas y referencias textuales que transmiten buena parte de las ideas de Wilde, todo ello contado a través de sus encuentros con las personas que más le acompañaron durante ese periodo final.

POESÍA

He roto los abetos de Carlos Pena, Talón De Aquiles, 16 €

Carlos Penas en He roto los abetos ha escrito un poemario sorprendente, mágico, suavemente inquietante, delicioso por inesperado en su asunto, deseable por ser un maná nutricio y sanador, pero sobre todo modélico en su brillo literario y en la belleza de un lenguaje estrictamente personal. Nos trasporta a un universo desconcertante: las cuatro cavidades del estómago de los rumiantes y sus divisiones: el retículo, el rumen, el omaso y el laberíntico abomaso que, como en La Caverna de Platón o en los círculos de la Divina Comedia de Dante, son un lugar lleno de sombras y de fulgores; también de imágenes literarias que iluminan con el misterio de las luciérnagas, y otras frescas y descaradas como ganchos de izquierda pintados por Basquiat.

OTRAS LECTURAS

Consciencia. Guía breve sobre el misterio fundamental de la mente de Annaka Harris, Gaia Ediciones, 10 €

¿Qué es la consciencia? ¿Cómo se origina? ¿Y por qué existe? Nuestra existencia en el mundo es algo que damos por sentado. Sin embargo, el simple hecho de que la consciencia exista plantea profundos interrogantes. ¿Por qué en el universo determinados conjuntos de materia habrían de estar dotados de consciencia? ¿De dónde procede nuestra capacidad para reflexionar sobre esta cuestión? ¿Y por qué deberíamos hacerlo? En este libro asombrosamente accesible, Annaka Harris nos guía a través de las diferentes definiciones, filosofías y hallazgos científicos que ponen de manifiesto nuestra limitada comprensión de la consciencia.

¿Dónde reside y qué origina su aparición? ¿Podría tratarse de una ilusión, o es una propiedad universal de toda la materia? El mero hecho de indagar en este tema hace surgir cuestiones ineludibles, como de qué manera definimos la consciencia y, en la era de la inteligencia artificial, quién o qué está provisto de ella. Consciencia ofrece una interesante reflexión sobre el yo, el libre albedrío y la experiencia sentida, y presenta argumentos brillantes que desafían toda lógica y modifican nuestra visión de la consciencia, animándonos a desarrollar nuestras propias ideas al respecto… si es que eso es posible en realidad.

Nuestros mayores. Entre el sufrimiento y la esperanza de Victòria Cardona, Luciérnaga, 16,95 €

Victoria nos brinda la voz sincera de su experiencia durante la pandemia global de la Covid-19 que tanto sufrimiento ha provocado. El shock del coronavirus nos ha obligado a replantearnos nuestras prioridades y centrarnos en lo esencial. Ya nada será como antes. Aprenderemos a usar la flexibilidad adecuada a cada momento de la vida y a ser mejores. La autora, nos insta a que nuestros mayores se encuentren siempre queridos, acompañados y valorados. Tiene esperanza de que de tantos males pueda surgir algo muy bueno.

Y al final no pasa nada de Kathryn Nicolai, Diana.

Dormir debería ser fácil, pero a veces, en cuanto cierras los ojos, tu mente no puede evitar darle vueltas a todo una y otra vez… Así que, en vez de limitarnos a cerrar los ojos, ¿qué tal si intentamos algo distinto? Deja que te cuente una historia: es un cuento sencillo, donde al final no pasa nada, tu mente se prepara para descansar y logras conciliar un sueño reparador.

Autora del podcast de éxito mundial Nothing Much Happens, Kathryn Nicolai conjuga la magia de los cuentos de buenas noches con sus décadas de experiencia como profesora de meditación y yoga para crear un mundo cálido y acogedor que te invita a relajarte antes de dormir y a volver a conciliar el sueño si te despiertas en mitad de la noche. Un mundo donde disfrutarás de pequeños momentos de paz y alegría, como la sensación de ponerte ropa cómoda al llegar a casa, comer algo rico y sencillo, escribir una carta a un amigo, contemplar la lluvia desde la ventana de la cocina… Impregnadas de los conceptos del mindfulness, estas historias donde al final no pasa nada te proporcionarán el espacio mental que te ayudará a bajar revoluciones al final del día y a construir mejores hábitos de sueño para que descanses como un niño. «Nos contamos cuentos antes de irnos a la cama por una buena razón. Los cuentos nos ayudan a encontrarles sentido a las cosas; pueden señalarnos un camino útil y nos permiten distanciarnos del presente para adentrarnos en un lugar y un tiempo nuevos. Nos ofrecen nuevas perspectivas y nuevas maneras de imaginarnos nuestras vidas, y las vidas de otros. Y cuando se cuentan de cierta manera, nos pueden ayudar a calmarnos».

Reina del grito de Desirée de Fez, Blackie Books, 18,90 €.

«Un libro lúcido y valiente sobre cómo el cine de terror ayuda a pensar el duelo, la soledad, la violencia sexual, la locura y ese pavor que te sigue, de noche, en una calle oscura.» Mariana Enríquez.

Tengo miedo a caminar sola de noche por la calle. Miedo a no ser aceptada. Miedo a obsesionarme con el amor romántico. Miedo a desactivar los roles tradicionales en mis relaciones sentimentales y familiares. Miedo a desear. Miedo a mi propio cuerpo y al ajeno. Miedo a engordar y envejecer. Miedo a fracasar como madre, y a la presión social por la maternidad. Miedo a la pérdida. Miedo, en general, a no estar a la altura. Tengo mucho miedo. Todo el rato. Pero el cine de terror me ha ayudado desde que era niña: a la vez que alimentaba mis temores y generaba muchos nuevos, me ha brindado un lugar en el que cobijarme, en el que aprender. Ahora que tengo más herramientas para combatirlo soy capaz de enfrentarme a él. De ganar al miedo.