miércoles, 31 diciembre, 2025

¿Saben en el PP del “economista” Casado de Economía?

Escuchando estos días el discurso de la clase dominante en las jornadas de la CEOE son numerosas las dudas que asaltan a cualquier persona medio informada. El discurso económico de la clase dominante no se parece en nada al que aportan sus encargados políticos. Ni una brizna de similitud, algo más en lo hacendístico, ni en perspectiva, ni en aprovechamiento de la inversión pública, ni nada que merezca como tal la posibilidad de comparación. De hecho ayer mismo se explicaba que el discurso de la fracción financiera, más la adenda de Inditex o Mercadona, se asemejaba más al expuesto en varias ocasiones por Pedro Sánchez o Nadia Calviño. Esto provoca una gran pregunta sobre el PP del “economista” Pablo Casado ¿saben realmente de economía y estrategia empresarial? La intención es analizar el porqué de esta situación tan paradójica para un partido que se encuentra bajo el yugo de la clase dominante. De la extrema derecha mejor ni hablar porque bastante tienen con haber salido de la cueva y pasear la bandera.

Más allá de lo hacendístico, es decir, las cosas de impuestos, existe un amplio universo económico y empresarial donde se producen las riquezas, la acumulación de las mismas y es la base material del poder de la clase dominante. Ese más allá (más allá porque la dirigencia política parece no nombrarla nunca en sus discursos) hay ciclos económicos, estrategias de futuro y corrientes, a veces subterráneas, que son determinantes para las poblaciones a nivel global, continental y local. Más que modas son formas de actuar, unas en búsqueda de océanos azules (en referencia al libro de W. Chan Kim y Renée Mauborgne, La estrategia del océano azul, Profit/Harvard Business), otras buscando la reducción de costes de producción y las más en intentando un progreso tecnológico y/o paradigmático. Más allá de las estrategias empresariales particulares, la realidad es que la economía se maneja en varias ramas pero bajo una corriente de época que es la expresada por la clase dominante española. Más interconectividad continental-global, más tecnología, más economía verde, más capacidad de innovación (y no, no se refieren a crear una App), más industria de valor añadido y más adaptabilidad a los ciclos económicos cada vez más cortos. Eso sobre la base de una economía local necesaria para la subsistencia y el desarrollo de las personas. Nada parecido a esto les habrán escuchado a los supuestos representantes de la clase dominante en el ámbito político. Tampoco lo habrán leído en los medios de comunicación (da igual de derechas o progres) porque han extractado cuatro frases, descontextualizadas como siempre, para lanzarlas contra el enemigo político. Así Bieito Rubido lanza a Sánchez no se sabe bien qué cosa sobre los impuestos o Francisco Rosell le señala que la Comisión Europea piensa igual que los empresarios españoles. Ninguno de esos escribas de la desinformación ha escuchado ni diez minutos, ni han visto el reporte de prensa remitido por la CEOE o las distintas empresas intervinientes. Inmanentemente los empresarios no quieren pagar impuestos y cuanta más libertad para explotar mejor. Pero esto no es de hoy sino de siglos.

¿Ha dicho algo sobre esto Casado o alguien del PP? No. Los peperos siguen con su mantra de los impuestos bajos, la desregulación laboral y la acumulación por desposesión, o lo que es lo mismo, utilizar los impuestos de la clase trabajadora para enriquecer a ciertos empresarios (sanidad, educación, servicios) que ni se preocupan por innovar porque viven de la teta del Estado. A ello súmenle la desregulación de la protección medioambiental para la especulación con las tierras y hacer casas hasta en la sierra de Cazorla si hace falta. De eso nada ha dicho la fracción dominante de la clase dominante. Al contrario han pedido que el esfuerzo empresarial y económico de España se destine hacia la innovación y la reindustrialización de España. En el PP eso de producir mediante innovación ni lo han visto. De hecho deben creer que la comida se fabrica en la tienda a la que acuden, entre otras cosas porque han masacrado al mundo empresarial del campo con su política en favor de la distribución y las alianzas internacionales. Muchas fotos con ovejas de postureo pero visión económica para el campo ninguna, ceguera total. Carecen de discurso económico más allá de lo que han mamado en el aznarato y lo que les recomienda Florentino Pérez, el empresario que vive de las administraciones públicas y que no ha innovado en su vida. Tengan en cuenta que uno de los economistas de cabecera del PP es Daniel Lacalle, conocedor del mundo especulativo de las bolsas y poco más. Juan Ramón Rallo tiene más fuste, a pesar de las bromas que recibe en las redes sociales, pero como se dedica a defender el anarcoliberalismo y las cuestiones de economía política pues no traspasa la estupidez política y deja fuera las corrientes económicas y empresariales.

Dijo Casado que era economista en la tribuna del Congreso y la realidad es que jamás ha mostrado un lenguaje propio de economistas cuando habla sobre el tema. De hecho no tiene ningún tipo de lenguaje más allá de la berrea y el alarido del perdedor. No sabe hablar en términos jurídicos, económicos y de ciencias sociales, se aprende cuatro o cinco frases que le pasan y va tirando con los mantras clásicos del PP de Aznar. Lo normal en un partido que se dice liberal, que no llega conservador sino que es un engendro, es que ofreciese un discurso económico acorde a los tiempos. Que escudriñasen los textos y discursos de la clase dominante para adecuarlos al discurso político y defender esas corrientes de “progreso económico”. Pero no. ¿Recuerdan el proyecto de crear un clúster tecnológico-empresarial en Málaga que desde el PP vendieron como la séptima maravilla? Pues si no llega a ser por el apoyo de la Junta de Andalucía del PSOE aquello hubiese sido un verdadero fracaso. Tampoco es que sea un clúster de innovación magnífico pero lo vendían como el Silicon Valley europeo y se ha quedado en nada. Esta ha sido la única experiencia fuera de lo tradicional del PP (que no es poco). El resto, modelo Madrid de dumping fiscal, pero nada de inversión productiva e innovadora.

No hay visión económica en la derecha extrema o la extrema derecha y son incapaces de copiar a la clase dominante. ¿Por qué? Por falta de recursos humanos no debería ser pues, por lógica, las gentes capaces de economía y empresariales pueden tender al liberalismo. El problema viene en lo de “capaces”. La actual generación dirigente del PP no ha mostrado capacidad alguna allende las fronteras del partido. No han mamado empresa. No saben lo que es madrugar para trabajar, no saben lo que es montar una empresa de verdad (con suerte son hijas o hijos de autónomos, que ya es algo), no saben vivir alejados de la administración del Estado. En otros partidos también pero se supone que la derecha debería portar el estandarte de la economía… Debería pero jamás lo ha hecho, bien al contrario ha sido el PSOE el que ha colocado a España en el camino,  con más o menos fortuna, de la corriente económica del momento. Así el PSOE de Felipe González abrió España y puso a las empresas en el marco internacional; así el PSOE de José Luis Rodríguez inició el camino de la economía verde; así el actual gobierno tiene un discurso similar al de la clase dominante. ¿Qué hicieron Aznar o Rajoy? El primero llevar España a guerras y mucha especulación. El segundo recortes y peleas con países como Rusia, que con Rodríguez abrieron las fronteras para la colaboración empresarial. Es paradójico que desde el PP digan que el PSOE sólo trae mala economía cuando la realidad de los datos muestra que, gobernando en ciclos económicos de crisis (todas las crisis le han caído al PSOE), han sabido sumarse a la ola buena de la economía global. El PP ladrillo, que algunos empresarios mamen del Estado mediante privatizaciones de servicios públicos y bajar impuestos como pollos sin cabeza. Desde luego España es un país extraño, hasta hay personas que defienden El país como periódico de izquierdas…

La patronal indica el camino a la dirigencia política

Si por algo ha destacado la clase dominante española ha sido por la prudencia en sus manifestaciones públicas. Salvo en los periódicos salmón, sus intervenciones en la prensa generalista (mucho menos del colorín) han sido escasas y escogidas. En general no necesitan intervenir públicamente para hacer saber sus posturas pues tienen acceso directo a los diferentes poderes públicos y los encargados de la CEOE (Ferrer Salat, Cuevas, Garamendi…) sólo han servido para fajarse en la arena de lo espectacular-político. Incluso en las peleas dentro de las distintas fracciones o entre fracciones de la clase dominante han ejecutado sus maniobras con la política de forma oculta, oscura y sangrienta. Véase el caso del robo del banco Popular por el banco de Santander que lleva varios años contándose en Diario 16. Por lo tanto, que la CEOE haya convocado un evento semanal donde están interviniendo todas las personas al mando de las grandes empresas (excepción hecha de Florentino Pérez que controla tres periódicos, al menos, para sus maniobras) es un hecho a destacar. La importancia del parón a causa del coronavirus, algo sobrevenido y no producto de ciclos económicos (aunque estaba algo estancada la economía), ha propiciado que la patronal, la clase dominante haya salido a la palestra para indicar el camino a la dirigencia política española. Da igual el color, aunque a algunos los deja en mal (o buen, que esto es como los gustos) lugar.

Por primera vez en mucho tiempo podemos conocer realmente los cómos, qués y para qués de la clase dominante no sólo en el terreno económico, que como base material de su poder es principal, sino también a nivel social. De primeras, paradójicamente, muestran más humanismo que los dirigentes de sus propios partidos políticos (bien por financiación directa, como el PP con el presidente de Mercadona y el banco de Santander y sus créditos en barra de hielo; bien por  apoyo en medios de comunicación). Tal vez mejor que humanismo cabría decir que muestran más comprensión social a causa de la pandemia, aunque en términos de explotación no muestren ningún tipo de pena, que los dirigentes del PP y Vox. Todos y todas han sido claros, lo primero preservar la salud de las personas mientras se trabaja hacia el futuro. Lo dicen la totalidad de jefazos de la clase dirigente el día que el sinsorgo de Pablo Casado afirma que no apoyará más estados de alarma si hay rebrotes y que hay que convivir con el virus mortal. Lo de este chico y su comprensión de las palabras raya ya el analfabetismo funcional, pero no es el tema del artículo y mejor seguir con lo principal. Retomando, la clase dominante ha decidido marcar el camino a la dirigencia política de forma clara y contundente. Una orden que esperan se ejecute en los mismos términos en que ha sido planteada y que no suponga discusión alguna entre unos y otros. Para ejecutar la orden la dirigencia política deberá dejar de dar vergüenza y dar muestras de total unidad en salvar la economía, las instituciones y la sociedad. Carlos Torres, presidente del BBVA, ha dicho lo siguiente: “Esto lo tenemos que hacer todos unidos y con consenso. Autoridades, partidos, sindicatos, ciudadanos, empresas…”. Juan Roig (Mercadona): “Es el momento de trabajar todos juntos por la reactivación económica” (aunque bien que se manifestaba con la borjamari borroka). Jordi Gual (CaixaBank): “Tarea [que la economía rebote] en la que debemos participar todos con un espíritu de unidad, encontrando un equilibrio entre posibles rebrotes y que la economía vuelva a funcionar”. Pablo Isla, presidente de Inditex, también ha incidido en el tema al expresa que «nos enfrentamos a una gran crisis para la que no hay soluciones mágicas ni fáciles, y de la que hay que salir buscando consensos lo más amplios posibles, con base en el diálogo social”. Lo mismo que dijo José Ignacio Goirigolzarri (Bankia) en clara advertencia a Casado. Unidad de todos los partidos para salir de esta mediante un fuerte compromiso y consenso sin alharacas innecesarias, estridencias o insultos continuados (de todos los partidos afirman). Se cuenta que en la calle Génova los derrames cerebrales por no entender nada son mayoritarios.

Carlos Torres, presidente del BBVA, con el pin de los ODS

Si esas tonterías y conspiraciones que se inventan en la derecha, especialmente en su sector mediático, deben quedar apartadas, conviene bajar al terreno que quiere pisar la clase dominante para el futuro más inmediato. Sorpresivamente, al menos por lo que dicen sus abigarrados chicos de la derecha política, toda la clase dominante se muestra receptiva a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esos de los que Casado y la ultraderecha han venido criticando y minusvalorando. Es de suponer que el presidente del PP esté buscando un pin de los ODS (como el que llevan las ministras y ministros) al ver que el presidente del BBVA lo portaba en su conferencia (tal y como pueden ver en la imagen). Así se ha expresado Torres: “La crisis nos brinda una gran oportunidad de que avancemos ahora decididamente en nuestras prioridades de largo plazo, no solamente para reactivar y para reparar el daño causado, sino para avanzar decididamente en los ODS y en la digitalización de la economía”. Miguel Antoñazas, de Viesgo (fracción energética), ha expresado su “apoyo a la transición energética, a la resiliencia frente al cambio climático y al desarrollo económico inclusivo en el reto demográfico”. José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, ha confirmado que “Europa, con el Pacto Verde y el plan de recuperación Próxima Generación, se coloca a la cabeza del mundo en el esfuerzo por acometer de manera simultánea y única la crisis climática y la sanitaria. España puede ser parte de ese liderazgo con la aplicación decidida de medidas como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en trámite”, de ahí que haya que aprovechar “nuestra ventaja competitiva en el sector de la sostenibilidad social y medioambiental el cual es indiscutible en el mundo. Hagamos de ello el vector de crecimiento más importante de nuestra economía”. Antonio Brufau (Repsol): “El reto de la descarbonización es planetario, es tan colosal que vamos a necesitar todas las tecnologías disponibles”, y ha advertido que “el determinismo tecnológico nos ha hecho cometer muchos errores en el pasado”. En el PP deben estar como locos intentando descifrar lo que han querido decir y si supone dar la razón, que sí, al presidente del gobierno Pedro Sánchez. Esto no deja de ser el envoltorio de las verdaderas pretensiones, aunque marca un camino económico e industrial similar al marcado por el PSOE en su programa electoral (en parte también Podemos y Ciudadanos) como futuro en España.

En todas las fracciones ordenan a los partidos políticos que se mejore la burocracia, excesiva en algunos casos, y la legislación para la actividad económica. Roig (Mercadona): “Hay que eliminar las trabas burocráticas para el inicio de la actividad, con declaraciones responsables y silencio administrativo positivo”; o Isla (Inditex): “La seguridad jurídica será esencial para incentivar la inversión y la creación de empleo” (aquí el palo va dirigido al sector morado del gobierno). Por supuesto muchísima más presencia en la Unión Europea para generar competitividad está en el cuaderno de bitácora de la clase dominan, con recado al PP. Torres (BBVA): “Resulta crucial la respuesta europea. En un mercado único, la respuesta ha de ser única… Necesitamos que este programa [de créditos a fondo perdido y financiados] se ponga en marcha lo antes posible. Llegar tarde puede significar no llegar”. Ahora resultará que el presidente del BBVA es socialcomunista o algo por el estilo cuando señala que los fondos europeos son fundamentales y que en el PP deberían dejar de ponerse de lado de otros países y hacer patriotismo de verdad. Gual de CaixaBank defendiendo también los fondos europeos: “En esta ocasión Europa ha reaccionado de manera contundente, con un paquete de fondos que es importante que se administre muy bien y dirigirlo con efectividad a los sectores más afectados por la pandemia: sanidad, turismo, ocio, cultura, transporte o restauración”. Goirigolzarri (Bankia): hay que valorar “el papel fundamental que está desarrollando el BCE y las instituciones comunitarias [lo que demuestra que hay que] avanzar hacia la unión bancaria porque es la única forma para asegurar similares condiciones de financiación a las empresas europeas”. Lo mismo que dijo la ministra de Economía, Nadia Calviño, al llegar al gobierno y el PP le criticó. Que el dinero vaya a las empresas, vía financiación bancaria o directa, para así poder salir de la crisis económica como ha pedido Josep Oliu, presidente del banco de Sabadell: “Ayudar a las empresas es también ayudar al empleo y a las cuentas públicas” o “En las empresas de mayor tamaño las ayudas pueden ser de estructuras de capital híbridas con mecanismos de inversión público-privada”.

Esto no es lo único que han pedido, como pueden ustedes suponer, sino que han pedido al gobierno la reindustrialiación del país y la apuesta por la economía verde y de alto valor añadido. Isla de Inditex: “Tenemos un tejido empresarial con enorme potencial y debemos saber aprovechar nuestra presencia europea y los recursos que se disponen para dinamizar la economía y para ser más competitivos en las áreas que son claves como la digitalización, la transición ecológica, la educación o la sanidad”. Brufau de Repsol: “Hay que apoyar y promover la industria de España porque los países que cuentan con un mayor peso de la industria son más resilientes ante las crisis, [por eso] debemos crear industria nueva, desde luego, pero sumando ésta a la ya existente, pues es uno de los más valiosos activos estratégicos de España en estos momentos”. José Bogas, de Endesa: “Economía y medio ambiente ya no caminarán nunca más por separado. La sostenibilidad será la que nos saque de la crisis”. José Luis Aguirre de Ibercaja ha apostado por  la transformación de los sectores críticos y para ello nada mejor que una formación muy ligada al mundo empresarial.

Y para ello nada mejor que la colaboración pública-privada o, simplemente, privada en un alegato en favor de la clase empresarial, lo que supone un claro señalamiento de los sectores, gubernamentales o no, que cuestionan la labor empresarial de “forma demagógica”. Así lo ha expresado Entrecanales: “Creo que no hay duda de que es imprescindible la participación del sector privado (nacional e internacional) para salir adelante en la gran crisis que nos acecha, tanto por el enorme esfuerzo inversor necesario, como por la gran contribución empresarial a la financiación de lo público”. Oliu (Sabadell): “En las empresas de mayor tamaño las ayudas pueden ser de estructuras de capital híbridas con mecanismos de inversión público-privada”. Ana Botín también ha dejado claro que lo fundamental “es minimizar la intensidad y la duración de la recesión a la que nos ha arrastrado esta crisis sanitaria, sin generar un nuevo deterioro de la distribución de la renta, de la riqueza o de las oportunidades en nuestra sociedad y manteniendo el máximo empleo que podamos, ayudando a las empresas a sobrevivir”. ¿Han leído en algún momento pedir que se bajen los impuestos y demás propuestas que suelen hacer desde el PP? No. A ver si les bajan los impuestos, genial, pero no lo están pidiendo, aunque sí advierten que nada de subírselos con tasas COVID u otros inventos. Marcan el territorio impositivo pero sin pedir bajadas, aunque Botín sí ha pedido “un pacto de reformas de nuestros mercados, mediante el diálogo social”, lo que es indicativo de pérdidas de derechos para la clase trabajadora. Pero los demás mandamases no han dicho nada en ese sentido. De hecho el mensaje de la clase dominante se resume perfectamente en las palabras de José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) quien ha advertido que “vamos a dejar una deuda pública gigantesca como herencia a las generaciones futuras”, por lo que ha pedido dejar “un país mejor, con reformas que lo hagan más competitivo”. Para ello ha incidido en “acelerar el proceso de reformar la estructura económica para no llegar tarde a esta nueva revolución industrial cuyo tren está ya en marcha”.

Todo esto que han podido leer hasta el momento, el cónclave empresarial continúa toda la semana, les sonará mucho más a los discursos que suele ofrecer el presidente del gobierno, la ministra de Economía, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, o los que quedan en Ciudadanos o el PNV. Con matices es un discurso similar y muy diferente al que plantean desde el PP o la ultraderecha. Realmente quienes están en la batalla cultural, en la biopolítica y demás postmoderneces, salvo algún sector de Podemos (más por publicidad que por práctica) son los partidos de derechas. Desde el gobierno defienden que no se recorten derechos a la clase trabajadora y desde la clase dominante que no se les grave más. Y en esas están conciliando o peleando, pero el grueso del discurso a futuro es muy parecido. Deben estar las cabezas de Rosell, Rubido o Marhuenda en fase de recomposición porque no han de entender que, con los matices propios de la clase dominante, el gobierno socialcomunista tan peligroso para la unidad de destino de España, en materia económica, se sitúe cerca de las propuestas de la patronal. Esas batallas que plantean en sus medios de comunicación sobre nimiedades que no sirven para alimentar, salvo algunas mentes infectas, no se corresponden a la realidad. Igual que el gobierno siga la senda de la clase dominante habla mal de él (o no) pero deja claro que quienes no lo hacen son los esbirros de esa misma clase. Incluso dentro de la clase dominante las distintas fracciones tienen peleas entre ellas (los de menos valor añadido suelen ser los que más se quejan de los derechos laborales y los impuestos), pero dada la coyuntura existe una clara conexión entre poder político y poder económico. ¿Quiere decir esto que les gusta el gobierno de coalición? No y si pudieran harían una gran coalición pero ni Ciudadanos suma (por eso Albert Rivera acabó en su casa), ni Casado es válido para estas lides. Así que aguantan e intentan influir en el gobierno para caminar por la misma senda. En el PP siguen con sus reliquias del pasado, su pensamiento económico desfasado (ni una sola Escuela de Negocios trabaja ya sus planteamientos), su pequeñez de miras y su odio. Un odio y bronca que los poderosos han dicho que ya es suficiente.

La patronal abronca a Casado

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, no deja de ser el encargado para las cosas del día a día de la clase dominante. Es la persona que se codea con la plebe, esos partidos políticos, sindicatos y demás organizaciones menores a los que se pretende controlar (eso cuando no son más que una extensión de aquella). Cuando necesitan advertir, indicar, “aconsejar” o hacer que se cumplan sus deseos no utilizan al intermediario sino que hablan directamente con quien esté en el poder político o señalan el camino desde los medios de comunicación. Ana Botín se compró un periódico (El país) y manda sus mensajes a través de los editoriales, otros poseen otros medios de forma oculta, pero todos cuando quieren abroncar a la dirigencia política y que se sepa hablan directamente en los medios. Esto ha ocurrido ayer mismo con José Ignacio Goirigolzarri que le ha mandado un claro mensaje al presidente del PP, Pablo Casado. O hace lo que se le dice o lo mejor que puede hacer es ir buscando trabajo, si es que tiene un curriculum que mostrar claro.

En los mentideros económicos madrileños es conocido que se dice el pepero que no sirve, que es un chisgarabís y que no hay forma de que haga caso a quienes sostienen, en estos tiempos de escasez por su fracaso electoral, al PP y quienes le proporcionan amplia cobertura mediática. Se han dado cuenta de que no sirve para la encomienda de la clase dominante, pero han de aguantar hasta que muevan los hilos, en tiempos más calmados, y le despidan. Por ello Goirigolzarri, presidente de Bankia y de los Neguri de toda la vida, le ha advertido, desde El País (algo indicativo), que “estamos viviendo unos momentos de crispación política muy clara y a mí, como ciudadano, eso me parece mal porque además estamos crispados sobre aspectos que no son los que nos deben ocupar ahora. La crispación ni salva vidas ni crea puestos de trabajo. Es muy importante bajar el nivel de crispación y centrarnos en las cosas importantes, en los problemas que tenemos en estos momentos y lo que tenemos que pedir a los responsables políticos es que hagan ese esfuerzo de entendimiento”. O lo que es lo mismo, Casado deja de hacer el presidente encargado y el salvaje porque te dé miedo la ultraderecha y ponte a trabajar en lo que te hemos dicho que hagas hace tiempo. Nada de tonterías e insultos sino ponerse a colaborar con Pedro Sánchez en la consecución de una recuperación económica.

Por si fuera poco también le ha indicado cómo debe ser esa recuperación a Casado para que deje de hacer propuestas inadecuadas en estos momentos: “En el mundo hay una confrontación entre los que creemos que el multilateralismo es magnífico o quienes dicen que es un error; hay gente que pensamos que la globalización ha cumplido un papel extraordinario y gente que piensa que el proteccionismo es el futuro; hay quienes pensamos que tenemos que avanzar hacia una gobernanza más global y quienes creen que no tiene ningún contenido. Europa es un ejemplo claro. Hay quienes pensamos que hace falta más Europa y enfrente hay movimientos antieuropeístas evidentes. Desde el punto de vista de derechos y libertades individuales, hay quienes pensamos que es muy relevante defenderlos y otra gente que cree que es menos relevante y que tienen que estar subordinados a principios como la seguridad. O desde un punto de vista más político, hay gente que pensamos que hay que defender una democracia liberal y hay quien piensa que es mucho mejor una democracia iliberal o un cesarismo porque creen que es mucho más eficaz para la sociedad. Hay gente que piensa que todo tiene que ser público o que todo tiene que ser privado y otros que pensamos que es mejor una combinación”. Si se fijan en el texto resaltado, advierte Goirigolzarri a Casado que eso de entregarse solamente a lo que digan en EEUU, mejor para otro día; que eso de entregarse a los gobiernos para los que la Unión Europea es de ricos y pobres, está mal; que si sigue alimentando a la bestia al final acabará cargándose la democracia liberal; o que esas pretensiones de privatizar todo, de rebajar impuestos sin ton, ni son puede ser perjudicial para la economía. Respecto a esto último, le ha advertido desde la fracción financiera, que es la importante realmente y no la ladrillera que es a la que suele obedecer Casado (por su mentalidad de burgués sobrevenido), que la economía tiene que ir por otro lado que sea financieramente sostenible.

Lean a Goirigolzarri en lo que dice a continuación, algo que ha sostenido Botín en numerosas ocasiones también, para ver que lo que suelen proponer desde el PP no es el camino que han elegido los poderosos: “Hay una primera etapa que estamos finalizando, la de proteger a las personas y familias que se habían quedado sin renta y, al tiempo, preservar el tejido empresarial, que es clave para salir más rápido de esta crisis. Esta etapa creo que se ha hecho correctamente. Ahora pasamos de lo macro a lo micro, a los sectores, a los que tenemos que dar soluciones. Para ello hay que contar con la gente que entiende de esto, los empresarios que trabajan en ellos. Es fundamental dar soluciones y planes, que tengamos ideas para cada ámbito para asegurar la reactivación. Pero hay también otra tercera etapa, en paralelo. Cualquier crisis significa una oportunidad, en las crisis te atreves a hacer cosas que normalmente no harías. En Bankia lo sabemos por experiencia. Tenemos que aprovechar esta crisis para reforzar los puntos débiles de la sociedad y de la economía española”. Salvar a las personas y el tejido productivo, según la clase dominante, se ha hecho de forma correcta, así que Casado debería callarse en ciertas ocasiones, como se dijo en estas mismas páginas. Pero le añade que hay que reforzar puntos débiles, no los sectores que a Casado le parezca porque sean los que le subvencionan en toda España. A esto hay que sumarle: “Si queremos aumentar el bienestar de los ciudadanos o les dotamos de eso [formación continua] o es muy difícil asegurar el futuro de la competitividad de nuestra sociedad”. Justo algo que el presidente del PP y sus baronías regionales están laminando poco a poco, la formación continua y la educación en términos generales. Guantazo de clase dominante en la cara.

Es cierto que en todas esas palabras también está señalando a Podemos como un peligro, pero esto no es nuevo porque llevan así desde que se publicitó que habría un gobierno de coalición. Implícitas en esas palabras está algo que en Ciudadanos han entendido, intentar aprovechar las negociaciones con Pedro Sánchez para aminorar el efecto podemita y, dado el caso y la necesidad de la clase dominante, llegar a una gran coalición para la que contarían con todo el apoyo mediático posible. Garamendi ha conseguido que los ERTEs sigan y que la ministra de Trabajo colabore. Ahora están intentando que Casado se avenga a condiciones o le pondrán de patitas en la calle por mucho que la fracción ladrillera esté alentándole. De hecho, tras las palabras de Goirigolzarri en el periódico de Botín cambiarán algunas cosas. Si hace tiempo el Círculo de Empresarios defendía el IMV cuando Casado lo llamaba paguita, ahora deberá apoyar con seguridad los nuevos presupuestos. Los grandes empresarios españoles, la clase dominante en sus puestos más relevantes, se van a reunir en Madrid esta misma semana para marcar el terreno y lo de ayer sólo ha sido un aviso a Casado para que deje de estar instalado en la crispación y el espectáculo cuando hay tanto en juego. De hecho Garamendi ha dicho lo mismo en ABC: “En las últimas semanas hemos vivido algunas situaciones sonrojantes [en el parlamento] que como ciudadanos no queremos ver. […]Esperamos que la cumbre empresarial que vamos a celebrar aporte esa sensación de unidad que creo este país necesita”. O lo que es lo mismo “¿Por qué no te callas Casado?”. Este fin de semana ha estado escondido porque el tirón de orejas ha sido continuado y grande, veremos si hace caso o le van preparando el finiquito.

Las feministas socialistas atacadas: “Me vais a comer mi polla de mujer”

El PSOE ha sacado un argumentario feminista para dejar claro algo tan obvio como que hay una clara distinción sexual entre hombre y mujer y que el género es una construcción social que desiguala a las mujeres por el hecho de serlo. Materialismo (sexo) e idealismo/simbolismo (género) como mecanismos de explotación y opresión sobre las mujeres han estado ahí desde el “estado de naturaleza”. Sin embargo, la secta queer, porque hablar de teoría es casi un insulto al resto de teorías, lleva demasiado tiempo intentando destrozar la lucha feminista con sus invenciones desconstructoras, llegando a negar incluso la misma materialidad sexual que, como todo lo material, es la base de la explotación y la desigualdad. Esto se ha visto claramente en los ataques recibidos por la escritora J. K. Rowling al defender a la mujer como sujeto del feminismo y de las reivindicaciones del mismo (lean este artículo de Elena de la Vara que explica perfectamente cómo es la polémica). A la mujer y no a la mujer trans, la cual no deja de ser el caballo de batalla de la secta queer. No es que el colectivo trans (hombres y mujeres) no deban tener su propio sujeto y el respeto a sus derechos humanos, eso es obvio, pero intentar deslegitimar a la mujer feminista para destruir el movimiento del 50% de la población mundial es una cuestión que va más allá de los derechos humanos.

El argumentario del PSOE, ya que en otros lares de la izquierda están más en la ideología sistémica de lo queer, es claro: “El sexo es un hecho biológico. […] El género es la construcción social del sexo con el que se nace. […] El género es una herramienta analítica que está siendo utilizada ahora por determinados movimientos para sustituir al propio concepto de género […] Por ello las mujeres socialistas pretendemos su abolición para conseguir la emancipación de las mujeres. […] Si se niega el sexo se niega la desigualdad que se mide y se construye en base a ese hecho biológico. La identidad sexual es un término consolidado que viene a definir cómo una persona se siente con respecto a su cuerpo y si hay, o no, correspondencia entre el sexo biológico con el que se nace y aquel con el que se siente identificado. Cuando no es así se trata de lo que conocemos como transexualidad. La identidad de género, término más reciente, se lleva a cabo al margen del sexo biológico y no representa una disconformidad con el mismo, es decir, pueden sentirse mujeres con un cuerpo de hombre o viceversa”. Con pueden observar algo que nadie pondría en duda salvo que hay otras intenciones. Por este escrito que es reconocido por el 90% de las personas que tienen sentido común las feministas socialistas, estén en el PSOE, en el PCE o sean solamente militantes feministas, han estado recibiendo ataques continuados y calificativos de transfobas (o TERF en su acrónimo en lengua extranjera que es más cuqui y cool). ¿En qué momento hacen alguna discriminación hacia el colectivo trans? En ningún momento. Solamente defienden lo que es obvio, que el sexo como materialidad biológica está ahí y condiciona la construcción social del género en contra de la mujer. Que el colectivo trans tiene sus peligros, hay países en los que son asesinadas y asesinados, sí. Que hay que destruir el sujeto del feminismo para incluirles, no. Tan sólo dicen eso.

Toda la secta queer parte de las elucubraciones mentales de Judith Butler (o Julia Kristeva) quien niega la existencia de materialidad sexual y todo lo lleva a un sentirse de tal o cual forma y a identidades múltiples según les parezca en ese momento. De ahí que destruyan la identidad sexual, clave para la lucha feminista, en favor de la identidad de género como mucho, porque hay ocasiones en que la deconstrucción es total y no queda identidad en sí misma. Pero esto sería acabar en una posición metafísica tan absurda que no merece la pena insistir. Realmente lo que se pretende desde el el mundo queer no es más que el borrado de la mujer en sí. Para ello utilizan de forma interesada una formulación de Jacques Lacan, la cual es tergiversada, retorcida y aplicada a sus intenciones de borrado de la mujer (curiosamente no del hombre). El psicoanalista francés dijo en sus cursos de 1975 que “la mujer no existe” es un “no-todo”, un mero significante vacío. Deliberando sobre la teoría del falo freudiana, Lacan entendía que no existía una categoría universal “mujer” que conformase parte del universo simbólico. Algo que ha sido cierto durante la mayoría del tiempo de existencia de las mujeres. Como elemento simbólico, que no material-sexual, no ha existido la mujer. Hasta anteayer cualquier pensador hablaba de los derechos del hombre, como otro de los tergiversados habituales, Michel Foucault, quien afirmó en Las palabras y las cosas que el hombre como figura del pensamiento no existió hasta finales del siglo XVIII.

Lacan tenía razón en que la mujer no había existido como grupo homogéneo y con identidad simbólica. Bien al contrario, quedaba la feminidad subordinada al falo (tener o no tenerlo como mecanismo de identidad). Esto lo ha tomado al pie de la letra el mundo queer para intentar borrar a la mujer al significarla como significante vacío y, por tanto, poder llenarlo de lo que apetezca sin tener en cuenta la materialidad sexual. Como dicen desde el mundo queer la categoría mujer es sólo “el resultado de procesos psíquicos de los que no pueden dar cuenta la biología ni los procesos sociales” (Sean Homer, Jacques Lacan. Una introducción. Plaza y Valdés). O como dice Butler, los cuerpos no se pueden dar por supuestos porque son algo que se adquiere y acaban remitiendo al lenguaje y el proceso de significación. Que es como decir que usted tiene vulva o pene no por biología sino por significación lingüística. Olvidan todas que Lacan acabó afirmando que “el cuerpo existe” y que “es imposible de aprehender por medio del significante”, a pesar de toda la construcción social que existe. Lo que las feministas llaman género, vamos.

Partiendo de lo anterior, bastante resumido y para la mayoría seguramente peñazo o incompresible, el mundo queer se ha lanzado al cuello de las feministas de forma misógina y sin hacer distinciones entre heterosexuales o lesbianas. Frases como la del titular “me vais a comer la polla”, de mujer evidentemente, son el caldo común que deben aguantar mujeres comprometidas como Paula Fraga, Laura Redondo, Alicia Miyares y tantas otras. Como dice Fraga, lo queer no deja de ser otro mecanismo del sistema opresor para perpetuarse en el tiempo. El problema mayor reside que ese feminismo queer está instalado en el propio gobierno, en concreto en el ministerio de Igualdad y en formaciones como Podemos, IU o Más Madrid. De ahí que los ataque, en ciertas ocasiones, sean aún más virulentos porque no se defiende una posición ideológica (algo que podría ser entendible) sino una posición de poder, compadreo y subvención. Se ataca a las mujeres socialistas y/o comunistas que defienden el feminismo tal y como es para deconstruir a la mujer, borrarla y que todo sea sentimiento. Es tan estúpido como el intento de borrado que se hace de la clase social, otra materialidad en constante lucha ideológica, lo que se pretende hacer con la mujer. Pero es normal porque el liberalismo siempre ha sido muy partidario de las identidades individualistas (al menos desde John Stuart Mill) y el neoliberalismo ha visto en lo queer y el sentimiento una fórmula para acabar con el movimiento que realmente está poniendo en solfa al sistema capitalista y al patriarcado sobre el que sustenta parte de su poder. Fíjense que desde la derecha se ha intentado criminalizar, en España, el 8-M o al gobierno socialcomunista. Un elemento simbólico, como es el día de la mujer trabajadora, y un significante que no encaja con la realidad (en el gobierno hay personas que se sienten socialistas o comunistas, que lo sean es harina de otro costal). El sistema aprovecha lo queer, lo deconstructivo, contra la mujer en el seno mismo del feminismo y en la batalla de la ideología dominante. Con todas sus extravagancias, performances, batucadas y demás “posmocosas” destruyen simbólicamente al sujeto mujer.

Con lo que les ha costado a las mujeres construirse como elemento socialmente simbólico, ahora desde el supuesto feminismo se quiere borrar de nuevo ese sujeto simbólico. ¿Al hombre? A ese no se le borra, se le acusa de machismo y a seguir campando a sus anchas. Entienden ahora por qué la vicepresidenta Carmen Calvo defendía con uñas y argumentos que el PSOE siguiese teniendo Igualdad bajo su mando. No era por cuestiones de dinero, sino porque el sujeto mujer está en peligro si no se le defiende. Igual no ha quedado comprensible al ser un hombre quien ha escrito estos párrafos, pero no quieren que la mujer sea un sujeto fuerte que pelee por la igualdad real, por acabar con la ideología que la oprime y por ello le cuelan caballos de Troya. ¿Tiene el colectivo trans derecho a ser respetado? Sí, pero sin necesidad de acabar con el “sujeto mujer” materialmente determinado, como personas tiene el derecho humano a ser respetadas. Por cierto, ¿se han olvidado que desde el ministerio de Igualdad se quería calificar a la mujer como “progenitor gestante”? Eso es lo queer que ataca a la mujer para borrarla.

Casado obligado a tragarse toda su bilis

Igual en alguna ocasión, mientras duermen, se les han venido los jugos gástricos a la boca provocándoles cierta asfixia, tos profunda y algo de vómito. Eso no es nada con lo que le está pasando a Pablo Casado en estos días. Los jugos gástricos le pueden parecer un zumo de tomate (es tan raro el personaje que seguro gusta de ese tipo de zumo) en comparación con toda la bilis que debe estar tragando. No es que sea un Nostradamus a la inversa, que lo es porque no acierta una predicción ni por error, es que todas las maledicencias que ha venido soltando contra el gobierno, contra el movimiento feminista y/o contra lo que supone ser de izquierdas se le han vuelto en contra. Ya se dijo en esta columna diaria que es un ser gafe, muy gafe, y que no hay cosa que diga, pida o haga para que acabe en fracaso absoluto (de ahí que sea conocido como Fra-Casado) sino que el mal que suele desear a sus enemigos o contrincantes torna en suerte para éstos. Cuanto más mal desea al contrario mejor le va. Por ejemplo, ha sido criticar a Ciudadanos y subir este partido en las encuestas.

Con el cierre de la investigación contra el delegado del gobierno en Madrid (el único sitio donde ha habido una mínima investigación), José Manuel Franco, no sólo tiene que tragar bilis por no haber podido hacer uno de la guerra judicial contra el PSOE, sino que debe tragarla en su guerra contra el feminismo. Casado quería, como bien han dejado claro sus diputadas y diputados madrileños o no, meter en la cárcel a un representante socialdemócrata para culparle de todos los muertos habidos y por haber. Esa necrofilia justiciera, ese amor por los muertos para lanzarlos al contrario, estaba detrás de esa guerra judicial que muestra bien a las claras que en el PP casadiano se carece de programa o ideas. Al carecer de algo programático sólo les queda el recurso típico del populismo como es intentar meter en la cárcel a los oponentes y criminalizarlos para que su vida (al menos la política) sea menos que cero y por tanto se les pueda asesinar civilmente. Lo han intentado con Franco y no han podido a pesar de mover todos los hilos de los agentes vinculados a la fracción conservadora e insertados en los aparatos estatales. Opusdeístas en la Guardia Civil tomando como referencia a Eduardo Inda; legionarios de Cristo dando opinión y careciendo de base científica en sus informes forenses (típico de las sectas abominar de la ciencia); medios cavernarios juzgando socialmente para dar un golpe de Estado encubierto (¿cómo se le habrá quedado el cuerpo a Bieito Rubido?) y todos los trolls en redes sociales señalando al 8-M como núcleo irradiador de la pandemia. Al menos el consejero madrileño de transportes, Ángel Garrido, habrá estado tranquilo pues él permitió el desplazamiento de más de cinco millones de personas esos días que comparadas con las 120.000 personas de la manifestación feminista son más irradiadores aunque sea por procedimiento deductivo.

A tragar bilis y borrar mensajes en redes sociales. Esto último si tuviese algo de vergüenza. Pero como carece de la misma, es un ser soberbio y su modelo intelectual es Homer Simpson no hará nada y saldrá por peteneras. Eso sí, se espera que durante todo el fin de semana esté escondido en su casa (¡por fin su familia disfrutará de su compañía tras tantos días de viaje haciendo de presidente encargado!) y sólo asome la cabeza para ver qué tal tiempo hace. Lo mismo podrían hacer las diputadas y diputados que han participado en el aquelarre contra Franco y el feminismo. Porque tienen miedo al feminismo como movimiento transformador, de ahí que apoyen todo lo queer que supone un ataque en la línea de flotación de la lucha de las mujeres al negarles la existencia del sexo y el género (que una perversión intelectual de mal entendimiento de Lacan llegue a ser apoyada por la derecha dice mucho del propio movimiento queer, misoginia escondida). Tienen miedo a las mujeres organizadas como lo tuvieron a la clase trabajadora cuando lo estaba antes de que los populismos varios la destrozaran desde dentro. Por eso había que meter en la cárcel a Franco para criminalizar al feminismo socialista. El informe demoledor que decía hace cuatro días parece ser que no tiene base científica, que es normal que a él no le importe porque eso de la ciencia y la universidad como que no va con él (de hecho no tiene amigos de la universidad si se fijan en sus mensajes porque no acudió), y no era tan demoledor para meter en la cárcel, ni imputar al delegado del gobierno. De hecho la mayor culpable, como responsable última de la sanidad madrileña, hubiese sido su íntima amiga Isabel Díaz Ayuso, la que se contagió en una reunión internacional celebrada en Madrid el, ¡oh que curioso!, el 8 de marzo. La única estrategia del PP es el insulto y la bronca, de hecho es su seña de identidad desde la fundación del partido por parte de los ministros franquistas, pero en esta ocasión les ha salido mal. Ni las residencias, como querían hacer ver, son competencia estatal, ni las mujeres han expandido la pandemia.

En su mente unineuronal será difícil asimilar tantas malas informaciones, como le está costando asimilar que en España ha habido una pandemia que se ha llevado de la mejor forma que se ha sabido y, en su momento, las españolas y los españoles harán justicia mediante el voto (esto incluye decisiones poco agradables tomadas por gobiernos de todos los colores), y que ha provocado la parálisis económica de la que hay que salir lo más rápido que se pueda. Esto no lo acaba de asimilar en su cabeza no se sabe si por soberbia personal o cortedad mental, pero hasta cuando la CEOE apoya ciertas medidas del gobierno (y presiona, como hace siempre al ser clase dominante, para más reducciones de derechos laborales) y espera como agua de mayo los miles de millones que se han conseguido del IV Reich que es la Unión Europea, será por algo. La CEOE estaría encantada si hubiese una gran coalición pero no son tan estúpidos de no colaborar con el gobierno para salir de esta. Casado y el PP sí son así de estúpidos porque no sólo pretenden que los millones europeos (que al fin y al cabo es una impresión de billetes en el BCE sin respaldo de nada, pero que molesta a la potencia imperial Alemania al bajarle el euro) vengan con más recortes a la clase trabajadora, sino que, además, pretenden que se entreguen al ladrillo y se acabe con la protección urbanística. Son tan cortos de entendederas, se supone que habrán personas que hayan estudiado empresariales y economía con aprovechamiento o ¿no?, que recurren a algo que una vez funcionó pero que produjo la mayor debacle económica de España en los últimos tiempos. Su solución ladrillo y una oficina de víctimas (sin percatarse de que los servicios sanitarios y sociales ya dan las prestaciones que pide para esa oficina. No le culpen no sabe de nada el pobre). No es de extrañar que en la CEOE estén deseando que haya otra persona dirigiendo el PP. Mientras a tragar bilis.

PP: “Todo lo malo de la historia es culpa de la izquierda”

No lo han dicho de esa forma pero lo piensan, lo deslizan en sus mensajes, en sus discursos, en sus memes y en sus propuestas. En el PP, más allá del servilismo con la clase dominante, tienen una sola idea: “todo lo malo de la historia es culpa de la izquierda”. Lo bueno, evidentemente, es gracias al PP o a cualquier personaje que asuman como propio (por si lo desconocían Winston Churchill era del PP aunque no lo sabía, ni existía ese partido sino una dictadura fascistoide en España). Esa idea es el mantra del que derivan cualquier otra cuestión, da igual económica, política o social. La izquierda siempre hace todo mal, es autoritaria, es antidemocrática, destruye la sociedad y demás zarandajas que suelen exponer en sus discursos y mensajes. De hecho, desoyendo lo afirmado por su santificado papa Juan Pablo II sobre la inexistencia del infierno, la izquierda es el mal, el desarrollo de Belcebú en la tierra. Por ello ese sentido de cruzada contra los impíos que siempre parecen estar llevando a cabo desde el PP.

Esta semana se ha escuchado ese argumento en diversas ocasiones. La ex-ministra Ana Pastor ha sido contundente en esa línea al afirmar que la culpa de lo que ha ocurrido en las residencias en la Comunidad de Madrid sólo es achacable al gobierno socialcomunista. Por el contrario, el Galicia la gestión ha sido excelente por parte de la Xunta de Alberto Núñez Feijóo. ¿En qué momento el ejecutivo estatal ha asumido sólo parcialmente, curiosamente donde peor han ido las cosas, las competencias sociales? En ningún sitio pero el mantra funciona de esa forma. Si las cosas funcionan son gracias al PP y si pasan desgracias son culpa de la izquierda. De la española o del contubernio internacional, que es otra fase de esa única idea que tienen en la cabeza. De hecho en el PP de Madrid siguen culpando a Joaquín Leguina de cualquier cosa después de casi tres décadas de gobierno. Al este respecto no sólo en el PP sino en toda la caverna mediática señalan a la izquierda como culpable de todas las muertes. Eso sí, ni uno de los medios del lado diestro de la prensa ha sacado la noticia de los “correos de la muerte” de IDA y sí muchas invenciones sobre la izquierda. Y cuando no tienen con qué malmeter sacan a Felipe González o Josef Stalin a pasear con sus inventados cientos de millones de muertos.

Pablo Casado es el máximo exponente de esa idea, que como ser unineuronal le es sumamente útil, y se apunta el Ingreso Mínimo Vital. No como desarrollo legislativo porque hubiese sido escandaloso sino como una idea que tuvieron en el PP hace mucho tiempo. Phillipe Van Parijs, por ejemplo, debe estar dándose de cabezazos en Lovaina por llevar décadas hablando de la renta básica universal (que no es el IMV pero lo venden como tal) y no saber que Casado y el PP lo habían pensado hace una eternidad, antes que nadie, antes de que el mundo fuese mundo incluso. El caso es que la izquierda jamás propone nada bueno y social y cuando lo hace es para copiar al PP. Lo extraño es que tras el gobierno de M. Rajoy no esté España a la cabeza de todo como potencia mundial de cualquier cosa. Lo normal, siguiendo esa inmanencia que dicen tener, es que los españoles ni fuésemos explotados para subsistir porque la isla de Utopía de Tomás Moro sería una realidad española en clara unión con la mítica Atlántida. Si hasta, como contó Enrique Jardiel Poncela, dios elegiría España para hacer su aparición en la Tierra es gracias al PP. Eso sí, cuando las cosas se tuercen son exageraciones de la izquierda comunista que no soporta no gobernar, mentiras de la prensa progre (como si fuese mayoritaria ese tipo de prensa en España) o culpa del sursum corda. El PP es la perfección y los sobresueldos son recompensas por hacerlo tan bien.

La paradoja existente en todo esto es que si se les dijese que, ya que se califican de liberales, ellas y ellos eran la izquierda en el siglo XIX y buena parte del XX apostatarían de eso y hablarían de vaya usted a saber qué mezcolanza de ideas, eso sí, afirmando que el Estado de bienestar lo inventaron en el PP avant la lettre. No pueden ser la izquierda nunca, menos una izquierda que cortaba cabezas de monarcas, o que abolía los privilegios de la iglesia, pero si hace falta se apuntan a todo aquello que sea aprovechable para su idea de la izquierda como el gran mal. Si viene la efemérides del desembarco de Normandía todos en el PP hablando de los aliados y su victoria contra el nazismo, pero siempre olvidando que entre los aliados estaba la URSS y que gracias a avance desde el norte pudieron desembarcar sin apoyo de cien divisiones acorazadas. Los comunistas ni liberaron Auschwitz, ni llegaron a Berlín, ni nada de eso que lo dicen las películas facturadas en EEUU (esas que callan las dos bombas atómicas sobre Japón).

Al carecer de ideología, salvo cuatro o cinco leídos, desde el PP se amoldan y si los números del anterior presidente del gobierno del PP no son buenos la crítica es que era demasiado socialdemócrata. De hecho ese fue uno de los argumentos contra Soraya Sáenz de Santamaría en eso que llamaron primarias. Y es lo que utilizan algunos hoy contra Feijóo por moderado. Así lo expone Miguel Ángel Belloso, quien debe tener algún tipo de problema porque escribe incoherencia tras incoherencia. Lean: “Con un enemigo tan peligroso [Pedro Sánchez], que ha causado tanto daño a la nación, y que se propone seguir haciéndolo con su proyecto bolchevique -arrasando las instituciones, desprestigiando a los cuerpos de seguridad del Estado y ocupando la administración pública con sus amigos y los de Iglesias- no se puede lidiar con temor. O preñas a la vaca o la tienes que vender para carne, pero sin la cría profetizada por la madre naturaleza”. Pedro Sánchez tiene un proyecto bolchevique es la idea que tienen en la derecha española sobre la ideología del presidente del gobierno. Hay que ser estúpido o tener mala fe para decir que Sánchez es bolchevique. No es, hablando en término ideológicos, ni socialista como para ser bolchevique y querer instaurar la España de los soviets. Que a una persona moderada y socialdemócrata como Sánchez la califiquen de bolchevique dice mucho de esa idea de la izquierda como mal. Lo de la vaca que no se queda preñada, por cierto, es culpa de las feministas, mujeres de izquierdas y por ende parte del mal, aunque en el caso del señor Belloso es más bien producto del patriarcado infecto que reside en él y que ve a la mujer como un vaca para parir: “Dar con un toro presidido por la máxima promiscuidad representa el éxito del año y consolida el futuro de la finca. No es fácil. No siempre se consigue. Mi amigo falló en una ocasión. Dio con un toro que o bien era de la acera de enfrente o simplemente era manso. El resultado fue terrible. No hubo crías. La especie no se reprodujo conforme al mandato de la madre naturaleza que ignoran o refutan las feministas recalcitrantes”. ¿Asusta verdad?

El problema es que la santidad del PP no se ve por ningún lado. Si la izquierda es el mal ¿dónde está la beatitud del PP? No existe porque ni son beatos, ni liberales (salvo cuatro y mal vistos, que bastante peleó, el hoy consejero de Ciudadanos, Ángel Garrido por el liberalismo dentro del PP y le masacraron), ni mínimamente conservadores y mucho menos tradicionalistas. Su única idea es que la izquierda jamás gobierne porque es el mal. De ahí que entiendan que ellas y ellos deberían gobernar siempre, que el poder les pertenece por designio divino, que sólo el PP está ligado teleológicamente a España para retornarla a la máxima cumbre de la Historia. Luego la realidad es que son simples esbirros del imperialismo estadounidense, se bajan los pantalones frente al sionismo asesino de Palestina y saquean lo público en favor de sus verdaderos jefes de la patronal, especialmente su sección ladrillera. Quieren una España de bares, hoteles, construcción, misa los domingos, volquetes de putas y mujer que aguante las hostias que le dé su pareja (y nada de salir vestida como desee no vaya a ser que provoque a los hombres que, como el toro de Belloso, están para cubrir todo lo que puedan).

Simeone tiene una carta guardada que nadie ha descubierto

Con la vuelta de la liga de fútbol los entendidos hablan y no paran de posibles lesiones, de la afectación de la no asistencia de público, de si el equipo del viudo con gafas se verá perjudicado por jugar en la ciudad deportiva, de si esto o de si lo otro. Pero lo importante, lo mollar, lo realmente deportivo lo dejan a un lado. ¿Qué va a pasar en estas jornadas que quedan para terminar la liga? Que estamos ante una liga tipo sudamericana, de meses, de pocas jornadas, de intensidad extrema y ahí Diego Pablo “Cholo” Simeone les lleva una pequeña ventaja al resto de entrenadores. Él ha vivido ese tipo de ligas y sabe cómo afrontarlas a la perfección. Aun viniendo de un parón forzoso es seguro que junto al profe Ortega, el mono Burgos y Vivas han estudiado la forma de enfrentar estar pequeña liga para alcanzar el objetivo de terminar en puestos de Liga de Campeones.

Ninguno de los muy afamados diseccionadores del fútbol, ninguno de los catedráticos del balón ha dicho algo al respecto. Ni lo habrán pensado en sí pero los entrenadores con experiencia en Sudamérica van a partir con esa ventaja respecto a los demás. Saben cómo tratar el tema emocional, el tema estrés, el jugar cada tres días, el rotar y hacer los cambios precisos en el momento justo… Aquí no existen las plantillas de casi treinta futbolistas como en el continente americano pero siempre quedan los filiales y el aumento a cinco cambios permite muchas estrategias físicas y futbolísticas que pueden ser mejor aprovechadas por quienes conocen los torneos cortos. Mientras Quique Setién llora por los cinco cambios y el madridismo se queja, bueno por todo como siempre, porque igual en julio se permite la entrada de público mientras su estadio está en obras, Simeone calla y trabaja con la mente puesta en un torneo corto como los que ganó en Argentina.

Siempre lo ha dicho, si las ligas fuesen como las sudamericanas él plantearía los partidos de otra forma, con una gestión distinta de todo lo que conlleva un partido de fútbol. Eso es lo que demostrará en estas pocas jornadas que quedan pero suficientes para volcar algunas situaciones que parecían irreversibles. Olvidando los resultados anteriores es seguro que el Cholo Simeone está pensando en esos torneos cortos e intensos que vivió al comienzo de su carrera como entrenador de fútbol. Que pruebe con Marcos Llorente como segundo punta, más allá de ser un nuevo invento productivo del argentino, seguro que tiene que ver con esa intensidad buscada para un torneo corto. Mientras los demás entrenadores piensan más en momento liga normal, Simeone está con la mente puesta en torneo corto. Ya vendrá la Liga de Campeones más tarde, con tiempo para recuperar, por lo que ahora sólo hay que centrarse en una serie de partidos con un objetivo claro.

Evidentemente jugar sin público puede afectar en la intensidad, pero quien haya visto los entrenamientos del argentino sabrá que por ese lado no habrá falla sino todo lo contrario. Un torneo corto, igual demasiado corto para campeonar pero pensado para meterse en Champions y luego ganar la misma. Esto último si no se hacen trampas con campos neutrales y demás cuestiones que el señor de ACS está moviendo en UEFA para evitar quedar eliminado de manera catastrófica como parecía antes de la pandemia. Todos los entrenadores seguro que han pensado en algo como un torneo corto pero la experiencia real la tienen Simeone y esa baza ya es suya. Al final, como suele pasar, el balón y los árbitros pondrán a cada cual en su sitio, pero…

De la militancia al activismo: o el fetichismo de la mercancía política.

En este tiempo pandémico ha aflorado más que nunca el grave retroceso que sufre la izquierda en términos sociales e incluso políticos. El sistema capitalista ha penetrado completamente en los intersticios donde la izquierda había levantado sus fortalezas para el combate político. La ideología dominante es capaz de asumir todas las demandas que se plantean desde supuestos lugares de la izquierda hasta tal punto que los hace propios, los vacía de contenido y los ofrece como mera mercancía política que sirve para la reproducción y la teatralización propia de la sociedad del espectáculo. Mercancías políticas como identidades, derechos inanes, representatividad de lo extraño, descomposición del pasado no para entender el presente sino para criminalizar a unos u otras…, todo eso sí sin poner en cuestión la base misma del sistema. La cual, han olvidado, no deja de ser la que determina en última instancia el resto del sistema. Hoy se disputa por unos impuestos más altos o más bajos a cierta clase social. O lo que es lo mismo si dan un arañazo o un abrazo a la clase dominante.

Donde más se ha notado esta pérdida de capacidad de lucha es en el paso de la militancia al activismo. Un militante es una persona comprometida con una ideología; una persona comprometida con un grupo de personas con las que comparte una visión del mundo; una persona que entiende que existe una lucha antagónica entre clases; una persona para la cual el sistema capitalista es pernicioso en su totalidad; una persona que lucha para acabar con la explotación del ser humano por el ser humano; una persona que, independientemente de su formación inicial, se prepara para el combate diario en todos los órdenes de la vida, especialmente el económico; una persona que no está para tonterías y performances varias sino para actuar contra el núcleo del sistema; una persona que aspira a un mundo radicalmente distinto sabiendo que hay etapas que quemar pero sin perder de vista el final del camino.

La persona activista es un recuerdo de la militancia porque pone empeño; gasta horas en redes sociales lanzando los mensajes que le piden que lance o atacando a quienes le han dicho que son los malos; es una persona que siempre actúa de parte, más bien de microparte; no pone en cuestión el sistema sino que lo acepta y quiere hacer algún tipo de maquillaje cosmético, pero que no le quiten sus comics (nunca los llaman tebeos), sus muñecos de Dragon Ball Z o sus más modernas camisetas reivindicativas fabricadas allende los mares por niñas en jornadas de 10 horas diarias de trabajo; la persona activista firma todas las propuestas que le envían por change u otras plataformas para sentirse bien y pensar que con eso ya se ha ganado el cielo, aunque no sirvan en sí para nada; es una persona que se apunta a todas las modas del liberalismo progresista, especialmente el importado, y que pierde de vista lo que sucede a las puertas de su casa. Un ser postmoderno que es parte del engranaje de la política espectáculo al que se pide que no piense, que no haga uso del principio de contradicción (lo que ayer era malo hoy es bueno es porque sí), porque las ideas son líquidas y se defienden el momento que otras personas han decidido, y al que contentan mediante el fetichismo de la mercancía política.

¿Qué es ese fetichismo? Adorar todas las causas que parecen las más progresistas pero que no provocan ni un solo molestar en el sistema. Toda las luchas por el reconocimiento (nacionalismos, animalistas, queers, religiones, etc.), que algunos pretenden vender desde la Escuela de Frankfurt como verdadero motor de la historia, no son más que luchas permitidas por el sistema, por la clase dominante, no sólo porque no les pone en cuestión sino que además les sirve para sacar un beneficio económico. No es que sean luchas malas en su base, que no deberían serlo, sino que suelen acabar desvirtuadas y fetichizadas para consumo político, económico y social. ¿Sabe alguien cuándo dejó de ser algo reivindicativo el día del orgullo gay para convertirse en la fiesta rentable que es ahora? Ahora para ser una forma representativa válida al sistema debe ser rentable en términos de acumulación de capital. Si lo son, aunque lo sea en poco, se vende como lo más progre y cool, si no lo es se expone como ejemplo extravagante de “la lucha de la izquierda”. Esto es, como arma contra la verdadera lucha. ¿No se han preguntado nunca, si es que ustedes son de izquierdas, por qué los partidos de la derecha utilizan términos como “lucha de clases”, “marxismo”…, cuando en la izquierda casi nadie los usa ya? Igual es por lo que se esconde detrás realmente les provoca pavor. Zara no va a vender camisetas de “¡Viva la lucha de clases!” (aunque lo hacen con el Che Guevara, figura completamente asumida por el sistema como fetiche, por tanto sin contenido en sí), pero sí lo haría con cualquier eslogan ecologista o LGTBi.

Al perder militancia en favor del activismo la izquierda se desangra, pierde fuerza y acaba convirtiéndose en el lado social del capitalismo. Del antagonismo se pasa al sostenimiento, pero con muchas firmas para miles de causas y muchos memes en las redes sociales. Enganchados a un terminal dejan de reunirse, de compartir experiencias reales, de planificar, de debatir, para convertirse en la extensión de este o aquel vendedor político de turno. Y cuando lo hacen debe ser mediante una batukada, una performance o un baile porque debe ser divertido y festivo para ser “auténtico”. La dirigencia política no tiene que dar explicaciones y con sólo soltar una gracia en Facebook, un insulto en la tribuna del parlamento o hacer un vídeo hablando como si los que están al otro lado fuesen personas estúpidas, ya se han ganado el apoyo. ¿Por qué el feminismo está siendo atacado a derecha e izquierda (supuestamente izquierda)? Porque el feminismo, no las majaderías queer, tiene militantes; tiene mujeres aguerridas en lucha constante; y pone en duda al propio sistema capitalista. El sistema para quedar bien y que no se note intenta asimilar alguna demanda (tipo #MeToo), apoya la legislación contra la violencia machista (aunque intente dejarla sin dotación para que sea inefectiva), pero lanza a sus tropas contra las mujeres en cuanto se vuelven peligrosas para el propio sistema. Lo mismo que hicieron con el socialismo y el comunismo hasta convertirlos en socialdemocracia sistémica y populismo, ahora lo pretenden con el movimiento feminista real, no el inventado de la inexistencia de la mujer y demás magufadas que apoyan todos los medios de comunicación. Es más cómodo tener activistas que militantes, tanto dentro de los partidos, como dentro del sistema. Al activista se le compra con dos fruslerías, pero al militante es más complicado porque tejía amplias redes de conexión social y respondía ante cientos de personas, no ante códigos en una pantalla. El sistema quiere ofendiditos y ofendiditas antes que militantes, porque no son estúpidos y sí luchan por mantener sus privilegios a costa de los demás. La clase dominante nombra la lucha de clases porque siempre están en ella, los activistas están con un ojo en twitter y el otro pidiendo sushi en Glovo o pidiendo un Uber (que hay que aparentar).

El PP “cuida muy bien” de los suyos

Otra cosa no tendrá pero el PP sabe cuidar muy bien de los suyos. Sean cargos políticos o esbirros mediáticos siempre acaba encontrando la forma de no dejarles en la estacada y proporcionarles algún tipo de sustento. Lo hacen con la patronal como es lógico pues no son más que el partido de la clase dominante y también con reporterillos y gacetilleros que les sirven sin rechistar en los diversos mecanismos de creación de opinión. No llegan al entusiasmo y la colaboración que tienen con El Mundo al que filtran todos los papeles que pueden así como noticias necesarias, salvo las más crueles o de casquería que suelen caer en manos de personajes sin estómago como Eduardo Inda, del que luego se hablará. A ABC o La Razón les dan publicidad institucional por encima de lo lógico, sin cumplir con las visitas o ventas que otros medios sí tienen (algunos incluso se ven vetados en esos repartos), pero lo de las exclusivas, la carnaza que realmente mueve a la caverna mediática, lo dejan para un grupo reducido. Si hay que cargarse a alguien del propio partido siempre habrá un medio amarillento y putrefacto al que acudir. Si hay que atizar a Ciudadanos siempre se ofrecerá Francisco Marhuenda. Si hay que demonizar a la izquierda, acuden todos solícitos y de forma casi gratuita… casi porque entre las personas de derechas nada es gratis.

Hace dos días se conoció que, al fin, El Mundo se animaba a despedir a Javier Negre por competencia desleal. Algo curioso porque supone comparar un canal digital donde los más que se aporta es vómito y mentiras con supuestamente noticias verdaderas. Supuestamente, por tanto, reconocen que en su periódico lo que ofrecen es amarillismo, mentiras y carencia total de ética profesional. Esto no lo habrá pensado Francisco Rosell al despedir al gacetillero, más conocido por “el condenas”, cuando tenía numerosas pruebas para haberlo echado a patadas hace tiempo. El caso es que le han puesto de patitas en la calle pero no se quedará sin sustento. El PP, en este caso el de Boadilla del Monte (muy conocido en ambientes judiciales por cuestiones de corrupción), le dota de publicidad institucional por un valor de 2.478 euros. Gracias a la exclusiva de La Marea sabemos que, cuando menos, este mes lo podrá pasar bien, sin penurias económicas. No podían en el PP dejar a uno de los suyos en la estacada y sin ingresos, aunque también es cierto que las organizaciones mafiosas nunca dan nada gratis, siempre hay algo a cambio. ¿Qué será en esta ocasión si su canal digital tampoco es que lo vean muchas personas? ¿Le pedirán que deje de hacerse fotos y videos con las gentes de la extrema derecha a la que gustosamente pertenece? ¿Acabará pidiendo la “paguita” porque se den cuenta en el PP de que les está haciendo la cama? Le queda la participación en los programas de Ana Rosa Quintana, en los que cabe cualquier majara que insulte a la izquierda y vaya con noticias inventadas. Por esto le pagan desde el PP y le consideran de los suyos. Aunque sea de ultraderecha, rozando el fascismo más rancio aunque carece de formación para ser fascista de verdad, es de los suyos porque no es más que un hijo descarriado como el de la parábola bíblica.

No es el único muchacho de los suyos al que protegen. El supuesto reportero, aunque en realidad es un mentiroso y un mafiosillo como verán, Juan Ramón Martínez más conocido como Cake Minuesa ha recibido 30.000 euros a dedo de Isabel Díaz Ayuso para hacer un vídeo sobre el coronavirus. Llamado vídeo porque se entregó en ese formato pero realmente cualquiera de los que corren por las redes sociales están mejor hechos y de ahí que la Comunidad de Madrid lo haya quitado de circulación. No sólo por la mala calidad del mismo sino porque aparecían menores sin autorización. Esto demuestra su poca o nula profesionalidad porque todos los que han trabajado en televisión saben que hay que pedir esa autorización por escrito. También es famoso por inventarse que le pegan en manifestaciones en Cataluña o por acosar a personajes públicos hasta la extenuación. De hecho hay algo que le delata como mafiosillo, de bajo escalafón eso sí. Cuando la prensa publicó que Ramón Espinar había vendido su vivienda pública (sin haber delito alguno), Minuesa acudió a la Asamblea de Madrid para ir a por el secretario general de Podemos en aquel entonces. Como no conseguía su propósito hubo de relajarse y acudió a la cafetería donde tuvo un altercado con un veterano periodista al que molestó, incordió y amenazó con difundir lo que dijese porque tenía un micrófono escondido. El veterano periodista le advirtió que pese a su discapacidad le llegaba para darle dos hostias si hacía falta y se metiese el micrófono en sálvese la parte. Después de este altercado y las molestias que estaba causando a los plumillas, todos los periodistas habituales de la Asamblea pidieron por escrito que fuese expulsado a la máxima autoridad. Algo que fue concedido. Así es como le gustan al PP los esbirros de la prensa de baja estofa.

Inda trabaja desde la cloaca periodística para la clase dominante y para los partidos de derechas. Ahora que el tito Floren ha quitado el veto a la crítica a Ciudadano, éstos deben ser de centro-izquierda y les atizan pero bien, pero con el PP siempre ha trabajado de lujo. De ahí que llegase a dirigir Marca y El Mundo habiendo comenzado como chico de los cafés en los años 1990s. Muchos favores ha hecho a los poderosos y por ello sigue acudiendo a televisiones y radios, además de dirigir el panfleto Ok Diario, medio donde están reunidos todos los periodistas de extrema derecha o vinculados con diversas sectas católicas (no sería extraño que acabase allí “el condenas”) y cuya línea editorial es acabar con cualquier atisbo de izquierda en España. Estos días se ha conocido que los favores que ha hecho al PP a lo largo de la historia se los cobra de forma mafiosa, con amenazas. Así, Público ha mostrado que amenazó al PP mallorquín para que le quitasen de en medio a un honrado policía local que estaba denunciando obras ilegales en su casoplón de Palma de Mallorca. Luego dice lo que dice sobre el gobierno. El PP le protegió y le protege (¿por qué creen que le utilizaron para el vídeo de las cremas de Cristina Cifuentes?) no sólo con publicidad institucional sino con preferencia a sus reporteras en ciertas cuestiones más de casquería política.

El PP siempre ha protegido a los suyos como hace la mafia… hasta que dejan de servirles que acaban dándoles la patada. Rafael Hernando, por ejemplo, no debería sentarse ni en la entrada del Senado, donde se sale a fumar, pero es un protegido del poderoso Gabriel Amat (implicado en casos de corrupción y de quien dicen las malas lenguas que ha sostenido al PP durante años a base de estipendios varios y ahí sigue). Incluso Santiago Abascal, que sigue siendo de los suyos aunque ahora esté despistado como dicen algunos off the record, fue protegido y mantenido en la mamandurria porque siempre cuidan a los suyos. Ya lo decía Pablo Casado que en el PP buscan la prosperidad de los suyos y que nadie les iba a dar lecciones de corrupción porque de esto el PP sabe más que nadie. Hay personajes que pasan años y años saltando de cargo en cargo, de institución a institución hasta que les llega la hora de jubilarse porque cuidan de los suyos, especialmente de los que mueven gente dentro del partido o han participado en acciones prohibidas. Lo mismo hacen con sus esbirros mediáticos a los que untan, con dinero público (siempre que pague la clase obrera sus dispendios), y siempre en busca de llenar los bolsillos de la clase dominante. Como pueden ver un entramado económico-mediático-político perfeccionado a lo largo de los años con la única intención de tener el poder siempre. ¿Será Alfonso Merlos el siguiente en recibir una prestación con fondos públicos?

¿Sabe de qué habla Casado cuando pide el apoyo de los socialdemócratas?

Pensarán, con razón, que en esta columna diaria se tiene especial inquina hacia el presidente del PP. Nada más lejos de la realidad, las fobias propias caminan por otros derroteros. El intento de desmontar a la dirigencia política, que es propósito verdadero, lleva a fijarse en detalles que pueden pasar desapercibidos al ojo poco habituado. En esa búsqueda de algo cercano a la verdad, nunca absoluta y llena de matices, se acaban encontrando absurdos, intentos de mentir, acciones teatrales y conchabeos variados (como los de la derecha mediática) que son necesarios señalar y mostrar tal cual son. No es culpa de quien escribe estos párrafos que Pablo Casado sea un absurdo en sí mismo, un chisgarabís de la política que es incapaz de pensar antes de hablar o que cuando lo hace, creyendo que la idea es buena, muestre su completa nesciencia política e ideológica. Es de derechas porque el mundo le hizo así como decía la canción y porque ser de derechas en este país supone no tener que pensar mucho y estudiar, algo que encaja perfectamente con su perfil de habitual del rincón del vago.

No hay día en que impida un artículo o un titular cuando menos asombroso. Tal es así su capacidad de meter la pata, de mostrar su ignorancia o cierta maldad social que lleva dentro. Ayer, sin ir más lejos, se atrevió a pedir a los socialdemócratas españoles que apoyasen al PP en no se sabe bien qué. No habiendo elecciones a la vista, quedarían tres años y pico aún, esa petición no es electoralista en sí (en el PP todo es electoralista y capitalista). ¿En qué momento se le ha ocurrido pedir ese apoyo a las personas socialdemócratas de España? ¿Ha pensado realmente lo que decía? ¿La supuesta defensa de valores comunes es cierta o Casado no sabe ni de lo que habla? Responder a estas preguntas será el tema de este artículo. Se adelante ya que para la tercera pregunta la respuesta es negativa y deja en muy mal lugar al presidente del PP. Lo normal es que le hayan pasado algún tracking electoral donde se muestre que algunas personas del centro-izquierda hayan decidido votar al PP de haber elecciones y él se ha creído que directamente mejor pedirles el apoyo. Esta es la explicación más plausible de esa alocución que ha tenido en Junta Directiva Nacional del PP, que como sucede en este tipo de reuniones sólo sirve para que el dirigente máximo suelte un speech y le hagan diversos cortes para redes sociales o televisión y radio. El problema no es que una encuesta le diga que hay socialdemócratas que les votarían; el problema no es que ese tipo de encuestas tienen poca validez en sí por el contexto en el que se están haciendo; el problema es que Casado no sabe de lo que habla, como se verá, y vuelve a meter la pata.

No ha debido pensar lo que decía. Bueno él seguramente que no y sus asesores debe ser que tampoco. Sus palabras han sido las siguientes: “Debemos cobijar a todos esos españoles socialdemócratas que quizás no comparten todas nuestras propuestas, pero sí la más la defensa de la libertad, la igualdad de todos los ciudadanos y la prosperidad para los suyos”. Es bueno que haya advertido que no comparten todas sus propuestas aunque sea en signo de falsa modestia, porque lo normal es que no compartan casi ninguna los socialdemócratas. Entre otras cuestiones por dilapidar el Estado de bienestar o entregar los servicios públicos a manos privadas. Con eso sólo cualquier socialdemócrata ya no apostaría por el PP, eso sin hablar de la corrupción y el entreguismo al Imperio estadounidense. Lo mejor está en la frase destacada en negrita porque ahí está el intento de engaño o la muestra de la incultura de Casado respecto a las ideologías políticas. ¿Defienden la libertad, la igualdad y la prosperidad los socialdemócratas españoles? Sin duda. Pero no son ni la libertad, ni la igualdad, ni la prosperidad del PP.

Simplificando por mor de no llevar el análisis a un nivel académico, la libertad se puede dividir en dos posiciones (antagónicas en muchas ocasiones): la libertad positiva y la libertad negativa. Esto que Casado sabría si hubiese leído a un liberal como Isaiah Berlin (con haber asistido a clase le sonaría) es el quid de la gran diferencia entre liberales (Casado dice serlo) y socialdemócratas. Los partidos socialdemócratas defienden la libertad positiva porque entienden que la autorrealización personal del individuo o clase social, que el desarrollo de su voluntad y el control de sus acciones es fundamental. Por ello actúan en el ámbito social a fin de que las todas las personas tengan educación, tengan trabajos dignos (regulación de las relaciones de producción), no se vean impedidas por sexo, raza, clase o religión, etcétera. Una “libertad para algo” a fin de que se entienda. Los liberales por su parte son partidarios de la libertad negativa, esto es, pensar que cualquier individuo es libre en tanto en cuanto nada restrinja su libertad, sea cual sea esa acción, exceptuando las agresiones físicas evidentemente. Una “libertad de” coacciones sociales o estatales. No es el mismo tipo de libertad porque una impulsa el beneficio común y otra el individual. Es más cuando el PP se acerca a la libertad positiva es para camuflar privatizaciones o que la clase trabajadora acabe pagando el colegio a los ricos. Nada que ver. ¿Conocerá esto Casado? Apuesten que no.

Con la igualdad sucede tres cuartos de lo mismo. Mientras los liberales defienden la igualdad de todas las personas ante la ley sin más, con algún atisbo de igualdad de oportunidades que les sirve para privatizar servicios y hacerlos más caros (como sucede con la sanidad y la educación), desde la socialdemocracia se defiende una igualdad real, una igualdad que entronca con la libertad positiva para conformar una sociedad mejor donde a nadie se le excluya en base a su clase social, su sexo o su raza. La socialdemocracia actúa con leyes que refuercen e, incluso, obliguen a que la igualdad sea efectiva. Una gran diferencia pues a los liberales les importa bien poco que haya exclusión social, siempre es culpa del individuo porque la sociedad en sí no existe sino que es un constructo con el que hay que acabar. De ahí que utilicen mucho la expresión sociedad civil para colar los lobbies y demás demandas que benefician a la clase dominante. No es la misma igualdad la que defienden liberales y socialdemócratas así que difícilmente pueden compartir eso. ¿Sabe esto Casado? Seguramente ni sepa de qué se está hablando pero el lanza el significante vaciándolo, como hacen los populistas laclauianos, para engañar a las personas socialdemócratas que estén enfadadas con el PSOE. Mejor dicho, que estén enfadadas con Pedro Sánchez, el verdadero Satanás para la derecha, la persona que acabará con España. Por cierto, al defensa de la unidad territorial, el jacobinismo (que también es muy socialdemócrata), España y demás monsergas no son utilizadas para convencer a los socialdemócratas, sino las cuestiones en que más diferencias podría haber. Muy listos no parecen no.

En último lugar ha propuesto como lugar común la prosperidad. Nadie puede estar en contra de la prosperidad y eso debería unir sin lugar a dudas. El problema para Casado es que el inconsciente le juega malas pasadas. Si se fijan bien en la frase dice “la prosperidad de los suyos” no “de los españoles y españolas”. Ahí se ve algo que también diferencia a socialdemócratas y liberales. Mientras Casado y su alegre muchachada se preocupan de “los suyos” (nada nuevo pues siempre los colocan en chiringuitos diversos y se preocupan de que nada les falte, con sobre sueldos inclusive), de los propios, de los cercanos, de la clase dominante, las huestes socialdemócratas se preocupan de la prosperidad de todas y todos, incluyendo los inmigrantes. El lenguaje muestra en muchísimas ocasiones esas derivas personalistas o comunes que defienden las dos ideologías principales en Europa. Es la diferencia clave entre el egoísmo propio del liberal y la solidaridad/fraternidad del socialdemócrata. Tampoco en eso coinciden y como en sus propuestas ya ha admitido Casado que tampoco ¿para qué hace esa llamada a la unión?

La respuesta es clara. A Casado y al PP les importan muy poco la pandemia, los enfermos, la recuperación económica y lo que ustedes quieran añadir, sólo buscan el poder. Ese mismo que creen les pertenece por derecho divino. Un poder que añoran como Golum añoraba su anillo y por el que, cual criatura infectada de diversos males, harían cualquier cosa. Incluido hacer el ridículo pidiendo a los socialdemócratas que apoyen al PP intentando colar que defienden valores similares cuando la realidad es que son prácticamente antagónicos. Habría que escuchar a minarquistas, anarcoliberales y demás individualistas que habitan en el PP ahora que su jefe, por la búsqueda del poder a cualquier precio (no vaya a ser que tenga que buscar trabajo sin haber dado un palo al agua en su vida), se acerca a la socialdemocracia. No los escucharán porque saben que Casado es un nesciente y es mentira lo que dice. Un mero ardid. Un engaño que no llegará a más aunque el presidente pepero no sepa de qué habla, algo que se nota a la legua. La última barrabasada dialéctica de Casado vuelve a mostrar que es un inculto político, pues es consciente de que las órdenes llegan de la patronal y él las ejecutará sin más, de ahí que no necesite cultura alguna. Los que la tienen le señalan eso sí y él se enfadará porque, dentro de su soberbia, piensa que es el más inteligente. Y no, no es ni el segundo más inteligente de la clase… De hecho no es ni inteligente.