Al final del camino acaban mostrando la patita racista, el lomo clasista de ese espectro fascistoide que sobrevuela a buena parte de la camada casadiana del PP. Ese creerse superiores en cultura  y raza; ese sentirse como la raza elegida en esa unidad de destino que piensa es España; ese llevar al extremo la ideología dominante del capitalismo; ese ser unos racistas y unos clasistas sin más. Isabel Díaz Ayuso, más conocida como “La Llorona”, lanzó un mensaje en el debate sobre el estado de la región asqueroso, deleznable y estólido. El desconocimiento profundo de las culturas ajenas le hace proclamar que los modos de vida de los inmigrantes provocan el aumento de los contagios por coronavirus.

IDA debe haber viajado poco, por la parte occidental del Europa o metida en una burbuja porque no se comprende su estulticia al señalar a los inmigrantes como causantes del aumento coronavírico en relación con sus culturas. ¿Piensa la señora IDA que los colombianos, los ecuatorianos, los argentinos o los mexicanos que llegan a España vienen de vivir en chozas en el bosque? ¿Piensa que viven en tribus todos juntos en una casa de 50 m2 y por ello el contagio? ¿Piensa que hacen ritos totémicos que les lleva a infectarse más que la raza superior española? Hay que ser inculta, inepta y muy racista para pensar que la cultura sudamericana es muy distinta a la española. O que la cultura asiática, mucho más antigua que la latina, es propicia a infectarse –como la compra se la llevan a casa no debió ver cómo los comerciantes chinos cerraron sus comercios sin importarles las pérdidas- por no se sabe qué. El trastorno que le achacan a la presidenta madrileña no es por locura o de tratamiento psiquiátrico, sino de falta de cultura y tratamiento democrático.

Curiosamente de uno de los barrios más multiculturales, como es el barrio de Salamanca (14% de población extranjera), no dice nada de las culturas que provocan infectarse. Aquí el racismo queda aparcado ante la posesión de dinero. Como buena clasista que es IDA sólo ve problemas culturales en los barrios de la clase trabajadora, en Usera, las dos “Vallekas” –en Villa de Vallecas hay menos extranjeros que en el distrito de Salamanca-, Carabanchel, Villaverde y las ciudades del extrarradio sur de Madrid. “Esas masas de infecciosos de Getafe, Fuenlabrada, Alcorcón, Leganés o Móstoles” debe pensar en su cabeza clasista, racista y supremacista. Curiosamente en ninguno de esos distritos o ciudades del sur son mayoría las personas inmigrantes pero sí hay mucha clase trabajadora. Porque el hacinamiento de personas en casas de clase trabajadora es más habitual que lo que se piensa, no es por nacionalidad sino por clase social.

Donde hay más infectados por coronavirus no es porque vivan más inmigrantes sino porque son los barrios donde habita la clase trabajadora. No es por hacinamiento como ha querido dar a entender en su discurso, sino porque son personas que acuden diariamente a trabajar a empresas donde están durante ocho horas hacinados, durante ocho horas compartiendo efluvios con cientos de personas, durante ocho horas expuestos al virus. Eso cuando son ocho horas y no muchas más que no se pagan. Ocho horas a las que hay que sumar dos de viajes en transporte público con hacinamientos constantes, con vagones de tren y metro llenos, con autobuses en largos recorridos por la Comunidad…, todo ellos por parte de la clase trabajadora. No lo quiere decir IDA pero hay más infecciones en los lugares donde hay más clase trabajadora. Después del genocidio geriátrico ahora toca acabar con la clase trabajadora. Tiene suerte IDA que no hay una izquierda que defienda a la clase que debe, por eso puede lanzar un discurso del odio, supremacista y racista. No tiene a nadie enfrente.

Hasta su portavoz en la Asamblea, Alfonso Serrano, ha hecho su discurso colorado como un tomate por la vergüenza ajena que debía producirle o bien el discurso de su jefa, o bien las tontadas de la oposición. IDA puede permitirse ser racista porque está peleando contra los fascistas de Vox en realidad, no contra Gabilondo o el errejonismo. Puede permitirse ser racista porque la casi totalidad de los medios de comunicación piensan de modo similar. Se está desarrollando un discurso supremacista y clasista frente al que la “izquierda” opone buenismo y un olvido total de todo lo relacionado con la clase social. Por eso baja los impuestos a los ricos, sabe que no hay nadie enfrente. Por eso entrega menús casi gratuitos a los menores en colegios de los aparatos represivos del Estado, igual los necesita y debe tenerles contentos -¿recuerdan que las manifestaciones del barrio Salamanca no fueron reprimidas aun incumpliendo la ley mordaza?-. Puede permitirse el racismo y el clasismo porque ese discurso se está instalando en la sociedad… y lo peor es que está siendo alentado por la izquierda en redes sociales al dar visibilidad a ese tipo de discurso en vez de confrontarlo. IDA puede ser racista y clasista porque se le permite. ¿Han visto a alguien pedir su dimisión por señalar a los inmigrantes y a la clase trabajadora de ser culpables del coronavirus? Pues eso…

Hasta le compran la estupidez de ser perseguida… por eso es “La llorona”. En el próximo pleno podrían homenajearla con Raphael –no osen utilizar a Chavela Vargas-. Total, le hacen el trabajo gratis al final.

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