No se trata de un informe interno del Partido Revolucionario Moderno. Tampoco de un estudio realizado por algún ministerio u organismo público. Ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que volvió a ratificar la eficiencia de las medidas adoptadas por el gobierno de Luis Abinader.
Según el Directorio Ejecutivo del FMI, desde que gobierna Abinader República Dominicana está demostrando una notable resiliencia a los shocks económicos globales. Esto se está produciendo gracias a políticas sólidas, el apoyo de la política monetaria, una campaña ágil de vacunación contra el COVID-19 y una reapertura ordenada que permitió sacar el máximo provecho económico de la recuperación mundial post pandemia.
El FMI es claro: «producto de esta resiliencia y de las claras señales de sostenibilidad de sus políticas, la economía dominicana está en condiciones de enfrentar los desafíos a nivel global que se presenten en el futuro». ¿Se atreverá Leonel Fernández también a criticar al Fondo Monetario con sus argumentos populistas?
Gracias a Luis Abinader la economía dominicana se recuperó fuertemente de la pandemia, a pesar de factores globales que crearon dificultades asociadas a la inflación importada. El PIB real aumentó un 12,3% en 2021 gracias a un crecimiento sectorial diversificado, incluyendo una histórica recuperación del turismo.
Tal y como publicó Diario16 en base a los datos del FMI, a finales de 2021, el PIB se situaba un 5% por encima de los niveles anteriores a la pandemia, en consonancia con un fuerte crecimiento del empleo.
Evidentemente, el Fondo Monetario Internacional es claro respecto de la convergencia de la inflación importada que está tomando más tiempo de lo previsto por factores externos como la alta tasa de inflación en los Estados Unidos, el encarecimiento de la energía y los alimentos en el mundo y las alteraciones en las cadenas de suministro.
Por otro lado, las medidas adoptadas por Luis Abinader han llevado a que el FMI reconozca que la posición externa de República Dominicana es sólida, ya que la cuenta corriente se financia con inversión extranjera directa (IED) y el país tiene una acumulación significativa de reservas. El sistema financiero se mantiene estable y continúa apoyando a la economía, a pesar de haber expirado la flexibilidad regulatoria provocada por la pandemia.
Sin embargo, los efectos positivos de las políticas de Abinader van más allá. El FMI señala que las previsiones apuntan a que la recuperación continuará, a pesar de que los acontecimientos internacionales presentan riesgos.
«Cabe esperar que el crecimiento del PIB converja hacia su tasa potencial y la inflación vuelva a situarse en el rango definido al disminuir el impacto de los shocks globales en un contexto de estabilidad financiera y de una fuerte posición externa. En cuanto a los riesgos, la guerra en Ucrania puede tener un efecto mayor que el esperado sobre el crecimiento mundial y la inflación. La pandemia, pese a estar controlada en República Dominicana, podría debilitar el crecimiento en otras regiones. Y el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos posiblemente incida más de lo esperado en los flujos de capital», señala el FMI.
Ante esta situación, el gobierno de Abinader ha respondido para luchar contra la inflación importada con medidas temporales y efectivas en favor de la ciudadanía. Todo ello, según el FMI, sin abandonar la disciplina fiscal, para lo cual el gobierno de Abinader recurrió a un uso responsable, equitativo y justo del gasto y, sobre todo, se han reducido los riesgos de financiación exterior gracias una gestión proactiva de la deuda heredada de los gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina.
De repente. Sin saber por qué. El Gobierno ha filtrado a los medios de comunicación que piensa exhumar a José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos. Cosa extraña porque según la ley de Memoria Democrática del propio gobierno recién aprobada, es tan víctima como otros. Sí, víctima. Y si no saben leer no es problema de quien esto escribe, como ya se contó. ¿Por qué sacar a una víctima de la Guerra Civil justo en este momento? ¿Por qué justo ahora? Sólo cabe que sea una cortina de humo, pero ¿de qué?
Sabiendo que esta exhumación no les va a proveer de más votos (realmente salvo a unos cuantos, al resto de españoles les importa entre poco y nada), que podría ser una explicación más estratégica, ¿por qué en este momento intentar que los medios de comunicación se líen a comentar cosas de José Antonio? Para evitar que se centralice lo mediático sobre la ley trans-generista que están intentando aprobar en el Congreso de los Diputados.
Pedro Sánchez no quiere que haya ningún tipo de debate respecto a esta ley que permitirá a cualquiera cambiar de género en el registro civil (cuantas veces haga falta, por cierto); que podría quitar a los padres y madres las custodias de sus hijos e hijas si se niegan a que les hormonen hasta la mayoría de edad; que podría dejar sin trabajo a los psicólogos que traten a los pequeños; que podría permitir que un violador ingreses a cumplir su condena en una cárcel de mujeres; que permitiría a un pedófilo entrar en los vestuarios de mujeres; etcétera hasta lo más asombroso que puedan imaginar menos que las personas transexuales estén mejor que antes.
Es Irene Montero la principal impulsora de esta legislación queer, y tiene el apoyo de farmacéuticas y colectivos minoritarios que apoyan el generismo e intentan pasar por feminismo. Porque el feminismo, no el inventado en las cabezas de las podemitas, está a favor de la abolición del género (la biología sexual es la que es) por ser el constructo social. Montero y su cuchipandi pretende imponer el género y abolir el sexo biológico. Siendo Podemos el principal impulsor cuenta como gran aliado con el presidente del Gobierno. ¿Por qué se entrega el secretario general del PSOE –partido que no admite las disonancias cognitivas del generismo podemita y queer- a esta política que nada tiene favorable para las mujeres, sino todo lo contrario? ¿Habrá favores a pagar en el futuro por las empresas farmacéuticas que tienen muchísimo interés en que el Estado pague los carísimos tratamientos y que se extiendan a cuantas más personas mejor sin importar su situación psicológica o la oposición de sus progenitores?
¿Por qué se entrega de esta manera al lobby gay que tiene en su ejecutiva y siega las piernas a las feministas del PSOE? En términos puramente electorales no tiene ningún sentido. Del colectivo LGTBi las lesbianas, en tanto que mujeres, salen muy perjudicadas con esta ley (deberán comerse pollas femeninas –como dicen los generistas- o serán acusadas de transfobia). A muchos gays, que se han manifestado públicamente, tampoco les hace gracia. Pero a otros sí porque esperan que después de esto venga la aprobación de los vientres de alquiler y así comprarse hijos genéticamente puros.
Electoralmente supone perder algún millón de votos para ganar ¿qué? Salvo que le vayan a dar un trabajo en alguna entidad internacional con muchos ceros a la derecha, el agujero que va a hacer al PSOE va a ser terrible. Si piensa que las mujeres feministas van a estar calladas fuera y dentro del partido está muy equivocado. El colectivo gay tampoco es que sea mayoritariamente de izquierdas. En una buena parte son más burgueses y de derechas que el palo de la bandera del PP. Ahí tiene a su protegido Víctor Gutiérrez, que no dice nada jamás en favor de la clase trabajadora. A lo suyo y a trincar.
Y para colmo permite que con toda la chulería del mundo se quiera expulsar a las feministas del PSOE. A mujeres que tienen bastantes trienios de militancia en sus carnes, más que los del lobby gay seguro, y que se han fajado para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres les van a echar por defender postulados socialistas. Sí, socialistas, palabra que parece molesta mucho por Ferraz y Moncloa y se saca sólo para las campañas electorales. ¿Purgar al feminismo para quedarse con cuatro amigos liberales? Salvo que esté decidido a acabar con el PSOE, incluso echando sal para que quede una tierra yerma, no se entiende su empeño en destruir a las feministas. Salvo que sea para esconder que se van a subir el 4% el sueldazo, no tiene sentido alguno.
No vale decir que es una cosa de Podemos, no. Eso ya no cuela. Es una cosa que apoya el propio Sánchez. Por eso saca a José Antonio a pasear y por eso aceptó que se tramitara por vía de urgencia la ley y así hurtar el debate en el Congreso de los Diputados. ¿Qué urgencia puede haber en una legislación transgenerista? Ninguna. Sólo hay intereses personales de podemitas y sanchistas. Lo lamentable es que la mayoría de diputadas que van de muy feministas no dirán anda porque temen perder su sustento y no defender los principios que dicen tener. En las elecciones lo pagará porque las feministas no se van a callar.
David Cerdá ha facturado el que posiblemente vaya a ser el mejor ensayo (cuando menos en español) de 2022. Ética para valientes (Rialp), con el subtítulo El honor en nuestros días, es una propuesta teórica sumamente atrevida para cómo transcurre esta época. Recupera el honor para la ética en ese punto donde otros lo dejaron. Por citar a dos de los más insistentes en el tema, Alasdair MacIntyre (véase Tras la virtud, Paidós/Austral) o, entre nosotros, Leonardo Polo (véase Quién es el hombre, Rialp). Con el autor británico mantendrá un constante diálogo en el libro y del español hay sucintas gotas en lo referente a un nuevo tipo de honor.
¿Por qué hacer uso del honor para llegar a una ética factible en la cosmópolis? Planteamientos éticos han existido a lo largo del tiempo. Desde, al menos, Sócrates pasando por Aristóteles, santo Tomás o Spinoza, hasta confluir en Kan, Bentham o Hume y llegar a nuestros días en las numerosas teorías de la Justicia (ahí tienen a Rawls o Nussbaum). Individualismos, comunitarismos, deconstrucciones, identitarismos o cada una de las ideologías y doctrinas políticas llevan en su seno algún tipo de moral/ética. En ese proceso de secularización que se llamó modernidad, todos intentaron separarse de lo religioso como orden moral para construir, desde lo racional o desde lo irracional, un marco “civil” ético. Todo esto se encuentra en la primera parte del libro, pero se sigue sin entender por qué el honor.
Premisa cero ética
Astutamente Cerdá ha intentado dotar a lo teórico de un cuerpo práctico. Lo ético, al final, debe ser llevado a la práctica de alguna forma y nada mejor que mediante el uso del honor-ético. Un dispositivo activo de un cuerpo de virtudes que pretende desarrollar lo que se califica de premisa cero: “todo sufrimiento evitable es un mal absoluto; y toda vida humana no insoportablemente sufriente es un bien absoluto” (p. 199). Mediante este fundamento básico el honor, como elemento relacional, actúa socialmente. El honor ético no es algo egoísta-utilitarista sino que se configura en el tú, en el otro, en las personas que nos rodean. Uno no es honorablemente ético por un deseo individual, por ese aparentar tan postmoderno, sino por el compromiso con la dignidad humana que se ve reflejada en la entrega a los demás. No en el nuevo narcisismo.
Cerdá va desarrollando el honor ético como dispositivo práctico agregando elementos transhistóricos de las distintas concepciones del honor. Así, del honor tribal toma el “vigor de los sentimientos y la afirmación sin tibiezas de un nosotros” (p. 33), lo cual se plasma mediante un código y la reciprocidad; del honor meritorio, la aspiración a un bien y la cualidad arética; del honor guerrero, la contestación a las hostilidades y “el hilo invisible que une la vulnerabilidad al coraje”; del honor femenino, la ética del cuidado y el pudor como autoprotección y autorrespeto; del honor honorífico, la ejemplaridad; del honor glorioso, el pundonor, la motivación, el orgullo positivo; y del honor privilegiado, la mesura y la dignidad del mando.
El honor blande su espada
Todo lo anterior configura un honor ético que es cumplimiento, servicio, sacralidad de la palabra dada, defensa activa del más débil, coraje y entender que la igualdad y la libertad son dos pilares esenciales de la Justicia. Este tipo de honor, como es evidente, deberá ser enseñado, por ello la educación es un factor fundamental para la puesta en práctica. Pero no sólo la enseñanza es fundamental, también la demostración práctica mediante el ejemplo de las personas que asuman esta especie de código de honor social.
El problema, nos dice Cerdá, es que enfrente hay una poderosa estructura que empuja hacia todo lo contrario. Aquí, en la segunda parte –esa que han “olvidado” en algunas reseñas-, es donde el autor se lanza a una disección de la época elevando el ensayo a su grandeza. La valentía encuentra su acomodo en este terreno pues hay que tener valor para que “cada vez más gente entienda, sienta y viva la unidad universal de la experiencia humana, una aventura compartida que tiene por escenario un planeta único y por tramoya nuestra calaña vulnerable” (p. 231). Un deseo que trae los ecos de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, quien postulaba eso mismo pero con la centralidad de Jesús.
Liberado de la dictadura kantiana y utilitarista, algo que es de agradecer respecto a cuestiones éticas, Cerdá se aferra a la libertad negativa como elemento de combate frente a una sociedad individualista, consumista y descreída, la cual ha abandonado el deber por molesto. Huyendo de Rawls y Habermas piensa que la premisa cero, en base a su objetividad, no necesita un consenso explícito para convertirse en cimiento del bien (p. 278). El heroísmo como matriz de ese cimiento acaba generando unos deberes para con los demás que ni dirigentes, ni ciudadanos pueden estar dispuestos a asumir. En vueltos en un individualismo expresivo, esto es, un oscurecimiento de los sentimientos morales (p. 293), cada cual hace de su capa un sayo permitiendo que los nexos de unión entre los seres humanos se pierdan. Lo que tiene como consecuencia la creación de sociedades anómicas e injustas.
La praxis
¿Cómo llevar todo esto a la práctica? Primero habría que convencerse de que las élites políticas no van a cambiar porque sí. No queda otra que exigir a la dirigencia que cambien y abandonen la mediocridad. Segundo, habría que retornar a un discurso moral del gozo y la excelencia, teniendo en cuenta que sí hay esperanza de cambio. Tercer, no cabe otra que revigorizar las democracias por la base, “embarcando a sus ciudadanos en una aventura moral de gran envergadura” (pp. 308 y 309). Quedar en manos de los mediocres, como los que potencia el sistema actual, supone entregarse no tanto a una bajeza moral, que también, como a un presente de rencor y odio (característico del mediocre) y de servilismo con el poderoso (p. 337). Algo que se puede vislumbrar en numerosos órdenes de la vida actual.
El honor ético, para finalizar, luchará contra el individualismo expresivo propio de la postmodernidad, los nacionalismo y/o tribalismos que reducen al ser humano a simple agregado social; y contra el estatismo desaforado (Estado Minotauro). Educar el corazón para el autorrespeto, el cumplimiento de los deberes con respecto al prójimo y saber comportarse en cada circunstancia. Las demás cosas, que son muy buenas, deberán buscarlas ustedes leyendo el libro. Que bastante lo he destripado ya hasta el momento.
La crítica
No siendo especialista en la materia ética, sería un atrevimiento entrar en disquisiciones puntuales y academicistas sobre este concepto o aquel otro. Desde mi especialidad y formación son más los aspectos prácticos, sociales y sistémicos donde se puede aportar, mucho mejor que criticar. Para hacerlo más divertido intentaré utilizar, especialmente, aportes de la teología más que autores políticos y sociales clásicos. Eso sí, la crítica que van a leer (si han llegado hasta aquí) no debe impedir que lean el libro y saquen sus propias conclusiones, que nos conocemos.
El individuo en su dilema
Por lo dicho en el párrafo anterior obviaré que, en el plano teórico general, se podría haber utilizado a Giorgio Agamben y su teoría del estado de excepción permanente (Homo sacer, Pre-Textos), pues habría encajado perfectamente con ese cuerpo poderoso con el que deberá confrontar el honor ético. También la transmutación de la gloria (y la economía) como aclamación espectáculo de su libro El reino y la gloria (Adriana Hidalgo) podría haber servido para visualizar en entorno del individualismo expresivo. No dejan de ser lecturas distintas para un análisis similar.
Otro aspecto a analizar brevemente es la paradoja individualista que se refleja en el libro. Señala correctamente a Rousseau como padre del individualismo expresivo (por cierto existe un análisis casi desconocido del Segundo Discurso de Louis Althusser –Cursos sobre Rousseau, Nueva Visión- que sirve para enmarcar lo subjetivo que es todo), pero por salvar al ser humano recae en cierto individualismo analítico. Intenta mantener al individuo (realmente al ser humano) de la tradición liberal antigua (la liberalidad) pero acaba dando la razón a Foucault, al que critica en el texto por hablar de la muerte del hombre (en el plano analítico y práctico de la política, que es como se expresó en Las palabras y las cosas, Siglo XXI). Podría haber sacado, tal vez, más partido adhiriéndose al personalismo de Juan Pablo II como teórico en su Polonia natal. El concepto de persona del polaco encaja mucho mejor con la pretensión de autonomía del ser que creo Cerdá ha querido exponer. Un apunte que no cambia el sentido del texto pero podría ayudar en futuros desarrollos.
Grandes enemigos para el bien
Lo que sí veo más complicado es llevar a la práctica el honor ético por cuestiones estructurales y culturales. Como afirmaba Robert Spaemann (Sobre Dios y el mundo, Palabra) salvo que el discurso sea completamente utópico, para tener relevancia práctica hay que ver las limitaciones fácticas que se encuentra. Y en el libro parece obviarse que el sistema capitalista, en su actual desarrollo, es un problema, además de ser la fuente del individualismo expresivo, para el desarrollo de una conciencia ética donde el honor tenga cabida. No lo digo yo, lo dicen el cardenal Angelo Scola (¿Postcristianismo?, Ediciones Encuentro) o el arzobispo Javier Martínez (Más allá de la razón secular, Nuevo Inicio). El desarrollo actual del sistema capitalista es un factor decisivo en última instancia. El neoliberalismo de dos caras (de izquierda y derechas, o progre y economicista) está detrás de la desafección, del individualismo, de la pérdida de valores (o su mutabilidad constante en el lado woke) y de la mediocridad. El propio Cerdá expone en el libro que el mediocre gusta de alabar al poderoso y el hoy el poderoso es capitalista neoliberal con dos caras como Jano. ¿Permitiría hoy el poderoso un honor ético como el que quiere el autor? No tiene pinta de que sí.
Otro aspecto práctico donde se encuentran dificultades es en la universalidad de la premisa cero. Una cuestión es que gustaría que fuese universal y otra es que sea posible esa universalidad. Cualquier occidental compraría esa premisa como base ética, pero ¿lo harían los orientales más allá de los japoneses que trata en la obra? La propuesta del autor (ictiófila que diría John Gray) debe luchar no sólo contra el mecanismo reproductor del sistema sino con ideologías diversas y religiones muy diferentes. ¿Es el bien de la premisa cero universal? Seguramente para los islamistas no. El Corán es claro respecto al sometimiento de la mujer o del infiel, por ejemplo. No hay una concepción de la dignidad de la persona similar, ni existe un claro concepto universal del mal. Si desde el islamismo no se acepta el pluralismo y desde Occidente sólo se analizan las relaciones en términos utilitaristas, no hay diálogo posible como dice el cardenal Scola (p. 54). Al final la evidencia del bien no es tan obvia en lo práctico para todas las culturas. Como dice Ratzinger (Dialéctica de la secularización junto a Jürgen Habermas, Ediciones Encuentro) “la cuestión de qué es el bien y de por qué hay que realizarlo incluso en perjuicio propio es una pregunta fundamental todavía sin respuesta” (p. 52). Y la pregunta sobre el mal y cómo evitarlo también. Difícil llevar a todo el mundo el honor ético.
La libertad y la fraternidad
Respecto a la libertad, ya se sabe que sin moral no hay libertad (Ratzinger), Cerdá creo que se autolimita al quedarse en el marco de la libertad negativa (libre de). Focílides, en el siglo VI a.C., decía que se debe pugnar por ganarse la vida y luego buscar la virtud, pero sólo después de ganarse la vida (cita tomada de Remi Brague, Manicomio de verdades, Ediciones Encuentro). Para ello no sólo hay que eliminar el exceso opresivo de las distintas instituciones sociales y políticas (como quieren los liberales) sino que debe existir una parte positiva de la libertad que permita el desarrollo humano. La Justicia necesita de esa libertad positiva de la que hablaba Isaiah Berlin o del tercer tipo de libertad de Quentin Skinner. La igualdad no es posible sin libertad positiva (libre para). La transversalidad que pretende el honor ético, entiendo, se consigue de mejor forma con un marco general de la libertad, porque como dice Ratzinger (Verdad, valores, poder, Rialp) “la libertad es indivisible y debe ser considerada siempre como conectada al servicio de la humanidad entera. Eso significa que no puede haber libertad sin sacrificio o renuncia” (p. 31).
Se echa en falta también, aunque existe un aroma a ello en el desarrollo del texto, hablar de la fraternidad (o caridad). Si el honor ético es entrega al otro ¿qué hay más fraterno que eso? Cierto es que el concepto ha sido bastante pervertido, pero no menos que el concepto de libertad o de igualdad. Lo fraternal, entiendo, es parte clave para la aplicación del honor entre las personas. Casi para finalizar, como decía Romano Guardini (El poder, Ediciones Cristiandad) “las normas éticas valen por su verdad interna, pero actúan históricamente si hunden sus raíces en los instinto vitales, en las tendencias del alma, en las estructuras sociales en las instituciones culturales y las tradiciones históricas” (p. 62). Conseguir esto con el honor ético supone una tarea más que heroica, casi titánica. De ahí que este aporte crítico sea un intento de mejorar la puesta en marcha del postulado de Cerdá. Pues son muchos los enemigos y pocos los aliados. Y la otra posibilidad es la solución benedictina de Rod Dreher (La opción benedictina, Ediciones Encuentro) y MacIntyre.
Tras leer todo el artículo espero que compren y lean el ensayo que tanto le ha costado a Cerdá. Hay muchas cuestiones valiosas que quedan guardadas para que ustedes las descubran. La magnitud de la propuesta es enorme, utópica por momentos, y complicada de llevar a cabo. Paradójicamente algunos medios y columnistas que han alabado, justamente, el ensayo (diré el pecado pero no el pecador) actúan de forma contraria y con comportamientos poco honorables en diversas ocasiones. Es muy difícil evitar el signo de los tiempos pues los enemigos son poderosos y taimados. Mucho más de lo que el bueno de Cerdá ha querido mostrar. Desde aquí sólo cabe unirse a la causa. Y si hay que educar me presto a ello. Y si hay que aportar al debate también. Al final me queda tras leer el ensayo esa sensación que se produce en una de las escenas de El señor de los anillos: “Las almenaras de Gondor se han encendido… ¡Y Rohan responderá!”.
Siempre que se hable de la gestión del presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, se tendrá que tener en cuenta el panorama socioeconómico en que asumió la Presidencia desde el 16 de agosto del año 2020. Justo en ese momento tuvo que hacer frente a las consecuencias del Covid-19, cuando se encontraba en su máxima expansión. Luego, sin aún pasar por completo los efectos de la pandemia, tuvo que hacer frente a las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, situaciones globales que generaron una inflación importada.
Las dos realidades que le han tocado afrontar al jefe de Estado dominicano ha tenido influencia, como en el resto de países del mundo, en la economía del país caribeño, pero gracias a las medidas implementadas por Abinader, la estabilidad económica del país se ha mantenido, independientemente de las adversidades. Sin embargo, por si fueran poco la guerra y la pandemia, hace aproximadamente una semana la República Dominicana tuvo que hacer frente a otro fenómeno, esta vez natural, el huracán Fiona, el cual azotó fuertemente las regiones del este del país caribeño.
Tras estos acontecimientos, sería fácil pensar que República Dominicana tiene una economía devastada. Sin embargo, esa no es la realidad. Más bien al contrario, a causa del arduo trabajo de Abinader, la economía dominicana ha crecido, aunque para los opositores populistas no sea así, ya que no analizan el contexto social y económico existente en la sociedad, no solo dominicana, sino a nivel internacional, entornos que terminan influenciado a nivel local.
Como es lógico, ante la inflación importada, las familias más humildes son las que reciben profundamente los impactos desfavorables. En el país caribeño esa parte de la sociedad no ha quedado desamparada, ya que desde el primer instante el jefe de Estado ha otorgado una serie apoyos sociales que han impedido que la inflación golpee directamente sus bolsillos y su estabilidad familiar.
El subsidio a los combustibles, a las materias primas de productos alimenticios, el aumento del monto de las tarjetas utilizadas para comprar alimentos otorgadas por el gobierno, al igual que la de obtener GLP, el aumento salarial de algunos sectores, la compra de lo necesario para enfrentar el COVID, la jornada especial de viviendas por el huracán Fiona y las ayudas ejecutadas para recuperar los daños agrícolas, son algunas de las acciones que durante esta gestión de gobierno se han aplicado en pro del pueblo dominicano.
Ante cualquier duda de ¿en qué invierte el gobierno dominicano los recursos del Estado? Que les pregunten a los ciudadanos, pero también que comparen la realidad del país con otros países latinoamericanos y ahí encontrarán las respuestas.
Luis Abinader, con un nuevo estilo de gobernar, ha puesto las infraestructuras de las humanidades por encima de las infraestructuras de la economía. Y lo que es de admirar es que, a pesar de los recursos que les dejaron los pasados gobiernos y el legado infectado, el presidente ha sacado al pueblo dominicano adelante, contra viento y marea.
Si se quiere cuestionar la gestión actual del gobierno dominicano, las respuestas de eficiencia están ahí. Ahora, ¿tiene el partido del PLD calidad moral de pedir rendición de cuentas al mandatario dominicano? Por democracia, tiene derecho ¡pero no por moral! Primero que respondan a la ciudadanía cuánto invirtieron en obras y detallen cuánto se gastaron en dichas obras y cuánto, presuntamente, se desviaron de ellas, lo cual es corrupción.
Van acusando a los demás de hacer postulados totalitarios, de ser unos colectivistas que quieren acabar con la libertad del individualismo (expresivo que diría David Cerdá –en breve tendrán un artículo de su libro Ética para valientes-) o de cualquier otro mal que se les ocurra. Resulta, pues, que Más País y el PP ayer hacían peticiones legislativas que atentan contra la libertad individual, contra la libertad de conciencia, contra la libertad de expresión, pero no les digan totalitarios. No. Eso siempre son los demás, aunque al final sean el mismo perro con distinto collar. Collar del sistema, evidentemente.
Comenzando por Íñigo Errejón, porque lo suyo es más banal y estúpido, cabe decir que ayer presentaron una propuesta para obligar a plataformas como Instagram a que señalen en sus imágenes o vídeos si se utilizan filtros de algún tipo. Filtros embellecedores, adelgazantes o de otro tipo. El argumento del errejonismo inilustrado es que los jóvenes pueden verse atrapados en una espiral de belleza fraudulenta y así caer en estereotipos corporales insanos. Ya se sabe que está en su cruzada a favor de la salud mental.
Nos tratan como tontos
Lo que no sabe Errejón, por falta de análisis riguroso o tener algún interés personal o empresarial, es que la mayoría de los jóvenes saben de sobra qué tipos de filtros se utilizan, qué tipo de estafas existen y qué es lo que quieren mostrar a los demás en esas redes del egocentrismo y el narcisismo. Igual es que Errejón se ha metido en alguna plataforma de ligues y ha sido tan poco hábil para no percatarse del engaño. Mucho problema en haberse encontrado con un transexual no debe ser porque defiende que son mujeres por mucho cipote y bigote que tengan. Por ahí no debe ir la cosa o ¿sí? Que las pollas femeninas están bien si se las comen otros pero no él mismo. Aquello de haz lo que te diga pero no lo que yo haga.
Hay que ser bastante estúpido para no darse cuenta de los filtros porque cualquiera, si pasa un rato en alguna de esas redes sociales, se percata que todas las caras son iguales. Es como una sucesión de rubias y morenas con la misma cara… o hay muchas mellizas en España o algo raro pasa ahí. Lo mismo con los cuerpos. No parece entonces que sea un problema social como para tener que legislar sobre ello. Pero sí indica ese puritanismo totalitario de cierta izquierda de origen californiano. Que no se enseñen pezones o tetas; que las personas no fantaseen con otras caras, pelos o cuerpos; que las personas no tengan libertad para dejarse llevar por la actitud “epocal” de una constante banalidad. En resumidas cuentas, que las personas no sean libres. Totalitarismo.
Prohibido hablar de los judíos para mal
El PP presentó ayer una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para perseguir a las empresas que apoyen o tengan como principios cualquier ataque al pueblo judío o el Estado de Israel. Lo de la ILP todo el mundo sabe que es una cuestión que han movido desde el PP de Madrid porque no se han visto manifestaciones o recogidas de firmas multitudinarias en favor de la misma. Un truco de los populares para condenar a aquellas personas y empresas que tengan la tentación de vetar a Israel por los ataques a Palestina o los demás países limítrofes. Las patatas israelíes de Mercadona hay que venderlas, no vaya a ser que el señor Roig pierda dinero con la patata española. Muy patriotas hasta que el dinero hay que ponerlo encima de la mesa.
La diputada regional madrileña Almudena Negro, una gran luchadora contra el colectivismo, ha presentado la ILP en el Congreso de los Diputados donde se han sumado otros grupos parlamentarios (incluyendo al PSOE y Vox) para impedir que se subvencionen empresas que hagan lo siguiente (selección):
-Pedir, apoyar o justificar muertes o daños contra los judíos, en nombre de una ideología radical o de una visión extremista de la religión.
-Culpar a los judíos como pueblo o a Israel, como Estado, de inventar o exagerar el Holocausto.
-Acusar a los ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo, que a los intereses de sus propios países.
-Aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático.
-Usar los símbolos y las imágenes asociados con el antisemitismo clásico (por ejemplo, las calumnias como el asesinato de Jesús por los judíos o los rituales sangrientos) para caracterizar a Israel o los israelíes.
-Establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nacionalsocialistas alemanes de los años 30.
Prensa y editoriales perseguidas
Los puntos anteriores muestran a la claras el sionismo de buena parte de la clase política actual. Y su intento de atacar la libertad de expresión y de pensamiento de las personas en Occidente. El primer punto puede parecer muy lógico salvo que ¿quién determina la radicalidad de la religión en cuestión? Que no haya que justificar ninguna muerte por cuestiones políticas o religiosas, no empece para que esto suponga vetar a empresas de Oriente, en particular de la península arábiga, Irán, India, Pakistán, etc. Esto es, donde existen potentes grupos islámicos. No importa, eso sí, si la empresa es occidental y está deslocalizada. Tampoco parece que las empresas de allí vayan a pedir subvenciones pero hay que colar el relato sionista.
El gran problema lo tendrán los medios de comunicación y las empresas editoriales. Si el Estado de Israel decidiese decir que el Holocausto provocó 100 millones de muertes nadie podría rebatir, sin el peligro de perder subvenciones o publicidad, esa falacia según esta propuesta, por ejemplo. En el plano de la libertad de pensamiento y expresión ya no se podrá acusar a los judíos, el Sanedrín parece que ahora es bueno, de la muerte de Jesús. Cualquier libro donde se diga algo parecido o se les señale por la persecución posterior que se produjo contra los apóstoles podría ser eliminado de las subvenciones. Sin embargo, se podrá señalar a los españoles como genocidas en América Latina.
Sionismo de Estado
Si se fijan, en lo referente a exigir a Israel un comportamiento que no se exige a otras democracias, es otro intento de veto de las opiniones de columnistas o escritores. ¿Qué país democrático está constantemente ocupando un territorio que no es suyo según la ONU? Ninguno. Por tanto, lo que hay detrás de eso es algo mucho más totalitario, acabar con las críticas por la ocupación de territorio palestino por la fuerza. ¿Qué empresas pueden hacer ese tipo de declaraciones? Periódicos y editoriales. ¿Qué se persigue? La libertad de expresión y de pensamiento. Lo paradójico de todo esto, más allá de que los judíos merecen el mismo respeto que los demás, es que esta clase política acaba siendo más totalitaria de lo que dicen en sus discursos.
Son completamente sionistas en estas propuestas, pues ya se encargan los lobbies en sufragar lo que haga falta –ahí tienen a José María Aznar al frente de una asociación sionista internacional-. En Europa, por suerte, el antisemitismo hace mucho tiempo que es residual ¿por qué traer esto ahora si no es para vetar expresiones contrarias a los intereses de Israel? Con esta legislación alguna editorial católica que ha publicado a un judío como Alain Finkielkraut, el cual ha dejado por escrito críticas muy duras, alguna recogida en esa lista, contra Israel, sería vetada. Paradójicamente acaban, todos, pareciendo sionistas totalitarios. Justo lo que dicen que hay que evitar pensar.
Y luego la gente pasando hambre, llegando a fin de mes sufriendo, mientras ellas y ellos a sus cosas… ¡País!
El presidente de la República Dominicana ha demostrado con hechos que su prioridad es el desarrollo de la sociedad dominicana. Es participe no solo de subsidios sociales en favor de su pueblo, sino que va forjando a diario una estructura de formación y avance, no solo desde la óptica local, sino, desde el punto de vista internacional, en integración con el resto de países.
Luis Abinader es partidario no solo del progreso de la nación de manera individual, sino además del crecimiento de todos los países de la región. Por eso ha sido el anfitrión del Encuentro Regional 2022, celebrado en el país caribeñoe inaugurado por el mismo mandatario. “Es hora de cambiar la inercia histórica y poner a América Latina y el Caribe en el mapa de las grandes soluciones globales», afirmó Abinader.
República Dominicana ha sido sede de otros eventos que, de igual manera, se han integrado personalidades internacionales y funcionan como espacio de intercambio cultural, social, profesional…, que, finalmente, generan beneficio para todos, ya que fortalece los lazos que deben existir entre los países del mundo.
En el Encuentro Regional, una vez más, República Dominicana fue objeto de halagos, esta vez por parte del expresidente colombiana Álvaro Uribe, quien consideró que el país tiene que ser admirado por el continente americano a causa del proceso permanente de consolidación de instituciones que el país ha venido teniendo.
Esta ponderación de la realidad de la República Dominicana de Abinader no fue sólo exclusiva de Uribe. El expresidente uruguayo Luis Alberto Lacalle indicó que “el crecimiento del PIB es uno de los indicadores más importantes y creo que hay una sensación de que es un gobierno pragmático, que no se apega mucho a color y etiqueta”, ya que, para él, los indicadores económicos que tiene el país caribeño van por un buen camino.
En aproximadamente dos años de gobierno, Abinader ha elevado el nombre de su patria, gracias a su conocimiento de gestión y oportunas decisiones. No cabe duda de la efectividad de un gobierno que trabaja desde la transparencia, la ética y el humanismo. Solo basta con contrastar la realidad del país heredado por Abinader de las pasadas autoridades y el país de la actualidad. Obviamente, queda demostrado que con el nuevo estilo de gobernar del presidente Abinader, la República Dominicana va de éxitos, logros y avances.
No hay cosa más divertida en el año futbolístico que la Asamblea General de Socios Compromisarios del Real Madrid. Es una mezcla del Show de Benny Hill, los discursos del NSDAP por las cervecerías muniquesas y las filas ante la tumba de Lenin en la plaza roja de Moscú. De repente aparece un tipo extraño, de esos a los que se les notan las carencias, y que es utilizado por prensa escrita y televisiones, o sale Florentino Pérez a venderles una burra tras otra y todos como idiotizados aplauden.
Lo peor no son las personas que allí acuden o las que le hacen la pelota por la calle. Entre la afición del Real Madrid hay implantada una mayor credulidad que en el resto de aficiones. Que la reconstrucción del Bernabéu se dispara al doble, ¡No pasa nada! ¡Ahí está tito Floren para arreglarlo! Arreglar lo que él mismo ha descompuesto, cabe decir. Y si algún socio pregunta por ello, pues le mandan a los palmeros para acallarle. Cientos de miles de socios que todavía no se han dado cuenta que se ha quedado el club en propiedad y que sólo lo cederá a otro millonario… Para no querer jeques no parecen muy listos.
Lo peor es la prensa lamebotas. El domingo su florentineza se inventa cosas, compara peras con manzanas o tergiversas los datos y al día siguiente hay una carrera a codazo limpio para ver quién le hace más la pelota. No vaya a ser que salga algún audio llamándoles idiotas. Que al final es lo que piensa de la prensa madridista en realidad. Ni un solo medio ha contradicho las palabras del amo y señor. Ninguno ha tenido la valentía de señalar la verdad. Prefieren seguir siendo los teleñecos de la noche o redactores con pase al palco que contar la realidad.
Vinicius y Rodrygo canteranos
La primera mentira de su florentineza es calificar a Vinicius y Rodrygo como jugadores de la cantera. Si al ficharlos los inscribió en el filial (como hacen otros equipos con jugadores jóvenes por aquello de los límites salariales o la cantidad de fichas) no fue porque fuesen a tener una carrera en las categorías inferiores. Más bien era porque se permite esa trampa para tener más fichas y, también hay que decirlo, porque no se fiaban mucho de sus condiciones en ese momento. Rodrygo ha jugado en la cantera madridista la friolera de 3 partidos y Vinicius 5. A saber qué pensará el joven Nacho cuando lee estas cosas.
Como la cantera del Real Madrid está diseñada para vender antes que para subir a gente al primer equipo, deben colar algo para que el lema de veteranos y noveles siga teniendo algún sentido. No pueden ofrecer una imagen de club-Estado, aunque lo sean. Al menos Valverde se comió una temporada entera en el filial y otra como cedido en Coruña. No es que sea muy canterano, pero pasó por el purgatorio antes. ¿Han leído algo en la prensa? No.
Las mentiras de la lista Forbes
Se quejaba su florentineza de lo mal que se está haciendo en el fútbol ya que los equipos están desapareciendo de los primeros lugares de la Lista Forbes de equipos más valiosos. Los equipos de la NFL y la NBA están dejando atrás a los gigantes futbolísticos y eso es imperdonable porque el fútbol es lo que más mueve en el mundo, dice. Siendo esto último bastante discutible, habría que analizar si es verdad que han desaparecido… y realmente hay trampa. Y ha perdido la oportunidad de atacar a Putin.
La lista Forbes de 2021 tenía como número 1 a los Dallas Cowboys con un valor de 5.700 millones de dólares; dos New York Yankees (5.200 mill.); número tres New York Nicks (5.000 mill.); número cuatro FC Barcelona (4.760 mill.); y número cinco Real Madrid (4.750 mill.). Este año las cosas han ido mal, según Pérez, y el Real Madrid ha caído al número 13 con una valoración de 5.100 millones (el Barça está 15° con 5.000 mill.). En un año se han apreciado el resto de equipos ¿por qué? Porque les interesa a los de Forbes potenciar sus propias ligas o porque vienen gestionando mejor sus ligas, o porque han depreciado menos sus plantillas.
El Real Madrid, por ver la situación en perspectiva, estaba valorado hace diez años en 1.480 millones de dólares. En una década ha aumentado su valor en tres veces y media. No está mal. Pero no cuenta el señor de las concesiones que el potencial visual del fútbol es similar a la NBA en el mundo (incluso en algunos países más) y en EEUU muy por debajo de “sus” deportes. Eso incide en la valoración de Forbes, la cual siempre es muy estadounidense centrista y que en Europa hay una guerra que condiciona algo. Pero esto no lo contarán los medios del nacionalmadridismo (si es que saben).
El coste del fútbol y las plataformas
Otra tergiversación es la de comparar el ver plataformas de películas y series con el fútbol. Se quejaba su florentineza de que la chavalería y la juventud prefieran ver películas o series antes que el fútbol. Eso no está mal, denotaría que el país camina hacia una mayor cultura en general (aunque algunas películas y series no sean más que un lavado de cerebro, como comentamos ayer) y si eso le molesta al señor Pérez pues, ya se sabe, ajo y agua. Si los suscriptores del fútbol han bajado igual es porque el fútbol comienza a ser un artículo de lujo. Y él que es accionista de una telefónica debería saberlo.
El coste de suscribirse a una plataforma va de 40 a ciento y pocos euros. A esto hay que añadir el coste anual de la conexión a internet (de 300 a 500 euros sin televisión). El coste del fútbol es de unos 1.500 euros al año (internet, teléfono y televisión por narices). Casi el doble. Nada tiene que ver con la edad de los suscriptores sino con la pobreza de los mismos. ¿Por qué esconde que bajan los suscriptores por problemas económicos? Y lo peor es no es que lo haga su florentineza sino que lo hagan todos los periodistas.
¿La Superliga costaría menos? Pues seguramente no. Salvo que se vuelva al sistema de Gol (a través de la TDT y un sencillo descodificador), los costes no van a ser muy diferentes. Entre 600 a 1500 euros al año. Una familia media tiene que hacer algún sacrificio para poder ver el fútbol. Y eso que acaba saliendo más barato que acudir al fútbol en directo (donde los precios no bajan de 50 euros por entrada). Igual quien no se ha enterado de lo económico es Florentino. No deja de ser clase dominante y le importan un bledo las clases populares.
Como decía Miguel Ángel Quintana Paz ayer mismo en una entrevista en Voz Populi, no se sabe si lo que están moviendo las élites a nivel mundial se decide en reuniones secretas, en una logia masónica o en una playa del caribe. Lo mismo da si lo han decidido conscientemente o no. Es obvio que existe un intento clarísimo de cambiar de raíz los valores, la historia y las mentes de las personas occidentales. De raíz supone acabar con todo lo que de tradicional existe en toda la cultura de Occidente. Entendiendo lo tradicional como algo persistente en el tiempo. Algunas de esas cosas que han constituido a la persona occidental y que son parte de su fundamento cultural, por ende social y político.
El ser humano no deja de ser un animal simbólico y por ello va construyendo a lo largo de la historia una serie de relatos que están profundamente inscritos en el inconsciente colectivo. La carga de los rohirrim puede poner los pelos de punto a cualquier occidental porque es parte de su acervo cultural, en especial el ser europeo. Todo eso quiere ser desmontado hasta lo más profundo del ser occidental. ¿Por qué? Tal vez por aquello de convertir el orbe en un mundo completamente plano en lo cultural. Una especie de macdonalización de las culturas y las mentes.
El proceso de secularización de la modernidad al final no fue más que el cambio de unos elementos simbólicos trasladados a otros sujetos. La majestad de los reyes se traspasó a los dirigentes políticos; la auctoritas salió de la sabiduría o lo cristiano para aposentarse en el conocido o el famoso; la cristiandad se transformó en la nación de los Estados (que no la nacionalidad que siempre ha tenido su fermento cultural); se descabalgó a dios para entronizar al mercado; y así en todos los órdenes sociopolíticos. Es muy conocido todo ello y no suponía un problema cultural mayor de desvestir a un santo para vestir a un laico. El inconsciente colectivo seguía manteniendo el núcleo básico cultural.
En estos tiempos de postmodernidad (porque todavía nadie ha logrado dar con un nombre que encaje con esta era) la pretensión es acabar con los núcleos fundamentales de todos los mitologemas inscritos en el inconsciente colectivo de Occidente (y de Oriente, pero no es parte del análisis). ¿Qué es un mitologema? Retomando a Kerenyi, Jung o García Pelayo se puede decir que es “un conjunto de representaciones manifestadas en imágenes y símbolos, amalgamadas en un todo y susceptibles de modificaciones mientras se conserve el núcleo”. Esos mitologemas, firmemente asentados en las zonas limitadas de significación de la cultura, son los que se pretenden destruir. Lo que supone acabar con el fundamento cultural de Europa (y en parte Occidente).
Este fin de semana se quejaba Diego Blanco (autor de la muy conocida Un camino inesperado: desvelando la parábola de El señor de los anillos, Ediciones Encuentro) del destrozo voluntario que están haciendo con la precuela de J. R. R. Tolkien. Le molesta que eliminen la sustancia católica que recorre toda su obra (que no sería lo peor); que el bien y el mal sean tratados de forma meliflua, haciendo de los malos unos tipos que casi deben ser integrados en el conjunto pese a su maldad probada; que los personajes abandonen el corpus tolkienano para abrazar el wokismo. Al final la queja, sin saberlo Blanco, no es más que un proceso abierto hace tiempo contra los mitologemas occidentales.
No es importante que Galadriel tenga más presencia, por una cuestión feminista, siempre que el mito conserve su fundamento, lo que es peligroso es que se cambie la estructura fundamental para abrazar identidades ficticias, el deseo inagotable o la miseria moral. Todos los cambios que se hacen en los personajes de relatos clásicos y simbólicos, en especial en lo referente a las razas, esconde en su fondo un cambio más importante como es desarraigar las mentes de sus mitos culturales. Nada tiene que ver con la raza en sí, ni con el racismo, sino con el cambio que se produce en los elementos simbólicos. Acabar con símbolos para cambiar el mundo.
Constantemente, así sucede con la moda esa de resignificar a grandes personajes con la mentalidad postmoderna actual para defenestrarlos, se viene trabajando en la destrucción de la cultura europea, de su historia y de sus mitos. Si hacemos caso a Joseph Campbell el mito es “la entrada secreta por la cual las inagotables energías del cosmos se vierten en las manifestaciones culturales humanas” (El héroe de las mil caras, Fondo de Cultura Económica, p. 11). Esas energías deben ser destruidas en el caso de los lugares donde la identidad histórica es más fuerte. Una cultura de milenios. Apoyar identidades inventadas o frágiles (al empuje del capitalismo) es lo postmoderno. No porque aporten una mejor concepción del bien común (o del bien en sí mismo) sino porque sirven para acabar con los mitos europeos.
No es un proceso de época. No es una fórmula de generar una comunidad cultural nueva (una mitopoeia). No es buscar el bien común universal (los postmodernos, como buenos nihilistas, no creen en lo universal). No, es acabar con los valores occidentales europeos. Europa, como potencia cultural, es el último bastión que le queda a esa alianza neoliberal libertaria (con sus dos caras, de derechas y de izquierdas) para acabar con las restricciones a su totalitarismo mental-cultural.
Normal que Francis Fukuyama se asustara ante las respuestas identitarias o culturales en Europa a la globalización. No les sirve a las élites globales para su fin propio. Por ello atacan desde el wokismo, desde el nihilismo y desde lo empresarial (todos esos objetivos de Responsabilidad Social Corporativa o esas series que sí tienen financiación y promoción). La banalidad del mal, lo demoníaco, la ruptura cultural, la destrucción de los barrios obreros, la música sin música… todo ello es parte de la pretensión de la destrucción de los mitologemas.
Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales y/o las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Novela
Sara Sefchovich, Demasiado odio, Huso Editorial, 17€
Treinta años después de Demasiado amor, vuelve Beatriz para contar una historia desgarradora sobre el mundo que se nos ha caído encima.
En sus andanzas por cuatro continentes, Beatriz conocerá el vértigo de la violencia en algunas de sus formas más descarnadas, y se entregará de lleno a un mundo que recompensa los actos más vacíos y egoístas y castiga la inocencia y la solidaridad. Sara Sefchovich presenta una novela vertiginosa sobre la búsqueda de sentido en medio de las circunstancias más oscuras.
«Sara Sefchovich es una de las mentes más brillantes de nuestras letras mexicanas. Es el conjunto de muchos factores y la fuerza de una pasión. Su capacidad de análisis y síntesis es de los más destacados a nivel nacional.»
Alejandro Marcos Ortega, Cástor y Pólux, El Transbordador, 28€
Cástor, «el Tindárida» llamado, descendió de su caballo Thonos y contempló el valle en el que se asentaba Calidón. Pólux, su gemelo, montado a lomos de Ékonos, se situó a su lado. Las bellas tierras de Calidón solían ser fértiles y estar repletas de cultivos, pero en aquel momento Cástor sólo pudo ver la destrucción que había provocado el jabalí enviado por Artemisa.
Cástor y Pólux son dos héroes gemelos. Su madre, Leda, los alumbró después de yacer con Zeus, transformado en cisne, y con su marido. Como resultado, Pólux es inmortal, mientras que Cástor es mortal. Durante la cacería del jabalí de Calidón, Pólux salva de la muerte a Cástor. Este hecho, junto a la culminación de una venganza provocada por los dioses, hace que Cástor reniegue de ellos y vaya en busca de otras divinidades más benévolas en el este. Su viaje lo llevará hasta las tierras de los vascones, donde conocerá una mitología muy diferente y tratará de ganarse el favor de la diosa Mari.
Años después, Hermes, mensajero de los dioses enviado por Zeus, es testigo de cómo matan a Cástor durante una trifulca. Pólux, cegado por la culpa y la tristeza, decide bajar al inframundo a recuperar el ánima de su hermano. Hermes, prendado por la belleza del gemelo y su parecido con un antiguo amor, se convierte en guía y testigo de dicho viaje. Las historias de los dos hermanos se entremezclan y alternan para narrar esta historia ambientada en la Antigua Grecia.
Alba Álvarez, Pellejos, Catedral, 19,90€
Los relatos que conforman Pellejos son una bofetada de talento narrativo, un huracán de aire fresco. Alba Álvarez irrumpe en el panorama con unas historias que nos alejan de nuestra zona de confort y que a menudo son inquietantes y descarnadas. Las relaciones, el sexo, la soledad, la imagen del cuerpo propio, la autoestima, el desamor o el acoso son algunos de los pilares sobre los que se construyen estos relatos, a veces salvajes, en los que se diseccionan nuestros miedos, nuestras expectativas y nuestra búsqueda de la felicidad.
Cada uno de estos textos hará que el lector se remueva en la silla y no siempre estará cómodo, pero su prosa hipnótica y la verdad desnuda de sus páginas hacen casi imposible detener la lectura de esta escritora brillante e irreverente que ha llegado para quedarse.
Claudia Ulloa Donoso, Yo maté un perro en Rumanía, Siglantana, 19,95€
La protagonista de esta historia, una mujer latinoamericana que enseña noruego a inmigrantes, está por llegar al límite; la soledad la ha llevado a pocos pasos del completo abandono de sí. Queriendo evitar lo peor, su mejor amigo decide llevarla consigo a su natal Rumanía en un viaje que le resulta imposible postergar. Ahí, entre moles de concreto y anuncios de neón, ven desvanecerse el tenue vínculo que los unía como migrantes en la gélida Noruega. Refugiada en el alcohol y los fármacos, rodeada por una lengua que desconoce en un país que no entiende, la joven maestra de idiomas buscará la manera de asirse a este mundo. Ulloa Donoso ha escrito un libro que, entre el placer y la fiebre, lleva el lenguaje a sus límites para recordarnos que solo a través de él somos capaces de afrontar ese umbral definitivo que es el fin de la existencia.
Lana Bastašić, Dientes de leche, Sexto Piso, 17,50€
No es fácil ser pequeño en un mundo de adultos. Hacerse mayor es siempre un proceso arduo y, en ocasiones, terriblemente doloroso. Los niños que desfilan por este libro de relatos se ven obligados una y otra vez a tomar decisiones trascendentales porque los adultos que los rodean sencillamente no están a la altura, empujándolos a acciones terminantes que acaban convirtiéndose en experiencias traumáticas o, por el contrario, en momentos de autoafirmación. Un niño que teletransporta a su padre maltratador a la Luna, una niña que abre una ventana para expulsar a Dios de la habitación, hermanos que aguardan pacientemente la muerte de una tía abuela rica, una empollona que encuentra la ocasión perfecta de vengarse definitivamente del profesor de Educación Física que le tiene ojeriza… son algunos de los personajes que habitan el poderoso e inquietante imaginario de Lana Bastašić.
La infancia que retrata Dientes de leche, lejos de la edulcorada idealización a la que tantas veces la sometemos, nunca es tierna, sentimental o inocente. En estos cuentos deliciosos y despiadados, que hacen pie en el siempre conflictivo universo de la vida familiar, los niños y los adolescentes se enfrentan a lo oscuro y a lo espeluznante porque, en el cruel mundo que habitamos, esa es la única manera en que es posible crecer.
Sonoko Machida, Las ballenas de 52 hercios, Hermida Editores, 19€
Ganadora del último Premio de los Libreros de Japón, esta conmovedora novela cuenta la historia de una joven mujer de la que abusan sus padres durante muchos años, hasta que finalmente sus amigos la ayudan a separarse de su familia, corta todos los lazos y se muda a vivir a un pueblo remoto de pescadores.
La protagonista, Kiko, en su nueva vida se encuentra con un niño de 13 años, que parece incapaz de hablar y al que su madre llama Mushi («bicho») y lo trata como si fuera una carga. Kiko ve en él su propia infancia infeliz…
Para simbolizar el aislamiento de nuestros dos protagonistas, Sonoko Machida se refiere al canto de una ballena en una frecuencia de 52 hercios, demasiado alta para ser escuchada por otras ballenas. Afortunadamente, Kiko puede comunicarse con su nuevo amigo: están en la misma frecuencia, como dos ballenas. Se estrechan los lazos, se consuelan mutuamente y pueden recuperar la fe en la humanidad.
Marie Jalowicz Simon, Clandestina, Errata Naturae & Periférica, 24€
En 1942, Marie Jalowicz, una judía berlinesa de diecinueve años, decidió que haría lo imposible para evitar los campos de concentración. Abandonó la fábrica de Siemens donde era trabajadora forzosa, se arrancó la estrella amarilla, asumió una identidad falsa y desapareció en la ciudad. En los años siguientes, Marie se escondió donde se le ofreciera refugio, viviendo con los más insólitos anfitriones, desde artistas de circo y comunistas hasta nazis. Sin embargo, la compasión y la crueldad a menudo son dos caras de la misma moneda. Cincuenta años después, unos meses antes de su muerte, Marie contó su historia por primera vez. Narrada en su propia voz con una honestidad inquebrantable, «Clandestina» es un libro como ningún otro sobre la vida cotidiana en el Berlín de la guerra.
Juza Unno, Pesadillas electromagnéticas de la ciencia ficción japonesa, Satori, 20€
¿Hasta qué punto es posible amputar el cuerpo físico manteniéndolo en su mínimo operativo? ¿Y si una simple melodía musical pudiera arrebatar la voluntad humana y reducir a la totalidad de los habitantes de un país a la condición de esclavos sumisos y obedientes? ¿Puede un humanoide ser un asesino? Invasiones alienígenas, autómatas, transhumanismo, viajes espaciales, control mental, teletransportación…, son solo algunos de los temas que Unno explora en estos doce relatos psicotrónicos publicados, doce historias que muestran la rica imaginería de la cultura popular japonesa en la década anterior a la II Guerra Mundial, donde géneros propios como el erogro-nonsense adaptaron a su distorsionada manera las corrientes que afluían a raudales desde Occidente a través del cine y de la literatura.
Laura Demaría, Guía práctica del llanto, Nocturna, 16€
«¿A partir de cuándo caduca el dolor?».
Esta es la historia de Pol, que desde que está encerrado en casa se siente un poco James Stewart al otro lado de la ventana. Pero también es la historia de Lea, a la que un día conoce en un supermercado: va como una Caperucita sin rumbo que, en vez de cruzar el bosque, prefiere caminar entre las ofertas y el vaho de los congelados.
Es una historia sobre los clubes y hoteles japoneses para llorar, sobre vidas imaginarias y sobre una galería de personajes tan entrañables como divertidos entre los que se deslizan figuras como Bonnie y Clyde, Travolta, Jimmy Carter y Katherine Hepburn. Será a medida que Pol y Lea compartan sus vivencias y reflexionen sobre los efectos que tienen las lágrimas en las personas cuando, mediante una intensa mirada a las heridas del pasado, ambos empiecen a ver por fin la luminosidad del futuro.
Laura Demaría presenta en Guía práctica del llanto una emocionante combinación de memoria, pérdida y nostalgia, pero también de sueños, superación y alegría.
Adré Gide, La sinfonía pastoral, Menoscuarto, 14,90€
Esta reconocida novela del Premio Nobel de Literatura 1947, André Gide, relata la historia de un pastor que vive en las inmediaciones de Neuchâtel, a finales del siglo XIX. Guiado por su sentido humanitario acoge en su casa a una joven ciega y huérfana a la que instruye valiéndose de imágenes sonoras y metáforas musicales. Los sentimientos casi paternales que movían su buena acción y que se irán transformando en amor, junto con los celos de la esposa del pastor, que ve cómo también su hijo se acaba enamorando de la joven, desembocarán en un desenlace impredecible. Gide refleja en esta narración sus tribulaciones morales lleno de tensión y al mismo tiempo de cierto aliento poético y una enorme humanidad.
Rosauro Varo Cobos, Lugar común, Mixtura Editorial, 25€
En Sorongo, un pueblo africano ficticio, una pediatra de origen senegalés pero criada en Barcelona sobrelleva como puede los rigores del clima tropical, la falta de medios, los dramas de sus pacientes, las amenazas de la guerra y sus propios fantasmas interiores. Además, se enfrenta, en un dilema que es político pero también personal, a las contradicciones que solo se pueden vivir en un auténtico contexto de emergencia. Rosauro Varo Cobos, que tiene una amplia experiencia como médico en varios países de África, plantea un diagnóstico transparente hacia los responsables de dichas crisis, pero también hacia quienes se entregan a los que sufren con generosidad y arrojo. Su prosa es dura y porosa a un tiempo, y sus personajes se tambalean en el límite entre lo muy real y lo casi imposible.
Ana Vega, Grillos en los árboles, Uve Books, 17€
La naturaleza salvaje de lo cotidiano se rompe y traspasa estas páginas. No solo la grieta de realidad se quiebra y nos ofrece un pequeño segundo de extrañeza, verdad o magia, también de fortaleza, de descubrimiento o hallazgo. Hay en cada relato una historia pequeña que se hace grande y que nos descubre que en cada paso existe un universo que tan solo rozamos, atisbamos a ver. Un cementerio, una pareja, una mujer decidida, una palabra, cualquier señal lleva la clave de algo que no podemos ver a primera vista. Existe cierta indagación en esta realidad aparente, cotidiana tras la que se esconde un mundo que va más allá del instante en que se convierte en lo escrito, ocurre no solo por su ausencia como nos decía Marguerite Duras, ocurre. Adéntrense en esta densidad, textura conocida pero salvaje porque lo narrado aquí se cuenta sin temor alguno a ser contado, sino con la obligación de hacerlo, mostrar aquello que no vemos y tal vez no podamos ni imaginar.
Pedro González Núñez, La torre de los nueve primogénitos, MAR Editor, 16,95€
El rey Kuśtī Rājā se siente traicionado por su más querido y cercano consejero, Bud’dhimāna Śirasēsara. El monarca pide a gritos la cabeza del que consideraba su mejor amigo. A la muerte de Bud’dhimāna Śirasēsara la sangre del rey Kuśtī Rājā quedará maldita por siglos, y todos sus descendientes correrán terrible suerte.
Nadie sabe con exactitud cómo funciona la maldición de Bud’dhimāna Śirasēsara hasta que, en los confines del reino, una extraña torre comienza a levantarse de forma misteriosa rodeada por un profundo bosque negro repleto de sanguinarias criaturas.
Los rumores recorren el reino. Todo el que se acerca a la torre muere de forma horrible. Ante esta situación, el rey envía a investigar a su mejor hombre, su propio hijo, Śaktiśālī Hāta, el que será el primero en perecer de los nueve primogénitos nacidos de la sangre de monarcas, cada vez más incapaces, destinados a un fin incierto.
Todos los primogénitos nacidos de las relaciones conyugales o extramatrimoniales de los monarcas de un reino en franca decadencia caerán en la maldición de la torre. Si eres el primer hijo de un rey, solo existe un destino: morir en la torre presa de la maldición. ¿El motivo? Nadie lo sabe ni lo sabrá durante siglos hasta que el noveno primogénito no llegue al edificio y alcance su estancia más elevada.
Santiago Lorenzo, Tostonazo, Blackie Books, 19,90€
Esta es una novela sobre quienes hacen la vida posible y quienes la hacen imposible. Sobre sentirse diferente en un mundo de gente que quiere que todo siga igual. Nuestro protagonista es de los primeros: un tipo sin oficio ni beneficio que se ve, de repente, trabajando como becario en el centro de las cosas: una película en Madrid. Una novela luminosa que habla de las sombras de este país. Una historia política y tierna.
Dorothy West, La boda, Siruela, 21,95€
Ambientada en el bucólico enclave de Martha’s Vineyard en la década de 1950, esta obra narra veinticuatro horas de la vida en el Óvalo, una orgullosa y cerrada comunidad insular compuesta por lo más selecto de la burguesía afroamericana de la costa este. A través de un impecable tapiz de cinco generaciones la autora traza un audaz y descarnado retrato de un territorio apenas frecuentado por la literatura de su país.
Mathieu Menegaux, Mujeres de armas tomar, Alba, 17€
Palacio de Justicia de Rennes, junio de 2020. Acusada de haberse vengado de forma brutal de dos hombres que abusaron de ella, Mathilde Collignon no reivindica su inocencia, sino que exige justicia. Tres magistrados y seis jurados populares están llamados a decidir. ¿Deberían mostrar clemencia o severidad? Con un estilo pulcro, limpio y directo, el autor nos sumerge en un caso que suscita acalorados debates.
Isabel González, Nos queda lo mejor, Páginas de Espuma, 16€
Un conjunto de relatos con un mensaje de optimismo. Aunque un tanto particular. No es un mensaje de optimismo, por ejemplo, para quienes luchan por sus sueños y los consiguen sino para quienes luchan por sus sueños y no los consiguen. Para quien intenta hacerlo bien y le sale mal. Para quien toma una decisión y se echa atrás de inmediato.
Wright Morris, Hombre y niño, Rialp, 14€
En esta novela, Morris nos ofrece un estudio satírico de la relación entre ormsby y su mujer, después de la heroica muerte de su hijo en la guerra.
Warren Ormsby y su mujer prosiguen su vida tras la dura noticia del heroico fallecimiento de su hijo en la batalla de Guadalcanal. Madre, como llama Warren a su mujer, es absorbente, egoísta y manipuladora, y el autor, usando su alabado estilo gótico estadounidense, ofrece un estudio satírico de la relación entre ambos, de su modo de educar, de la ternura y el desdén, con motivo del homenaje que el Gobierno americano decide conceder a su hijo.
Gonzalo Santa María, Te lo tenía que contar, Ediciones Encuentro, 16,50€
Te lo tenía que contar es un libro breve y delicado sobre la necesidad y la alegría de apreciar la vida, el amor y la libertad. Gonzalo Santa María cuenta, con buena pluma y de manera casi epistolar, la llegada a su vida de su esposa, sus hijos, entre ellos Santiago, diagnosticado con autismo, y otros muchos acontecimientos enmarcados en la historia reciente de España que, a través del orden y la perspectiva que da la escritura, el poderlos narrar, le han dado sentido y significado a su vida. «Me di cuenta de que en la vida hay cumbres desde las que se puede uno asomar a ella y entenderla un poco mejor. Entonces pensé que cuando se entiende mejor la vida porque uno se asoma a una de esas cumbres como son la muerte de un amigo, la muerte de un padre, el nacimiento de una hija o la discapacidad de un hijo es justo contárselo a alguien; que no se quede dentro del espíritu para que ese alguien que nos escuche o nos mire —nos lea—, si está disponible y urgido de recibir alguna comunicación verdaderamente de sustancia, pueda beneficiarse de ella para seguir siendo persona. Y también porque quien lo cuenta, por el hecho de ponerse a ordenar lo que quiere decir a otro sobre eso que ha descubierto en supropia vida al asomarse desde una de esas cumbres que digo, entiende mejor lo que ha vivido y lo hace suyo. Te lo tenía que contar».
Ilustrados
Edgar Allan Poe y Agustín Comotto, La caída de la Casa Usher, Nórdica, 18€
La caída de la Casa Usher es la quintaesencia del cuento gótico: una casa embrujada, un paisaje lúgubre, dos hermanos gemelos, una enfermedad misteriosa… Todos los elementos del género son fácilmente identificables y, sin embargo, parte del terror que inspira esta historia se debe a su vaguedad; no podemos decir a ciencia cierta en qué parte del mundo o exactamente cuándo tiene lugar la historia. Estamos solos con el narrador en este espacio embrujado, y ni nosotros ni el narrador sabemos por qué. Publicado por primera vez en la revista Burton’s Gentleman’s Magazine en 1839, es una de las obras de Poe preferidas por la crítica, y la que el propio autor consideraba la más lograda que había escrito.
Paco Roca, Memorias de un dibujante en pijama. El integral, Astiberri, 25€
Divertido y reflexivo, Paco Roca culmina con este integral las tribulaciones de su alter ego en pijama, al que dio vida un 14 de mayo de 2010 en el diario valenciano Las Provincias. Un personaje que más tarde pasó durante varios años por las páginas de El País Semanal, e incluso puntualmente cobró vida en otras cabeceras, y que le ha servido para dar salida como creador a su capacidad de observación y a su vis cómica más acentuada, al poner en su punto de mira la vida cotidiana de un cuarentón que por fin ha conseguido su sueño infantil de quedarse en casa todo el día con el pijama puesto. Incluye una nueva historieta de dieciséis páginas creada para la ocasión, así como varias colaboraciones en distintos medios que hasta ahora no habían sido recogidas en un álbum, veintiún nuevas planchas en total.
José Pablo García, Los desastres de la guerra, Reino de Cordelia, 18,95€
Gabriel Araceli, que es testigo de la entrada de las tropas de Napoléon en Madrid, se enfrenta a ellas, poniendo en riesgo su vida, y alejándose de su novia, Inés, alojada en la capital del país en casa de un turbio pariente, Mauro Requejo, siempre dispuesto a sacar partido económico de las peores circunstancias. Después de los fusilamientos ejecutados por el ejército invasor, Gabriel parte hacia Andalucía para unirse a las tropas del general Castaños, que se prepara para enfrentarse a tres divisiones napoleónicas, a priori mucho mejor armadas. José Pablo García adapta al cómic dos de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, donde se narra la epopeya del pueblo madrileño, contagiada al resto de España, que sin apenas medios defendió su independencia contra una potencia militar.
Nadar y Julien Frey, Fatty. El primer rey de Hollywood, Astiberri, 25€
Los Ángeles. Septiembre de 1921. El actor y director Roscoe Arbuckle, alias “Fatty”, está en la cima de su gloria. Más conocido que Charlie Chaplin y Buster Keaton juntos, es el primer actor en ganar un millón de dólares al año. Sin embargo, las mentes puritanas de Estados Unidos desean moralizar Hollywood y ven con sumo desagrado la vida libertina de Roscoe. De un día para otro, la fiesta que organiza se convierte en un drama y Fatty se sumerge en el primer escándalo mayúsculo de la gran fábrica de sueños… Los estudios de cine, las ligas por la virtud, los tabloides, el país entero, en definitiva, se unen contra él. Pero Roscoe siempre podrá contar con su amigo Buster Keaton.
Ghief y Morgann Tanco, Monsieur Vadim, Ponent Mon Comics, 27€
El Sr. Vadim Koczinsky, un exlegionario retirado con artritis, ha sido robado por un corrupto y ahora está en la calle. Hundido en un refugio, sueña con volver a ver a su nieto cuya custodia tiene Gaëtan, proxeneta y exmarido de su hija Aleksandra, quien murió tras una vida miserable a su lado. Un traficante belga en guerra con una banda rival por el control de la Riviera francesa le propone a
Vadim liquidar a tres jefes de la mafia local. Para el anciano, es la posibilidad de rescatar a su nieto de las garras de su padre, responsable de la muerte de su hija. Un thriller entretenido y con un toque de humor sobre las miserias del final de la vida.
Poesía y Teatro
Constantino P. Cavafis, Ítaca y otros poemas, Reino de Cordelia, 16,95€
Considerado el poeta griego que más ha influido en la literatura contemporánea, la poesía de Constantino Cavafis parte de la experiencia íntima de su autor, pero hunde sus raíces en la historia de la cultura grecolatina. Con ironía muy tamizada, cuestiona con elegancia la decadencia del poder y evoca con nostalgia las glorias del pasado. El poeta Luis Alberto de Cuenca, que ya se había acercado a Cavafis con su celebrada traducción de «Esperando a los bárbaros», visita de nuevo su obra para trasladar al español otros diecinueve poemas fundamentales del escritor de Alejandría. La selección, completamente arbitraria, tiene el denominador común de que las veinte piezas elegidas son auténticas obras maestras.
Pascal Rambert, Finlandia, La Uña Rota, 14€
Helsinki, invierno, cerca de las 4 de la madrugada. En una habitación de hotel, Israel le dice a Irene: «Levántate». Israel, que ha hecho un viaje en coche de 4000 km desde Madrid «para que me hablen para que un ser humano tú me hable que me explique qué es lo que pasa». Irene retira con violencia las sábanas. «¿Sabes? Haz lo que quieras vete o quédate desvélame despiértame cada quince minutos machácame con tus puños tus frases ya no puedo más».
No en vano, ya dijo Carmen Martín que «lo que busca siempre un enamorado es mantener despierto el interés del otro, lograr que le escuche sin pensar en otra cosa. La traición amorosa es, sobre todo, rechazo de narración». Así, en Finlandia, con una prosa torrencial y beligerante -esa compulsión de decir tan singular de las obras de Pascal Rambert-, una madre y un padre discuten la custodia de su hija mientras van haciendo del otro una cavidad donde verter su relato, hasta desbordarla.
Completa el volumen 3 Anunciaciones, una original relectura de la Anunciación del ángel Gabriel por medio de tres monólogos, poéticos e íntimos, que se interrogan sobre cuál podría ser la anunciación en nuestro tiempo.
Ryszard Krynicki, Piedra, escarcha, Vaso Roto, 22€
La obra de Krynicki está fuertemente marcada por su activismo político, que hizo que sus poemas estuvieran prohibidos en Polonia entre los años 1976 y 1980. «Piedra, escarcha» es el primero de sus libros que se traduce íntegramente al castellano y una pieza especial en su producción, pues documenta sentido de la distancia inédito en sus trabajos anteriores.
Hay en este volumen testimonios de una escucha continua: el autor capta del lenguaje el ruido, los recién llegados, la suciedad y los crujidos. La sensación constante de difuminar la frontera entre el sueño y la vigilia, la vida y la muerte, la mirada al pasado profundo, los diálogos con los muertos.
La inmersión de Krynicki en textos extranjeros aumenta la sensación de que el poeta vive, cada vez más, en ninguna parte.
Bárbara Grande Gil, Placebo, Renacimiento, 9,90€
Bárbara Grande Gil (Punta Umbría, Huelva, 1992) es graduada en Filología Hispánica y en Estudios Ingleses. Ha publicado ‘Vértigo’ (2016) y su obra aparece en libros colectivos como ‘Dios en la poesía actual’ o ‘Metamorfosis’. Ha colaborado en revistas como Anáfora, Estación Poesía y Clarín. Placebo es una exploración de la propia identidad y una afirmación de libertad desde el margen: el relato de una vida articulado entre la lucidez de lo cotidiano y el hermetismo de los sueños.
Carlos Fernando Tapia Vaca, El payaso bélico, Valparaíso, 12,95€
En un tiempo en el que gran parte de la nueva poesía ha olvidado el valor del riesgo para transitar por vías tranquilas pero, poco emocionantes, Tapia Vaca entrega un primer libro como el que en una apuesta incierta se decanta por el todo o nada. No hay medias tintas en El Payaso bélico, tampoco las concesiones que podrían esperarse de un libro con el que comienza una carrera literaria, y es por ello que estamos ante una de esas obras que no dejan indiferente al lector porque los poemas que aquí se contienen incomodan a veces, cuestionan siempre. En el fondo y en la forma, en el lenguaje otro que elige el poeta y en su proyección visual. Un libro, en definitiva, que se nos presenta lleno de la honestidad del que sabe que la poesía es la única vía para enfrentar la lucha de lo uno y su contrario interior, de las contradicciones.
Otras lecturas interesantes
Aldo Manucio, De re impressoria, Ampersand, 18€
Los libros tal como los conocemos no serían lo mismo sin Aldo Manucio. En el siglo xv, el impresor y humanista italiano fue el artífice de un magnífico proyecto editorial dirigido a un refinado círculo de estudiosos, pero también a los estudiantes. Manucio editó e imprimió hermosos ejemplares que por su tamaño y por la claridad de los textos pudieran llegar al mayor público posible. Para eso implementó con regularidad la numeración de las páginas y los índices, y utilizó elegantes caracteres tipográficos. Además, en la gran mayoría de los títulos que publicó, entre los que se cuentan obras de Aristóteles, Esopo y Virgilio, agregaba cartas dirigidas a sus lectores. Esta selección de esas cartas prologales de Manucio, que inaugura la colección Territorio Postal, puede ser leída como una única y larga epístola, y funciona como manifiesto estético sobre el quehacer editorial.
Luis Roso, El crimen de Malladas, Alrevés, 20€
En el verano de 1915, cinco víctimas –entre ellas dos niñas y una mujer embarazada– fueron masacradas a hachazos en una finca remota de un municipio fronterizo al noroeste de Cáceres, y como consecuencia cinco campesinos del lugar fueron arrestados y condenados a cadena perpetua.
La condena fue el inicio de un largo proceso de búsqueda de la verdad protagonizado por los abogados defensores, convencidos de la inocencia de sus defendidos y de que se había cometido un gravísimo error judicial. E incluso de que todo aquello podía ser parte de una trama mucho más oscura y atroz que el propio crimen.
El caso adquirió tanta relevancia que llegó a poner a prueba la estabilidad del sistema político y judicial de la Restauración, viéndose involucrados de un modo u otro personajes e instituciones de la época tales como Miguel de Unamuno, el PSOE, el movimiento feminista, la masonería o el mismísimo rey Alfonso XIII.
En esta obra, Luis Roso, natural del pueblo donde sucedió el crimen, deja de lado la literatura de ficción para convertirse él mismo en investigador, asumiendo la extraordinaria responsabilidad de resarcir el dolor y la memoria de las víctimas, los acusados y sus familiares tras más de un siglo de falsedades, de olvido y de silencio.
Blas Matamoro, Buenos Aires, Confluencias, 15,90€
Este libro podría empezar por una definición que implicara una identidad: «Buenos Aires es Tal o Cual Cosa, etcétera». He evitado semejante tentación. La identidad es fija, pétrea, intemporal. Todo lo opuesto a la vida. Acaso asegure la eternidad, como en unos versos de Borges «A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires, la juzgo tan eterna como el agua y el aire», pero lo eterno es lo que nunca muere porque tampoco jamás ha vivido. Más bien me inclino a pensar Buenos Aires como un devenir, no como un ser.
Stefan Zweig, El misterio de la creación artística, Ediciones Ulises, 16,90€
En este libro se reúnen media docena de ensayos que incursionan amena y certeramente en asuntos de inmensa trascendencia no solo para la cultura en general, sino también para el siempre misterioso impulso de la creación artística y para una concepción espiritual del mundo. Todo ello en el marco histórico que le tocó vivir a Stefan Zweig, esa dramática Europa que va desde las ilusiones del 900 a la ascensión de los nazis, pasando por 1914 y la Primera Guerra Mundial y los vertiginosos años veinte, en los que siempre el inquieto Zweig se convirtió en uno de los más reconocidos autores de la Edad de Plata europea.
Susana Teruel Martínez y Salvador Arias Nieto, Ignacio Sánchez Mejías. Muere el hombre, nace el mito, El Desvelo, 19€
‘Ignacio Sánchez Mejías. Muere el hombre, nace el mito’ es un libro personalísimo, destinado para los amantes del toreo y también de la cultura. Consta de dos partes: un estudio introductorio, a cargo de Susana Teruel Martínez, quien ya realizara una tesis doctoral sobre la obra del torero de la Generación del 27, y una antología poética que aglutina los poemas más destacados que la vida, obra y muerte de Sánchez Mejías ha inspirado en lengua castellana.
El acercamiento a la figura del poeta-torero es divulgativo y la antología poética, seleccionada por Salvador Arias Nieto, es tal vez la más completa de las publicadas hasta ahora, con textos de los más destacados poetas españoles y latinoamericanos.
En el año 2015, la escritora y poeta murciana, Susana M. Teruel Martínez, Licenciada en Filología Hispánica y Doctora por la Universidad de Murcia, con su tesis ‘La figura de Ignacio Sanchez Mejías, torero y escritor. Su relación con la vanguardia y con la generación del 27’, calificada con “Sobresaliente cum laude”, elaboró un libro de 636 páginas, titulado ‘Ignacio Sánchez Mejías. Un torero en la Literatura’, prologado por Rogelio Reyes Cano, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Sevilla, académico y escritor, y publicado por la prestigiosa Fundación Real Maestranza de Caballería de Sevilla y por la Universidad de Sevilla. Para conseguir una obra definitiva y del mayor interés cultural, el Aula de Cultura La Venencia de Santander ha completado el número de poetas que cantaron al infortunado torero: García Lorca, Cossío, José del Río, Fernández Ardavín, Miguel Hernández, Mariano Brull, Rafael Alberti, Benjamín Péret, Gerardo Diego y Domingo Manfredi Cano, añadiendo un puñado de vates, muy desconocidos para una gran mayoría de escritores, que solo podrían salir del archivo poético taurino de La Venencia, el más amplio y documentado existente que, al día hoy, que arroja la nada desdeñable cantidad de 7.684 poemas. El libro, por lo tanto, es el resultado de la documentadísima prosa de la autora, evitando el academicismo de una tesis doctoral, a lo que, como ya se ha dicho, La Venencia ha añadido un interesante número de poetas cuyas elegías a Ignacio Sánchez Mejías, eran desconocidas.
Gerardo Vidal, Desempolvando a los clásicos, Rialp, 22€
Un viaje por el mundo que vivieron Homero, Virgilio y Dante, la historia que contaron y los perfiles heroicos que propusieron en sus obras.
No hay nada más griego que Homero, más romano que Virgilio ni más medieval que Dante. Son tres autores a quienes la historia considera capitales. El autor explora el mundo en que vivieron, la historia que contaron y los perfiles heroicos que propusieron en sus grandes obras: La Ilíada, La Odisea, La Eneida y La Divina Comedia.
Y lo hace intentando poner de relieve tanto la continuidad de sus obras como sus puntos de inflexión y ruptura, pues la obra literaria surge y responde a una experiencia histórica específica.
Bolsillo y reediciones
Charles Dickens, Oliver Twist, Alba minus, 16€
La historia del pequeño Oliver, criado en un hospicio, empleado y maltratado en una funeraria, que al escapar rumbo a Londres es reclutado por una banda de ladrones que él no reconoce como tales, no solo es un soberbio escaparate de celebérrimas creaciones dickensianas, sino un magnífico y trepidante relato sobre la inocencia acosada.
Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (vinculadas a la no-ficción) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Ensayos
Gonzalo Torné, La cancelación y sus enemigos, Anagrama, 10,90€
¿Existe de verdad una «cultura de la cancelación» censora y puritana, que limite la libertad de los artistas? O, más bien, «¿por qué la llaman «cancelación» cuando quieren decir crítica?». Eso se pregunta Gonzalo Torné en un artículo que recibirá una respuesta inesperada: la de Clara Montsalvatges, uno de los personajes de sus novelas.
Nuccio Ordine, Los hombres no son islas, Acantilado, 18€
En una época marcada por el individualismo, las terribles desigualdades sociales y económicas, el miedo al «forastero» y el racismo, estas páginas nos invitan a entender que «vivir para los demás» es una oportunidad de dotar de sentido nuestras vidas. Una defensa y un himno de todo lo que lamentablemente una parte de la sociedad acostumbra a desdeñar porque no reporta provecho material.
Marjan Bouwmeester, El cielo vacío, Siruela, 21,95€
La palabra soledad está en boca de todos. Mientras los responsables políticos adoptan medidas para «combatir» la de los ancianos aislados y la de los jóvenes «gamers», el concepto de la soledad no recibe la profunda exploración que se merece. En su nuevo libro, la filósofa Marjan Bouwmeester hace precisamente eso.
Clara Navarro Ruíz, El capitalismo de hoy, la incertidumbre de mañana, Pepitas de Calabaza, 17,50€
En estas páginas, Clara Navarro nos explica de un modo sencillo algunos de los conceptos, cuestiones y problemas asociados al modo de vida que nos «ofrece» el capitalismo. Apoyándose, entre otras, en las tesis de Robert Kurz y con ejemplos aplicados a la vida cotidiana, este texto nos hace reflexionar sobre la lógica del capital y pone de manifiesto el impacto que tiene en nuestro día a día.
Alberto Ojeda, Cuero contra plomo, AltaMarea, 19,90€
Esta obra contrasta el cruento devenir histórico de Italia y España en los 70 y primeros 80. Un recorrido repleto de analogías (GRAPO-Brigate Rosse, Moro-Carrero, Piazza Fontana-calle del Correo, Pinelli-Ruano…) e imbricado con la narración de partidos memorables, como el petardazo de España ante Irlanda del Norte o la mayestática derrota infligida por Italia al jogo bonito brasileño en Sarrià.
Charles Péguy, Un nuevo teólogo: el Sr. Fernand Laudet, Nuevo Inicio, 20€
En el libro Un nuevo teólogo: el Sr. Fernand Laudet, escrito a modo de “un panfleto a la vieja usanza” y de manera apasionada, irónica, exabrupta y belicosa, Charles Péguy se enfrenta a algunos contemporáneos suyos —Fernand Laudet, François Le Grix, Salomon Reinach y Gustave Rudler— a los que consideraba representantes del “partido intelectual”, contra el que luchaba desde hacía años y en el que identificaba el ateísmo burgués, el “ateísmo sin esperanza”, que llevaría a una religión “razonable”, la corrupción de la fe y la disolución del pueblo cristiano.
El eje principal de la discusión lo constituyen la figura de Juana de Arco, los contenidos y la modalidad de la auténtica profesión de la fe católica y la naturaleza del pueblo cristiano, aunque el escritor de Orléans también defiende con vehemencia la cultura y las humanidades, subrayando la alta misión de la universidad, a la que ve amenazada por un declive científico y cultural comparable con la barbarie. Además —como observa Javier Prades en su presentación “El cristianismo de los sencillos” que prologa el presente libro—, la obra se hace necesaria para comprender en su conjunto el itinerario de fe de Péguy y el significado de su producción literaria: en primer lugar, porque él mismo la consideraba clave para interpretar sus escritos sobre Juana de Arco; luego, porque en esta polémica el autor se expone y declara sus fuentes para acceder a los misterios que defiende, y, finalmente, porque reivindica explícitamente la continuidad de su vida (“Nunca le gustó que se le considerase como un «converso». Acepta que a lo largo de la vida ha profundizado sus posturas, pero manteniendo siempre el mismo camino”, p. xvi).
Finalmente, en su “pasión por Cristo y su amor por el Pueblo de Dios, por los hombres sencillos y los más pobres” el autor nos hace darnos cuenta del parentesco cristiano entre el santo y el pecador; de la experiencia de gracia de la que cualquier bautizado participa con sencillez, desde su infancia, mediante los gestos que la Iglesia pone a su disposición; de la certeza de que gracias a la iniciativa de Dios siempre se puede empezar de nuevo y que en ese continuo empezar de nuevo consiste la vida de la cristiandad; de la vida cristiana común, con toda su humanidad y sin dejar fuera ningún aspecto de la vida, etc. Y esa mirada fresca y limpia resulta absolutamente imprescindible frente al moralismo y la presunción intelectualista y clerical propios no sólo de los tiempos de Péguy, sino también hoy.
Silvia Federici, Ir más allá de la piel, Tinta Limón, (Consultar PVP)
Silvia Federici parte de la constatación de que asistimos, como nunca antes en la historia, a la posibilidad de transformar nuestros cuerpos. Este libro recorre las mutaciones que sufre el cuerpo en tanto fuerza de trabajo en el capitalismo contemporáneo, actualizando un aspecto ya estudiado en su clásico “Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria”. Del fitness y la vida sana a la concepción de la enfermedad como problema individual y la subrogación del vientre, indaga en las diversas técnicas y dispositivos médicos-psicológicos que lo disciplinan y las políticas reproductivas que lo regulan. Ante esto, la autora contrapone otra noción de cuerpo: un cuerpo que goza, que danza, que puede ser territorio de resistencias y límite a la explotación capitalista.
“Mi concepción es igualmente expansiva que la del cuerpo pantagruélico de Mijaíl Bajtín, pero de distinta naturaleza, pues lo que encuentra el cuerpo al ir más allá de la piel no es un paraíso culinario, sino una continuidad mágica con el resto de los organismos vivientes que pueblan el planeta: los cuerpos de los humanos y los no humanos, los árboles, los ríos, los mares, las estrellas. Es la imagen de un cuerpo que reúne lo que el capitalismo ha separado, un cuerpo que ya no está constituido como una mónada de Leibniz, sin puertas ni ventanas, sino que se mueve en armonía con el cosmos, en un mundo en el que la diversidad es una riqueza para todos y un motivo para hacer en común, y no una fuente de divisiones y antagonismos”.
Pierre-Marc de Biasi, El tercer cerebro, Ampersand, 20€
Los científicos ya no hablan de un único cerebro, el intelectual, que se localiza en el cráneo. También hablan de un segundo cerebro, el emocional, que se ubica en el vientre. Pierre-Marc de Biasi confirma la existencia de un tercer cerebro, exterior a nuestro cuerpo, el smartphone: especie de encéfalo auxiliar que viene haciéndose cargo de unas cuantas funciones de los otros dos. Como un verdadero pharmakón de la antigua Grecia, el smartphone es a la vez el veneno y el remedio, un útil que nos transforma y nos formatea. Pero, sobre todo, tal cual ocurría con el pharmakón, es el chivo expiatorio de nuestras acciones. Le endilgamos al aparato la responsabilidad del tiempo que perdemos con él, en lugar de admitir que es simplemente el instrumento de las patologías de nuestra sociedad que se expresan y exacerban por su intermedio. Con una mirada crítica y para nada complaciente, El tercer cerebro nos interpela y nos cuestiona sobre los beneficios y los maleficios de un dispositivo fetiche que, a esta altura, resulta inexorable. Su lectura es imprescindible para tomar posición sobre el tema.
Sigri Sandberg, Oda a la oscuridad, Capitán Swing, 17€
Mira una imagen de satélite de la Tierra. Donde antes estaba oscuro como la noche, ahora está iluminado como un árbol de Navidad. Si te acercas a una ciudad, verás focos, luces de neón, luces de coches y farolas. Si te acercas aún más, a tu propia habitación, podrás ver lámparas y pantallas de televisión, tabletas y teléfonos.
El ser humano siempre ha luchado contra la oscuridad, pero ¿no hay suficiente luz ahora? ¿Qué nos hace toda esta luz artificial a nosotros y a todo lo que vive? ¿Qué le hace a nuestros patrones de sueño, a nuestros ritmos y a nuestros cuerpos?
‘Oda a la oscuridad’ explora nuestra íntima relación con la oscuridad: por qué nos asusta, por qué la necesitamos y por qué la luz, siempre inminente, perjudica nuestro bienestar.
Bajo la oscura noche polar del norte de Noruega, la periodista Sigri Sandberg medita sobre el significado cultural, histórico, psicológico y científico de la oscuridad, al tiempo que pone a prueba los límites de su propio miedo.
Simone Weil, La agonía de una civilización y otros escritos de Marsella, Trotta, 15€
Simone Weil abandona París, declarada ciudad abierta, en junio de 1940. Acompaña a sus padres en un éxodo incierto que, en septiembre, los conduce hasta Marsella, obligada estación de paso para quienes se ven en la necesidad de abandonar la Europa en guerra. Se relaciona ahí con grupos de resistentes y abriga la idea de escapar a Londres para continuar la lucha. Pero la salida, finalmente con destino a Nueva York y siempre con sus padres, no se producirá hasta mayo de 1942. Durante ese tiempo de espera forzada, Marsella y su entorno se convierten, sin embargo, en una especie de patria de acogida, en un lugar propicio para experiencias y encuentros. Marsella es una de las etapas más ricas de la escritura de Simone Weil, la que trae la maduración de su pensamiento en la luz del Mediterráneo.
Tiempo de amistad, como reflejan las cartas aquí reunidas a Déodat Roché, Antonio Atarés, Gustave Thibon, Joë Bousquet y Jean Wahl, interlocutores y a veces confidentes, como también lo fue el padre Perrin. Tiempo de trabajo filosófico, en el venero de sus «Cuadernos», como testimonian los textos aquí reunidos sobre la noción de lectura, el método de la filosofía o la noción de valor. Tiempo entre cuyos frutos más granados sobresalen los dos ensayos sobre el país de Oc y la cruzada albigense, «La agonía de una civilización vista a través de un poema épico» y «¿En qué consiste la civilización occitana?», de belleza y maestría solo comparables a las de su texto sobre la «Ilíada».
Piergiorgio Bellocchio, Soy un paria de la ciencia, Ediciones El Salmón, 14,96€
Testimonio de una generación vencida, de la revolución derrotada de la «Nueva Izquierda», a partir de los ochenta Piergiorgio Bellocchio supo ver ―a la manera de Pasolini: con sensibilidad, rabia, desesperación y melancolía― la nueva mutación antropológica de los italianos, que renegaban por completo de viejas nociones como lucha de clases, revolución o comunismo, y se entregaban a la sociedad total del consumo, el ocio y el cretinismo de masas.
Los textos diarísticos y aforísticos de la trilogía «Limitar el deshonor», del que este libro es el segundo volumen, constituyen una autobiografía exhaustiva y descarnada de su propia vida ―relaciones familiares, aspiraciones creativas, militancia revolucionaria―, pero ante todo una autobiografía crítica de la Italia de la segunda mitad del siglo veinte, cumpliendo así la misión del escritor según Walter Benjamin: pasarle a la historia el cepillo a contrapelo, esto es, mostrar la otra cara de la historia, la de los vencidos, con sus padecimientos y sus resistencias.
Antonio Casado da Rocha, Casa de cambios, NED Editorial, 15,90€
A mediados del siglo XIX el mundo empezó a acelerarse tecnológicamente iniciando un proceso que nos ha llevado a una nueva época geológica: el Antropoceno. El impacto de la actividad humana en el medioambiente ha tenido graves consecuencias ecológicas y necesitamos activar transformaciones personales y sociales urgentes. Para Antonio Casado da Rocha la solución a la crisis ecosocial no está en un pensamiento antropocéntrico, sino en un diálogo con la filosofía –para propiciar la transformación personal y social–, como en el papel de las universidades –para extender la cultura científica que permita una vida sostenible–. Casa de cambios parte del trascendentalismo de Henry David Thoreau, el enfoque de las capacidades de Martha Nussbaum y la Teoría U de Otto Scharmer para activar competencias colectivas y lograr un cambio en la mentalidad de las personas. Estructurado como un viaje en el que se presentan seis «capacidades para la transición», el libro está escrito en una continua conversación con Jorge Riechmann, Daniel Innerarity, Amador Fernández-Savater y Marina Garcés, entre otros. Una obra de divulgación filosófica que combina la ética aplicada con la innovación social y experimentos de transformación cultural.
En tiempos de demagogia populista, ¿aún queda espacio para una experiencia democrática de acción política? ¿Existe todavía una oportunidad, cuando expresamos nuestro disentimiento en las calles, de redescubrir esa emoción de participar, que Hannah Arendt llama felicidad pública? Apelando a esta emoción, Adriana Cavarero propone recuperar el núcleo genuino de la democracia y sugiere identificarlo en la vivencia concreta de las personas que interactúan en un espacio público como una pluralidad de agentes iguales y distintos. La democracia surgente vive de la creatividad no violenta de un poder extendido, participativo y relacional, donde cada ser humano puede expresar su singularidad convirtiendo ese espacio social en lo suficientemente fértil como para que germinen nuevas esperanzas y posibilidades democráticas para el futuro. Revisando algunos aspectos del pensamiento político arendtiano, comparándolo con el de Butler, pero recorriendo también textos de Zola, Canetti, Pasternak y Barthes, Cavarero aborda además el tema contemporáneo de la democracia digital, el fenómeno del selfie y del populismo en general.
Rosi Braidotti desentraña las relaciones profundamente imbricadas entre feminismo y posthumanismo. La filósofa reivindica el papel de los feminismos en el desarrollo del giro posthumano y expone de qué modo los estudios posthumanistas están dejando de lado la teoría feminista. Feminismo posthumano retoma los argumentos de libros anteriores (Lo posthumano y El conocimiento posthumano) y profundiza en las consecuencias que tiene para la teoría y práctica feminista el hecho de pensar a través de la teoría posthumana, y viceversa. Braidotti concibe lo posthumano como un marcador de situaciones actuales y como un instrumento de navegación. En ambos casos, el término pretende ayudar a alcanzar una comprensión más adecuada de los retos a los que nos enfrentamos en el mundo de hoy –sexismo, racismo, aumento de la desigualdad, ecocidio– y a dibujar un itinerario a través de ellos. Así, el posthumanismo será feminista o no será. Esta obra aspira a ser una lectura de época, identificando y evaluando las tendencias emergentes en la teoría y práctica feministas contemporáneas que permitan superar la fase de convergencia posthumana en que nos encontramos hoy.
Armando Zerolo, Época de idiotas, Ediciones Encuentro, 17€
«Hablar bien de nuestra época resulta contracultural», escribe el autor al inicio de este ensayo. Estamos ante un libro que procura señalar precisamente los aspectos positivos de una sociedad que, sin duda, está empeñada en no verlos. Armando Zerolo propone así una visión de nuestro tiempo que, sin dejar de lado la crítica, abre un espacio a lo posible, a lo que está por venir. Su carácter templado, que no tibio, como escribe Higinio Marín en el prólogo, se expone a lo frío y lo caliente sin subterfugios, revelándose flexible y resistente a la vez. Época de idiotas. Un ensayo sobre el límite de nuestro tiempo aborda con toda clase de referentes, desde literarios hasta cinematográficos, la manera en la que los «idiotas» —aquí aquellos chivos expiatorios que asumen sobre sí los males del mundo: los Quijotes, los Cándidos de Voltaire, los Pasolini o las Teresa de Lisieux— han nacido para redimirnos. Haciendo un repaso por grandes pensadores y artistas, Zerolo construye un ensayo culto y razonado sobre cómo permanecer en el límite nos permite conservar lo que tenemos y a la vez dejarnos permear por el futuro, puesto que si hay esperanza es porque «el límite es el lugar del encuentro».
Ana Marta González, El deseo de saber, Rialp, 12€
Una recopilación de tres conferencias pronunciadas por la autora, donde estimula al lector en el deseo de saber y en el amor a la cultura.
La autora trata de desplegar el horizonte intelectual y cultural que cualquier persona debería explorar a lo largo de su vida, un horizonte que debería contemplar y llevar luego consigo todo universitario tras su paso por la universidad.
Los tres capítulos abordan algunos obstáculos que pueden nublar ese horizonte, alertando al lector y estimulándole en el deseo de saber y en el amor a la cultura. Es en ese amor donde cabe reconocer una forma específicamente humana de amar al mundo. Los textos desarrollan tres conferencias pronunciadas por la autora en un contexto universitario, y son ahora publicados a petición de numerosos lectores.
Historia
Juan Francisco Fuentes, La generación perdida, Taurus, 18,90€
¿Será verdad que toda generación es una generación perdida? Así lo sugiere el autor de este libro, el historiador y catedrático Juan Francisco Fuentes, al hacer balance de la vida de aquellos jóvenes que en 1929 respondieron a una encuesta del periódico El Sol sobre la juventud española. Sus testimonios sobre la política, el amor, la cultura o el papel de la mujer en la sociedad componen una visión de la vida rebosante de optimismo, expresada con una libertad sorprendente en plena dictadura de Primo de Rivera. Pero la reconstrucción de la trayectoria posterior de muchos de estos jóvenes muestra un destino trágico, marcado por la Guerra Civil y sus secuelas, que contrasta con su fe en el futuro unos pocos años antes.
La generación perdida tiene algo de El mundo de ayer, el libro autobiográfico de Stefan Zweig. A «la edad de oro de la seguridad», como describe Zweig el periodo anterior a la Gran Guerra, le corresponde la España de los felices veinte, convencida, sobre todo los más jóvenes, de vivir el inicio de una etapa de progreso y libertad sin precedentes. Fue la «generación del cine y los deportes», como dice uno de sus miembros, pero también la de aquellos que lucharon entre sí a partir de 1936. El lector encontrará en estas páginas una imagen emocionante y dramática de la España que pudo ser y no fue.
Alejandro Quiroga, Miguel Primo de Rivera, Crítica, 23,90€
Frente a las interpretaciones tradicionales que lo definen como un hombre campechano, sin una ideología clara e impulsor de una dictadura paternalista muy alejada del fascismo italiano, esta obra nos describe a un político astuto, ambicioso y con muy pocos escrúpulos, que impulsó un régimen nacionalista, autoritario y profundamente represivo en línea con el resto de las dictaduras europeas contemporáneas.
Primo de Rivera fue el creador del populismo de derechas en España al denunciar a los políticos profesionales como élites corruptas y parasitarias de la nación, organizar una comunicación política basada en noticias falsas y presentarse como el líder mesiánico que llevaría a cabo la voluntad del pueblo. Tras más de dos décadas de investigación, Alejandro Quiroga nos ofrece un estudio fascinante sobre un hombre, un tiempo y un lugar contradictorios, convulsos y complejos: una obra fundamental para entender no solo la historia de España del último siglo, sino también factores clave de la política contemporánea como el populismo y el nacionalismo.
Javier Rodrigo, Generalísimo, Galaxia Gutenberg, 24€
Con este libro, Javier Rodrigo no pretende volver a reconstruir el periplo vital de Franco, sino recorrer su vida a partir de sus denominaciones: de cómo lo llamaron, y de cómo se autodenominó. El resultado es una reconstrucción a veces turbadora y siempre fascinante de los mitos adheridos a su biografía. Un recorrido desde el mito del guerrero tocado por Dios hasta la caricatura presente.
José Rafael Hernández Arias, Thomas Hobbes, Arpa, 19,90€
Hobbes fue admirado, temido y odiado por sus contemporáneos. «El Leviatán», su gran obra maestra, es uno de los textos filosóficos más enigmáticos, extraños e influyentes de todos los tiempos. Hernández Arias es ensayista y traductor de Nietzsche, Schopenhauer, Kafka, Melville, Wilde o el propio Hobbes. Ha estudiado en las universidades de Múnich, Heidelberg y Friburgo.
Franco Cardini y Alessandro Vanoli, La ruta de la seda, Almuzara, 23€
“La Ruta de la Seda” es el título del nuevo libro que acaba de publicar la editorial Almuzara, dentro de su colección Nun. Una obra de Franco Cardini y Alessandro Vanoli, quienes viajan desde la antigüedad hasta nuestros días para narrar la historia de la mayor red de caminos, aún vigente, que unió Oriente con Occidente.
Desde los primeros pueblos nómadas que se asientan en territorios sin límites, pasando por los albores del Imperio chino, la revolución global, los grandes descubrimientos geográficos y el colonialismo en Asia, hasta centrarse en las actuales estrategias comerciales de China para redefinir la antigua Ruta de la Seda, los autores van desgranando la génesis y evolución de una vía comercial que, de alguna manera, logró cambiar la percepción del Mundo.
Siempre evocadora, la historia de la Ruta de la Seda comienza en un remoto pasado y se prolonga durante siglos hasta el presente, donde tiene más fuerza que nunca, pues comienza a unir a países que aspiran a jugar un papel preponderante en el escenario mundial.
Un camino, o más bien una red de caminos, un haz de rutas terrestres y marítimas por las que se han movido a lo largo de los siglos hombres, bienes y conocimientos desde el extremo oriental de Asia hasta el Mediterráneo y Europa. Romántica y reciente, la expresión «ruta de la seda» restituye el sentido de un vasto mundo, atravesado desde la Antigüedad por guerras y conflictos, pero también animado por el fervor de los intercambios comerciales, culturales y políticos.
Especias, animales, cerámica, cobalto, papel y, por supuesto, la seda, atravesaron las montañas y mesetas de esta red comercial. Alejandría, Changan, Samarcanda, Bukhara, Bagdad, Estambul: son algunas de las etapas de un viaje milenario que llega hasta nuestro presente y por los que han pasado hombres, bienes, ideas, religiones e identidades del Lejano Oriente a Europa, y viceversa.
Edmund Richardson, Alejandría, Shackleton Books, 22,90€
Durante siglos, la ciudad de Alejandría del Cáucaso, fundada por Alejandro Magno, fue un importante lugar de encuentro entre Oriente y Occidente, hasta que se desvaneció en los anales de la historia… Sin embargo, todo cambió en 1833, cuando fue descubierta en Afganistán por la persona más improbable que uno se pueda imaginar: Charles Masson, un chico normal de clase trabajadora de Londres convertido en desertor, peregrino, médico, arqueólogo y erudito muy respetado.
En el transcurso de este extraordinario episodio de la historia, Masson tomará el té con reyes, viajará con hombres santos y se convertirá en un maestro de los disfraces; verá cosas que ningún occidental haya vislumbrado antes y que pocos han vislumbrado desde entonces. Ejercerá de espía para la Compañía de las Indias Orientales y será sospechoso de espiar para Rusia al mismo tiempo, porque estamos en la era del Gran Juego, y las potencias imperiales se enfrentan en el escenario de estas tierras asombrosamente hermosas. En su periplo, Masson descubrirá decenas de miles de piezas de la historia afgana, incluido el ataúd dorado de Bimaran de 2000 años de antigüedad, que contiene el rostro más antiguo conocido de Buda. Se le ofrecerá su propio reino, él cambiará el mundo y el mundo lo destruirá a él.
Un viaje salvaje a través de la India y Afganistán del siglo xix, una narración basada en una investigación impecable que desvela un mundo de espías y románticos soñadores, fracasados y oportunistas, violencia extrema tanto personal como militar, pero también un mundo de esperanza ilimitada. Al filo del Imperio, entre los desiertos y las montañas, esta es la historia de una obsesión más allá de los siglos.
Paola Angeli Bernardini, Mujeres y diosas en el Mediterráneo antiguo, Melusina, 19€
El Mediterráneo puede concebirse como una antigua encrucijada de encuentros entre pueblos y culturas, como un depósito de historias, un lugar de descubrimientos, violencia y maravillas, donde las mujeres no están excluidas, sino presentes y con voz propia. Ya sean diosas o reinas, esclavas o prostitutas, la tradición nos ha dejado imágenes de heroínas que viajan por el mar y viven historias intensas, a menudo amorosas, mujeres deseadas por dioses y hombres, víctimas de secuestros y abusos. Nadando o montadas a lomos de animales, huyen por las aguas, perseguidas, violadas, pero también a veces protegidas y defendidas. Tienen un destino azaroso, como el de Io o Europa, progenitoras de ilustres descendientes. O se ven obligadas a subir a una embarcación (un barco, una lancha, un cofre) y se enfrentan a un destino cargado de riesgos e incógnitas.
Caroline Walker Bynum, ¿Por qué tanto alboroto con el cuerpo?, Sans Soleil, 16,50€
Mientras que el estudio de la corporalidad en época contemporánea goza de gran predicamento, la mirada hacia los cuerpos del pasado parece quedar en una extraña nebulosa que nadie sabe cómo encarar. Frente a ello, la prestigiosa medievalista Caroline Walker Bynum se propone el ambicioso objetivo de sentar las bases de su análisis sobre el cuerpo en la Edad Media. Sin embargo, al igual que ocurre en nuestro mundo presente, no existía un único concepto de “cuerpo” medieval, sino que más bien opera una cacofonía de discursos que, lejos de distanciarnos de su estudio, lo hace aún más atractivo. El reto reside, por tanto, en huir de los relatos dominantes e incorporar todas aquellas voces que hasta el momento habían quedado silenciadas. Sólo así, interrogándolas desde las problemáticas de nuestro presente, lograremos ahondar en uno de los aspectos más esquivos del pasado y comprender, finalmente, por qué tanto alboroto por el cuerpo.
Agustín R. Rodríguez González, Los Oquendo, una estirpe de almirantes, Sekotia, 19,95€
Es realmente excepcional, en cualquier profesión, que se mantenga una tradición familiar durante más de tres siglos, y que el nivel alcanzado siga siendo alto: este es el caso de una dinastía de marinos, vascos y españoles, que durante varias generaciones y del siglo XVI al XVIII llegaron a almirantes de la Armada. Don Miguel de Oquendo y Segura, fundador de tal dinastía, no inició su andadura histórica desde una situación privilegiada, que entonces determinaba el destino de cualquier persona, sino desde la muy modesta condición de grumete y de calafate. Operario de las reparaciones a bordo de los buques, llegó al más alto mando por méritos propios, combinándolo con exitosas actividades empresariales que fueron desde el comercio ultramarino hasta al diseño y la construcción de grandes buques de guerra y de comercio: los galeones. Lo que le reportó la más alta consideración desde el trono. Su hijo, D. Antonio de Oquendo y Zandátegui, superó incluso a su padre en sus mandos navales, con un valor y determinación pocas veces igualado. Casi todas ellas en condiciones de lucha difíciles, muchas de ellas impuestas por una dirección política poco acertada. Ambos, padre e hijo, pagaron con sus vidas los errores que no eran suyos con total entrega, marcando una decisiva diferencia con otros más reconocidos y valorados por la historia.
Sus herederos y sucesores no tuvieron vidas tan gloriosas, pero fueron igualmente de trayectorias destacadas, desde las propias navegaciones a labores organizativas y de administración, aparte de las empresariales. Los Oquendo, una estirpe de almirantes pretende dar a conocer y llamar la atención sobre una época y unos personajes que no han tenido normalmente el reconocimiento y valoración que merecen, que es achaque común entre españoles el desconocer o no valorar debidamente nuestra Historia, los hechos y personajes de ella. Y esto, sorprendentemente, en un país en que sus mayores logros, se dieron en la mar y por la mar.
Dominique Sabourdin-Perrin, Isabel de Hungría, Ediciones Palabra, 17,90€
Gran figura espiritual del siglo XIII, santa Isabel de Hungría (1207-1231) fue hija de Andrés II de Hungría y esposa de Luis IV de Turingia. Madre de tres hijos, esta princesa, cuya corta vida mezcló leyenda y verdad, nunca dejó de cuidar por amor los más débiles, los niños, los pobres y los enfermos. Cuando enviudó siendo todavía muy joven, despojada de todo vínculo afectivo y material, Isabel se comprometió con la caridad siguiendo a san Francisco. Su fama, que ha perdurado durante ochocientos años, la ha llevado a ser llamada «la princesa de los pobres». Dominique Sabourdin-Perrin es hispanista y vive en París. Ha compatibilizado su labor como docente con su dedicación a la escritura. Es autora de una decena de libros, en su mayoría biografías históricas.
Rino Fisichella, Juan Pablo I, Editorial San Pablo, 21,90€
Este libro describe, a partir de los testimonios de quienes lo conocieron, las características personales de Juan Pablo I que nos ayudan a descubrir su incuestionable santidad. Tras haber estudiado con exhaustividad toda la documentación de la causa de beatificación, Fisichella nos descubre a un hombre de Dios que, en la sencillez de su saber estar, manifestaba una profundidad espiritual poco común, especialmente para el período histórico que vivió. Hombre de inteligencia aguda y abierta, fue un pastor cercano al pueblo santo y fiel de Dios, firme en lo esencial de la fe y con una extraordinaria sensibilidad cultural y social. El sencillo estilo de vida de Albino Luciani, el «Papa de la sonrisa» ha dejado una fuerte impronta que marca el camino de fe de muchos hombres y mujeres del siglo XXI.
Otras lecturas interesantes
Alberto Reyero Zubiri, Morirán de forma indigna, Libros del KO, 22,90€
En la Comunidad de Madrid murieron miles de mayores en las residencias durante la pandemia de Covid-19. La cifra podría haber sido inferior de no haberse aplicado unos polémicos protocolos que impidieron el acceso de muchos residentes a los hospitales y que les condenaron a una muerte en condiciones indignas.
Durante aquellas terribles semanas, Alberto Reyero Zubiri —entonces consejero de Políticas Sociales y, por tanto, la máxima autoridad en las residencias de la región— se desgañitó pidiendo ayuda y denunciando las dramáticas consecuencias de estos protocolos. Pero sus compañeros en el Gobierno, del Partido Popular, le ignoraron.
En este libro, el exconsejero realiza un ejercicio voluntario de rendición de cuentas y relata la intrahistoria de cómo se tomaron aquellas decisiones. Morirán de forma indigna no solo es un documento político de primer orden sobre un episodio histórico que aún sangra, sino que también eleva la mirada hacia el futuro y los peligros que vendrán si seguimos ignorando nuestras responsabilidades.
Caspar Henderson, El libro de los seres casi imaginarios, Ático de los Libros, 24,90€
Caspar Henderson nos transporta a un mundo de criaturas reales que parecen inventadas, y que resultan más sorprendentes que las imaginarias, como el cangrejo yeti, el tardígrado y el ajolote. Deslumbrante combinación de cultura e historia natural, este libro es una celebración del ingenio animal que nos invita a mirar el mundo con curiosidad y asombro.
José Manuel García-Margallo y Fernando Eguidazu, España en su laberinto, Almuzara, 21€
Un ensayo de José Manuel García-Margallo y Fernando Eguidazu, que aporta ideas para hacer frente al desafío al que hoy se enfrenta nuestro modelo constitucional y nuestro modelo de convivencia, desde que un movimiento populista de extrema izquierda y un grupo de partidos independentistas declararon su intención de destruir el sistema institucional e instaurar sus credos, arrastrando con ellos al PSOE en sus derivas.
Superar, en definitiva, este problema es “una cuestión de supervivencia”. Para afrontarlo, ambos ensayistas proponen una Segunda Transición basada en una política auténticamente reformista que devuelva a España los valores, el optimismo, la energía y la bonanza que imperó durante la Primera Transición.
Y para ello acuden a la historia contemporánea de España, identificando aquellos momentos en que también fue necesario hacer frente a crisis sistémicas y estudian las formas en que tales crisis se pretendieron superar, unas veces con éxito y otras sin él, para de ello extraer lecciones aprovechables para el momento presente.
Las crisis resultantes del fracaso de la monarquía isabelina, de la caída de la monarquía alfonsina y del final del franquismo fueron abordadas respectivamente por la Restauración, la Segunda República y la Transición. La primera y la tercera fueron fruto de un amplio consenso y se saldaron con éxito, mientras que en la segunda el consenso brilló por su ausencia con los resultados nefastos que todos conocemos. De esa reflexión extraen los autores la necesidad de insistir en el modelo de la Transición si queremos una estabilidad institucional duradera como la que disfrutan tantos países de nuestro entorno.
Como afirman los autores, “estamos ante una propuesta de soluciones viables y razonables para el futuro inmediato, pues nada alumbra más el camino a seguir que la constatación de los errores cometidos”.
En definitiva, «España en su laberinto» se erige en una obra imprescindible para comprender no solo el pasado reciente, sino también —y es aún más importante— lo que está por venir.
Carlos del Valle García, Palabras que narran la Palabra, Verbo Divino, 15€
La misión no merece la pena, merece la vida. Este libro deja un mapa de rutas para vivir la misión siendo misión. Se necesita todo el árbol para hacer una flor; para evangelizar es necesario lo que uno es. Misión es dar actualidad, presencia, realidad histórica a lo que Jesús fue, remitiendo a él para sentir su atracción. Es misionero el mensajero identificado con el mensaje, quien pone el corazón donde está su misión. Con reflexiones tatuadas en experiencias de misión, las páginas llevan a repensar la vida del discípulo en clave de misión. Su ángulo de visión es evangelio encarnado en nostalgia de periferia. Para diseñar caminos de misión, más que hablar de los pobres, el libro habla desde los pobres. Porque vida misionera es encuentro en la cátedra de los sencillos.
José Miguel Ibáñez Langlois, ¿Y por qué ir a Misa y comulgar?, Rialp, 9€
Langlois ahonda en el misterio de la Eucaristía para entender y aprovechar mejor la Misa.
¿Por qué ir a Misa los domingos? ¿Por qué ir otros días, si no es un precepto de la Iglesia católica? ¿Cómo entender la celebración y aprovecharla mejor? ¿Para qué confesarse con frecuencia, y comulgar?
Con brevedad y un lenguaje directo, sin más citas que algunas palabras de Jesucristo y sin exigir al lector otros conocimientos que la catequesis recibida en su infancia, el autor ofrece pistas para ahondar en el misterio inagotable de la Eucaristía.
Luigi Giussani, La familiaridad con Cristo, Ediciones Encuentro, 16,50€
«Estas intervenciones de don Giussani ponende manifiesto qué puede ser el cristianismo cuando dialoga con las necesidades del hombre. Él nos enseña a verificar qué acontece cuando vivimos nuestras exigencias humanas poniéndolas en relación con Cristo: se realiza una exaltación de nuestro yo y un amor a Él, como polos de la vida de la criatura nueva que nace del Bautismo. ¿Qué hay más deseable que esta familiaridad con Cristo, que responde a la profundidad del deseo infinito de cada hombre y nos pone en las mejores condiciones para entrar en la realidad?» (Del prólogo de Julián Carrón)
John Flader, El otro lado, Rialp, 15€
Si hay vida después de la muerte, ¿cómo será? El autor se adentra en esta cuestión a través de testimonios de personas que han estado cerca de la muerte.
¿Hay vida después de la muerte? ¿Cómo podemos saberlo? Y si la hay, ¿qué clase de vida hay al otro lado? Los que creen en Dios suelen tener una cierta idea de lo que les espera, pero todos, creamos o no, buscamos más certezas.
El autor explora hasta dónde alcanza la razón, recorre experiencias cercanas a la muerte el túnel, la luz intensa, el regreso de la muerte, las apariciones y la óptica de esperanza del cristianismo.