Parece que Luis Enrique, seleccionador nacional, tiene a la prensa del régimen bastante enfadada. Como sucedió con otro Luis no hace tanto, no le perdonan que tenga criterio propio a la hora de hacer las convocatorias y no se someta a sus deseos. En especial si esos deseos visten de blanco aunque en su vida hayan demostrado tener nivel ni en su equipo. Vamos que han pasado más tiempo chupando banquillo que de titulares. Lo mejor de todo es que conociéndose el percal, el seleccionador les enfrenta cara a cara y los resultados le acababan dando la razón.
Con una generación de menor calidad que las dos anteriores, entre otras cosas por la inmadurez de los propios jugadores, se están consiguiendo resultados más que dignos. Desde luego mejores que con la “España de Raúl”, aunque inferiores al grupo que “campeonó” en dos eurocopas y un mundial (algo que es muy probable que jamás se vuelva a ver).
Luis Enrique les da de mamar en cada conferencia de prensa y con los resultados en la mano. Les tiene rabiando. Les ha llegado a encabronar de tal manera que hasta sacan a Luis Aragonés a la palestra (ahora que está muerto y no se puede defender) para atacar al seleccionador. Y hasta ahí se podía llegar.
Si no han visto el documental sobre Luis Aragonés están tardando para refrescar la memoria sobre cómo, esos mismos que hoy le intentan utilizar torticeramente, le apalearon de forma constante durante cerca de dos años. Es vomitivo ver en los teleñecos de la noche al señor X hablando de que la prensa ha dado palos a todos los seleccionadores, siendo él uno de los principales instigadores de la campaña contra Aragonés. Si hay hasta vídeos con el espantajo de la información atizando… y Luis mandándole a pastar (que igual esto es lo que más le jode).
O el señorito de la cadena SER haciendo ver como que él tampoco estuvo en aquella cacería humana que organizaron todos los medios porque, ¡válgame dios!, un seleccionador quitó a un jugador acabado. Tanto apretaron que hicieron insoportable la renovación, tampoco Villar las tenía todas consigo, de Luis, quien se marchó con una Eurocopa en las manos y con esa socarronería suya cachondeándose de los periodistas.
Los mismos que montaban la bronca antes de los partidos para que pidieran los espectadores la salida del entrenador hoy quieren utilizar su nombre para atizar a otro Luis. No. No todo vale. Quitad vuestras sucias manos de Luis Aragonés.
Post Scriptum. Piensan que en estos tiempos, donde todo se olvida de un día para otro, pueden salir limpios. Y no. Somos muchos los que tenemos los nombres bien apuntados y guardados en la memoria.
La diáspora, la migración, es una de las bases fundamentales para el desarrollo de República Dominicana. Su gran aporte quedó demostrado de manera clara durante el auge de la pandemia del Covid-19. Independientemente de que los principales pilares económicos del país estaban paralizados en gran medida, las remesas recibidas evitaron que muchas familias de la sociedad dominicana sintieran de manera profunda los efectos de la inflación importada que ya se vivía en ese momento.
El valor de los dominicanos en el extranjero es reconocido por el presidente Luis Abinader, inclusive desde antes de ser presidente. La creación de la Asociación Española de Dominicanas y Dominicanos de Ultramar así lo deja evidenciado. El interés del presidente dominicano por su diáspora quedó demostrado en el fin y la filosofía de dicha asociación.
La asociación nace tras las observaciones de las dificultades a las que tenía que hacer frente el residente dominicano en España, tales como las consecuencia negativas producidas por el desconocimiento de leyes, normas y procedimientos, además de otros obstáculos como la integración, los abusos en la contratación laboral, estafas, engaños e inseguridad ante su propia situación y su futuro, a los que se le añadían los resultados negativos de la ruptura familiar, así también como vivir en un medio natural distinto.
La asociación surgió con unos objetivos sociales humanistas, donde se ponía de relieve el porvenir de todos los dominicanos y dominicanas que salen de su patria en busca de una mejor calidad de vida, tanto para ellos como para aquellos que dejan en la República Dominicana.
Entre las principales finalidades con la que fue creada la Asociación estaban, defender a los quisqueyanos en ultramar, velar por sus intereses culturales, económicos y sociales, crear una conciencia social colectiva, fomentar su integración en los países donde vivían, mantener el contacto con la República Dominicana y defender los hábitos, costumbres y filosofía existencial dominicana, bajo el concepto de libertad, ética y dignidad.
El populismo de Leonel frente al compromiso de Abinader
En otro discurso populista, Leonel Fernández, en la ciudad de Nueva York, se atrevió a decir que durante un próximo gobierno de su partido Fuerza del Pueblo, va a crear un ministerio de dominicanos en el exterior. A esa creación llega tarde el expresidente, porque parecido a un ministerio en el exterior lo debió haber hecho en uno de sus pasados gobiernos, cuando más sufría la diáspora y, posteriormente lo pudo haber hecho también Danilo Medina. Sin embargo, fue precisamente Luis Abinader quien, en la oposición en el 2012 y con sus propios recursos potenció, ayudó, desarrolló e inauguró una sede de la asociación, de la que ahora también el embajador en España, Juan Bolívar, ha tenido la idea de recuperar eso que hizo el mandatario dominicano en aquella época.
La Asociación Española de Dominicanas y Dominicanos de Ultramar, fue fruto de la sensibilidad y el compromiso de Luis Abinader desde la oposición a finales de 2012. Este es un fruto positivo que se entregaba a través de los servicios ofrecidos a los dominicanos residentes en España que consisten en bolsa de trabajo, protección a la mujer, corrección de los movimientos sociales de pandillas, pago aplazado de billetes de avión con garantía de resguardo bancario, economía social y cooperativismo, envío de remesas con cuota fija, con una tarifa inferior al 50% sobre mercado y servicios financieros ofrecidos por Banco Popular Español y BanReservas dominicano.
Además, la asociación se creó con todos los empleados dominicanos y dominicanas que residían en España en esa época, desarrollando diversas funciones profesionales en el derecho, la economía, la psicología, la sociología…, para ayudar con las becas internacionales que eran mal distribuidas, que se hacían con una empresa domiciliada en España y que beneficiaban a esa universidad privada con escasa transparencia.
Todo lo anterior fue creado en plena crisis 2008 y que prácticamente aún no ha terminado, porque en su final fueron añadidos los problemas de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Cuando se tiene vocación de servicio y el bienestar de tu pueblo es prioridad, no solo desde la silla presidencial puedes desarrollar acciones en pro de la ciudadanía, así lo ha demostrado el presidente Luis Abinader, dejando sin peso las acostumbradas promesas populistas de Leonel.
El populismo desconsiderado existe en una oposición poco ética. Sólo basta con analizar y profundizar en los discursos que pronuncia el candidato presidencial del partido opositor, Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández. Escucharle decir “ayer estando nosotros en Boston, los compañeros que intervienen nos dicen que hay un tema de 10 dólares que se pagan cuando se va a la República Dominicana. ¿Que qué haríamos nosotros en el Gobierno con esos 10 dólares? Digo, bueno, 10 dólares me parece tan poca cosa que si eso es de interés de los dominicanos que residen en Estados Unidos, esos 10 dólares se van a quitar”. Esa declaración es una burla a toda la diáspora dominicana, porque durante sus años de gobierno esos impuestos aplicables a los turista que entraban en Republica Dominicana (incluyendo a los propios dominicanos residentes en el exterior), permanecieron y nunca hubo intención de eliminarlos.
A Leonel le falta la memoria histórica, lo que da la impresión de que no esta apto para gobernar, porque lo que en la actualidad para él es tan simple, existía en su época de gobierno y es cuando realmente se potencia, dejando como recaudadores a la empresa privada que gestionaba entonces el aeropuerto.
Desde el 2008 hasta el 2012, Leonel y su gobierno le permitieron a esa empresa la recaudación de 10 dólares a aproximadamente 36.2 millones de turistas que ingresaron al país caribeño, lo que equivale a un aproximado de 360 millones de dólares. Sin embargo, a la empresa no le exigían las cuentas para que ingresase ese dinero recibido al Estado, hasta pasado un año o más, es decir, que ese tiempo era permitido para rendir cuentas ante el Ministerio de Hacienda. Por ello, se puede suponer que ese dinero les permitió a los socios de esa compañía invertir en otras actividades empresariales, posiblemente, millones y millones de dólares, sin tener que pagar a los bancos ningún tipo de interés.
El ahorro que podía obtener una empresa con ese dinero del Estado sin tener que pagar los intereses de los prestamos bancarios era significativo, solo basta comparar la política monetaria de esos años y por sí solo todo queda evidenciado. En diciembre del 2004 la política monetaria, según el Banco Central de la República Dominicana, estaba ubicada en 7%, en el mismo mes, pero del 2005 en 10%, en el 2006 en 8.00%, en el 2007 en 7.%, en el 2008 en 9.50%, en el 2009 en 4%, en el 2010 en 5%, en el 2011 en 6.75% y en el 2012 en 5.00%.
¿Podrá Leonel en algunas de sus alocuciones en los Estados Unidos decir por qué permitía ese tipo de administración y si lo sabe, que diga a dónde fueron dirigidos esos beneficios que le complacieron a sus amigos de la época? Entonces, cuando conteste esto a la opinión pública, tendrá el derecho de poder hablar ahora de los 10 dólares. Por supuesto que a los dominicanos nunca se le debió de cobrar, pero ¿puede decir Fernández que fueron impuestos por el gobierno de Abinader? No, al contrario, con un nuevo estilo de gobernarha puesto fin a un mal que por décadas permaneció entre los dominicanos que para ingresar a su país tenían que pagar como turistas.
Cuando las cosas se hacen bien en el Atlético de Madrid hay que reconocérselo a los dirigentes prescritos. Miguel Ángel Gil Marín ya está trabajando a tres años vista en lo referente a la revolución salarial que pretende llevar a cabo el presidente de la UEFA Alexander Čeferin.
A fin de evitar que las masas salariales se disparen y que los equipos tengan que estar constantemente vendiendo patrimonio (jugadores principalmente) por problemas financieros o recurriendo a ingeniería financiera (los equipos-Estado), ha sacado adelante un reglamento salarial que se suma al fair-play financiero ya existente.
Desde UEFA han establecido que los equipos sólo podrán gastar el 90% de sus ingresos (los del equipo en sí, no los de la empresa o club) en el gasto en fichajes, salarios y honorarios de agentes. Esto a partir de la temporada 2023-2024. En la 2024-2025 será del 80% y en la 2025-2026 del 70% de los ingresos. Quienes no cumplan se enfrentarán a sanciones económicas y deportivas.
Ajustándose a las circunstancias
Más allá de los problemas económicos que tiene el Atlético de Madrid (esa deuda financiera de 500 millones pesa demasiado pese a estar relativamente controlada), Gil Marín pretende adecuar los límites salariales a lo solicitado por UEFA desde ya. En los cambalaches que se vienen llevando a cabo con el FC Barcelona para el fichaje de Antoine Griezmann, se le ha solicitado al jugador una nueva rebaja salarial hasta los 8 millones brutos (4 limpios) por temporada (actualmente está en 12). Toda vez que si se pagasen 20-25 millones, la amortización salarial del fichaje sería de ese pico que sobre de los 20 millones, pues ya habrían contado 20 hasta el momento por las dos temporadas, está claro que en el horizonte está el límite UEFA.
En las renovaciones de Lemar, Felipe y Oblak (aunque estas dos últimas no han sido anunciadas) los jugadores ya han rebajado sus salarios para acomodarlos a la situación de la SAD y de UEFA a futuro. Aunque pudiesen salir antes, Gil se protege de esa revolución salarial que va a impedir que algunos equipos atesoren grandes jugadores mediante ingresos extras aunque sea para pasearlos por los banquillos nacionales o internacionales. En el Atlético de Madrid se han acabado los salarios imposibles de sostener, más cuando el jugador se lesiona constantemente o es un vago de tomo y lomo, y se camina por la senda de buenos salarios (adaptados en muchas ocasiones a títulos y logros individuales), pero no excesivos. Serán altos respecto a otros equipos, sin duda, pero sin llegar a lo que se ha estado pagando.
La venta del Atleti
Como ha venido diciendo por activa y pasiva que piensa vender sus acciones en cuanto tenga terminada la ciudad deportiva aledaña al Metropolitano, es obvio que las rebajas salariales ajustadas a los criterios UEFA son imprescindibles para una valoración accionarial ajustada. Descontando la deuda y habiendo bajado el valor patrimonial de la primera plantilla (aunque esto fluctúa de año en año), para obtener un buen ingreso necesita una plantilla con salarios medios, en su mayoría, y pocos altos o casi ninguno. Cosa distinta es el rendimiento que estén dando algunos o den los que vengan (que el aficionado le pagaría el mínimo a unos cuantos).
Esa rebaja incluye al cuerpo técnico, que también se incluye en los datos salariales, por lo que es muy posible que a Simeone se le ofrezca una oferta de renovación muy a la baja o, directamente, se busque otro entrenador cuando toque (bastante más barato), en 2024 o antes si ocurriese algo. Lo mismo sucede con el profe Ortega con el que existen dudas. Todos deben estar ajustados a esos límites que va a imponer la UEFA. Si el Atleti viene ingresando en torno a los 400 millones de euros por temporada, ya se sabe que en tres años sólo podrán gastar en amortizaciones de fichajes, comisiones y salarios 280 millones de euros.
En la cabeza de Gil Marín está vender el Atleti con todo en perfecto estado de revista. En su cabeza está mantener el nivel actual gastando menos. Si realmente fuese efectiva la reforma UEFA es posible que el equipo madrileño pudiese estar entre la élite del fútbol europeo cuando se consume la valoración y la venta. Para ello habría que fichar con cabeza, ajustándose a las necesidades del equipo y dejando de lado caprichos o jugadores “en alquiler”. Y como la máxima siempre ha sido “antes de entrar dejen salir”, no sería extraño que a finales de temporada hubiese una o más ventas importantes. Esto logrando los objetivos (entrar en octavos de Champios y quedar entre los cuatro primeros en Liga). Sin esos logros…
El huracán Fiona tocó territorio dominicano el 19 de septiembre con fuertes vientos de más de 150 km/h y lluvias torrenciales que han causado terribles daños en las infraestructuras y en los hogares de las provincias del este.
En esos días, estaba previsto el viaje de Luis Abinader, presidente de República Dominicana, a Nueva York para asistir y participar en la Asamblea General de Naciones Unidas. Abinader hizo lo que cualquier dirigente político electo, esté en el poder o no, hubiera hecho por responsabilidad hacia su pueblo: cancelar toda su agenda y centrarse en la ciudadanía de las provincias más afectadas.
Sin embargo, Leonel Fernández, cuando Fiona llegó a República Dominicana, ya estaba en Nueva York, a 15.000 kilómetros de distancia de donde las familias estaban sufriendo. No hizo nada, no cambió su agenda y continuó con su viaje populista por los Estados Unidos. Además, en vez de ponerse del lado del gobierno, como haría un político responsable, ha intentado utilizar la desgracia de miles de familias dominicanas como argumento electoralista para ganar votos.
En todos los países del mundo democrático, cuando ha habido una catástrofe, los partidos de la oposición se han colocado de la mano del gobierno, independientemente de su color político. Ya habrá tiempo para pedir responsabilidades si no se han hecho las cosas bien. Sin embargo, Leonel ha decidido, a más de 15.000 kilómetros de distancia, hacer política con la desgracia de quienes han visto que su hogar ha sido destruido por el huracán.
Esta actitud de desprecio absoluto hacia el pueblo recuerda demasiado a cómo Donald Trump se comportó con Puerto Rico cuando el país fue asolado por los huracanes Irma y María, donde la ayuda que concedió fue insuficiente pero, sobre todo, utilizó un discurso populista con un desprecio absoluto hacia el pueblo portorriqueño lanzándoles, literalmente, papel higiénico. El populismo tiene eso, es bonito pero ineficiente para la ciudadanía: Puerto Rico tardó un año en recuperar la energía eléctrica. La efectiva gestión de Abinader en República Dominicana se ha traducido en que en las provincias afectadas la práctica totalidad el suministro eléctrico se recupere en 15 días.
Leonel lleva prácticamente dos semanas en Estados Unidos, mientras Abinader está trabajando para su pueblo. ¿Para quién trabaja Leonel? ¿Qué busca en Estados Unidos? ¿El apoyo económico para su campaña de acoso y derribo contra Abinader? ¿Qué hay tan importante en Estados Unidos como para que el que se autodenomina como «la fuerza del pueblo» abandone a su ciudadanía? Para Leonel Fernández ¿es más importante acudir a un acto en el que el 25 de septiembre será siempre «el día de Leonel» en el Estado de Connecticut que estar junto a un pueblo que sufre?
Fiona y el trumpismo de Leonel
El huracán Fiona ha demostrado el populismo y el trumpismo de Leonel Fernández. Mientras Luis Abinader, en un ejercicio inédito de transparencia, anunció que el gobierno de República Dominicana ya había gastado más de 373 millones de dólares para la reparación de los daños provocados, Leonel se paseaba por la Costa Este de los Estados Unidos.
Mientras las acciones del gobierno de Abinader ya han logrado en apenas 10 días que cerca de 5.000 viviendas hayan sido reparadas o reconstruidas (un 50% de las afectadas), Leonel envió a sus falanges populistas a hacer un ejercicio de propaganda para poder compartir fotos muy bien realizadas y elegidas acompañadas de mensajes absolutamente presidencialistas: «nos encontramos en Villa Rey, Higüey, provincia La Altagracia, donde estamos dando cumplimiento a lo dispuesto por nuestro presidente Leonel Fernández, de llevar ayudas a las familias afectadas por el huracán Fiona», se podía leer en un tuit.
Esas ayudas llegaron a las zonas afectadas en camiones de pequeño tonelaje pero, eso sí, con la cara de Leonel bien grande, como si fuese una caravana electoral:
La propaganda de Leonel Fernández
¿Se puede ser más populista? Evidentemente, no. ¿Se puede jugar con la desgracia de un pueblo para comprar votos a cambio de una plancha de zinc? Esa es, al parecer, la intención. Esto no es más que una muestra más del cariz personalista, populista y trumpista de la acción de Leonel Fernández respecto a las consecuencias del huracán Fiona.
En contraposición, Abinader está demostrando que, desde el poder, se puede atender al pueblo con absoluta transparencia, sin dar ningún tipo de espectáculo mediático. Eficiencia frente al show. Ese es el resumen.
La Administración Abinader, en apenas 10 días, ha actuado en función de las necesidades reales de las familias afectadas por Fiona. Se ha atendido con celeridad absoluta, sin esperar a ningún momento estratégico, la necesidad de llevar alimentos a los hogares. Según las cifras del gobierno de Abinader, los Comedores Económicos han entregado cerca de 250.000 raciones alimenticias cocinadas y casi 11.000 raciones crudas. Además, el Plan Social ha repartido cerca de 200.000 raciones alimenticias a las zonas vulnerables y 3.020 electrodomésticos, 4.840 colchonetas y 37 kits de emergencia, compuestos por 40 colchonetas, 40 mosquiteros, 40 sábanas y 20 fardos de agua.
Respecto a los suministros básicos, el gobierno de Abinader ha logrado el restablecimiento del 91% del suministro de agua potable, con 67 acueductos ya en funcionamiento y sólo 14 que quedan por restablecer. El suministro energético, por otro lado, ya está restablecido en un 97%.
Abinader ofreció cifras por las que todos los hospitales están en funcionamiento y que muchas de las escuelas afectadas ya iniciaron su actividad docente; el 92 % de los caminos secundarios y vecinales ya están restaurados, mientras que la recogida de escombros se realiza en coordinación con Obras Públicas y Fenatrano porque sobrepasa la capacidad de los ayuntamientos locales.
Todo esto está logrando Abinader sin alharacas ni fuegos fatuos y, por supuesto, estando al pie del cañón, no en Nueva York, Massachussets y Connecticut.
Ya son cuatro las temporadas que va a cumplir João Félix en el Atlético de Madrid y parece que el chaval no se ha enterado dónde está. Portar la camiseta de las rayas canallas implica algo más que hacerse fotos, tirar dos caños o creerse una estrella del fútbol mundial. Hay un sentimiento de pertenencia que genera una serie de responsabilidades que no deben de haberle inculcado en el vestuario, ni en su agencia de representación, ni en el palco del Metropolitano.
Si hay algo que la hinchada rojiblanca no perdona, en temas no puramente deportivos, es estar haciéndole la pelota o dejarse querer por los enemigos íntimos del equipo. Si luego quiere irse de cervezas con Vinicius o con Neymar que lo haga, siempre y cuando no perjudique a su capacidad futbolística, pero al enemigo ni agua, ni me gustas, ni sonrisas. Al enemigo, como dijo el doctor Bilardo, “¡Pisarlo!”. Si Neymar está defendiendo lo indefendible con el jugador del Mallorca, Raíllo, es su problema. João debe entender que ese jugador, de un equipo modesto, estaba defendiendo lo que debería defender él mismo. ¿Qué es eso de consentir a un contrario que intente reírse en tu cara sin pararle los pies?
Raíllo ha dicho que Vinicius es un jugador que insulta, se ríe de los contrarios y que cuando le señalan utiliza el comodín del racismo para hacerse la víctima. ¿No ha pasado eso justo antes del derbi contra el Real Madrid? ¿No intentó hacer una rabona para chulearse y le salió como el culo? Sí y todo el estadio le llamó “tonto” –no “mono” como los lametraserillos del florentinato intentaron colar-. ¿Le parece bien a João que se intenten reír en la cara de un compañero de equipo? En el Atleti, aunque ahora parezca extraño por lo blandengues que son algunos, se defiende al compañero a muerte.
A João le están pegando mucho más duro que a Vinicius y le han expulsado por bastante menos que lo que viene haciendo en el campo el brasileño. En la prensa, salvo dos o tres periodistas rojiblancos, nadie le ha defendido, pero en el campo algunos compañeros sí (hasta que se ha sabido que Carvajal le lesionó han pasado unos cuantos días). Tampoco es que el chaval esté jugando como si fuese Maradona o cercano. Tres caños ineficaces para el equipo, dos carreras y malas caras cuando le cambian. No ha demostrado constantemente lo que se supone que puede llegar a ser. Y no vale que con el sistema del Cholo es difícil, el Kun Agüero destacó con el sistema del vasco Aguirre.
Si en el vestuario hubiese gente con cierto sentido rojiblanco y con sangre en las venas, a la vez se entiende, le habría cogido a João del pecho y le habría dicho cuatro verdades. Pero como están todos a la cuchipandi, al tik-tok y a peinarse no se le inculca lo que es ser del Atleti. Tampoco nadie en el cuerpo técnico es rojiblanco de haberlo mamado desde pequeños y se entiende. Bilardistas parece que tampoco hay muchos. Así que el chaval acaba haciendo el tolai en redes sociales y calentando a la afición innecesariamente. Y si no le gusta estar en el Atleti es muy sencillo, que ponga 130 millones y a otro lado.
Los resultados de las elecciones en Italia han significado el primer gran triunfo de los partidos de extrema derecha en Europa. También ha supuesto la confirmación de que la ciudadanía está harta de las opciones tradicionales y ha buscado soluciones en el único espacio político que, de momento, no les ha defraudado.
El crecimiento de la extrema derecha en Europa es la consecuencia principal de las políticas aplicadas tanto en los países como desde la propia UE desde la crisis de 2008, políticas que han incrementado la desigualdad porque se focalizaron en los factores macroeconómicos en vez reaccionar a las necesidades reales las respectivas ciudadanías.
Resulta harto complicado que haya un efecto contagio entre el resultado de las elecciones en Italia y la política de República Dominicana. El país caribeño suele tener más contagio de lo que ocurre en Estados Unidos que de lo que sucede en Europa.
Sin embargo, la desafección, el hartazgo y el cambio de paradigma del votante también está presente en la sociedad dominicana. El gobierno de Abinader puede estar haciendo reformas muy importantes, pero, como todo gobierno, siempre hay cosas que se dejan de hacer porque no se puede tener un gobierno para cada familia que, sin embargo, afectan a cientos miles de personas.
Para República Dominicana, los efectos del crecimiento de los partidos de extrema derecha en Europa no tienen un impacto ideológico. Sin embargo, en una situación de crisis económica y social, el país no es ajeno al cambio de paradigma político del mundo. Mientras en las décadas finales del siglo XX aún existía lo que se dio en llamar «la conciencia social colectiva», (Desarrollo sociopolítico de MDM con RPI-MC) las diferentes crisis económicas globales han provocado un escenario en el que en el imaginario del pueblo se ha pasado a una situación de absoluto individualismo que lleva a que las soluciones propuestas por partidos populistas calen con una eficacia aún mayor.
El fenómeno Meloni tiene su traslación en República Dominicana en la figura de Leonel Fernández quien, desde la oposición, está utilizando las mismas estrategias que los movimientos populistas globales para potenciar una figura sobre la que el pueblo puede entregar sus esperanzas.
Leonel Fernández ha aplicado una estrategia basada en el populismo y con las mismas estrategias que Meloni y el resto de los movimientos de extrema derecha europeos. Pero, sobre todo, Leonel está utilizando los mismos métodos que la campaña de Donald Trump en 2016 y en la actualidad de cara a volver a presentarse para 2024.
La estrategia de Leonel, al igual que el partido de Meloni, sobrevive gracias a la elección del momento como elemento para hacer oposición. No hay un objetivo concreto, es la polémica de turno la que mueve a Leonel, lo mismo que ha utilizado la ganadora de las elecciones en Italia para ascender desde un ridículo 4% hasta ser la opción política más votada.
Cualquier pequeña anécdota es utilizada por Leonel y su partido para crear una «crisis». Esta estrategia no tiene más opción que la de generar un escenario imaginario en el que todo va mal con el único objetivo que tapar los éxitos y los beneficios de las reformas de Luis Abinader.
Para frenar esto, la acción de gobierno debe ir orientada en una dirección contraria a lo que viene siendo tendencia mundial. Mientras en los países del G20 o las principales potencias de la OCDE se está yendo hacia un modelo de gobierno de arriba a abajo, independientemente del color o la ideología del gobierno de turno, Abinader cuenta con la ventaja de tener la capacidad para revertir la situación para así equilibrar la balanza.
Al final la coalición de derechas venció en las elecciones italianas y gracias a sus 118 diputados (de 400) podrá ser nombrada presidenta Giorgia Meloni. Le acompañan en esa coalición Matteo Salvini de la Liga con 65 diputados y Silvio Berlusconi de Forza Italia con 45 curules. Por la izquierda queda la alianza de izquierdas de Enrico Letta (Partido Democrático), la Alianza (ecologistas) y Más Europa de Emma Bonino con 78 escaños. En tierra de nadie el Movimiento 5 estrellas (el Podemos italiano) de Giuseppe Conte que ha bajado hasta los 51 escaños y el centro de Matteo Renzi y Carlo Calenda con 21 diputados. Una amplia mayoría para los partidos que van desde el centro a la derecha extrema.
Los italianos han elegido esta senda y ya se verá lo que da de sí el gobierno. Más si se tiene en cuenta que los gobiernos en este siglo duran de media 2,5 años. Lo mejor es ver cómo se ha reaccionado en España. Es muy divertido observar los llamamientos (otra vez) antifascistas de algunos y algunas, el rasgarse las vestiduras de otros cuantos, la euforia de Jorge Buxadé de Vox y la completa carencia de un análisis sin amarguras, resentimientos o justificaciones de las propias decisiones. Por cierto, en todos esos análisis se olvida que Meloni fue ministra (de Juventud) con Berlusconi, por lo que no es una neófita de lo gubernamental en Italia. La verdad es que habiendo tantos listos (en Italia también los hay como Steven Forti, historiador que viene a dar lecciones en España) no se explica cómo es posible la victoria de un movimiento que supuestamente es fascista.
¿Qué es Fratelli d’Italia?
Todos los listos de la izquierda, los que dicen haber leídos muchos libros especialmente, califican al partido de Meloni como postfascista. Lo hacen como fórmula de asemejar lo actual con el movimiento de Mussolini o a Marine Le Pen con el régimen de Vichy, para advertir del peligro del retorno fascista a las democracias europeas y, esto es lo más importante, establecer un movimiento antifascista como elemento unificador de la izquierda entregada al globalismo. Todos los que hablan de postfascismo o fascismo al final lo hacen por carencias propias de todo tipo (político, partidista, analítica…). El único elemento que creen puede servir para unir a la izquierda sería lo antifascista. Y como se ha demostrado elección tras elección, en toda Europa, el resultado ha sido espectacular… han palmado siempre.
Sin duda en FdI hay fascistas, como los hay en otros partidos italianos, francés o españoles, pero el partido en sí no es ni postfascista, ni leches. Si se hubiesen molestado en leer, escuchar y aprender verían que el grupo de Meloni es un conservadurismo (con todo lo que implica) que no se achanta ante algunas posturas globalistas, los intentos de destrucción del ser humano y está cerca de los teocons del catolicismo. No es contraria al capitalismo, ni nada por el estilo. Hace no mucho a Julio Anguita le calificaron de fascista por decir algo similar a lo que dice Meloni sobre inmigración. Por cierto, algo que la mayoría de españoles piensan: controlada y asimilable la que se pueda; incontrolable y sin asimilación, ninguna. Que igual hay que empezar a recordar aquello de Marx sobre el ejército de reserva del capitalismo.
Por aparentar ser de izquierdas el resto es fascismo
Enzo Traversocalificó, con muchas dudas, de postfascismo a los movimientos conservadores radicales porque reunían las siguientes características: anticomunistas; antiutópicas; xenófobas; conspiranoicas; retorno de lo colonial reprimido; republicanismo de derechas; partidos de élites; y populismo. Unas características en las que encajan casi todos los partidos de derechas de Europa y algunos de izquierdas. ¿Se puede utilizar esa terminología entonces? Parece obvio que no.
La izquierda europea ha virado tanto hacia la derecha (en ese imaginario continuum) que cualquier cosa a su derecha acaba siendo fascista. Lo mismo sucede a la derecha que por mandar a la izquierda a lo extremo, cuando como mucho hay socialdemócratas moderados, acaban llamando a Yolanda Díaz comunista. Así se asiste a un juego que no interfiere realmente en la estructura del sistema y donde todo es espectacular o especular (por aquello de mirarse y ver lo parecido). Casi todos son globalistas al fin y al cabo, y todos son capitalistas.
No se puede servir a Dios y al dinero
La clave de todo es capitalismo sí o no; neoliberalismo (con sus dos caras) sí o no; globalismo sí o no. Los teocons de todos los lares intentan conjugar el capitalismo (a veces el más libertario) con el cristianismo, olvidando aquello de las Escrituras sobre servir a Dios y al dinero (Mat 6,24 y Luc. 16,13). Lo mismo pasa con las izquierdas y las derechas europeas que intentan servir a (la causa que se inventen en ese momento) y al dinero… y el dinero acaba ganando siempre. Normal que algunas propuestas teológicas parezcan más de izquierdas que algunos partidos que llevan socialismo en el nombre (porque comunismo quedan pocos a cara descubierta). Entre otras cosas porque son anticapitalistas.
Tanto Meloni como sus amigos de Vox son capitalistas, incluso ultracapitalistas, aunque ponen pegas a la agenda globalista en cuestiones éticas. Meloni habla contra el aborto (como hacen millones de personas en Europa) o contra los vientres de alquiler (en esto comparte camino con la mayoría de las mujeres europeas) pero es pro-OTAN y pro-UE (aunque matizando hasta dónde eliminar soberanía estatal). Y yendo de la mano de Salvini y Berlusconi no se puede esperar ni un ataque contra la clase dominante, ni contra la estructura del sistema. Lo mismo que hace la izquierda y sin tener que estar con cipotes femeninos que una lesbiana se debe comer (como hace la izquierda en toda Europa). Cuando no queda izquierda las personas al final eligen cierto orden y cierta ética acorde a la propia cultura.
La ex-izquierda y el análisis materialista
El problema de la abstención de la clase trabajadora o su cambio de voto hacia partidos nacionalistas-identitaristas es el aburrimiento con una clase política de izquierdas que se distingue de la derecha en matices analíticos y prácticos. Hay matices en la gestión pero no hay cambios estructurales y sí mucho totalitarismo moralista. Se persigue más a alguien por un comentario machista que las exclusiones impositivas de las grandes empresas (nacionales e internacionales). Al final como dice Diego Fusaro (¡Uy, sí! Ha ido a Casa Pound a dar charlas) esto no va de izquierda y derecha sino de siervos y señores; de los sustituibles y los intocables.
Si no hubiese una ex-izquierda (como suele decir Paco Arnau, sí otro neorrancio) en toda Europa harían lo que fue algo clásico en todo el movimiento obrero: el análisis concreto de la situación concreta. En Francia no lo hicieron cuando Reagrupación Nacional iba captando el voto de las clases populares; ni lo han hecho ahora que FdI se lleva voto popular en el sur de Italia. En España tampoco lo hacen pero bien que se quejan de que las clases populares y las mujeres estén dejando de votar a los partidos de gobierno como se ha visto en las elecciones regionales. Y tienen suerte de que Vox no entra a captar ese voto popular. Han olvidado el análisis materialista y divagan en mundos globalistas, buenistas y de color arcoíris.
Mininos y ratones
Gabriel Albiac, en su análisis de lo acontecido en Italia, ha estado muy afortunado al ver que Meloni y sus compinches no son guepardos, ni leones lampedusianos (por Il Gattopardo) sino simples mininos, aparentar que todo cambia pero sin cambiar nada en realidad. Porque con Meloni no va a cambiar gran cosa la situación. Lo peor es que la izquierda española, tan lista ella, sigue en la alerta antifascista. Como dice Víctor Lenore (El final de la farsa antifascista), si hubiesen leído a Pier Paolo Pasolini verían que el fascismo actual está en otro sitio, en un sistema totalizador que no necesita de la opresión del poder físico para ordenar la vida y reprimir los intentos de cambio.
Se está ante un juego de mininos y ratones en realidad, muy divertido de ver pero con poco fundamento. En cuanto aparecen cuatro discursos tradicionalistas, discursos que encajan con la forma de afrontar la vida de buena parte de las clases populares, se asustan y señalan como neorrancios. En cuanto se señala que la inmigración controlada por las mafias es un peligro cultural, político y social para Europa si no hay procesos reales de integración (y poca integración puede haber si no se atajan las causas materiales), se saca la tarjeta de la xenofobia (la presidenta de Finlandia, la de las juergas, ha legislado contra la inmigración descontrolada). En cuanto se expresan los valores católicos o cristianos se señala como Inquisición, cuando millones de europeos y españoles profesan esa fe.
Al final la izquierda, sin análisis materialista, no es más que la maestra regañona, el chivato de clase o el ricachón que quiere que hagas lo que él dice pero no lo que él hace. Mientras tanto… todos fascistas o neorrancios.
No todos los gays del PSOE están de acuerdo con las posturas que viene manteniendo el secretario federal LGTBi, Víctor Gutiérrez, los hay que están en contra de las actitudes y las políticas que quiere implementar. Por ello no se puede hablar de todo el colectivo homosexual del PSOE. La mayoría de lesbianas tampoco están de acuerdo, a lo que cabría añadir la invisibilización que hace el lobby de estas mujeres. Es un lobby que se mueve en toda la estructura del partido para llevar a cabo una agenda propia que tiene un punto final claro, como se verá.
El lobby gay tiene sus canales de interacción y cuenta con el apoyo del propio secretario general, Pedro Sánchez. No se sabe si por una cuestión de imagen, si por cuestiones familiares (nunca hay que descartar lo materialista) o porque en realidad está de acuerdo y eso le abre puertas a futuro en algún lobby globalista. El lobby se siente fuerte a nivel oligarquía de partido pues ha visto ser aniquiladas a dos claras feministas: Carmen Calvo y Adriana Lastra. Una cosa es el mujerismo (rodearse de mujeres para aparentar o cumplir con ciertos estándares) y otra bien distinta ser feminista. Ni el lobby gay es feminista, ni quien los dirige desde la lejanía tampoco.
La reunión feminista de la discordia
¿A qué viene todo esto? Seguramente no se han enterado de la nueva polémica provocada por Víctor Gutiérrez a través de la secretaría LGTBi del PSOE. El pasado fin de semana ha tenido lugar un feminario en Valencia, organizado por la delegación de Igualdad de la diputación provincial. En ella han participado el presidente de la diputación (Antoni F. Gaspar); Isabel García (diputada de Igualdad); Amelia Valcárcel (catedrática de Filosofía); Carmen Calvo (catedrática de Derecho Constitucional y presidenta de la comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados); Gabriela Bravo (consejera de Justicia, Interior y Admón. Púb.); Noor Ammar (Womenbywomen Magazine); Sonia Amado (psicóloga); Claudia Yurley (activista colombiana); Rosa María Guiralt (fiscal); Cira García (jueza); Alicia Miyares (doctora en Filosofía); Paula Fraga (abogada); o Purificación Beltrán (médico forense).
Una cita que en su sexta edición ya posee un enorme prestigio nacional e internacional, donde se tratan los temas con enorme rigurosidad y donde el feminismo no-queer o postmoderno queda perfectamente reflejado. Un lugar donde no es necesario tener que explicar qué es mujer –no se rían porque últimamente se tiene que explicar la diferencia entre sexo y género en más alguna ocasión- y donde se defiende a la mujer del patriarcado y las invenciones postmodernas de los sentimientos identitarios. Una cita feminista sin más. Una cita que parece haber molestado al lobby gay del PSOE.
El lobby gay vuelve a atacar al feminismo
La secretaría LGTBi del PSOE sacó un mensaje en Twitter en el que se atacaba al feminario organizado bajo la cobertura del PSPV (que es quien gobierna en la diputación valenciana) porque: “a) estas personas no representan la posición del PSOE, se representan a ellas mismas; y b) lamenta que este tipo de espacios de debate sean tan poco plurales y no acojan posiciones diversas”. Valcárcel y Miyares, por ejemplo, han sido altos cargos del PSOE, como lo son quienes trabajan en la diputación. Estas mujeres nunca han dicho que representen al PSOE, aunque afirmen sentirse socialistas. Cabe preguntar a Gutiérrez si ser socialista está vinculado a tener un carnet o se puede ser socialista sin carnet.
Lo que no cuenta el lobby gay del PSOE es que muchas mujeres con carnet de militante del PSOE han abandonado el partido tras la purga de Calvo y la apuesta por la ley Loretta que pone en peligro a las propias mujeres. Algunas de ellas se han organizado en la Asociación Feministas Socialista para poder criticar en libertad la deriva queer/postmoderna que está tomando la dirección de Sánchez y demás palmeros y palmeras. Ya durante el 40° Congreso hubo movilización del lobby gay para impedir que las feministas pudiesen aprobar la gran cantidad de enmiendas que llevaron contra la ponencia del PSOE. No se querían polémicas y se actuó como suelen hacer las oligarquías que pierden la razón.
Las feministas están contra el desarrollo natural del ser
La diferencia es que el lobby gay se ha venido arriba en el seno del PSOE, entre otras cosas porque nadie les ha dicho que lo que vienen proponiendo públicamente no encaja con los principios del PSOE en materia feminista y/o socialista, y ahora atacan directamente. La secretaría no ha sido la única que ha señalado a unas mujeres feministas pues el secretario LGTBi del propio PSPV ha salido a lanzar su andanada contra el Feminario y las mujeres que allí participaban. Damián González, que así se llama el secretarie (no es error ortográfico y ahora verán el porqué), ha acusado a las feministas de rebelarse contra la pérdida de privilegios de las mujeres (como lo leen), ya que ese privilegio de mujer oprime a otros seres humanos. Lo que hace el feminismo no-queer es algo malo y que ha ocurrido en otros tiempos: “limitar el desarrollo natural humano y del ser, ya que incluso la biología es imperfecta”. Esa imperfección se ve en un cáncer o en sentirse mujer.
La reflexión tiene lo suyo y encaja más en lo mágico que en la realidad. El desarrollo natural humano, siendo científicos, nada tiene que ver con cuestiones de sentimientos o sexualidad. El desarrollo del ser es una cuestión metafísica que sigue en disputa pues ¿cabe hablar de mayor desarrollo mediante la utilización de la tecnología (cyborgs, por ejemplo), hay que entender que el fin es descansar en algún tipo de paraíso o simplemente se vive para morir? Estas cosas se escapan a lo expuesto por González seguramente. Los homosexuales y las safistas han estado mal vistas durante siglos, eso es evidente, pero de ahí a que eso sea un problema biológico hay un trecho grande. El feminismo no se opone a que las personas se enamoren o tengan sexo libremente, pues ellas han sufrido eso mismo durante más siglos.
Totalitarismo y acientifismo en vena
No se queda ahí el secretarie que entiende que “están en el lado correcto de la historia, a nosotres [¿entienden ahora lo de secretarie?] no se nos recordará como esos seres nefastos que se han interpuesto ante la magnífica evolución humana y del propio ser”. Parece ser que la evolución del ser es ir a un registro, siendo un violador por ejemplo, para poder entrar en los baños y vestuarios femeninos (sin cambio de aspecto y hasta con barba se entiende). O que toda vez que te juzguen como hombre cambiar de sexo para pasar la temporada de trena en una cárcel de mujeres. O cambiarte de sexo antes de dar una paliza a tu mujer para que no haya pena de prisión por violencia machista. Todo un avance, sí (léase de manera irónica).
Y por si no ha quedado claro que no sólo están contra la historia las feministas (por cierto, los últimos que decían que los demás estaban contra la historia terminaron con millones de personas o construyendo totalitarismos), estas mujeres son poco diversas (continuando la senda marcada por Gutiérrez a nivel federal): no hay mujeres negras; no hay migrantes; ni musulmanas; ni gitanas; ni mujeres trans (no explica de qué tipo); ni discapacitadas. Sólo hay mujeres privilegiadas con “zapatos de 500 euros” [un mecanismo que falsea la realidad para hacerlas ver como lo que no son] hablando de privilegios de transexuales (¿o transgeneristas?) que viven en la marginalidad. Pues precisamente, si se hubiese molestado en leer, las feministas abogan por la abolición de la prostitución, factor de marginalidad de muchas transexuales (que no transgeneristas). Algo que el lobby gay no es que quiera abolir sino legalizar, para hundir más a estas personas en lo marginal.
Quitarse al feminismo para legalizar los vientres de alquiler
¿Por qué está tan interesado el lobby gay en defender a un grupo de personas que no son ni el 0,1% de la población? ¿Por qué ese ataque tan feroz y constante al feminismo que siempre apoyó al colectivo gay y a los transexuales anteriormente? Lo que queda de resistencia en la izquierda frente a la explotación reproductiva, esto es, la compra-venta de bebés mediante los vientres de alquiler, se llama feminismo. En el PSOE todo el feminismo es contrario a los vientres de alquiler. Algo que perjudica a ese lobby gay pensando que la reproducción es un derecho, el cual no importa que pisotee la dignidad humana de las mujeres. Si se fijan en los mensajes de todo el lobby gay, siempre están con el tema de los vientres de alquiler. Además, hay que añadir las importantes sumas de dinero que las empresas farmacéuticas aportan al mundo LGBTi.
La realidad es que el lobby gay tiene dos problemas en el PSOE. Uno, claro y evidente, son las mujeres y por eso las atacan y se hacen las víctimas incluso desde las secretarías del partido. Pero desconocen, porque han entrado al partido a sus cosas, sin pasar por una agrupación en muchas ocasiones, que el elemento socialista también es contrario a los vientres de alquiler, como lo es a cualquier forma de explotación. Ahí tienen las palabras del histórico de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha. No van a conseguir que se legalicen los vientres de alquiler, ni que se apoye al transgenerismo, por lo que la lucha al final acaba propiciando una pérdida constante de votos. El voto de las mujeres, esas a las que desprecian llamándolas viejas, es más importante que el voto gay y, al final del camino, los políticos acaban contando las lentejas.
Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales y/o las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Novela
James McBride, El color del agua, Big Sur, 19,95€
Hijo de un hombre negro y una mujer blanca, James McBride creció con sus once hermanos en un barrio pobre de Brooklyn. Su madre, una mujer ferozmente protectora, con «ojos oscuros llenos de energía y fuego», siempre se preocupó por la educación de su prole. Les exigió buenas calificaciones en la escuela mientras ella debía trabajar largas jornadas para llevar un poco de pan y leche a casa.
Por el color de su piel y cierto aire extravagante, desde niño McBride vio a su madre como una fuente de vergüenza, preocupación y confusión. Llegados los treinta, decide explorar su pasado y vuelve sobre sus pasos para descubrir la verdadera historia de Rachel Shilsky, una mujer judía que a los diecisiete años huyó de una vida familiar opresiva para casarse con un pastor bautista.
Con un estilo franco y preciso, el autor recrea la conmovedora historia de su madre mientras evoca sus propias experiencias como niño mulato y pobre, sus coqueteos con las drogas y la violencia, hasta alcanzar finalmente la autorrealización y el éxito profesional.
Jon McGregor, La palabra para rojo, Libros del Asteroide, 20,95€
Una pequeña expedición antártica acaba en tragedia tras una fuerte tormenta. Uno de los miembros del equipo ha desaparecido y otro, Robert Doc Wright, un veterano del trabajo de campo en la Antártida que tiene las claves de lo que ocurrió, ha perdido el habla y parte de la movilidad. De vuelta en casa, las consecuencias del accidente alcanzan a toda la familia. Su mujer Anna, científica, se enfrenta a una nueva vida como cuidadora a tiempo completo, mientras que Robert está obligado a aprender una nueva manera de estar en el mundo.
El multipremiado novelista Jon McGregor regresa con esta impactante novela que desmenuza de forma tierna y cautivadora la noción de heroísmo y explora las secuelas de los accidentes vasculares cerebrales. Una reflexión sobre la fina línea que separa el sacrificio del egoísmo, una novela sobre el infravalorado e inadvertido coraje que se necesita para llegar hasta el final del día.
Olivia Ruiz, El color de tus recuerdos, Duomo, 18€
Los secretos y recuerdos de una saga de mujeres indomables
Los objetos tienen vida cuando guardan secretos en su interior. Pueden esconder existencias enteras. La abuela Rita ha muerto y deja en herencia a su joven nieta una antigua cómoda, llena de misteriosos objetos y que tanto la había fascinado de niña. Cada uno de sus coloridos cajones desvela los recuerdos que marcaron la vida de cuatro generaciones de mujeres entre España y Francia desde la dictadura franquista hasta nuestros días. En una sola noche, la joven descubre que aquella bella cómoda de colores guarda no solo ilusiones, sino su propio pasado.
El color de tus recuerdos es una extraordinaria novela sobre la familia de la autora, una historia que nadie le había contado y que necesitaba ser revelada.
Mercedes Valdivieso, La brecha, Firmamento, 19€
Obra inaugural de la literatura feminista hispanoamericana, La brecha es una de las manifestaciones más lúcidas y narrativamente eficaces de la subjetividad femenina contemporánea.
Con su publicación, la autora pasó a convertirse en una revelación en los medios literarios y periodísticos chilenos, hasta el punto de ver agotada la primera edición del libro sólo unas semanas después de su aparición.
La novela fue alabada por las voces críticas más reconocidas, al tiempo que sufría el rechazo de los sectores eclesiásticos y los círculos conservadores, quienes objetaron a la escritora la libertad que se tomaba para tratar ciertos temas considerados escandalosos, entre ellos el divorcio y el aborto, repudiando asimismo la rebeldía de la protagonista, quien tras separarse de su marido logra realizarse plenamente fuera del matrimonio y descubre que casarse y tener hijos no era una de sus metas vitales.
Desde un enfoque ideológico insólito hasta entonces, la obra de Valdivieso fundó una estirpe de escritoras independientes cuyo trabajo contribuye hoy a pensar y visibilizar las condiciones de supeditación de la mujer en la sociedad de nuestros días.
Sobrecubierta
Mircea Cărtărescu, El ala derecha, Impedimenta, 26€
«Era el año del Señor de 1989. La gente oía hablar de guerras y de revueltas, pero no se asustaban, pues esas cosas tenían que suceder.» El ala derecha es la tercera entrega de la trilogía Cegador. Estamos en el último año del hombre en la Tierra, el año de la Revolución. La dictadura de Ceausescu vive sus estertores, y en los circos del hambre, colas de mujeres esperan la comida que no llega. Bucarest es una ciudad de muertos y de noche, de ruinas y miseria. El joven Mircea se debate entre visiones alucinadas de una ciudad que se asoma al fin del mundo, embarcado en una disección salvaje y mística de la primera infancia, en un viaje onírico por el laberinto de la genealogía familiar, en el que todo converge y todo acaba en una plenitud tan fugaz como el latido del ala de una mariposa.
Kobayashi Takiji, Vida de un militante, Satori, 24€
El 15 de marzo de 1928 Japón sufrió una oleada de represión política sin precedentes. Ese día, la policía detuvo a 1600 militantes y simpatizantes comunistas, que acabaron en la cárcel acusados de intentar derrocar al gobierno conservador del primer ministro Tanaka. El pequeño pueblo de Otaru fue escenario de una de las redadas más grandes del país. Aquí es donde vive Kobayashi Takiji, un joven e idealista empleado de banco que acaba de entrar en contacto con el sindicato local. Testigo de estos eventos y ante el silencio cómplice de la prensa, este cronista improvisado decide contar lo que ha sucedido en su pueblo escribiendo una historia conmovedora marcada por el compromiso político y el ímpetu de la juventud.
Claire Etcherelli, Élise o la vida de verdad, Periférica, 19,90€
Élise es una joven rendida a la relación maternal y protectora que la une a su hermano pequeño. Buscando otros horizontes y dispuesto a iniciarse en la vida militante, éste se traslada a París. Élise le sigue y logra un empleo en la cadena de montaje de una fábrica de automóviles, donde comienza a ser consciente de la vida de verdad: la exigencia productiva implacable; la tensión racial entre los trabajadores franceses y el resto de trabajadores inmigrantes…
Allí conocerá a Arezki, un compañero argelino que sufre el trato desconsiderado de los patronos y de la policía, que ve en todos los argelinos células subversivas de apoyo a la independencia. Poco a poco y en secreto, la distancia de sus respectivos mundos se reduce hasta diluirse en una arrebatada y emocionante historia de amor.
Yeyo Balbás, Cova Dónnica, Pàmies, 21,95€
Año 717.
Al-Hurr, el nuevo gobernador de al-Ándalus, se dispone a aniquilar los últimos focos de resistencia del reino visigodo. La conquista musulmana está a punto de consumarse bajo la despiadada tutela de Opas, el obispo metropolitano de Toledo, y los principales linajes hispanogodos deben enviar rehenes a Corduba. Fruela, hijo de Pedro, el duque de Cantabria, acude a la capital de al-Ándalus para garantizar la lealtad de su gente. Sin embargo, su verdadero propósito será encontrarse con Pelayo, un noble astur, antiguo espatario del rey Rodrigo, para entregarle una carta que desencadenará una rebelión en las montañas del norte.
Al mismo tiempo, al otro lado del Mediterráneo, el Imperio bizantino lucha por su supervivencia. Los sarracenos han reunido el mayor ejército desde que Jerjes cruzó el Helesponto para invadir Grecia doce siglos atrás. Mil ochocientas naves de guerra y ciento veinte mil muqātila avanzan, como una marea de fuego, hacia Constantinopla, y nada parece detenerlos…
Yeyo Balbás nos sumerge en una trepidante narración ambientada en un momento crucial de la Historia, en el que solo el valor y la tenacidad de unos pocos consiguieron frenar a un imperio que parecía imparable.
Francisco Álvarez, Cabeza alta, Hoja de Lata, 19,90€
Algo tienen en común las familias mineras del condado de Yorkshire, en huelga contra el gobierno de Margaret Thatcher, con Olympe de Gouges, la girondina que reclamó un sitio para las mujeres en el nuevo mundo que albergaba la Revolución francesa. Algo une a Rosa Parks, la costurera que se negó a ceder su asiento en los Estados Unidos de la segregación racial, con Lezo Urreiztieta, el marinero que evacuó a combatientes republicanos tras la caída del frente norte. Algo, a fin de cuentas, vincula a los piratas del siglo XVII, borrachos, andrajosos e irredentos, con Caravaggio, el pintor de la luz y la tiniebla.
Relatos protagonizados por hombres y mujeres que pisan fuerte en su tiempo y lugar. Personas que aun en las peores circunstancias prefirieron plantar la batalla de la dignidad.
David Toscana, El peso de vivir en la Tierra, Candaya, 20€
La noticia de la muerte de tres cosmonautas soviéticos al volver a la tierra, después de 23 días en la estación espacial Sályut, es el detonante del delirante viaje que va a emprender Nicolás. Amparado por la pasión lectora, cambia su nombre por el de Nikolái Nikoláievich Pseldónimov y su vida cotidiana, la de principios de los años setenta en el norte de México, se convierte en un friso que conjuga todos los tiempos y todos los espacios de la literatura rusa: desde Tolstói hasta Bulgákov, desde Chéjov hasta Ajmátova.
Nicolás y su mujer, junto a un puñado de desconocidos que se les unen por el camino, recrean con fervor escenas, conversaciones e historias de un amplio abanico de novelas, cuentos y obras de teatro, pero que a diferencia de los caballeros que imitaba don Quijote, están protagonizados por antihéroes. Decenas o cientos de relatos que nos ayudan a recomponer su propia historia y a intuir su desolación ante un mundo en el que no encajan, al que solo pueden enfrentarse con la imaginación. Porque, como dice el protagonista de El peso de vivir en la tierra, «La vida es lo único infinito que tiene final».
Daniel P Espinosa, Demonio de nuestros pecados, Versátil, 18,50€
La inspectora Pozo ha matado a su único sospechoso.
Después de tres años durante los que el Asesino de Muñecas ha estrangulado a sus víctimas bajo la lluvia interminable que asola Madrid, y de recibir mensajes que amenazaban a su hija, Pozo y su compañero han acabado con él. Sin piedad. Todo para terminar con la pesadilla.
La ciudad respira mientras el agua sigue cayendo, la inspectora y su subinspector comparten a escondidas cama y culpa, y las redes aplauden a sus héroes anónimos. Hasta que aparece otra víctima, resucitando el pasado de hace veinte años.
Un pasado que atormenta a unos amigos que, tras una fiesta universitaria con demasiadas drogas, no recuerdan quién de ellos mató a una joven poeta. Uve. La que obsesiona a todos.
Implacable, el asesino envía una cuenta atrás de mensajes a la inspectora Pozo, amenazando con destrozar lo poco que le queda si se empeña en encontrarlo. Pero, cuando los mensajes se acaben, ¿quién será la última víctima?
Esther Hatch, La falsa sirvienta, Libros de Seda, 18,95€
Lady Patience Kendrick nació para el privilegio y siempre ha vivido una vida de lujos en la que no le ha faltado de nada. Cuando su hermano mayor la acusa de ser frívola y altanera, decide demostrarle que no es así y lo hace de manera drástica: se disfraza de sirvienta para que vea que es tan capaz de trabajar como cualquier otra persona. Acepta entonces un puesto en casa del capitán a cuyas órdenes sirvió su hermano. Sin embargo, pronto descubrirá que no es lo mismo querer que poder. Lo que al principio le parecía un plan prometedor ahora le resulta demasiado duro; además, el encantador hijo de los señores de la casa no es que ayude mucho a llevarlo a cabo. Y la farsa que ha montado se hace cada vez más complicada de mantener. No quiere cejar en su empeño de contrariar a su hermano… aunque sus planes se estén yendo al traste de la manera más deliciosa.
Hernán Migoya, Nadie nuevo cerca de ti, Pez de Plata, 21,90€
Barcelona, hoy.
Una chica polisexual y llena de vida. Un asesino misterioso que se la arrebata. Un buscavidas que extorsiona a sus amantes de Tinder y que, por amor, decide hacerse detective y encontrar al asesino.
Una inmersión en las calles más degradadas y salvajes de la Ciudad Condal postolímpica, donde charnegos, indepes, sudacas, traficantes, rateros, travestis, swingers, otakus, okupas y otros representantes de minorías se ganan las lentejas pisando a quien haga falta.
Hernán Migoya debuta en el género que lo marcó en su infancia. Si su Todas putas nació como título por su admiración infantil al clásico policíaco Todos muertos de Chester Himes, Nadie nuevo cerca de ti nace de su amor y odio por Barcelona, una ciudad que conoce a fondo y a la que saca los colores y los calores con una historia rezumante de acción, sexo y humor negro. Una mirada despiadada a la trastienda de la capital catalana, donde los pasillos de las comisarías conducen directamente a las orgías en los clubs de intercambios de parejas.
Con un ritmo trepidante y una osadía para la ofensa que ningún autor anglosajón se permitiría hoy día, Migoya construye el retrato vivo de una Barcelona que huye eufórica hacia su propio caos, a la vez que nos proporciona una gesta de pasión y venganza donde todos sus participantes son víctimas y verdugos.
Fonda Lee, Guerra de jade, Insólita, 23,95€
En la isla de Kekon, la familia Kaul está atrapada en una violenta disputa por el control de la capital y el suministro de jade mágico que desde hace cientos de años otorga poderes sobrenaturales a los guerreros huesos verdes.
Más allá de las fronteras de Kekon, la guerra está a punto de estallar. Las potencias extranjeras y los capos criminales han fijado su atención en la nación insular. El jade, el recurso más preciado de Kekon, podría hacerlos ricos o convertirse en el arma necesaria para derrotar a sus rivales.
Rodeada de amenazas por todos lados, la familia Kaul se ve obligada a formar nuevas y peligrosas alianzas, enfrentarse a sus enemigos en las oscuras calles y las altas torres de oficinas de la capital y dejar el honor a un lado para hacer lo que sea necesario para asegurar su propia supervivencia… y la de todos los huesos verdes de Kekon.
Guerra de jade es el segundo libro de la Saga de los huesos verdes, una trilogía épica sobre la familia, el honor y aquellos que viven y mueren según las antiguas leyes de la sangre y el jade.
Anne F. Garreta, ¡Nel tajo!, EDA, 16,90€
En ¡Nel tajo!, una niña cuenta el caos progresivo provocado en una familia de clase humilde por un padre amante del bricolaje. Su mujer, afligida por las obsesivas empresas modernizadoras del patriarca, cocina y mantiene limpias a las hijas que hacen de peones en la obra. Ese padre es un puto desastre, todo lo destroza y derrama, además, una carga de hormigón sobre una de sus hijas. Imaginará cincuenta soluciones para enderezar la situación pero, finalmente, abandona a las niñas para buscar socorro. Esta nueva novela de Anne F. Garreta es un gran explosivo lanzado contra nuestra sociedad, un artefacto que denuncia ácidamente la brutalidad de nuestras instituciones y sus formas de dominación del inmigrante, el homosexual, el negro, el huérfano, el desheredado…
Donald Antrim, La vida después, Chai Editora, 19,50€
La historia del largo deterioro de mi madre es, en algunos aspectos, la historia de su vida. La historia de mi vida está ligada a esta historia, la historia de su deterioro. Es la historia que ocupa siempre un lugar central en mi manera de percibirme a mí y a los demás en el mundo. Es la historia, o por lo menos es el papel que juego en esa historia, que me permite no perder nunca a mi madre.
Donald Antrim empieza a escribir este libro cuando muere Louanne, su madre. El resultado no es una autobiografía clásica ni una novela de formación, sino un libro excepcional, particularísimo, que bucea en las motivaciones inconscientes, los sueños, el padecimiento psíquico, el alcoholismo y todo lo fallido que puede existir en una familia. Con una prosa brillante y siempre a medio camino entre el humor y la ternura, entre lo conmovedor y lo terrible, Antrim da cuenta de La vida después, una vida tan entrañable como devastadora.
Alfred Henschke (alias Klabund), La enfermedady otros escritos desde Davos, El Desvelo, 16€
Escenas vertiginosamente rápidas, a menudo cínicas y frívolas, escritas en un estilo telegráfico denotan en igual medida la desesperación y las ansias de vivir del elenco internacional de pacientes de La enfermedad. Klabund aborda el tema mostrando los aspectos más feos, repelentes e indignos de la tuberculosis, lo que es una marca característica de la corriente expresionista; al igual que lo son el conflicto generacional y la problemática de la alienación. Y la radical y perturbadora forma y lenguaje que el autor crea, cuando la muerte se aproxima o por fin llega, son también deudores del expresionismo y el dadaísmo. La enfermedad es un texto vanguardista pero con una concepción de la tuberculosis que sigue la tradición cultural y medicinal del XIX, al considerar la afección pulmonar una enfermedad estética que lleva a una muerte incluso lírica.
Rachel Yoder, Canina, Blackie Books, 22€
La protagonista de esta historia está desbordada: pese a renunciar a su trabajo en una galería de arte, su tiempo parece escurrirse entre cuidar de su hijo de dos años y ocuparse de la casa. Su marido, claro, está demasiado liado viajando por trabajo. El agotamiento es tal que muchos días cree perder la cabeza. Como ahora, que siente estar transformándose. ¿En qué? No quiere pensarlo…
Adrienne Monnier, Rue de L’Odeon, Gallo Nero, 20€
París, 1915. Mientras la guerra irrumpe, el sueño de una joven inconformista se hace realidad: en el corazón del Barrio Latino Adrienne Monnier abre «La Maison des Amis des Livres», la librería que marcaría la vida intelectual del París de la primera mitad del siglo XX. Esta obra nos ofrece un retrato y un testamento personal y profesional de una mujer que dedicó treinta años a la literatura.
Luis García Trapiello, A través de la niebla, Sargantana Editorial, 13,90€
Aceptar la lectura de este libro es querer recorrer un camino, el camino de quien lo está leyendo. Será protagonista y es posible que se sorprenda pensando en aquello en lo que, quizá, nunca pensó. Nuestra mente jamás dejará de sorprendernos. Ese es el juego de la vida. Somos lo que hemos hecho, lo que hemos dicho y escuchado, pero también lo que hemos callado. Si además lo hemos reflexionado, nos hemos hecho. Somos memoria. ¿Te has preguntado cuáles serían tus pensamientos si perdieses todos los sentidos menos uno, si solo oyeras? ¿Qué sentirías? ¿Sentirías? Tú, solo tú ante ti, eres el protagonista en esta novela. Suprime el nombre que en ella aparece, sustitúyelo por el tuyo. Te sorprenderás hablando contigo mismo sin que nadie te oiga, ¿o sí? Ahora o después, a través de la niebla.
Ilustrados
Marcel Proust, Combray, Nórdica, 23,95€
La pequeña localidad campestre, originalmente llamada Illiers, a unos cuarenta kilómetros de Chartres, quedó transformada con los recuerdos de infancia de Proust, que la glorificaba en su obra En busca del tiempo perdido bajo el nombre de Combray.
«Ese gusto era el del pequeño pedazo de magdalena que los domingos por la mañana en Combray […] mi tía Léonie me ofrecía tras haberla mojado en su infusión de té o tisana».
Combray es el inicio, la introducción al resto de los volúmenes que conforman En busca del tiempo perdido, y es una lectura imprescindible para todo apasionado de la literatura.
Jeff Lemire, Dave Stewart y Andrea Sorrentino, Primordial, Astiberri, 19€
El 28 de mayo de 1959, los Estados Unidos lanzaron su último cohete al espacio. Sus pasajeros eran un macaco llamado Able y una saimiri llamada Baker. El 3 de noviembre de 1957, menos de dos años antes, la Unión Soviética lanzó el Sputnik 2 con la perra Laika a bordo. La URSS informó de que Laika no llegó a órbita. Los Estados Unidos de que Able y Baker murieron apenas llegaron al espacio. Lo que realmente pasó es que los animales no murieron… se los llevaron. Y ahora van a regresar a casa.
Poesía y Teatro
Natalia Litvinova, Soñka, manos de oro, La Bella Varsovia, 12,90€
Se llamaba Sheindla-Sura Leibova Salomoshak-Bluwstein, aunque la historia la recuerda por su apodo: «Soñka, manos de oro». Había nacido en Varsovia en 1846, y a finales del siglo XIX se convirtió en una leyenda por sus ingeniosas maneras de estafar. Ocupó las portadas de los diarios más leídos de la época: la llamaban «Diablo con falda», «La versión femenina de Robin Hood» o «La zarina del crimen». Engañaba y robaba a los hombres ricos en los hoteles de Odesa, Moscú y San Petersburgo, en las joyerías y en los trenes. La atraparon en 1888, y cumplió condena en la isla de Sajalín. Se decía que quien entraba allí jamás regresaba: así ocurriría con Soñka, que murió en prisión en 1902.
Pero antes hubo un juicio. Un juicio polémico y popularísimo en su tiempo, cuando Soñka —manos de oro— evocó la historia de su vida: una memoria bien diferente a aquella que la prensa había divulgado sobre ella. Natalia Litvinova reconstruye en estos poemas la biografía de Soñka, sus soledades y sus amores, su relación con un mundo que ella dividió entre quienes robaban y quienes no. Soñka, manos de oro es un libro sobre el poder y el dinero, sobre el valor de lo material en contraposición con el valor de aquello que no logramos retener. Un extenso poema narrativo, fragmentado y lleno de ambición, que plantea un viraje en la trayectoria de Natalia Litvinova.
Carlos S. Olmo Bau, Sobre las sábanas, Valparaíso, 12€
Sobre las sábanas, de Carlos S. Olmo Bau, recoge poemas escritos desde la enfermedad, el dolor, el miedo o la incertidumbre; en ocasiones desde una resignación que, no obstante, convive con una incesante rebeldía que, sin dejar de mirar de reojo a la muerte, aspira a construir días venideros con entusiasmo.
Salas de hospitales y soledades en la noche se entrelazan con habitaciones, ventanas, esquinas y calles en las que la oscuridad cotidiana y la luz pasada y futura deviene verso y combate.
Otras lecturas interesantes
Susanna Kaysen, Inocencia interrumpida, Big Sur, 16,95€
En 1967, después de una sesión con un psiquiatra al que nunca había visto antes, Susanna Kaysen, de dieciocho años, fue internada en el Hospital McLean. Pasó la mayor parte de los dos años siguientes en la sala de chicas de un hospital psiquiátrico muy reconocido por haber tenido entre sus pacientes a celebridades como Sylvia Plath, Robert Lowell, James Taylor y Ray Charles.
Las memorias de Kaysen nos ofrecen un retrato vívido de un grupo de jóvenes que han sido internadas debido a diferentes dolencias psíquicas. Lúcida e irónica, la autora cuestiona los procedimientos de diagnóstico y curación, contraponiendo la complejidad de su propia experiencia con el agarrotamiento cultural de un sistema que muchas veces actúa como percutor del sufrimiento psicológico. Inocencia interrumpida propone una mirada inteligente, piadosa y no exenta de humor sobre la fragilidad del espíritu y la borrosa frontera entre cordura y locura.
Edgardo Scott, Caminantes, Gatopardo, 16,95€
«Lo cierto es que no se camina nada o se camina poco y mal. Se camina sin ver, sin contemplar, sin abandonarse al paseo», constata Edgardo Scott al inicio de este sugerente ensayo. En la era del automóvil, del footing y de las pantallas, el arte de caminar parece en peligro de extinción. Pues caminar es —puede ser— algo más que desplazarse a pie, dar un paso tras otro, ejercitar las piernas por prescripción médica. Como atestigua una larga tradición de escritores, pensadores y artistas a los que Scott convoca, homenajea y sigue en estas páginas llenas de asociaciones canónicas e imprevistas —de san Ignacio de Loyola a Damon Albarn, pasando por Baudelaire, R. L. Stevenson, Borges, Machado y Rosa Chacel—, caminar es una forma de meditación estética y filosófica, de imaginación literaria y política; una forma de escritura y de lectura en movimiento que nos ayuda a descifrar el mundo que nos rodea y también a nosotros mismos.
Ben Amí Fihman, Caza mayor, Demipage, 20€
“Tres escritores se reparten las páginas de este volumen de crónicas organizadas alrededor de las entrevistas que Borges, Cioran y Bashevis Singer me concedieron ante unos magnetófonos portátiles en la segunda mitad del siglo XX. El censo de algunas de las peripecias sufridas en el afán de conseguirlas, y el recorrido que, al menos en uno de los casos, describieron después de salir a la luz pública, les dan un bouquet denso y atractivo, así espero.”
Berta Ares Yáñez, “La leyenda del santo bebedor”, legado y testamento de Joseph Roth, Acantilado, 20€
Joseph Roth concluyó «La leyenda del santo bebedor» dos semanas antes de morir en París, alcoholizado y apátrida. La investigadora Berta Ares Yáñez explora en este ensayo iluminador los topos, símbolos, metáforas y motivos literarios que caracterizan la obra de Roth, profeta de la modernidad, a la luz de la literatura del shtetl oriental y de la mística luriana.