domingo, 14 diciembre, 2025

#NovedadesLiterariasD16 Grandes Editoriales (29 octubre)

Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como ofrecen las editoriales o las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

Fiódor Dostoievski, La sumisa, Galaxia Gutenberg, 12,50€

Publicada en 1876, es uno de los últimos relatos surgidos de la pluma del gran escritor ruso Dostoyevski, mientras trabajaba en la que sería su última novela «Los hermanos Karamázov». La publicamos ahora en castellano recuperando la espléndida traducción de Juan Luis Abollado.

Martin Michael Driessen, El santo, Alianza Editorial, 19,50€

Donatien nace en 1789, el año de la Revolución francesa. En ausencia de una conciencia del bien y del mal, y por consiguiente de todo principio determinante en la vida, se ve obligado a emprender las más diversas empresas para justificar su existencia y dotarla de sentido: la historia de su vida es una novela picaresca a la par que hedonista, pues usa sus encantos para aprovecharse de la credulidad natural de la gente, proporcionándoles, si no la felicidad, al menos la esperanza de la felicidad. Inspira a Victor Hugo, ayuda a instaurar la escala Beaufort y se embarca en una temeraria expedición a la costa chilena en busca de las tribus perdidas de Israel. Convertido en el temible bandido de los Vosgos, consigue alcanzar la fama, aunque no en la forma que alguna vez imaginó. Es un asesino angelical y un santo diabólico, tan adorado como odiado por hombres y mujeres que caen rendidos ante su belleza. Martin Michael Driessen (Países Bajos, 1954) es escritor, traductor y director de teatro y ópera. Su obra ha sido aclamada por la crítica, traducida a diversas lenguas y galardonada con importantes premios.

Luz Gabás, Lejos de Luisiana, Planeta, 23,50€

Persiguieron sus sueños a orillas del Misisipi. Sus vidas fueron más grandes que el río.

Después de años de colonización, la familia Girard acepta la controvertida decisión de su país, Francia, de ceder a España en 1763 parte de las indómitas tierras del Misisipi; sin embargo, sufrirá las consecuencias de las rebeliones de sus compatriotas contra los españoles, la guerra de norteamericanos contra ingleses por la independencia de los Estados Unidos y la lucha desesperada de los nativos indios por la supervivencia de sus pueblos. En unos tiempos tan convulsos, Suzette Girard e Ishcate, indio de la tribu kaskaskia, librarán su propia batalla: preservar su amor de las amenazas del mundo que les ha tocado vivir. Todo ello conforma una novela cautivadora y monumental que atraviesa las cuatro décadas en las que España poseyó las legendarias tierras de Luisiana.

Michael Connelly, Las horas oscuras, Alianza de Novelas, 20,95€

Harry Bosch y Renée Ballard trabajan juntos para atrapar a un asesino metódico y audaz

Reina el caos en Hollywood en Nochevieja. Renée Ballard, detective del Departamento de Policía de Los Ángeles, recibe una llamada poco después de medianoche: el propietario de un taller de coches ha resultado mortalmente herido por una bala en medio de una fiesta callejera.

Enseguida concluye que está relacionada con otro asesinato sin resolver investigado por el detective Harry Bosch. Al mismo tiempo, Ballard persigue a una perversa pareja de violadores en serie, los Hombres de Medianoche. La detective siente que va a contracorriente en un departamento de policía cambiado por la pandemia y el malestar social, por lo que busca la ayuda de Harry Bosch. Mientras trabajan juntos, deben mirar por encima del hombro constantemente. Los depredadores a los que persiguen están dispuestos a matar para mantener ocultos sus secretos.

Carmen Posadas, Licencia para espiar, Espasa, 21,90€

Si hay un campo donde se ponen a prueba las llamadas “armas de mujer” ese es sin duda el de la intriga. Desde la más remota antigüedad, y prácticamente en todas las culturas, siempre ha habido féminas que aunaban inteligencia, valor, mano izquierda y mucho ingenio. Carmen Posadas, tras realizar una investigación minuciosa, compone un relato apasionante y sumamente entretenido de las peripecias de algunas de estas mujeres que, sin duda, merecen un lugar destacado en la historia.

La autora recoge, entre otras, las historias de la bíblica Rahab, cuya intervención fue decisiva para conquistar la Tierra Prometida, o de la Balteira, la juglaresa gallega que se vio envuelta en mil y una intrigas durante el reinado de Alfonso X. De su mano, conoceremos a las singulares y temibles envenenadoras de la India, y tendremos un punto de vista insólito sobre el asesinato de Julio César. Por estas páginas desfilan reinas como Catalina de Médicis y su “escuadrón volante”, aventureras como la inevitable Mata-Hari, y también princesas que pusieron su talento al servicio de Hitler, o españolas que se vieron envueltas en algunos de los complots más importantes del siglo XX, como Caridad Mercader.

Todas ellas, y algunas más que no se pueden mencionar, componen un libro que se lee como la mejor novela de aventuras y que, una vez más, demuestra que el talento femenino es inagotable y no conoce límites.

Catherine Lacey, Altar, Alfaguara, 19,90€

Una persona llega a un pequeño pueblo de Estados Unidos. Las gentes del lugar la encuentran durmiendo en un banco de la iglesia, donde se ha refugiado durante la noche. Es imposible discernir su raza, su edad o su sexo y, aunque entiende el idioma en el que le hablan, se niega a pronunciar palabra o a contar su historia. La comunidad local, unida por una fuerte fe religiosa, se muestra dispuesta a acogerla y le da el nombre de Altar, pero en los seis días siguientes, previos al misterioso Festival del Perdón, su presencia acaba exponiendo los miedos más profundos y las hipocresías de la congregación.

Lacey ha creado una fábula hipnótica que nos plantea preguntas urgentes sobre nuestra identidad, nuestro cuerpo y nuestra capacidad de entendimiento: una novela perturbadora y esencial.

Clara Peñalver, La importancia de tu nombre, Ediciones B, 20,90€

Elena Maldonado, una prestigiosa psicóloga del barrio de Salamanca, recibe un mensaje en el que alguien asegura que va a asesinar a uno de sus pacientes y que ella tendrá que decidir cuál y cómo debe morir. Al principio le parece una broma pesada, pero pronto descubrirá que su anónimo titiritero conoce todos sus secretos y que, si no sigue las reglas del juego, su hija correrá un grave peligro.

La buena noticia es que Elena sabe cómo funciona la mente de las personas. La mala es que la crueldad de su acosador parece ser totalmente inhumana. ¿Quién es y por qué la odia tanto? ¿Desde cuándo la acompaña? ¿Acaso está compartiendo su día a día con un sádico asesino sin saberlo?

Camilla DeAngelis, Bones & All, Plaza & Janés, 19,90€

Maren Yearly quiere lo mismo que cualquier chica de su edad. Quiere convertirse en alguien a quien los demás admiren y respeten. Y quiere que la quieran. Pero Maren tiene un secreto que la hace diferente, impulsos que no puede controlar. Y se odia por las cosas malas que le ha empujado a hacer, por lo que ha causado en ella y en su familia.

Porque Maren no solo rompe corazones, los devora. Desde el día en que su madre le encontró en la boca un hueso del oído de la niñera cuando apenas tenía dos años, supo que la vida no sería normal para ninguna de las dos.

Y cuando, el día de su decimosexto cumpleaños, su madre la abandona con un poco de dinero, una mochila y su partida de nacimiento, Maren decide lanzarse a la búsqueda del padre que nunca conoció, determinada a averiguar la clave de su origen y de por qué hace lo que hace.

Enfrentada a un mundo que quizá encierre otras personas como ella, pero también la inesperada posibilidad del amor, Maren pronto se da cuenta de que a quien busca es a sí misma.

Deborah Levy, El hombre que lo vio todo, Random House, 19,90€

En 1988, en Londres, el joven Saul Adler es atropellado por un Jaguar al cruzar el famoso paso de peatones de Abbey Road. Sin ninguna lesión aparente, al día siguiente parte hacia Berlín Este con una beca como historiador. Pero las lesiones provocadas por el accidente parecen más graves de lo que creía, y durante su estancia en Alemania empieza a tener visiones del futuro, como la caída del muro de Berlín.

En 2016, años después de haber regresado a Londres y en pleno Brexit, Saul es atropellado de nuevo en Abbey Road por el mismo coche. A partir de ese momento dependerá del relato ajeno para dar sentido a sus recuerdos, condensados en un complejo mosaico de personas a las que ha hecho daño y detalles obsesivos en los que el pasado y el presente se entretejen en un círculo sin salida.

El hombre que lo vio todo es una profunda reflexión sobre la forma en que la historia se repite cuando no reparamos nuestros errores. Deborah Levy traza un inquietante viaje por la Europa de las últimas décadas, demostrándonos que la memoria puede moldearse del mismo modo que las fronteras.

Ingvild H. Rishoi, La puerta de las estrellas, Galaxia Gutenberg, 14,50€

Ronja, de diez años, siempre ha soñado con tener un árbol de Navidad. Pero su padre, un viudo amable y cansado, y víctima del alcohol, no consigue permanecer en un mismo trabajo el tiempo suficiente para ganar el dinero que gastar en lo que no es esencial. Un libro emocionante y conmovedor, triste y lleno de bondad, que hace bien y duele, y te engancha desde la primera a la última página.

Cristina Campos, Historias de mujeres casadas, Planeta, 22,50€

Maridos, amantes y amigas van y vienen, pero el amor, el verdadero amor, permanece para siempre.

Una novela sincera y actual sobre el matrimonio, la amistad, el deseo y el amor.

Gabriela es una mujer casada con un hombre al que quiere. Al que adora. Un hombre que le mendiga sexo una vez al mes. Y Gabriela, porque le quiere, porque adora a su marido, sin desearlo, se lo concede. Pero cada mañana, Gabriela se cruza con un desconocido, un hombre al que, incomprensiblemente, desea.

Gabriela es periodista y trabaja junto a sus compañeras de redacción, Silvia y Cósima, mujeres con las que ha forjado una preciosa y sólida amistad. Como Gabriela, también ellas esconden pequeños secretos a sus maridos.

Historias de mujeres casadas es una poderosa novela que ahonda en la intimidad femenina y narra con naturalidad la realidad de muchas mujeres contemporáneas atrapadas en unas vidas que nunca imaginaron.

Antonio Cabanas, El sueño de Tutankamón, Ediciones B, 22,90€

Un viaje fascinante al corazón del Antiguo Egipto y el reinado de Tutankhamón, el faraón más enigmático de la Historia.

Tras el reinado déspota y caótico de su padre, el joven Tutankhamón trata de poner orden en un país dividido. El faraón es apenas un adolescente y la despiadada lucha por el poder le ha sumido en la más absoluta soledad, pero todo cambia cuando aparece en su vida un humilde pescador llamado Nehebkau, que posee el increíble don de atraer a las cobras y encantarlas con su sola presencia. Será así como comience la profunda amistad que marcará la vida de ambos y será el hilo conductor de esta historia que nos transporta a una época fascinante.

Con el rigor y el ritmo propios de un gran maestro de la novela histórica, Antonio Cabanas nos sumerge en el convulso Egipto del siglo XIV a. C. Figuras como Akhenatón, Horemheb o la poderosa Nefertiti desfilan por las páginas de esta obra que también nos descubre las intrigas fraguadas a la sombra del faraón, los secretos guardados en las tumbas, cómo era la vida de quienes las construían y el alcance de las maldiciones de los dioses.

Esta gran novela llega a los lectores coincidiendo con el aniversario del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón en el Valle de los Reyes en 1922. Desde el mítico hallazgo del arqueólogo Howard Carter, el farón más famoso y al mismo tiempo más desconocido del Antiguo Egipto siempre ha despertado una enorme fascinación. Por fin, en las páginas de esta novela, Antonio Cabanas nos descubre al hombre oculto tras el gran enigma histórico.

Josie Silver, Una noche en la isla, Plaza & Janés, 17,90€

Cleo se pasa el día escribiendo sobre historias de amor…, pero ninguna es la suya.

Cuando la editora jefa de su columna de consejos amorosos le pide que se «case consigo misma» en una remota isla irlandesa, Cleo accede. ¿Una aventura romántica en solitario en un paraje idílico? ¡No hay problema!

Sin embargo, cuando se instala en su lujosa cabaña, aparece un estadounidense alto, moreno y testarudo que insiste en que es él quien tiene reservado el pequeño refugio.

Mack se niega a irse y Cleo tampoco cede. Y, cuando una tormenta se les echa encima, no les queda otra que guarecerse juntos. Por lo menos solo será una noche…

Pero ¿y si una noche en la isla es solo el principio?

J. J. Benítez, Belén. Caballo de Troya 12, Planeta, 20,90€

Caná. Caballo de Troya 9 fue publicado en 2011, pero estaba incompleto. Por razones técnicas, algunas de las páginas del diario del mayor de la USAF fueron retiradas por la editorial. Ahora son publicadas en su absoluta totalidad.

Durante seis meses —entre abril y octubre del año 27 de nuestra era— Jesús se vio obligado a huir para no ser capturado por el Sanedrín; huyó sin cesar. Belén es un libro que descubre por qué Jesús no pudo ser un esenio, así como un repaso por las principales sectas judías: fariseos, saduceos, escribas, cenotas, esenios, nazirs… Los prodigios de Jesús que nunca fueron relatados. ¿Qué sucedió durante ese tiempo? No se lo pierda… Le sorprenderá y emocionará: pasajes desconocidos de la vida del Maestro.

Con Belén, J. J. Benítez termina la serie Caballo de Troya.

Elisabeth Gifford, El médico de Varsovia, Ediciones B, 20,90€

Profundamente enamorados y a punto de casarse, los estudiantes Misha y Sofía tratan de huir de Varsovia y una muerte segura. Sin embargo, su huida es un fracaso y, obligados a confinarse en el gueto judío, tratarán de ayudar en la medida de sus posibilidades al mentor de Misha, el doctor Janusz Korczak, que intenta mantener a salvo a los doscientos niños que tiene a su cuidado en el orfanato que regenta.

Conforme la oscuridad se cierne sobre todos ellos, Misha y Sofía ven como sus posibilidades se agotan y no tienen más remedio que separar sus destinos. ¿Volverán a encontrarse algún día?

Mientras tanto, el doctor Korczak debe afrontar un terrible futuro si quiere seguir protegiendo a sus muchachos.

Elena Álvarez, Un elefante bajo el parasol blanco, Plaza & Janés, 20,90€

Una cautivadora novela en la exótica Indochina de la Segunda Guerra Mundial. Una historia de superación protagonizada por una joven de clase alta que emprende un largo viaje para trazar su propio destino.

Anne-Frédérique Noël, la joven hija de un terrateniente francés en Indochina, debe abandonar su hogar en Laos para marcharse a Japón con uno de los socios de su padre, quien busca tanto protegerla de la guerra como afianzar sus alianzas comerciales. Lo que nadie sospecha es que Fred guarda un gran secreto que la empuja a no regresar a casa cuando el coche en el que viaja tiene un accidente. Lejos de su familia, decide unirse a Kun, el sirviente que la acompaña, en una peligrosa aventura que los llevará a recorrer Laos en busca de una nueva vida. Descubrirá el amor, encontrará su propia identidad y acabará sumergida de lleno en esa guerra que parecía tan lejana desde el corazón de la jungla.

En su cautivadora primera novela con Plaza y Janés, Elena Álvarez ha creado unos personajes redondos y una trama absorbente ambientada en un entorno único: la exótica Indochina de la Segunda Guerra Mundial. Un elefante bajo el parasol blanco es una historia de amor y pérdida, coraje y tenacidad, crecimiento y superación. En definitiva, una aventura épica difícil de olvidar.

Joana Marcús, Después de diciembre, Montena, 17,95€

El tiempo es algo relativo. Para algunos pasa más rápido, para otros no tanto. Para Jenna Brown el último año se ha hecho eterno. Cuando superas una ruptura el tiempo se rige por otras leyes física y estar un año sin Jack Ross, ha sido uno de los retos más difíciles de su vida. Pero ha conseguido superarlo, centrarse en sí misma y convertirse en la nueva Jenna que tiene un nuevo objetivo vital: terminar sus estudios. Aunque suponga volver al lugar donde todo empezó y que tantos recuerdos le evocaba. Aunque suponga tener que enfrentarse a las consecuencias de todas las decisiones que tomó un año atrás.

Jenna estaba convencida de que todo lo ocurrido antes de diciembre formaba parte del pasado, pero… ¿qué ocurriría después de diciembre?

Michael Ende, La prisión de la libertad, Cátedra, 20,95€

Es el segundo libro de cuentos para adultos de Michael Ende, después de «El espejo en el espejo» (1984). Se compone de ocho historias y la fantasía es el hilo conductor de este viaje por tierras incógnitas. Fantasía que, a veces, parece salida del sueño más lírico y otras de la pesadilla más terrible.

Ilustrados, Cómic, Manga

Ana Müshell, Maldita Alejandra. Una metamorfosis con Alejandra Pizarnik, Lumen, 21,90€

En pleno episodio de agorafobia y tras una ruptura amorosa, la protagonista de esta historia decide sumergirse en la enigmática vida de Alejandra Pizarnik, en cuyos diarios y poemas encuentra las palabras exactas para describir sus temores. Hasta que la poeta irrumpe en su apartamento sin previo aviso, con su abrigo negro e inundándolo todo de versos, papelitos llenos de palabras y humo de cigarrillos. Con ella también llegan las flores, los discos de jazz y una multitud de escritores que se mezclan con los platos sin fregar, las cajas de ansiolíticos y antidepresivos, y las copas de vino. ¿Podrá ayudarla la historia de la poeta mítica a comprender sus propios miedos y reconducir su vida?

Tom Gauld, La venganza de los bibliotecarios, Salamandra Graphic, 18€

Con su estilo más que reconocible, a Tom Gauld no hay objetivo que se le resista: es capaz de abordar cualquier temática con su mirada irónica y certera. En esta ocasión, regresa al mundo literario para poner el foco en el templo de los libros y sus guardianes: bibliotecas y bibliotecarios.

Con la inteligencia sin pretensiones a la que nos tiene acostumbrados, dando rienda suelta a su amplio conocimiento acerca de las triquiñuelas del sector y sirviéndose de su habilidad para las analogías científicas y su reconocido gusto por la ciencia ficción, Gauld regresa con una colección de viñetas imperdible, que reúne lo mejor de sus publicaciones semanales de The Guardian.

La venganza de los bibliotecarios viene a confirmar que su ingenio es inagotable.

Poesía

Javier Lostalé, Ascensión, Pre-Textos, 14€

Javier Lostalé (Madrid, 1942) es poeta, periodista y crítico literario. Ha publicado ocho poemarios. Ha sido reconocido con el «Premio Francisco de Quevedo» y el «Premio Nacional al Fomento de la Lectura».

Sara Búho, Perdón a la lluvia, Lunwerg Editores, 19,95€

Perdón a la lluvia es un conjunto de tormentas que no supimos navegar. Un viaje por todos los naufragios, por todo lo mal entendido. Una vuelta al dolor en brazos de la nostalgia. Un intento de convertir los recuerdos en alas, y que dejen de ser cadenas. Un paso atrás para recuperar lo que es valioso y quedó perdido en la huida, y también para sanar lo que un día no supimos cómo. En estas páginas los lectores se asomarán a un cuidado cuaderno de notas íntimas, acompañadas de frases manuscritas y dibujos originales de la propia Sara Búho. Al igual que en sus anteriores poemarios, y en palabras de Gioconda Belli, «permanecerán sus versos rondándote mientras vuelan frágiles pero contundentes frente a tus ojos».

Pablo Anadón, Viejas canciones rusas y otros poemas, Pre-Textos, 23€

Pablo Anadón nació en Villa Dolores (Córdoba, Argentina), en 1963. Ha publicado traducciones de poesía en lengua italiana, inglesa y rusa. Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba, fue becario en la Universidad de Florencia y docente en la Universidad de Calabria. Fundó y dirige desde 1997 la revista y la colección de libros de poesía y crítica Fénix.

Lorenzo Oliván, Las palabras vivas, Pre-Textos, 25€

José Hierro es uno de los poetas españoles del siglo XX con una cosmovisión más personal. Casi todo en su poética se vincula de forma directa o indirecta con el movimiento, con el dinamismo. Por eso su enfoque de lo rítmico adquiere tanta complejidad y he ahí asimismo la raíz de que la música y las figuras vinculadas a ella constituyan referencias claves en su poesía. En Hierro, ritmo y vida van siempre de la mano.

Andrés García Cerdán, Químicamente puro, Pre-Textos, 14€

Andrés García Cerdán (Fuenteálamo –Albacete–, 1972) es doctor en Literatura por la Universidad de Murcia y profesor en la UCLM. Su obra ha sido reconocida con múltiples premios. Gestiona el blog Boogie Woogie. Dirige el festival Oh Poetry! The Rimbaud Co. es su inmersión en la poesía eléctrica.

II premio de poesía Francisco Brines.

Anais Vega, Secuelas de fuego, Pre-Textos, 15€

Anais Vega (Córdoba, 1991) actualmente estudia Filología Hispánica en la Universiadad de Córdoba, tras haber trabajado una década como administrativa. Su primer poemario obtuvo el Premio de Poesía Joaquín Benito Lucas (2021). En 2022 resulta finalista del IV Premio de Poseía Viva L de Lírica.

XIV premio de poesía joven RNE – Fundación Montemadrid

Otras lecturas interesantes

Mario Vargas Llosa, El fuego de la imaginación, Alfaguara, 26,90€

Durante más de sesenta años, Mario Vargas Llosa ha desarrollado una intensa labor como articulista. Para él, los textos publicados en medios escritos de todo el mundo son una especie de autobiografía intelectual, literaria y política que ha ido levantando al ritmo de la actualidad de cada momento. Con este volumen dedicado a la cultura, Alfaguara da comienzo a la publicación de la obra periodística del premio Nobel peruano, y lo hace siguiendo una estructura temática, lo que permite al lector descubrir en profundidad el ideario del autor a través del tiempo en cada una de las materias.

Daniel Gascón, Fake news. Cómo acabar con la política española, Debate, 18,90€

La Ley Gascón consta de un único artículo y una apostilla, a saber: «Toda sátira es profecía. Toda parodia es eufemismo». Es posible que esto sea cierto en todas las épocas, pero una de las características de la conversación pública actual es el ciclo informativo de veinticuatro horas y siete días a la semana, que va muy deprisa y que a la vez no se dirige a ninguna parte. No solo se confunden lo urgente y lo importante, también se mezclan lo real y el simulacro.

En los últimos cinco años España ha vivido un golpe de Estado posmoderno, cuyos protagonistas todavía no saben si iba en serio o no; una moción de censura contra un presidente del Gobierno que decidió emborracharse mientras lo echaban, y de la que salió un nuevo presidente apoyado por los que habían protagonizado un pronunciamiento civil unos meses antes; el primer Gobierno de coalición, con el sostén de un partido que se oponía a la casta y que consiguió colocar a un matrimonio en el Consejo de Ministros; el ascenso y hundimiento de un partido de centro liberal y el surgimiento de una fuerza de ultraderecha. Mientras, científicos sociales explicaron lo que es el sesgo y luego lo ejemplificaron con su comportamiento.

Enfrentado a tamaño panorama, Daniel Gascón habla de temas que le importan a través de formas que le gustan, con el humor como lente fundamental y la viñeta como ilustración certera. Fake news es una especie de crónica de hechos alternativos, así como un extraño intento de diagnóstico. Porque, como la realidad se empeña en recordarnos cada día, toda sátira es profecía y toda parodia es eufemismo.

Reediciones y libro de bolsillo

Hermann Hesse, Peter Camenzind, Alianza Editorial, 13,50€

Publicada en 1904, Peter Camenzind fue la primera novela de Hermann Hesse (1877-1962) y conoció de inmediato un gran éxito. En ella encontramos ya en germen las principales señas de identidad del autor y de su obra posterior: el descontento íntimo o la turbación interior, el ansia de trascendencia y de plenitud (que toma aquí como vía a San Francisco de Asís y que más tarde habría de plasmarse en obras como Siddhartha), la comunión con la naturaleza enfrentada a la artificialidad de las relaciones sociales, la persecución por veces desesperada de una respuesta al sentido de la vida… Genuino representante del malestar que acompañó al alumbramiento del siglo XX, lo que hace de Hesse un escritor plenamente actual es su conciencia de ese malestar y su constante afán de búsqueda de la faceta espiritual del hombre en un mundo cada vez más alejado de ella.

Gabriela Wiener, Sexografías, Random House, 16,90€

«Gracias a Belcebú por la mano atrevida de Gabriela Wiener y por su libro, que desorienta a cualquiera que cree sabérselas todas sobre sexo. […] Este libro es una criatura con sus propios caprichos, que conoce bien el camino al éxtasis, que entristece y desboca como cualquiera de nosotros. Una Wiener que se queda sobre nuestro pecho derramando preguntas mortales como un veneno. La incógnita sobre el sexo, sobre su estrategia para sobrevivir, renovarse y asegurar su perpetuidad. Cuán lejos podemos llegar para sentir algo, qué tan abajo, qué tan arriba y dónde se refugia nuestro placer. A pesar de haber sido escrito durante las últimas dos décadas, Sexografías me hizo pensar en lo necesario que es el sexo para nuestra cultura. Lo tengamos o no, lo deseemos o no. […] ¿Que si me calenté al leer Sexografías? Sí. ¿Leyendo crónicas periodísticas? Sí. […] Este libro no pide piedad, pero exige que no mezquinemos cuerpo como lectores. Si la escritora vende así su alma al diablo por la palabra, por qué nosotros no responder con la misma entrega».

William Shakespeare, Julio César, Penguin Clásicos, 12,95€

De regreso a Roma tras su exitosa campaña en España, Julio César se hace nombrar cónsul y dictador perpetuo. Es entonces cuando, en defensa de la República, Casio pone en marcha una conspiración para asesinarlo con ayuda del noble Bruto. Sin embargo, Marco Antonio volverá la opinión pública en contra de los conspiradores, en una jugada que llevará a los lectores a reflexionar sobre el honor, la ambición y la integridad.

En el imprescindible prólogo escrito para nuestra edición, el novelista y experto en literatura inglesa Santiago Posteguillo destaca la plena vigencia de esta pieza en la que el ejercicio de la autoridad llama a los peores excesos políticos.

E. M. Forster, Una habitación con vistas, Alianza Editorial, 14,50€

Publicada en 1908, «Una habitación con vistas» es una de las novelas más deliciosas y entrañables de E. M. Forster. Situada entre una Florencia todavía virgen del azote del turismo pero integrada en el «grand tour» de los viajeros europeos y la rígida Inglaterra victoriana, la novela desarrolla una historia de amor y sentimientos encontrados en cuyo transcurso Lucy Honeychurch, joven perteneciente a la buena sociedad inglesa, intenta abrir camino a su personalidad superando el obstáculo de las convenciones sociales. En estas páginas llenas de ironía y sutil humor que llevó al cine en su día James Ivory, Forster despliega una variada y atractiva galería de personajes y de sugerentes contrastes que hacen de ella una obra inolvidable. Traducción de José Luis López Muñoz.

Abinader, Latinoamérica y la oportunidad de ganar la paz en Ucrania

Las grandes potencias mundiales están lanzando un órdago global para que la guerra en Ucrania termine a través de las herramientas de la diplomacia, un movimiento provocado por las graves consecuencias que está teniendo para la población mundial, sobre todo de cara al invierno.

Cuando en el mes de febrero Rusia invadió ilegalmente el territorio soberano de Ucrania, nadie se podía imaginar que el conflicto se alargara como lo está haciendo. Ha habido contactos informales, reuniones oficiales entre los dos países contendientes, intentos de mediación de Turquía. Todo ha sido en balde y los combates se recrudecen con ataques a estructuras estratégicas en Ucrania y en el propio territorio ruso, lo que podría llevar a que la escalada bélica provocara que Vladimir Putin sobrepasara la línea roja del uso de armas nucleares.

El avance de las tropas ucranianas hacia las regiones del este, anexionadas por Rusia de manera unilateral y sin el reconocimiento internacional, y la respuesta del ejército ruso ha colocado al mundo en una situación de tensión mucho más elevada que la vivida hace 60 años durante la crisis de los misiles.

El mundo está atemorizado sólo con la mera posibilidad de que Rusia ataque a Ucrania con armamento nuclear porque eso tendrá una respuesta inmediata de occidente. Tal vez es lo que está esperando el presidente Zelenski: la internacionalización del conflicto al coste que sea.

Por esta razón, potencias como Francia, Reino Unido y Estados Unidos han iniciado una ofensiva para que la guerra termine por la vía diplomática. Primero fue el primer ministro Emmanuel Macron, a quien se unió el gobierno británico. En Estados Unidos se ha filtrado una carta remitida al presidente Joe Biden por varios congresistas del Partido Demócrata en la que, precisamente, reclamaban la potenciación de la vía diplomática para terminar con una guerra que, además de las víctimas ucranianas, de los soldados rusos muertos, de las infraestructuras o las poblaciones destruidas, está teniendo consecuencias para el resto del mundo.

El papel de Latinoamérica en la paz

Latinoamérica no puede quedarse de manos cruzadas y mantenerse ajena a estos movimientos geopolíticos. El peso de esta región es más grande de lo que muchos creen, pero no se explota, no se utiliza. Latinoamérica, cada vez que hay una actuación mundial en cualquier ámbito, se ha caracterizado por una actitud pasiva que sólo ha beneficiado al incremento de la brecha existente con las potencias.

En los países latinoamericanos viven cerca de 700 millones de personas, mientras que la Unión Europea apenas supera los 447 millones y Estados Unidos los 331 millones. Esos cientos de millones de hombres y mujeres están sufriendo las consecuencias de esta guerra a través de una subida del precio de los alimentos básicos o de la factura energética, hecho que, evidentemente, tiene una reducción efectiva de sus rentas.

Por tanto, en un hipotético proceso de paz, Latinoamérica debe tener un papel activo y, para ello, es necesaria la presencia de un dirigente acostumbrado a manejarse de manera efectiva, eficiente y transparente en los escenarios internacionales, con visión humanista, con experiencia en el manejo de crisis internacionales y, sobre todo, que su gestión haya sido reconocida oficialmente por las grandes potencias.

En la actualidad, entre los líderes latinoamericanos sólo hay una persona que cumpla con esos requisitos y es el presidente de República Dominicana: Luis Abinader. El país caribeño se está enfrentando a las mismas dificultades derivadas tanto de la pandemia como de la guerra pero, tal y como han reconocido diferentes organismos internacionales, su gestión está logrando que el país haya obtenido una resistencia y una estabilidad desconocida en la región.

Por otro lado, su experiencia fuera de la política a la hora de enfrentar situaciones difíciles y llegar a importantes acuerdos en todo el mundo le capacitan a la perfección para convertirse en la voz de Latinoamérica en un futurible proceso de paz.

Los valores que Abinader defiende y pone en práctica, como la anteposición de las infraestructuras humanas a las de la economía, marcarán un elemento fundamental que muchas veces la geopolítica olvida: la inclusión de elementos humanistas como fortaleza a la hora de lograr un arreglo duradero en el tiempo.

No en vano, Abinader ha demostrado, con sus llamamientos internacionales a solucionar la situación de Haití, que tiene capacidad de liderazgo suficiente que supera las fronteras de su país. No se puede olvidar que, tras décadas de abandono, los llamamientos a la comunidad internacional de Abinader para Haití tuvieron respuesta por parte, precisamente, de Emmanuel Macron.

La campaña que Felipe hizo desnudo en 1982

En España, por suerte, ha habido muchas elecciones generales en los últimos 45 años. Producto de que existe una democracia asentada. Para muchos una mierda de democracia, pero democracia al fin y al cabo –que a saber qué nos traerían todos esos que se quejan amargamente-. En 1982 las cosas no estaban tan claras. El gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo se sostenía en el aire gracias a que los demás partidos le estaban sujetando para que no cayese de golpe, aunque intentaron que cayese por varios Golpes… de Estado. Cada semana una facción nueva salía de UCD para marcharse, bien a Alianza Popular, bien al CDS de Adolfo Suárez.

La derecha política estaba mal y a sus peleas para ver si colgaban ya la camisa azul Mahón, reglamentariamente remangada por encima del codo, o si se ponían la chaqueta de demócratas. La Iglesia, por su parte, se tomaba mal la separación entre Estado e Iglesia constitucional, habían sido muchos años pegada al poder civil y les costaba. Pese a que Juan Pablo II lo veía correcto, apropiado y no expuso ninguna queja en esa visita multitudinaria que realizó en esas fechas.

Por la izquierda, el PCE estaba todavía palpándose para buscar los millones de votos que en su cabeza debían haber caído de su lado. Para más inri Santiago Carrillo y sus camaradas seguían empeñados en el Eurocomunismo o esperanzados de formar parte de un gobierno de izquierdas como el que había en Francia. No supieron ver que los españoles recelaban en su mayoría del comunismo, les agradecían su lucha contra la dictadura, su honradez pero hasta ahí. Era bueno que existiesen pero nunca les votarían. Sus supuestos nietos de hoy en día siguen sin entenderlo.

Felipe nacionalista

Por tanto ¿qué quedaba? Felipe González y su PSOE. El secretario general de los socialistas había limpiado su casa (adiós al marxismo y un cierre partidista brutal que acabaría con la Conferencia de Organización de pocos años después, aunque aquello era el paraíso democrático comparado con lo actual) y dado prioridad en su discurso a lo nacional. La revista Times calificó por aquellas fechas a Felipe y Alfonso como “jóvenes nacionalistas”. Lanzó un discurso regeneracionista, adaptado a los tiempos, que caló entre todas las capas de la sociedad española. A ello se le añadía el interés de modernizar la estructura económica (con una inflación del 15%) e impulsar algunos aspectos del Estado de bienestar (sanidad, pensiones y educación). Un liderazgo prometeico y un discurso regeneracionista que llevaba desde la moción de censura a Suárez permeando en toda la sociedad. Desde el proletario al empresario, desde el funcionario al director de periódico.

Sabía Felipe que no sólo debía hablar de cuestiones materiales, sino que era necesaria una regeneración de España a todos los niveles: “A veces tengo la tendencia a hacer un discurso que parece un sermón. Pero es que, desgraciadamente, tendrá que parecerse, porque se trata de recuperación y actitudes morales, valores éticos, etc. Y eso no se arregla con leyes o unas medidas económicas por muy bien que estén ideadas o técnicamente ajustadas. Es que no salimos adelante como no sea con una apelación permanente a la sociedad” (Cambio 16, 13 de enero de 1983).

Felipe regeneracionista

Un cambio necesario que regenere España como nunca ha sucedido. Así lo planteó en Bollullos del Condado: “Hay tantas cosas por hacer, hay tantas cosas por cambiar… Pero nadie podrá pensar que todo se cambia en un mes. ¿Ese cambio es pequeño? Yo creo que no, y les digo con toda sinceridad que creo que es un gran cambio, un cambio que supone un giro de ciento en la historia de España, se dice pronto. Después de centenares de años aquí se puede orientar la historia y la política de otra manera, con otro estilo, con otro comportamiento, con otra mira puesta en otros intereses de lo que han sido los intereses de centenares de años. No digo de decenas de años, si ya no me refiero ni siquiera a la dictadura, me refiero a los años veinte, a los diez, a los primeros años del siglo, a los últimos del siglo pasado… Siempre ha sido así”.

Y por si fuera poco el golpe de Estado del 23-F y las intentonas golpistas (constatar que poco antes de las elecciones se habían desmontado hasta dos sublevaciones), ETA masacraba constantemente a ciudadanos españoles. Al ritmo de cien muertos al año, era un problema que estaba dañando la convivencia y que pedía un gobierno solvente y mayoritario. A esto súmenle que los españoles estaban deseando que Europa no terminase en los Pirineos, unir a lo geográfico lo cultural de una vez por todas. Ante todos esos desafíos Felipe tenía una respuesta que lanzaba durante la campaña electoral.

El encantador de serpientes

Todo el PSOE, sin fisuras, tenía un discurso único, claro y contundente. Algo que hacía virar las miradas de todas las personas hacia Felipe. Si, además, se le sumaba una capacidad oratoria increíble pues poco faltaba para que pudiese hacer la campaña desnudo y que todo el mundo aplaudiese y no escandalizase. Esto decía Suárez de él por esas fechas: “A mí en aquel entonces Felipe me parecía el flautista de Hamelín, la gente le escuchaba entusiasmada. Tenía un don especial que conservó durante mucho tiempo. Y es que fuera en un mitin, en una reunión multitudinaria o con cinco o seis personas, siempre se tenía la sensación de que se estaba dirigiendo a ti en particular, el resto del mundo era algo aparte”. Alfonso Guerra, otro que tenía buen pico, lo resumía en esta frase: “Se cree lo que Felipe diga aunque lo que diga no coincida con lo que uno cree”.

Muchos, dentro y fuera del PSOE, le han acusado de traidor a la izquierda por el poder que acumuló en sus manos, pero desde 1982 tenía claro cuál era su trabajo: “Gobernar en un momento en el que uno tiene que optar entre inventar el futuro para que la derecha gobierne el presente o gobernar el presente para construir el futuro. Yo creo que hay que tener el coraje político de gobernar y tomar decisiones y no refugiarse en cómo sería el futuro mientras la derecha gobierna el presente. Esto me parece ser de izquierdas”. Al contrario que los gobernantes actuales, con sus banderías y su medallas de chocolate, Felipe lo tenía claro en 1982: “Tenemos que comprender cuál es la situación de España y quizá lo más hondo de esta reflexión sea decirles a todos que España depende de lo que nosotros hagamos de España, nosotros, todos los ciudadanos españoles”.

La prensa entregada

Nada de nacionalizaciones (como se temían en las películas de Mariano Ozores), nada de revoluciones de papel, sino pragmatismo, europeísmo y modernización de España. Algo que encantó a la mayoría de la población española, especialmente a parte de los aparatos ideológicos. No hubo un medio de comunicación que no se rindiese a sus pies. Pedro J. Ramírez (Diario 16) mojaba las bragas cada vez que le escuchaba. Juanli Cebrián (El país) babeaba por estar a su lado. Así con todos los medios y revistas. Por donde pasaba el candidato socialista había masas que lo ocupaban todo. Julio Feo se las veía y deseaba para contener a las personas y que no sobeteasen demasiado a Felipe. Toda la campaña estuvo casi centrada en su persona en los medios de comunicación.

Jorge Verstrynge intentaba (lo ha dicho en sus memorias) hacer de Manuel Fraga un De Gaulle español, pero no había forma. Carrillo tenía un discurso antiguo hasta para la dictadura. Suárez era muy querido por lo que había hecho pero como presidente en democracia se había visto superado por la cueva de serpientes que era su Gobierno (cuando los ministros salían a mear, contaban en los baños a los periodistas lo que se estaba discutiendo con pelos y señales). No tenía nada enfrente y, además, contaba con un personaje como Alfonso Guerra que tenía para todos y servía de contrapeso. Igual por eso no le querían invitar a la celebración del 40° aniversario de la victoria de 1982.

En la vida volveremos a ver gente así

Con la victoria de Felipe se terminaba la Transición (en Ciencia Política siempre se ha mantenido que hay que esperar al primer cambio de gobierno en este tipo de transiciones de dictaduras a democracias) y comenzaba el cambio. “Por el cambio” era el lema de campaña y vaya si lo consiguieron. A día de hoy, España sigue siendo felipista. Tanto a derechas como a izquierdas, socialmente, todos felipistas. Los gobernantes actuales no, son otra cosa sin definir pero con un aspecto putrefacto. José María Aznar, después de tenérselas tiesas y haber recibido alguna buena paliza (nunca supo expresarse el pobre hombre), fue felipista en casi todas sus políticas. Mariano Rajoy fue felipista en su modo de hacer. José Luis Rodríguez Zapatero comenzó con apariencia felipista pero se transformó en woke y tuvo que salir Alfredo Pérez Rubalcaba a arreglar la cosa, aunque no pudo.

No se volverá a ver un personaje como Felipe, seguramente, en otras cuantas décadas. De hecho no se volverán a ver gobernantes como él, Suárez, Alfonso, Verstrynge, Fernández Ordoñez, Cabanillas, Gutiérrez Mellado, Abril Martorell, Mújica, Gómez Llorente, Landelino Lavilla, Cavero, Calvo Ortega, Morán, Carrillo, Maravall, Lluch, Fraga, Osorio y tantos más que tuvieron a España como primera premisa en su acción política. Por una cuestión ambiental del hoy y de carácter de quienes llegan a la política. Como dijo hace unos días Guerra, antes se llegaba con alegría, hoy se llega a colocarse o a otros intereses espurios. Luego pasó lo que pasó, pero gracias a Felipe y muchos otros España sigue en pie a día de hoy. No les hizo falta hablar de batallas del abuelo, ni que les hiciesen documentales para trabajar, con sus errores, por España.

Luis Abinader supera a la Administración de Danilo Medina en Restricciones a los Poderes del Gobierno

En la actualidad, para cualquier país es un éxito poseer un Estado democrático en donde sus autoridades sean elegidas por sus ciudadanos, pero que de igual manera actúen en función de las necesidades de su pueblo y no a favor de sus intereses personales.

A través de la historia se ha conocido a personas que han ostentados cargos en el gobierno y violentan el mismo con comportamientos y ejecuciones adheridas a su convicción personal, ya que, al parecer, consideran que pertenecer a la gobernanza de una nación, es la llave que abre la puerta a la libertad de actuar por libre albedrio y no bajo los estatutos establecidos en la sociedad.

Desde hace décadas existe el gobierno limitado, cuyas funciones realizadas mediante el Estado están controladas por las constituciones de los países. Esto no es garantía de que los integrantes de este cumplan con lo establecido, ya que, de no haber presidentes y autoridades comprometidas con el cumplimiento de las normas, es difícil que algunos de los demás miembros de una administración pública se apeguen a los principios colectivos establecidos en la carta magna.

República Dominicana, con la llegada del presidente Luis Abinader, ha avanzado en transparencia presupuestaria, en aplicación de la Ley, en el respeto a la libertad de prensa y en otros sectores que aportan al desarrollo, factores que han sido valorados y reconcomidos por organismos internaciones.

Una muestra más de que la gestión del actual mandatario dominicano sigue conduciendo al país caribeño hacia un Estado de valor, son los resultados que ha obtenido en el Índice de Estado de Derecho del Proyecto de Justicia Mundial (WJP), por sus siglas en inglés, en el cual ha colocado al país en la posición número 80 de 140 países, equivalente a un índice de 0.50, en Restricciones a los Poderes del Gobierno.

Dicho indicador mide “hasta qué punto los gobernantes están obligados por la ley. Comprende los medios, tanto constitucionales como institucionales, por los cuales los poderes del gobierno y sus funcionarios y agentes son limitados y obligados a rendir cuentas ante la ley. También incluye controles no gubernamentales sobre el poder del gobierno, como una prensa libre e independiente”.

El trabajo constante, basado en la transparencia y en el respeto al cumplimiento de la ley del presidente Abinader, ha sido factor relevante para que el país quisqueyano haya elevado el nivel de posicionamiento en Restricciones a los Poderes del Gobierno, por encima de los años establecidos desde el 2015 al 2020, cuando aún gobernaba el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), administrado por Danilo Medina.

Restricciones a los Poderes del Gobierno, RD 2015-2022

Fuente: World Justice Project (WJP).

Al observarse los datos establecidos en la presente tabla podría entenderse a simple vista que la mejor posición del país caribeño seria en el año 2015 cuando ocupaba el puesto número 70, pero no es así, debido a que en ese momento apenas se estaban tomando en cuenta 102 países.

El nuevo estilo de gobernar de Abinader está trasladando al pueblo dominicano bienestar, estabilidad y transparencia.

Autobombo a costa de la soledad de Felipe González

El sábado 29 de octubre tiene planificado el PSOE realizar un acto de homenaje a Felipe González por el 40° Aniversario de la victoria de PSOE en las elecciones de 1982, la cual proporcionó 202 diputados. Una efeméride que tiene los visos de convertirse en algo bastante diferente a lo que debería ser. Una celebración  de autobombo del actual inquilino de la Moncloa.

De momento los carteles que se han sacado de la manga ya son erróneos. Lo primero porque el dibujo utilizado fue uno de los carteles electorales de 1977, de las primeras elecciones democráticas, con un simbolismo propio que han eliminado para colocar a José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Sin símbolo el cartel/dibujo es banal. Como banales son los dos adheridos. Lo segundo porque han querido situar en la victoria del PSOE de Felipe el comienzo de lo democrático como si la época Suárez, que se las vio tiesas con unos y otros, no hubiese sido válida. Mal. Todo mal.

A más, a más, resulta que de aquellos protagonistas de 1982 sólo se ha invitado al ex-presidente y segundo secretario general que más tiempo ha estado asumiendo el cargo (en Ferraz sí estuvo Joaquín Almunia, pero en calidad de ex-secretario general). A nadie más de los que hicieron posible aquello. Algunos ya han fallecido, pero muchos otros siguen vivos e igual les hubiese gustado acudir. Caso de Ignacio Varela que ha sacado un libro sobre esa victoria, los Solana y, especialmente, Alfonso Guerra. Porque no invitar a Alfonso es no tener ni “puta idea” de historia, ni de lo que aquello fue.

Desde la ejecutiva federal confirman que ellos no envían invitaciones… Ya. Resulta que a las baronías sí las invitan pero le cargan el muerto a la Ejecutiva andaluza. Si no llega a ser por la queja de Alfonso en Onda Cero, la encerrona a Felipe habría sido de las de órdago. Con todo y con eso, Felipe y Alfonso (los únicos a los que se les sigue llamando por sus nombres) estarán más solos que la una. Porque el acto no es para conmemorar esas figuras del socialismo español, sino para que Sánchez (a este se le conoce por el apellido o el Pedrito de los cojones en algún grupo del PSOE) tenga su minuto de gloria en las televisiones.

Ha quedado demostrado que tanto para Sánchez como para el resto de las personas de la Ejecutiva Federal, la historia del partido es eso que han escuchado alguna vez a los que llevan década en el partido. Algo que, incluso, molesta porque el adanismo propio de estas gentes les sitúa como el comienzo de todo. Y no. Hasta el momento no son más que una cagarruta en la historia del PSOE. Poner a cualquier indocumentado a dirigir la Fundación Pablo Iglesias, o hacer ejecutivas con palmeros tiene estas cosas, que la historia acaba por olvidarse. Y lo de los andaluces también tela.

Juan Espadas está a verlas venir también. Normal, porque muchos cargos actuales han vivido el partido desde el momio y no desde la agrupación. Ahora estarán buscando como locos a las personas que fueron en la lista con Alfonso en Sevilla en aquel año para ver si logran reunir a un grupete y que parezca algo distinto al autobombo de Sánchez. Ni a los ministros del primer gobierno han llamado, ni nada. La soledad de Felipe es la soledad de muchos españoles.

Sánchez y Feijóo se arrodillan sumisamente ante su florentineza

Si piensan que Florentino Pérez es un ser superior por alguna de las muchas alabanzas que los medios, previo pago, le dedican, desengáñense. No deja de ser un cacique de esos que España ha intentado quitarse de encima. Como buen cacique no sólo quiere tener la mejor finca, sino todas las colindantes y cercenar las oportunidades de otros terratenientes, aunque éstos se estén llevando migajas de todo el negocio. Es un totalitario con apariencia de liberal. Es la mano invisible del mercado. El amigo del capitalismo de amiguetes. La mano que mece la cuna.

Es tal su poder que ha logrado que PP y PSOE, en realidad, Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez se pongan de acuerdo en hacer una Ley del Deporte acorde a sus deseos. Unos deseos que son contrarios a los deseos del resto de sociedades anónimas deportivas y un club (Osasuna). El presidente del Gobierno y el presidente del PP no han dudado en arrodillarse, en agachar la cabeza, en someterse a los deseos de su florentineza de una forma tan rastrera que comienza a dar verdadero asco al resto de la población. Nada puede estropear los deseos del capo y a ello se prestan sumisamente los dos dirigentes políticos. Dos mierdecillas que no tienen valentía de defender el bien común de España.

Ya accedió Sánchez a situar al frente del Consejo Superior de Deportes a un personaje dúctil a los poderosos. José Manuel Franco no es que sea el peor secretario de Estado, es que no es sino secretario privado de su florentineza y zalamero de Luis Rubiales. Para la cuota catalana del deporte ya está el ministro Miguel Iceta, un mastuerzo que lleva viviendo del monipodio desde que tiene uso de razón. Y para ello hay que llegar a ser muy arrastrado en un partido político. Si aprieta el Barça, que es más que un partido, imagínense lo dedicado que se verá ante el bien común. La realidad es que le pusieron de ministro de Cultura porque había que ponerle en algún lugar para no cabrear al PSC,  al catalanismo o al grupo Planeta.

Toda esa recua ha logrado lo que parecía casi imposible, que pudiera producirse un cierre patronal en el mundo del fútbol. O lo que es lo mismo, las sociedades anónimas deportivas no jugarán la jornada de Liga del fin de semana del 5-6 de noviembre. Todo porque Florentino Pérez no sólo quiere sacar su Superliga de millonarios elegidos a dedo (una especie de Sociedad de Mont Pelerin), sino que el resto de equipos no puedan acceder a acuerdos comerciales beneficiosos para ellos. Se lo quiere quedar todo y que los partidos de Liga sirvan para que los suplentes cojan forma.

En su megalomanía Pérez ha creído ver en la Superliga, al margen de los organismos oficiales y una especie de NBA del fútbol, el remedio para sus males económicos (le ha metido quinientos millones de deuda en un año a su club) y el camino para ser dios en el deporte. Ganar la Superliga siempre y proclamarse mejor equipo (y presidente) del Universo y de la historia por venir. Una megalomanía más que los demás equipos habían logrado atajar mediante una sencilla ley: si quieres jugar Superliga, hazlo, pero en La Liga no vuelves a jugar. O dicho de forma más burda, para que vengas a chulearte a nuestras casas con tus millones, mejor te quedas en la tuya y practicas el onanismo futbolero.

PP y PSOE, Feijóo y Sánchez, se arrastran para hacer lo que les ha ordenado su amo y señor. Cabe recordar que Sánchez ya ha estado maniobrando para concederle los peajes de las autopistas y autovías españolas, más unas cuantas maniobras empresariales para hacerse con otras empresas. Y Feijóo no se va a oponer a quien ha invertido mucho dinero en el PP (en A o en B) desde hace tiempo. Además de controlar los periódicos que más señalan a Sánchez. Eduardo Inda no sería tan cafre contra Sánchez (y Javier Tebas) si no hubiese un jefe detrás. Cuando a su florentineza no le gustó Albert Rivera, le lanzó a sus medios. Cuando no le gustó Pablo Casado también… A ver si no le va a gustar el gallego y ponga a su niña de los recados madrileña. ¡Que tiene sometidos hasta a los católicos!

De momento la movilización de los 39 equipos ha conseguido que los acuerdos comerciales tengan garantía jurídica y que ante cualquier cambio normativo haya tiempo para el cambio. No el quitar la licencia a aquellos que jueguen la Superliga, pese al problema que generaría. Porque Feijóo y Sánchez (junto a sus equipos) son unos sumisos a su florentineza, pero unos cuantos alcaldes con sus cargos en juego, algunos presidentes de diputaciones provinciales sin momio y algún diputado nacional cagándose en todo a sus jefes de filas pueden torcer el brazo de FloPer. Más bien el brazo de sus jefes de filas. Les habrán dicho, si no aceptáis transaccionar algo os quedáis sin diputados, alcaldes y diputaciones. Y esos son muchos puestos de trabajo de palmeros de partido.

No se piensen que esta ofensa la perdonará el ser superior. Hablará con “el Rubi” y los arbitrajes serán aún peores. Inda sacará fotos de Tebas desnudo. Y esperará a que alguno de sus dos lacayos políticos tengan mayoría absoluta, algún caso complicado en un juzgado, o alguna concesión jugosa que llevarse para hacer una oferta que no podrán rechazar. O lo saca para el Real Madrid, o para ACS. El caso es que sientan que quien manda es él.

Luis Abinader, el presidente y estadista clave para la paz mundial desde Latinoamérica

Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, afirmó el pasado fin de semana que está dispuesto a liderar los esfuerzos para que se logre alcanzar un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia que ponga fin a una guerra que está teniendo consecuencias a nivel mundial. A este llamamiento se unió Reino Unido.

Aunque Rusia fue el país agresor, la paz no es una traición a Ucrania, por mucho que el presidente Zelenski se esté convirtiendo ahora mismo en el mayor obstáculo para esa negociación. ¿Quién está interesado en hacer saltar una guerra nuclear?

La guerra entre Rusia y Ucrania está afectado a todo el mundo, desde la Antártida hasta Groenlandia, desde Nueva York hasta Tokio. Nadie se está librando de unas consecuencias que están afectando de manera muy grave a las diferentes ciudadanías. La inflación es el principal problema que se está derivando por la subida del precio de los diferentes tipos de combustible. También las principales materias primas alimentarias, sobre todo el cereal, están subiendo de precio por la reducción del comercio en Ucrania, algo que está provocando gravísimas crisis alimentarias en algunas regiones del mundo.

Latinoamérica no es ajena a esta situación y, por tanto, debe tener voz en este proceso de paz. En consecuencia, no se puede quedar como mera espectadora mientras otros solucionan un problema que le está afectando de manera directa. Históricamente, Latinoamérica ha permanecido siempre al margen de los grandes movimientos geopolíticos, ha mirado los toros desde la barrera, y eso ha tenido un efecto pernicioso. Por ello, tal y como está la situación actual, el mejor interlocutor latinoamericano debe ser el presidente de República Dominicana, Luis Abinader.

El resultado de la gestión y la estabilidad del país caribeño, además de la efectividad de sus gestiones internacionales, colocan a Abinader como el principal candidato para liderar los llamamientos a la paz e, incluso, ser partícipe o anfitrión de las negociaciones.

Es más, el propio presidente dominicano tiene la capacidad, el entendimiento, el prestigio inicial para liderar esta iniciativa a la que, sin duda, se unirán tanto los países latinoamericanos como la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.

No en vano, Abinader ha demostrado, con sus llamamientos internacionales a solucionar la situación de Haití, que tiene capacidad de liderazgo suficiente que supera las fronteras de su país. No se puede olvidar que, tras décadas de abandono, los llamamientos a la comunidad internacional de Abinader para Haití tuvieron respuesta por parte, precisamente, de Emmanuel Macron.

Aunque resulte una perogrullada, la paz es fundamental para el desarrollo de los pueblos. Sin embargo, en pleno siglo XXI, en un mundo globalizado, la búsqueda del acuerdo y el arreglo no puede partir sólo de las superpotencias económicas y nucleares, sino que todos los actores internacionales deben tener su voz. Los movimientos geopolíticos, actualmente, afectan a todos y cada uno de los rincones del planeta. Por esta razón, Luis Abinader es el mejor paladín de la paz que pudiera encontrar toda Latinoamérica porque representa todos los valores que la barbarie quiere destruir, todos los valores humanistas que lucharán por una solución justa para todos y, sobre todo, porque su gestión es la demostración de que en Latinoamérica se pueden anteponer las infraestructuras de la humanidad a las infraestructuras de la economía sin que ésta se resienta.

Teólogos antisistema

En la sociedad actual se pueden observar discursos “antisistémicos” que provienen de cualquier lugar del imaginario espectro izquierda-derecha. Incluso en el Gobierno de España hay personas que se consideran antisistema. Antisistema se declaran por igual liberales libertarios, populistas de todo pelaje, teo-cons, neocomunistas postmodernos, etc. Al final del camino, por una vereda u otra, resulta que cualquiera de esos grupos no quieren acabar con el sistema tal cual es sino acercarlo a un extremo u otro del mismo. Lo inmanente del mismo acaba persistiendo.

Desde hace unos años, un par de décadas aproximadamente, existe un cada vez más nutrido grupo de teólogos (a los que añadir filósofos, politólogos…) que están enfocando sus análisis contra el sistema liberal-capitalista. Lo que al principio era un grano de mostaza, hoy ya va siendo un huerto cada vez más nutrido. Calificarles de antisistema en sí es un recurso retórico para facilitar la comprensión de las personas que desconocen este mundillo. A priori no les interesa tanto derribar el sistema como provocar una transformación de la persona, la cual podría posibilitar aquel cambio. Lo interesante es que sus análisis, que seguramente serían calificados de neorrancios por los bienpensantes, les sitúan más allá de los discursos de transformación política de la clase dominante.

Los precedentes

No es nuevo este tipo de posicionamiento antisistémico. En todos los tiempos han existido teólogos o pensadores cristianos se han mostrado muy contrarios a lo que venía provocando el capitalismo. El estado servil de Hilaire Belloc (hay edición en la editorial Nuevo Inicio) es buena muestra de ese espanto. Incluso entre todos destacó una mujer, santa Teresa Benedicta de la Cruz, más conocida como Edith Stein, precursora del feminismo (defendió el desarrollo de las habilidades profesionales, la individualidad de la mujer…) hasta solicitar la “integración de las fuerzas femeninas en la vida del pueblo y del Estado”. Algo revolucionario para la época y más cuando se utilizaba a la Virgen María como modelo ético. Estas propuestas eran enclaustradas en la reacción o el tradicionalismo por la razón secular. La razón ilustrada debía ser la única pese a terminar llevando a Auschwitz (donde fue asesinada Stein).

Todos estos teólogos (católicos y protestantes) realizan en sus análisis unas críticas profundas y potentes del liberalismo como sistema ideológico (un purista liberal diría neoliberalismo porque siempre acaban quitándose de encima los problemas) y del capitalismo como sistema económico. En muchos casos sin perder la cara a los autores postmodernos (es normal verles disputar con Derrida, Foucault y demás). Eso sí, todo filtrado por la razón y la fe, que no son dos partes separadas (acaba ganando la razón secular en esa lucha), como es lógico. Recurriendo a santo Tomás de Aquino, a san Agustín o a teólogos más modernos (Henri de Lubac, Hans Urs von Balthassar, Alasdair McIntyre o Joseph Ratzinger, entre otros) desmontan los ardides sistémicos.

El peligro de la secularización de la Iglesia

No quieren participar en política directamente, eso les puede hacer ver menos antisistémicos, porque, más tras las experiencia de las democracias cristianas, la Iglesia acaba saliendo perjudicada. Lo dice el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, con claridad (Más allá de la razón secular, Nuevo Inicio): hay que “desconfiar del ansia que tantos tienen hoy en día en ciertos países (es el caso de España) de arrastrar a la Iglesia en tanto Iglesia a la arena política para luchar contra aquellas propuesta que van absolutamente contra la concepción cristiana de la vida humana” (p. 29 y 30). El motivo no es otro que, prosigue monseñor, “la instrumentalización de la Iglesia en favor de un programa político se convierte por sí misma –con completa independencia de los contenidos de ese programa- en un obstáculo para la libertad de la Iglesia” (p.32).

Quienes piden que la Iglesia se introduzca en la política activa, no en la expresiva que eso entra dentro de la libertad, realmente pretenden doblegar a la Iglesia a sus intereses partidistas. El Estado Minotauro de las oligarquías partidistas necesita más cuerpos que devorar. Este grupo de teólogos no piensa morder el anzuelo del Diablo, si se permite esta metáfora recordando las tentaciones del desierto. Quieren participar en el debate, en la sociedad y convertir a las personas (no dejan de ser apostólicos por tener diferentes confesiones) para que cambie el sistema, no tomar el sistema al asalto. Pese a que esto produzca situaciones paradójicas como expone el arzobispo granadino: “Es patético ver a algunos cristianos rasgar sus vestiduras ante las propuestas sobre la vida sexual que llegan desde la sociedad secular mientras que, al mismo tiempo, defienden de todo corazón la autonomía moral de la economía o la política modernas” (p. 30).

El mal que genera el capitalismo

Recelan tanto de la ideología como de la economía del sistema. Sea más postmoderno o más moderno. En ambos casos no parece ser tan bueno como predicen los afines al progreso de todo tipo. Daniel M. Bell (metodista) no ha tenido ningún problema en criticar a Francis Fukuyama y sus seguidores que al situar en este tiempo el fin de la Historia, lo que viene siendo la postmodernidad, por no ver la brutalidad del sistema capitalista. Se vive en una época de capitalismo salvaje, de Estados represivos, poblaciones excluidas y ausencia de soluciones. Según Bell se está imponiendo una cultura que acabará con el suicidio colectivo (tanto de las personas como de la naturaleza). El deseo desenfrenado que siempre quiere más y más y que acaba generando la guerra de todos contra todos (en términos hobbesianos una vuelta al estado de naturaleza). Para conocer más de este autor:

John Milbank, padre de la Radical Orthodoxy, es un anglicano-católico (así se define) y un red-tory (conservador rojo) que no ha dudado en tomar a la postmodernidad por los cuernos y utilizar, tras criticar a los autores más destacados, algunas de sus armas. Frente al liberalismo con su individuo artificial y abstracto, “imaginado fuera de todo enraizamiento concreto” Milbank propone una especie de socialismo cristiano sui generis. Una situación ideal en la que la salvación debe ser de todo tipo de dominación, política, económica y psíquica (aquí entronca con Bell y su economía del deseo) a la espera del retorno final de Cristo. Pero esa salvación cristiana debe tener “un discurso directamente teológico acerca de lo sociohistórico: sin esto, la teología ocupa el lugar preterológicamente de la metafísica trascendental” (p. 345 Teología y Teoría Social, Herder).

Milbank es, en ocasiones, muy árido para leer. En ocasiones parece uno de esos autores postmodernos a los que critica, pero sintetizando lo que pretende es quitarse de encima la coraza kantiana de la ética individualista y plantear un sistema de Justicia, constantemente renovado por las personas y la Iglesia, que pueda alumbrar un sistema nuevo. Mucho más sencilla de leer es Catherine Pickstock, quien además ha definido ese socialismo cristiano como una reorganización cooperativista de la producción y de los intercambios y un uso responsable de la propiedad privada dentro de una perspectiva del bien común. Todo ello desde el cristianismo. No le gusta el pensamiento postmoderno por su subjetivismo e inmanentismo individualista y por la mercantilización de todo. Así se desemboca en un nihilismo que no deja de ser el fruto amargo del racionalismo secular.

Anarquismo cristiano

El que más se ha adentrado en lo político ha sido William T. Cavanaugh (del que se hizo una reseña en este periódico hace tiempo). Teólogo católico estadounidense ha analizado al Minotauro moderno (el Estado) descubriendo cómo se asentó sobre un estrato teológico para secularizar todo. Contrario a todo tipo de implicación de la Iglesia en la violencia y las dictaduras (muy crítico con lo sucedido con una parte de la Iglesia en Chile o España) postula un anarquismo con base en la Eucaristía como mejor fórmula sociopolítica. Ni le gusta el Estado, ni le gusta el capitalismo. Demuestra el peligro del estatismo y su capacidad para devorar y totalizar todo, más si es en comandita de lo económico.

Cavanaugh defiende que la Iglesia debe llegar a todos los lugares posibles pero sin integrismos, ni teocracias, ni sometimientos. “Es difícil concebir la Iglesia como un espacio libre cuando se no ha inculcado una autodisciplina que evita el lenguaje público cristiano incluso dentro de nuestras propias escuelas” afirma sobre lo políticamente correcto y la ideología dominante actual en Imaginación Teo-política (Nuevo Inicio, p. 87). Aceptar disciplinar en lo público para ser admitido el discurso cristiano acaba en el sometimiento de la Iglesia por no expresar sus propias pretensiones de verdad. De ahí que insista en una nueva eclesiología.

Contar la verdad

Sin duda son visiones tamizadas, como es lógico, por la verdad del acontecimiento de Cristo, pero todas ellas analizan con mayor finura la ideología dominante liberal y el capitalismo de lo que lo hacen teocons, populistas, socialdemócratas o liberales amargados. Aquello de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, no lo entienden como una renuncia a participar en lo secular. Sí renuncian a ser copartícipes del sistema político, pero sin renunciar a hacer valer su voz en lo público. No hacen como Rod Dreher (otro pensador antisistémico) y se sitúan en las afueras del sistema en una comunidad benedictina laica, quieren una nueva eclesiología y una teología política que sirva a la comunidad cristiana.

La teología se mueve por caminos muy distintos a los que quieren vender interesadamente los teocons (capitalistas integristas cristianos) o alguna parte de la curia a nivel mundial. Desde luego la Tradición es fuente de sabiduría para todos y los dogmas, especialmente en el catolicismo, no son discutibles. Pero ser tradicionalistas es saber mantener viva la llama de lo que ha sido legado por la sabiduría de siglos. De ahí que desde la teología se ataque al relativismo ilustrado, exacerbado con el sentimentalismo postmoderno, o al poder del Estado y los poderosos. Como dijo hace tiempo Benedicto XVI “la Iglesia tiene que ser una oposición profética” al sistema. Y tiene el deber de participar en lo social y no estar en un ghetto. Esto es lo que defienden estos teólogos y pensadores que pueden ser ampliados a otros muchos más, algunos menos políticos, como James K. A. Smith, Fabrice Hadjadj, Wendell Berry, Stanley Hauerwas, Stephen Long y tantos otros.

Cuando algunos políticos de izquierdas califican al Papa Francisco como alguien cercano a ellos, o los de derechas lo califican de traidor o corruptor de la Iglesia, más allá de no conocer al pontífice romano, están sublimando sus propios deseos en la figura del heredero de san Pedro. Si lo quieren conocer mejor lean el libro de Marcelo López Cambronero y Feliciana Merino, Francisco, el Papa manso, Planeta. Y los que piensan que Benedicto XVI era un reaccionario en comparación con el actual o que era de “los suyos”, lean toda su producción y si pueden deténganse en Ser cristiano en la era neopagana (Ediciones Encuentro) o Verdad, valores, poder (Rialp). Para todo lo relativo a los teólogos “radicales” nada mejor que el libro de Denis Sureau, Una nueva teología política (Nuevo Inicio).

Luis Abinader marca un hito histórico en República Dominicana con la creación del primer Sistema Nacional de Movilidad Escolar

Desde que el mundo es mundo ha estado sometido a constates cambios que dan paso a la evolución positiva. De igual forma existen otras alteraciones que ponen en jaque la estabilidad social y económica de las naciones. Los últimos acontecimientos que han impactado en la solidez de los Estados han sido la pandemia del Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania.

Estos teman están siendo prioritarios para los países ya que tienen una incidencia directa en cuestiones sistémicas como el precio de la energía eléctrica, de la cesta básica de la compra. En general, impactan en la inflación y, por consiguiente, en el crecimiento o desaceleración de la economía, por lo que absolutamente nadie puede dejarlos a un lado. Un hecho diferencial que marca a los gobernantes se halla en la tesitura de quedarse enfocado exclusivamente en hacer frente a dicha situación o en como seguir avanzando en otros sectores, a pesar de las dificultades.

República Dominicana es un país que ha mostrado resiliencia y fortaleza ante dichos acontecimientos. Logró recuperar el turismo a pesar del Covid. De igual modo, consiguió un crecimiento económico cuando todo era tan difícil, por lo cual ha recibido como resultados, reconocimientos internacionales.

El presidente Luis Abinader entró en acción desde el día uno de su gestión. No ha descansado en implementar políticas que van en favor del pueblo dominicano y, por esa razón, los ciudadanos no han sentido de una manera más dura las consecuencias causadas tanto por la pandemia como por la guerra.

El mandatario dominicano ha demostrado con sus medidas que entiende la realidad que vive el país caribeño respecto a la conflagración entre Rusia y Ucrania. Además, es conocedor de que República Dominicana necesita de su atención y ejecución en otras áreas. Por eso no se limita a campos o sectores concretos.

El jefe del Estado dominicano, una vez más, ha demostrado su proactividad y sigue dando nuevos pasos de avances en el país quisqueyano. En concreto, lo ha hecho con el decreto que instruye al Ministerio de Educación para la creación del primer Sistema Nacional de Movilidad Escolar a implementarse en la República Dominicana.

Hemos trabajado para solucionar los principales problemas del país. Hoy comenzamos a trabajar para que tus hijos lleguen a la escuela y regresen a casa sanos y salvos, de forma completamente gratuita a nivel nacional”, ha afirmado, en alusión a la nueva iniciativa, el portavoz de la Presidencia de República Dominicana, Homero Figueroa.

Invertir en educación es invertir en progreso, motivo por el cual la decisión del presidente Abinader es de suma importancia para las familias dominicanas y para la sociedad globalizada. Con tal resolución el nuevo estilo de gobernar del mandatario brinda tranquilidad a cada familia que, por diferentes razones, comprueba cómo sus hijos necesitan caminar considerables distancias para que puedan recibir su formación, como también se la brinda a las futuras generaciones.

Ya va siendo hora de perdonarle

Parece ser que ha regresado el Antoine Griezmann que logró situarse como mejor jugador del mundo mientras vestía la zamarra rojiblanca. No le dieron el balón de oro (si es que este trofeo donde votan personas que no ven más que la Champions y la Premier tiene algún valor real) por los buenos oficios de su florentineza, pero era evidente que ese año estuvo por delante de los dos bichos del fútbol (Ronaldo y Messi), ganando un mundial que otros más premiados no tienen.

Era el orgullo de la afición rojiblanca, como lo era Torres pese a no jugar de rojiblanco durante años. Era el jugador con el que fardar con el Isidoro en la barra del bar. Era el mimado del Calderón pero… el mal se asomó a su puerta. Bartomeu le tentó, como si fuese el Diablo en el desierto, y ahí se acabó el idilio y el amor. Bajó el rendimiento, tal vez pensando en su fichaje, y perdió la cabeza pensando que lograría triunfos y alegrías más allá del Metropolitano. Que se fuese al Barça no era problema, fueron las formas las que dolieron.

De haber podido ser leyenda, tal y como le dijo su esposa, se marchó a un club que ya comenzaba el declive futbolístico del que no ha salido. No querido por algunos compañeros. Con una grada que tenía todo su cariño para un jugador. Y con un fútbol que no se adaptaba a sus condiciones, sufrió su propio calvario. Cual hijo pródigo, su padre futbolístico le mató un buey y le recuperó para el Atleti. Eso sí, tuvo una temporada de pena, por culpa de lesiones y por tener, tal vez, la cabeza llena de miedos.

Ahora, al cabo de unos partidos y con fichaje real con el Atleti, parece haber encontrado el fútbol que encandiló a los aficionados rojiblancos. Cuando no mete goles, se ve al Griezmann entregado y solidario con los compañeros. Cuando los mete, aunque hace sus piruetas y bailecitos tontos, no ceja en el empeño. Trabajo, calidad futbolística y goles parecen no ser suficientes para perdonarle. Al menos para una parte de la afición. El chaval esperó a tener firmado el nuevo contrato y ser jugador rojiblanco de verdad para pedir perdón públicamente, pero le siguen calificando de rata o pitando algunos aficionados (o algo así).

¿No ha llegado el momento de perdonarle? Concederle el perdón no significa olvidar lo que pasó, ni ser su amigo, tan sólo es volver a acogerle en el seno rojiblanco. Como aquel padre que recibió a un hijo que creía perdido. Otros jugadores tendrán todo el amor del aficionado, pero él ha mostrado la capacidad de humillarse, volver sin nada (tres veces se ha bajado el sueldo) y trabajar con humildad. No hay que volver a enamorarse, pero igual, si sigue por esta senda, volverle a tener en consideración, sí.