sábado, 27 diciembre, 2025

Novedades: Ensayos, Historia y otras lecturas (13 junio)

Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (que pueden ser interesantes) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Ensayos

John Donne, Meditaciones en tiempos de crisis, Traducción: Ascensión Cuesta, Ariel, 12,90€

John Donne tenía 52 años cuando escribió esta obra de una actualidad y una belleza sorprendentes. Tras un ataque de tifus, cayó gravemente enfermo en 1623 y, a raíz del padecimiento que ello le supuso, escribió sus Meditaciones. Entre ellas se encuentra la número 17, conocida por servir de base al título de la novela de Hemingway Por quién doblan las campanas. La muerte, el amor y la presencia de Dios conforman el andamiaje de estas meditaciones, pero cada una de ellas ejerce su fuerza de una manera distinta, poética y profunda.

Este libro es un ejercicio de observación casi empírico que huye de la descripción fisiológica de la enfermedad y alcanza la metafísica.

Isabel Wilkerson, Casta, Traducción: Antonio F. Rodríguez, Paidós, 24€

Isabel Wilkerson, periodista y ganadora de un premio Pulitzer, analiza el sistema tácito de castas que ha dado forma a la sociedad norteamericana y muestra cómo nuestras vidas todavía están definidas por una jerarquía de divisiones humanas.

Más allá de la raza o la clase, nuestras vidas están definidas por un poderoso sistema tácito de divisiones. En Casta, la ganadora del premio Pulitzer, Isabel Wilkerson, ofrece un retrato asombroso de este fenómeno oculto. Asociando los sistemas de casta de Estados Unidos, India y la Alemania nazi, Wilkerson revela cómo estos han moldeado nuestro mundo, y cómo sus jerarquías rígidas y arbitrarias todavía nos dividen hoy.

Con un rigor clarividente, Wilkerson desentierra los ocho pilares que conectan los sistemas de castas entre civilizaciones y demuestra cómo nuestra propia era de intensificación de conflictos y agitación ha surgido como consecuencia de las castas. A través de historias de personas reales, expone cómo la insidiosa resaca de las mismas emerge todos los días, documenta sus sorprendentes costos de salud y explora sus efectos en la cultura y la política. Finalmente, Wilkerson señala las maneras en que podemos, y debemos, superar sus divisiones artificiales y avanzar hacia nuestra humanidad común.

Profundamente original y en un estilo exquisito, Casta es un revelador análisis de lo que subyace tras nuestra vida cotidiana. Nadie puede permitirse el lujo de ignorar la claridad moral de sus ideas, o su llamamiento urgente a un mundo más libre y justo.

Martin Puchner, El poder de las historias, Traducción: Silvia Furió, Crítica, 22,90€

El poder de las historias es un viaje extraordinario a través del tiempo y alrededor del mundo para revelar cómo las historias y la literatura han creado el mundo que tenemos hoy, y cómo los textos escritos son los códigos que definen la identidad de los pueblos y la forma en que los seres humanos organizan sus vidas.

A través de dieciséis textos fundamentales seleccionados de entre los más de cuatro mil años de literatura universal —de Gilgamesh a Harry Potter—, Martin Puchner nos muestra cómo la escritura ha inspirado el auge y la caída de los imperios y las naciones, la chispa de las ideas políticas y filosóficas o el nacimiento de las creencias religiosas. El autor viaja además a sus escenarios originales: al sur del Sahara donde aún se recita la epopeya de Sunjata, a la selva lacandona en que viven los zapatistas, herederos de la cultura maya del Popol Vuh… Su libro nos ofrece una visión nueva y enriquecedora de la historia de la cultura sin olvidar cómo la aparición de la escritura, la imprenta o las nuevas formas de escritura —desde correos y libros electrónicos hasta blogs y Twitter— han cambiado no solo la forma en que se distribuye y lee la literatura sino también el modo en que se escribe. En definitiva, Puchner nos muestra cómo la literatura convirtió a nuestro planeta en un mundo escrito.

Tomás Maldonado, Bauhaus, Anagrama, 17,90€

¿Sigue siendo relevante la Bauhaus? ¿Sigue estando vigente su legado como escuela que integraba diversas disciplinas? ¿Sigue siendo influyente en el mundo del diseño? ¿Dónde termina la realidad y empieza el puro mito en torno a las aportaciones de la Bauhaus? Tomás Maldonado fue uno de los fundadores de la Hochschule für Gestaltung (Escuela Superior de Diseño) de Ulm, que mantuvo una controvertida relación con la herencia cultural y didáctica de la Bauhaus y marcó de forma indeleble la historia del diseño en la segunda mitad del siglo XX.

Este libro reúne diversos textos de este destacadísimo maestro de diseñadores que nos hablan de aquella institución fundada por Walter Gropius y de su modelo pedagógico, de la relación del autor con la escuela de Ulm, del legado de Hannes Meyer o de la función política y la responsabilidad social del diseñador. A las opiniones se suma la correspondencia de Maldonado con destacados miembros de la Bauhaus como el propio Gropius y Josef Albers, así como con eminentes críticos de arte y arquitectura como Gillo Dorfles y Reyner Banham. Cierran el volumen otros escritos a cargo de distintos discípulos.

Noel Ceballos, El pensamiento conspiranoico, Arpa, 19,90€

Un libro imprescindible para comprender la larga historia paranoica de la desconfianza en el sistema; desde tiempos de la Revolución francesa -la zona cero de las teorías conspiranoicas- hasta el negacionismo pandémico. Noel Ceballos es redactor de cultura en la revista GQ y experto en cine clásico, literatura victoriana y cultura pop.

Nahuel Sugobono, Filosofía clásica en tiempos de millennials, Olañeta Editor, 14€

Aristóteles afirma que todo el mundo busca la felicidad. Casi 2.500 años después, la seguimos buscando. Hoy, cuando el déficit de atención abunda y el tiempo parece un bien escaso, es momento de volver a los clásicos y aprender qué tenían para decir sobre las virtudes, el obrar bien y el logro de esa esquiva felicidad. Este libro recoge más de 100 citas de filósofos de la talla de Platón o Aristóteles entre otros.

Alison Weir, La historia oculta de la creación del estado de Israel, Capitán Swing, 17€

Poco después de la segunda guerra mundial el estadista estadounidense Dean Acheson advirtió de que la creación de un Estado judío en tierras ya habitadas durante siglos por musulmanes y cristianos «pondría en peligro» tanto los intereses estadounidenses como los occidentales en la región. A pesar de advertencias como ésta y las enérgicas objeciones de los principales expertos diplomá-ticos y militares de la época, el presidente Truman apoyó el establecimiento del Israel moderno en territorio palestino. Como demuestra Weir, los políticos norteamericanos fueron bombardeados por un enorme cabildeo pro-israeli dirigido desde organizaciones sionistas bien financiadas, hasta una «sociedad secreta» entre cuyos miembros estaba el juez dela Corte Suprema Louis Brandeis.                                           

La historia de cómo los sionistas manipularon al Gobierno y los medios de comunicación estadounidenses para promoverlos intereses de Israel permanece «oculta» al público en general, apenas existe bibliografía. Quienes han tratado de llevar esta información al gran público han sufrido ataques verbales y amenazas económicas que rápidamente silencian el mensa-je y, a menudo, destruyen al mensajero. Pero el libro de Weir ofrece una respuesta inequívoca: Estados Unidos tuvo un papel fundamental en la creación del Estado judío en las tierras árabes de Palestina, a expensas de sus habitantes.

Theodor Adorno y Walter Benjamin, Correspondencia 1928-1940,  Eterna Cadencia, 21,90€

La correspondencia entre Theodor Adorno y Walter Benjamin es una correspondencia histórica. ¿Qué quiere decir esto? Hay aquí guardados varios tesoros para las generaciones que los sucedieron y las que nos sucederán. Al menos dos largos pasajes –agudas cartas de preguntas y respuestas– contienen claves para comprender problemas centrales de la filosofía y la filología. Pero esta apreciación podría extenderse a casi todas sus páginas. Estos intercambios han sido reproducidos y diseccionados por comentaristas, por polemistas, por adoradores. Es histórica, además, porque aquí está retratada esa etapa crucial de la era de las catástrofes que fue la primera mitad del siglo xx en Europa. Y sin embargo, como escribe Beatriz Sarlo en el epílogo que acompaña esta publicación, esta correspondencia única está fuera de la sucesión, pertenece a un tiempo del ahora que constantemente repone su actualidad. Es contemporánea en ese modo especial de lo clásico.

Historia

Sergio Campos Cacho, En el Muro de Berlín, Espasa, 19,90€

Este libro explica el proceso de construcción del Muro, desde el momento en que se presentó el plan a Stalin hasta que se llevó a cabo, pero habla, sobre todo, de las personas que dejaron su vida tratando de cruzar la frontera y de una sociedad que tuvo que vivir durante años dividida. La Historia y la intrahistoria se enlazan en estas páginas, porque las decisiones políticas de gobernantes y gobiernos marcaron el día a día de los ciudadanos de una ciudad secuestrada.

John Julius Norwich, Historia de Venecia, Ático de los libros, 24,90€

Desde sus inicios en el siglo V como un poblado de casas de modestos comerciantes, pasando por su ascenso a potencia naval y comercial, hasta la disolución de la Serenísima República por Napoleón en 1797, el historiador John Julius Norwich nos ofrece un apasionante retrato a lo largo del tiempo de la célebre ciudad de los canales. Una historia poblada por personajes fascinantes y llena de riquezas, aventuras y heroicidades.

Joseph LeDoux, Una historia natural de la humanidad, Traducción: Lorenzo Díaz-Mataix, Paidós, 24€

El renombrado neurocientífico Joseph LeDoux indaga en la historia natural de la vida en la tierra para brindar una nueva perspectiva sobre las similitudes entre nosotros y nuestros antepasados. Esta revisión de la evolución en la Tierra arroja nueva luz sobre cómo evolucionaron los sistemas nerviosos en los animales, cómo se desarrolló el cerebro y qué significa ser humano.

En Una historia natural de la humanidad, LeDoux sostiene que la clave para comprender el comportamiento humano radica en ver la evolución a través del prisma de los primeros organismos vivos. Al tiempo que rastrea la cadena evolutiva a lo largo de los años, muestra cómo incluso los primeros organismos unicelulares tuvieron que resolver los mismos problemas a los que nos seguimos enfrentando en nuestro día a día. Asimismo, LeDoux explora nuestro lugar en la naturaleza, cómo la evolución de los sistemas nerviosos mejoró la capacidad de los organismos para sobrevivir y prosperar, y cómo el surgimiento de lo que los humanos entendemos como conciencia hizo posible nuestros mayores y más horrendos logros como especie.

Svetlana Alexiévich, La guerra no tiene rostro de mujer, Debate, 21,90€

Casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial, pero su historia nunca ha sido contada. Este libro reúne los recuerdos de cientos de ellas, mujeres que fueron francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña. Su historia no es una historia de la guerra, ni de los combates, es la historia de hombres y mujeres en guerra.

¿Qué les ocurrió? ¿Cómo les transformó? ¿De qué tenían miedo? ¿Cómo era aprender a matar? Estas mujeres, la mayoría por primera vez en sus vidas, cuentan la parte no heroica de la guerra, a menudo ausente de los relatos de los veteranos. Hablan de la suciedad y del frío, del hambre y de la violencia sexual, de la angustia y de la sombra omnipresente de la muerte. Alexiévich deja que sus voces resuenen en este libro estremecedor, que pudo reescribir en 2002 para introducir los fragmentos tachados por la censura y material que no se había atrevido a usar en la primera versión.

Laurent Olivier, César contra Vercingétorix, Punto de vista, 29,90€

En el año 52 a. C., la Galia rebelada contra la invasión de César se rinde y es sometida al dominio romano. Una sombría mañana de otoño, en Alesia, el joven Vercingétorix, comandante en jefe de la insurrección gala depone las armas, mientras interminables filas de prisioneros de guerra, exhaustos y demacrados, son llevados a Roma para convertirse en esclavos. Comienza el fin de casi mil años de civilización celta. En nueve meses de acción guerrillera magistralmente dirigida, este evento marcó el curso de la historia del Imperio romano.La conquista de la Galia no fue una simple operación militar o una empresa político-económica al servicio de los intereses de Roma; también fue la historia de la lucha encarnizada entre dos hombres, César y Vercingétorix, que encarnan ambiciones opuestas y en la que solo uno saldrá victorioso. Sin embargo, con el transcurrir de los siglos, el derrotado ascendió gradualmente a la condición de héroe, transformando su derrota y la de la Galia en una victoria moral. Laurent Olivier, ganador del Prix Louis-Castex 2020 por este libro, nos presenta el enfrentamiento de estos dos hombres como si de una investigación criminal se tratase. A partir de los testimonios de reconocidos historiadores romanos y apelando a los últimos descubrimientos arqueológicos, aporta asombrosas revelaciones sobre la relación entre estos dos líderes que en algún momento fueron aliados.

Pablo Martín de Santa Olalla Saludes, Historia de la Italia republicana. (1946-2021), Sílex, 21€

La República italiana cumple setenta y cinco años de vida en este 2021 y el presente libro pretende abordar los acontecimientos fundamentales vividos durante este tiempo. Nacida en plena postguerra mundial, la república transalpina ha vivido numerosos cambios durante este tiempo, como la transformación del sistema de partidos, la modernización económica y social o los permanentes cambios de gobierno. Asuntos como el compromiso histórico, los años de plomo o el espinoso problema mafioso también son analizados a lo largo de estas páginas. Una república, en suma, que constituye un elemento de referencia en el tablero mundial y que es consecuencia de una sociedad, la italiana, tan creativa e innovadora como tendente al caos.

William Peirce Randel, El Ku Klux Klan, Catarata, 18,50€

El Ku Klux Klan se fundó en el sur de Estados Unidos en 1865, al terminar la guerra civil, con el propósito de defender la supremacía blanca, que se había visto en entredicho por la Reconstrucción, un programa federal que otorgaba ciertos derechos a la población negra. Su evolución posterior incluyó a otras minorías: judíos, católicos o extranjeros (como no auténticamente americanos), a diferencia de blancos y protestantes (los únicos capaces de proteger el proyecto nacional). Un siglo más tarde, cuando el historiador William Peirce Randel escribía esta obra —convertida hoy en todo un clásico—, el florecimiento del Klan, que llegó a contar en algún momento con cinco millones de miembros y a quien ningún gobierno de EE UU ha declarado “terrorista”, había penetrado en amplios sectores conservadores. Según sostiene Randel, lo dramático ha sido cómo “el espíritu del Klan” ha ido tiñendo ideológicamente a una parte de la sociedad norteamericana.

Otras lecturas

Victoria Prego y Peridis, Pequeña historia de la Transición, Espasa, 19,90€

El 20 de noviembre de 2020 dos niños miran alucinados el televisor. ¿Una de superhéroes, tal vez? No. Sobre un fondo de imágenes de archivo, un presentador recuerda que acaban de cumplirse cuarenta y cinco años de la muerte Franco. Con ella se abría la Transición, un proceso lleno de obstáculos, complejo y fascinante, que culminó en una Constitución, consensuada por todos, gracias a la cual pudimos consolidar la democracia en nuestro país.

Este periodo clave de nuestra historia reciente fue una aventura, toda una aventura, con sus protagonistas, sus estrategias y sus batallas, con puentes que tender, fortalezas que vencer, alianzas que fraguar y mucho, mucho que construir. Y como tal ha querido contarla Victoria Prego a las nuevas generaciones, nuestros hijos, nuestros nietos, para que no olviden la gran conquista que fue nuestra democracia.

Elizabeth Kolbert, Bajo un cielo blanco, Traducción: Joan Lluís Riera, Crítica, 21,90€

Que el hombre debería tener dominio «sobre toda la tierra y sobre todo reptil que se arrastra sobre ella» es una profecía convertida en realidad. Tan generalizado es el impacto de los humanos en el planeta que hemos categorizado la época en que vivimos como una nueva época geológica: el Antropoceno.

Elizabeth Kolbert se ha convertido en una de las escritoras más influyentes sobre el medio ambiente. Ahora investiga los inmensos desafíos que enfrenta la humanidad mientras luchamos por revertir, en cuestión de décadas, los efectos que hemos ocasionado en la atmósfera, los océanos, los bosques, los ríos y en la topografía misma del globo. En Bajo un cielo blanco Elizabeth Kolbert analiza detenidamente el nuevo mundo que estamos creando y, en el camino, se encuentra con biólogos que están tratando de preservar el pez más raro del mundo, que vive en una pequeña piscina en medio del desierto de Mojave; ingenieros que están convirtiendo las emisiones de carbono en piedra en Islandia; investigadores australianos que están tratando de desarrollar un súper coral que pueda sobrevivir en un globo más caliente; y físicos que están contemplando la posibilidad de lanzar pequeños diamantes a la estratosfera para enfriar la tierra, cambiando el color del cielo de azul a blanco.

Si en La sexta extinción exploró las formas en que nuestra capacidad de destrucción ha remodelado el mundo natural, ahora examina cómo el mismo tipo de intervenciones que han puesto en peligro nuestro planeta pueden ser la única esperanza de salvación. A la vez inspirador y aterrador, Bajo un cielo blanco es un examen completamente original de los desafíos a los que nos enfrentamos, ahora como creadores de una nueva naturaleza.

Bruno Galindo, Toma de tierra, Libros del KO, 19,90€

Este libro no dará todas las respuestas, pero lanza las preguntas y, por el camino, relaciona la historia política y social de las últimas décadas con una larga lista de personajes vistos a corta distancia: Lou Reed, Patti Smith, Miles Davis, Radio Futura, Jarvis Cocker, Debbie Harry, David Bowie, Morrisey, Ramones, R.E.M., Tom Waits, Bob Dylan, Oasis, Prince, U2, Iggy Pop, Rolling Stones, Joaquín Sabina, Andrés Calamaro, Radiohead, Manu Chao, Nacho Vegas, Sex Pistols, Nick Cave, Enrique Morente, Rosalía… 

Entre el diario, el ensayo y el anecdotario, este relato autobiográfico —cuyo título hace referencia al misterioso cable suelto de la parte trasera del tocadiscos, pero también a un aterrizaje forzoso personal y colectivo—, es un contenedor de asombros, peripecias, intimidad y nostalgia. Una foto de época de medio siglo de música.

Novedades Literarias: grandes editoriales (12 junio)

Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

Manuel Ríos San Martín, Donde haya tinieblas, Planeta, 19,90€

Solo un asesino en serie en tiempos de Instagram hará que dos policías se pongan de acuerdo: él, un boomer chapado a la antigua; ella, una milenial con ganas de cambiar el mundo

Una modelo de diecisiete años a la que le falta el ombligo desaparece en Madrid. Los inspectores Martínez y Pieldelobo se hacen cargo de la investigación, pero chocan desde el primer momento. Él es un padre cincuentón y caótico, tierno pero mordaz y un tanto anticuado; ella, una milenial combativa, inteligente y feminista.

Mientras recorren por España lugares misteriosos y templos en apariencia tranquilos, surgen dos hipótesis para desenmascarar a un asesino en serie: o la mafia rusa está detrás de una red de prostitución de lujo o hay un psicópata religioso que pretende enmendarle la plana al mismo Dios.

Este thriller plantea una reflexión irónica sobre la intolerancia, la dicotomía entre pecado y belleza, entre misericordia y castigo, y las relaciones entre el hombre y la mujer como dos seres destinados a entenderse desde el principio de los tiempos.

Isabella Hammad, El parisino, Traducción: Antonio-Prometeo Moya, Anagrama, 24,90€

Estamos en 1914, a comienzos de la Primera Guerra Mundial. Los países árabes de Oriente Medio no existen aún. Jerusalén y Damasco pertenecen al Imperio otomano. El palestino Midhat viaja a Francia para estudiar medicina y se enamora de la hija de su anfitrión francés, pero durante una conversación se produce un malentendido y el joven se va a París, donde participa en polémicas, seduce a mujeres, estudia en la Sorbona. Termina la guerra europea y Midhat vuelve a Palestina, pero no ha olvidado a su amada francesa. Tampoco ella lo ha olvidado, y le escribe una carta que Midhat no recibe.

Mientras tanto, Francia y Gran Bretaña se reparten el control de Oriente Medio; para contener las reivindicaciones árabes inventan países como Irak, Líbano, Jordania, Palestina y Siria, y facilitan la inmigración de miles de judíos, que se van apoderando del suelo palestino. Midhat se ha casado, tiene un comercio de telas, todo parece ir bien. Pero el pasado vuelve cuando encuentra la carta de la amada francesa, que había sido interceptada y escondida por su padre. Una carta que es como la oportunidad occidental perdida. Midhat entra en crisis y enloquece. Su locura dura lo que la huelga general de 1936, que señaló el inicio de la rebelión árabe contra la inmigración judía y el imperialismo británico que la apoyaba.

El parisino no es solo la historia de un palestino afrancesado: también es la de una geografía en conflicto desde las Cruzadas. La rica prosa de Isabella Hammad, que mezcla los tres idiomas que se oían en Palestina en aquellos tiempos, el árabe, el francés y el inglés, parece aunar multitud de influencias, y es como una invitación a que el lector las descubra.

Benjamin Myers, Mar abierto, Traducción: Victoria Alonso, Tusquets, 18,50€

El clásico del verano: una amistad inesperada que traspasa las fronteras de la edad y la clase social, y que cambiará la vida de los protagonistas.

A sus dieciséis años, y antes de entrar a trabajar en la mina, como su padre, Robert Appleyard decide viajar por la región y, hatillo al hombro, deja atrás Durham. La Segunda Guerra Mundial acaba de terminar y todavía se percibe la depresión en la campiña inglesa. En su viaje, recala casualmente en la preciosa casa en lo alto de una ladera, con maravillosas vistas al mar, donde vive una mujer que ya ha superado la cincuentena. Excéntrica, independiente, amante de la buena literatura (y de la buena comida), Dulcie Piper ha visto mucho mundo. La amistad que trabarán durante un único verano perdurará toda la vida, y abrirá a Robert caminos inesperados.

María Oruña, Lo que la marea esconde, Destino, 20,90€

La presidenta del Real Club de Tenis de Santander, una de las mujeres más poderosas de la ciudad, ha aparecido muerta en el camarote de una preciosa goleta que con unos pocos y selectos invitados surcaba las aguas de la bahía al anochecer.

El crimen recuerda a las novelas de la «habitación cerrada» de principios del siglo pasado: el compartimento estaba cerrado por dentro, tanto la extraña herida que presenta el cuerpo de la empresaria como el misterioso método utilizado para perpetrar el asesinato resultan inexplicables y todos los invitados a la fiesta parecen tener motivos para haber acabado con su vida. Nadie puede haber salido o entrado de la nave para cometer el crimen o escapar. ¿Quién ha matado a Judith Pombo? ¿Cómo? ¿Y por qué?

La novela más ambiciosa de María Oruña, un thriller adictivo y elegante en el que descubriremos una nueva faceta de la vida de Valentina Redondo, quien además de enfrentarse al caso más enigmático de su carrera deberá luchar contra un sorprendente e inesperado golpe en su vida personal.

Jessica Anthony, ¡Que entre el cerdo hormiguero!, Traducción: Javier Calvo, Seix Barral, 18,50€

Alexander Wilson, candidato al congreso de los EEUU, millennial, fan declarado de Ronald Reagan y lo opuesto a un gay (a pesar de que de vez en cuando se le ocurra dormir con un hombre) está decidido a que nada lo detenga en su campaña por la reelección. Ni el hecho de que siga soltero ni que su principal adversaria, Nancy Beavers, casada y con hijos, esté subiendo en las encuestas. Nada. Esto es, hasta que un caluroso día de agosto recibe un enorme y misterioso paquete que contiene un gigantesco cerdo hormiguero disecado. Un escándalo de proporciones bíblicas comienza a gestarse mientras su carrera política entra en caída libre.

El origen de tan extraño animal está en la historia de Titus Downing, un taxidermista del Londres victoriano, y de Richard Ostlet, el naturalista que lo cazó. Nuestro mundo actual, empezamos a entender, ha sido moldeado de manera profunda e inquietante por el secreto que une a estos hombres.

Leonardo Sciascia, Todo modo, Traducción: Juan Manuel Salmerón, Tusquets, 18€

Una metáfora llena de ironía sobre el poder, siempre corrosivo y viscoso

Un desocupado y reconocido pintor recorre la campiña con su coche cuando descubre un aislado, silencioso y ascético caserón, un hotel edificado por un tal padre Gaetano en torno a una ermita, y decide hospedarse allí unos días. Precisamente se albergan también en el hotel, o se les espera en breve, un grupo de mujeres y algunos jerarcas de la política, de la industria, de la banca, la prensa y la Iglesia para meditar, a la manera de esos ejercicios espirituales a los que san Ignacio de Loyola definía como «el todo modo… para hallar la voluntad divina». Pero en ese ambiente pacífico se produce de pronto un asesinato: mientras rezan el rosario, un ex senador muere de un disparo. Evidentemente, se impone llamar a la policía.

Ursula K. Le Guin, Planos paralelos, Traducción: Manuel Manzano, Minotauro, 12,95€

Sita Dulip ha perdido el avión. En lugar de escuchar los confusos mensajes que salen por megafonía o intentar aguardar en las criminales sillas de plástico clavadas al suelo, descubre un método para trasladarse a universos paralelos desde las salas de espera de los aeropuertos, técnica que se populariza hasta tal punto que nace una agencia de viajes interplanarios.

De este modo, visitaremos culturas con rasgos de lo más insólitos: un país en el que la inmensa mayoría de personas son de sangre azul y viven pendientes de las peripecias de la única familia de plebeyos, una sociedad que está regida por la ira y la violencia, otra donde siempre es Navidad y cuyas ciudades constituyen un gigantesco centro comercial, la isla de los seres inmortales, o un pueblo en el que la manipulación genética ha causado estragos…

Así hasta un total de quince historias en las que la autora se sirve de mundos imaginarios para revisar tanto los grandes temas de la humanidad (el lenguaje, la convivencia, la guerra, la guerra de los sexos, la relación con la naturaleza) como sus aspectos más absurdos. A medio camino entre Jonathan Swift y Borges, Le Guin hace gala de un humor amable e ingenioso y un magistral pulso poético a la hora de escribir esta ficción filosófica llena de sabiduría.

Adrienne Brodeur, Mi madre, su amante y yo, Traducción: Santiago del Rey, Destino, 18,90€

Una noche de verano Malabar despierta a su hija de catorce años, Rennie, para contarle un secreto: Ben, el mejor amigo de su marido, la ha besado. Lo que empieza con un beso se convertirá en una aventura de la que, por mucho tiempo, solo Rennie tendrá conocimiento. Malabar la hará partícipe de su desarrollo y la joven, que siente una lealtad ciega hacia su madre, se convertirá en cómplice y encubridora de ambos durante muchos años.

Esto tendrá consecuencias demoledoras para todos los implicados, especialmente para Rennie: ese apego emocional que siente hacia su madre dañará profundamente la relación entre ambas. Solo años más tarde encontrará la fuerza para romper los lazos tóxicos que las unen, volver a encaminar la relación y no repetir los mismos errores con su propia hija.

Una historia familiar, brillante y atemporal que se lee como la mejor novela y explora la complejidad del amor entre una madre y su hija.

Gabriela Consuegra, Ha pasado un minuto y queda una vida, Temas de Hoy, 15,90€

Todo empieza por la célula. Una célula de Álvaro se transforma, muta, se reprograma, se niega a morir. Pronto vienen más, se rebelan ante el organismo, se reproducen, forman masas, bultos. Con ellas llegan los síntomas y con los síntomas, el diagnóstico. Pero Álvaro no lo escucha solo, porque quien está allí, junto a él, es Gabriela, su hija. Será ella quien narre esos días y por tanto esta historia, la de una familia que se enfrenta a un destino feroz y a la rabia y desolación de un futuro que se convierte en amenaza.

Gabriela escribe aquí un testimonio poético, un reconocimiento de lo poco preparados que estamos para cuidar a quien nos ha cuidado. Un relato hecho de retazos rescatados al recuerdo para narrar el difícil camino de una hija que empieza a asumir que existirá un mundo incapaz de imaginar. Un mundo sin su padre.

Mikel Santiago, En plena noche, Ediciones B, 21,90€

¿Puede una noche marcar el destino de todos los que la vivieron? Han pasado más de veinte años desde que Diego Letamendia, estrella del rock en declive, actuó por última vez en su pueblo natal, Illumbe. Esa fue la noche del final de su banda y su grupo de amigos, y también la de la desaparición de Lorea, su novia. La policía nunca logró esclarecer lo ocurrido con la chica, que fue vista saliendo a toda prisa de la sala de conciertos, como si huyera de algo o de alguien. Después de aquello, Diego emprendió una carrera de éxitos en solitario y jamás regresó al pueblo.

Cuando uno de los miembros de la banda muere en un extraño incendio, Diego decide volver a Illumbe. Han pasado muchos años y el reencuentro con los antiguos amigos es difícil: ninguno de ellos sigue siendo la persona que fue. Mientras, crece la sospecha de que el incendio no fue accidental. ¿Es posible que todo esté relacionado y que, tanto tiempo después, Diego pueda encontrar nuevas pistas sobre lo que pasó con Lorea?

Mikel Santiago vuelve a ambientar en el pueblo imaginario del País Vasco, donde ya transcurría su anterior novela, El mentiroso, esta historia marcada por un pasado que podría tener terribles consecuencias en el presente. Este thriller magistral nos envuelve en la nostalgia de los años noventa al tiempo que vamos desenredando el misterio de aquella noche que todos luchan por olvidar.

Noemí Sabugal, Hijos del carbón, Alfaguara, 18,90€

Hijos del carbón es un libro que se va a leer durante años y, por ello, solo se podía haber escrito ahora. En esta obra tan singular, mezcla de autobiografía, memoria, ensayo y reportaje, Noemí Sabugal narra sus recuerdos de infancia ligados a las minas de carbón y se embarca en un viaje por los principales entornos mineros de España: Galicia, Asturias, León, Palencia, Córdoba o Teruel. En cada una de las etapas conversa con trabajadores de los pozos, con políticos, con vecinos o con comerciantes, todos ellos afectados por una transición energética que conlleva el fin de una cultura y de una forma de comprender el mundo.

Las implicaciones económicas y sociales del cierre de las minas tendrán su correlato en las vidas de todos los «hijos del carbón», que ahora buscan un futuro nuevo y una nueva energía con la que poder ponerse de nuevo en pie.

Curiosidades

Elías y Veza Canetti, Cartas a Georg, Galaxia Gutenberg, 27€

Las 162 cartas reunidas en este volumen, en su mayoría escritas entre 1933 y 1948, constituyen un documento excepcional en muchos sentidos. Su destinatario es Georges Canetti (Georg), médico de profesión, una personalidad apenas entrevista que sin embargo despierta en sus corresponsales una enorme veneración. Frente a él, su hermano mayor, Elias, y su mujer, Veza Taubner, despliegan el drama a menudo aterrador de su vida en común durante unos años oscuros. Son los años de la ascendencia del nazismo en Austria y, luego, tras exiliarse los dos a Londres, de las ruinas y la miseria en la Inglaterra de la posguerra, en la que sólo muy lentamente Canetti logra abrirse camino como escritor.

El particular triángulo afectivo que se establece entre los dos hermanos Canetti y Veza sirve de caja de resonancia para los triángulos amorosos que se establecen entre Veza, Elias Canetti y las amantes de éste. Las cartas arrojan luces enteramente nuevas sobre la vida y la personalidad del autor de Auto de fe, que contrastan de manera a menudo sorprendente con la imagen que éste proyecta de sí mismo en sus justamente célebres memorias. Pero sobre todo descubren la figura fascinante de Veza, que en sus cartas se revela como una escritora desbordante de genio, de excentricidad y de patetismo.

El lector asiste asombrado a una constelación amorosa por completo atípica, para comprender la cual debe aparcar no pocos prejuicios y convencionalismos. Y de paso observa desde dentro la construcción de un escritor obsesivamente volcado en su obra monumental, en la que persevera a pesar de todas las adversidades.

Matthew McConaughey, Greenlights, Traducción: Eva Raventós, Libros Cúpula, 21,50€

Matthew McConaughey es hijo de Jim y Kay McConaughey —dos veces divorciados y tres casados—, es un hombre casado, padre de tres hijos y un autoproclamado hombre afortunado. Se considera narrador por profesión, escribe poesía y es un músico frustrado («pero bueno, todavía hay tiempo…»).

«He comido peyote en Real de Catorce, México, en una jaula con un puma. He hecho que me cosieran setenta y ocho puntos de sutura en la frente, y que lo hiciera un veterinario. He tenido cuatro conmociones cerebrales por caerme de cuatro árboles, tres de ellos en luna llena. He tocado desnudo los bongos hasta que la policía me ha arrestado…

Este libro ha sido mi obsesión durante los últimos dos años. Ahí es donde he estado. Ha sido mi única obsesión en cuanto al trabajo. Es la extensión permanente más verdadera que he sacado o creado de mí mismo.

Desde que aprendí a escribir he estado llevando conmigo un diario y escribiendo cualquier cosa que me despertara algo, fueran risas, lágrimas o dudas… Hace dos años reuní el coraje de juntar todos esos diarios y aislarme para trabajar en ellos y ver qué demonios tenía. Y volví con esto, un libro.

Se llama Greenlights porque es una historia sobre cómo yo y todos podemos obtener más luces verdes de la vida que vivimos. No nos gustan las luces rojas ni amarillas porque nos roban tiempo. Cuando nos damos cuenta de que todas se acaban poniendo verdes, ahí es cuando la vida se convierte en un poema y empezamos a conseguir lo que queremos y necesitamos. Estas no son unas memorias convencionales, ni un libro de consejos, sino más bien un libro de jugadas basado en aventuras de mi vida.»

John Berger y Jean Mohr, Un hombre afortunado, Alfaguara, 17,90€

En 1967 John Berger y el fotógrafo Jean Mohr acompañaron a John Sassall, un médico inglés que ejercía su profesión en una comunidad rural. La obra narra varias historias del trabajo de Sassall con sus pacientes, a la vez que revela pensamientos sobre su profesión y su vida para acercarnos gradualmente al hombre. Las fotografías de Jean Mohr marcan rasgos indispensables de la historia y dialogan con un texto lleno de reflexiones del propio Berger y otras procedentes del mundo literario y filosófico: de Conrad a Gramsci, de Piaget a Sartre.

Con una prosa hipnótica, a mitad de camino entre la narración y el estudio antropológico, Un hombre afortunado, publicado por primera vez hace más de cuatro décadas, es un libro de absoluta vigencia, una lúcida meditación sobre el valor que le asignamos a una vida humana y sobre cuál es el verdadero rostro de la medicina.

El PP amenaza a periodistas porque no le gusta la libertad de prensa

Como siempre sucede cuando acontece algo donde al PP se le pilla en un renuncio, en una ilegalidad o una traición mayúscula a la democracia española –y casos hay más que suficientes a lo largo de la historia desde su fundación como Alianza Popular-, comienzan a disparar a todos sitios y, en especial, al proveedor de la información que no les gusta. En esta ocasión le ha pasado a las buenas gentes de Infolibre, en concreto a su redactora Alicia Gutiérrez a la que han denunciado, solicitando cinco años de cárcel, por revelación de secretos. Desde que Daniel Basteiro se ha hecho cargo de la dirección del medio las malas artes del PP para con este grupo de profesionales son casi constantes –recuérdense todas las barbaridades que se dijeron contra Manuel Rico por su investigación sobre las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid-.

Si todo lo que ha sucedido lo hubiese publicado algún otro medio más conectado con el Ibex-35 es de suponer que la reacción no habría sido la misma. La historia del PP es la de unos cobardes, como le ha sucedido a Albert Rivera también, con los poderosos y muy matones con los débiles. Ahí tienen sus constantes bajadas de pantalón a lo que digan desde el imperio estadounidense –que conlleva ponerse chulos con Rusia, como ese que grita detrás de una persona muy fuerte, “porque me sujetan, que si no”-, pero bien que señalan a cualquier gobernante latinoamericano. Lo mismo hacen con la prensa, con el añadido de jugar con la publicidad institucional de muchos lugares, y es lo que intentan hacer con las gentes de Infolibre.

A Teodoro García-Egea y a Fernando López Miras les han pillado mangoneando citas médicas para colar a un familiar del primero delante de la enorme lista de espera murciana –algo que se ha comprobado-. Un presunto delito de tráfico de influencias por el que el secretario general del PP ni ha respondido, ni ha dimitido. Esto es lo que se supone es una revelación de secretos para no rendir cuentas. Como ha dicho la Asociación de la Prensa de Madrid –que en esta ocasión sí ha salido a dar la cara, no como en otras ocasiones-, descubrir un posible delito por parte de los dirigentes peperos es información relevante y no un secreto. Si alguno es tan estúpido de dejar ver el móvil y le hacen una captura de la conversación delictiva es problema suyo, no de los periodistas que captaron la imagen y consultaron la veracidad. El campeón de las aceitunas está escondido, sin dar la cara y lanzando toda la mierda que puede contra los periodistas. Así, ha sacado al ex-periodista Pablo Montesinos a hacer el ridículo por los platós de televisión porque defiende hoy lo que ayer denunciaba. Igual no le importa porque siempre fue muy de rodilleras periodísticas, pero algún compañero de profesión ya se lo ha hecho ver.

La libertad sólo para los suyos.

El PP tiene aversión a la libertad de prensa. Es algo genético. Defienden la libertad para los medios que “compran” –algunos literalmente, aunque también hay medios que hacen constante chantaje (especialmente en el ámbito local)-, pero entienden que lo que hacen otros no es libertad de información, o expresión, sino mentir y manipular. Son muchos los casos de este tipo –¿recuerdan toda la porquería que soltaron contra el grupo Prisa tras el 11-M?- y éste de Infolibre no es más que el último eslabón de una cadena de asco a la libertad. Libre es Federico Jiménez Losantos –y socios mercantiles- para envenenar a las masas con sus imprecaciones injuriosas, pero si se confirma que García-Egea hace cambalaches con López Miras para operen a un familiar por delante del resto de pacientes, es una cosa secreta. Bueno, en realidad es la soberbia del que cree que España es suya, de su propiedad.

Algo similar sucede con Telemadrid a la que quieren destruir o convertir en TeleAyuso (como en tiempos tuvieron TeleAguirre o ahora tienen Canal Bendodo en Andalucía) porque hay libertad de información y de opinión. Algo que no es en modo admisible porque la libertad es sólo para ellos y quienes ellos digan. No son liberales, son unos jetas que supuran dictadura por todos sus poros. Lo que están haciendo contra la información de Infolibre, la cual no han desmentido en ningún momento, es matonismo político. Denunciar para amedrentar, no tanto al medio que dirige Basteiro que ya está en el lio, como al resto de periodistas. Un aviso, como si fuese la cabeza cortada de un caballo, al resto de personas de la profesión para que tengan dudas y miedo si van a publicar algo contra el PP. Un comportamiento totalitario, antiliberal y mafioso. Al fin y al cabo cuando José Luis Martínez Almeida se alegra de ser calificado como fascista es por cosas como estas.

Ya tienen su prensa del Movimiento (unos doscientos medios a vuela pluma, incluyendo la prensa regional y local), que es la única que parece dice la “verdad”. Por tanto, el resto es prensa despreciable y condenable. Trumpismo teñido de azul Mahón que en realidad muestra que no defienden la libertad de prensa como sustento del sistema democrático. De hecho ni les gusta el sistema democrático salvo como mera apariencia o fantasmagoría. Les gustaría gobernar siempre y tener alguien a quien echar la culpa de los problemas aunque lleven sin estar en el gobierno siglos (algunos alcaldes peperos que llevan más de veinte años en el sillón municipal siguen diciendo que la culpa es del partido que gobernó antes, lo que es aplicable a la Comunidad de Madrid también). Si fuesen demócratas y liberales, tanto García-Egea como López Miras estaban en su casa, pero no lo son. Y a todo esto ¿qué dice Pablo “disfraces” Casado?

UEFA desvela que sí sancionará a Real Madrid y Barça

Toda la prensa del nacionalmadridismo y el nacionalbarcelonismo está exultante. Sus jefes han logrado tumbar a la todopoderosa UEFA y se irán de rositas con la ya fracasada Superliga. La valiente justicia ha callado la boca a Alexander Ceferin y le hará comerse sus palabras y sus pretensiones de sancionar a los sagrados (por la gracia de dios, evidentemente) Real Madrid y FC Barcelona. “Golpe a la UEFA” titulaban hace pocos días los plumillas sin haberse percatado del juego burocrático-judicial que existe detrás de todo ello. Un procedimiento sinuoso que no tiene por qué acabar en victoria.

La UEFA publicó ayer una nota de prensa en la que se afirmaba que el procedimiento sancionador a Real Madrid, FC Barcelona y Juventus quedaba congelado hasta nuevas noticias. Esto, si se sabe leer entre líneas, algo complicado para cierto sector de la prensa, señala en realidad que sí se piensa sancionar a esos tres equipos. Que los rumores de no inscripción en la próxima Champions, más allá de la posible multa, eran ciertos. Y que Ceferin no se va a quedar de brazos cruzados, entre otras cosas porque los clubes ingleses, españoles e italianos que se avinieron a pactar con el organismo futbolístico se quejarían con razón. Así que más le vale a la prensa mamadora del régimen blaugrana-madridista no mostrarse entusiasmados porque las noticias son pésimas en realidad.

Para entender todo esto hay que dar un poco de marcha atrás en el tiempo para comprenderlo. Cuando Florentino Pérez presentó la Superliga, y así chafaba la nueva Champions, realizó una petición de medidas cautelares al juzgado de lo mercantil para evitar sanciones y otro tipo de acciones contra las sociedades que conforman la sociedad European Superleague Company SL. Una petición que solicitaba la prohibición de adoptar “cualquier medida que prohíba, restrinja, límite o condicione de cualquier modo, directa o indirectamente, la puesta en marcha de la Superliga” en base a que la UEFA, contraviniendo la legislación de la Unión Europea (ojo que esto es importante), tiene un monopolio sobre la competición deportiva futbolística. “Las medidas cautelares solicitadas son proporcionadas e idóneas para garantizar la tutela que se pretende en el procedimiento principal, evitando las actuaciones de FIFA y UEFA que impedirían la tutela que pudiese otorgarse en una eventual sentencia estimatoria” dice el auto del juez.

¿Por qué? Porque el juez ha iniciado una cuestión previa para conocer si la Unión Europea (en concreto el Tribunal de Justicia de la UE) estima o no que FIFA y UEFA son entidades monopolísticas que impiden la libre competencia mercantil. Esas medidas cautelares que se pidieron, por mor del convenio de Lugano, han sido trasladadas a los juzgados suizos (donde tienen residencia FIFA y UEFA) que las han comunicado a los interfectos. De ahí viene la nota de prensa congelando la sanción a los tres equipos que aún se mantienen en la Superliga. ¿Deben alegrarse? Cualquiera que conozca cómo funcionan las instituciones europeas no lo haría porque hasta que se resuelva la cuestión previa no hay nada que hacer y nada asegura que se pronuncie en favor de la Superliga ya que las competiciones UEFA trascienden los límites mismos de la Unión Europea en sus pretensiones.

EL TJUE no puede (al menos no debe) pronunciarse sobre entidades que ejercen sus acciones más allá de las fronteras de la UE. Las competiciones UEFA incluyen a equipos/sociedades que no son miembros de la UE (Rusia o UK, por ejemplo) y, además, los equipos/sociedades que participan en ellas (ojo que Real Madrid y FC Barcelona no son sociedades al uso) han aceptado ese supuesto monopolio deportivo no sólo de UEFA sino de las distintas federaciones nacionales. A nadie se le obliga a participar en la Champions, de hecho la inscripción debe ser cursada mediante una petición del equipo, pero sí se le puede excluir si vulnera los acuerdos de la competición que libremente ha aceptado. El TJUE puede decir que existe derecho a conformar una Superliga dentro de la UE (lo que impediría a los equipos de UK participar, en principio), pero no puede pronunciarse sobre algo que trasciende sus propias fronteras.

¿Qué ha ocurrido en casos parecidos? La sentencia Bosman supuso un cambio para los equipos que pertenecían a la Unión Europea, pero no afectó a equipos que jugaban en ligas que no eran de la UE. La UEFA, para evitar desmanes, acordó una serie de parámetros para que no fuese aquello un sindiós. Pero nadie obligó a UEFA a ese cambio. Otro caso parecido fue el contencioso que se mantuvo contra Microsoft por tener una posición dominante con una multa de 860 millones de euros “por no haber permitido que los fabricantes de programas informáticos accedieran en condiciones favorables a la información relativa a la interoperabilidad de los productos”. Pero en este caso la UEFA no impide a Real Madrid o FC Barcelona salirse de sus ligas, junto con otros equipos, y montar su Superliga, sino que pide respetar los acuerdos a los que se llegaron. Porque existiendo la ECA (asociación de clubes europeos), de la que forman parte los equipos a sancionar, que ha acordado las normas del campeonato Champions y Europa League, es complicado señalar que UEFA tenga posición de dominio o monopolística (que la tiene en buena lógica) en los términos mercantiles que piden desde la Superliga.

De forma más sencilla, el juzgado hace bien en solicitar una cuestión previa porque debe tener claro, para poder dictar sentencia o mantener las medidas cautelares, que dentro de la UE hay una posición dominante o si las competiciones UEFA trascienden los límites de la UE y por tanto no les es aplicable la legislación correspondiente. De hecho en España hay una posición dominante de la RFEF con las competiciones futbolísticas y si alguien quisiese montar otra competición nadie desde la RFEF podría sancionar a los equipos que de ella formasen parte (sucedió con la efímera liga profesional de baloncesto), pero esos equipos no podrían participar en las competiciones UEFA porque no aceptan los acuerdos para ello. ¿Esto que supone? Que la Superliga puede montarse, pero los equipos pueden ser excluidos de las competiciones UEFA, que es por donde piensa atacar Ceferin. A Joan Laporta le queda el comodín de la asamblea de socios, pero que no se muestre muy ufano, pues las cuestiones previas del TJUE suelen ser de lavarse las manos cuando el tema va más allá de las fronteras UE. De momento, con la congelación de las posibles sanciones, ya se sabe que sí, que en cuanto les dejen les van a empurar.

Emiliano “La Mancha Ranger”

Bastante guasa la que ha habido en las redes sociales con la vestimenta del presidente castellano-manchego Emiliano García-Page. Un outfit, que dirían los postmodernos, muy acorde con la inauguración de un aeródromo pero que le da al presidente un aire de macarra (alguno podrá pensar que Pepito piscinas) que ha capturado la atención de los internautas y tuiteros para sacar una sonrisa.

Así ha habido gente que le ha querido identificar con un ranger manchego dispuesto a repartir mecos a quien se ponga por delante. De ahí el titular del artículo. Como ha estado contra los indultos, siempre y cuando los secesionistas no se aviniesen a condiciones reales, y protege su territorio de las aventuras mercadotécnicas de Moncloa, la verdad que el papel de ranger lanza patadas no le queda nada mal.

Otros han visto en él un fiero representante de la clase política que, para que la vacunación funcione, no tiene reparos en amenazar con repartir hostias a diestro y siniestro. En realidad en Castilla-La Mancha no hace falta repartir leches porque la vacunación va a ritmo trepidante y acercándose a las personas de la treintena en una semana, tal y como ha anunciado el propio presidente.

También los ha habido que le han emparentado con el guitarrista de Led Zeppelin, Jimmy Page, y el uso familiar de las gafas de sol redondas. Por cierto, unas gafas de sol que recuerdan a aquellas ochenteras que se pusieron de moda en España tras ser profusamente utilizadas por el ejecutivo socialistas de Felipe González y Alfonso Guerra. ¿Una seña de identidad del presidente manchego o mera coincidencia? Cualquier día Pablo Casado sentiré envidia y se hará con un disfraz de Page… igual así le hace alguien más caso.

El chocho que ha liado la derecha en Granada

Buena la que tiene liada la derecha española –ya verán por qué no sólo andaluza- en la bella Granada. El lugar donde descansan los restos de los muy queridos, especialmente por los tradicionalistas, Reyes Católicos está siendo mancillado por unas guerras de políticos de baja estofa que en nada interesa a la ciudadanía. Salvo que se peguen o se insulten, transformando el ayuntamiento en un programa de telebasura, que igual, entonces, sí consiguen atención. En realidad basura sí que es lo que ofrecen. Lo malo es que está siendo pagada por el dinero de la ciudadanía que contempla absorta a una banda de malandrines de la política llorando por lo suyo. ¿Qué es lo suyo? El monipodio, el sillón, el carguito, las prebendas…

Han dimitido todos los concejales del PP que estaban en el equipo de gobierno porque dicen que Luis Salvador, de Ciudadanos, no ha respetado el pacto al que se llegó de estar dos años en la alcaldía y luego dejarla a uno del PP para terminar la legislatura. La realidad es que es bien cierto que ese pacto se produjo. Así se dijo cuando el trifachito andaluz junto sus votos para dar la alcaldía al naranjita. Los siete del PP y los tres de Vox junto a los cuatro que aportaba Salvador sumaban los catorce necesarios para gobernar. Ciudadanos, que en aquellos tiempos estaba en el “con Sánchez no y no”, vio el camino libre para ganar una alcaldía que en votos no merecía, pero que podría haber obtenido con el partido vencedor de las elecciones, el PSOE.

¿Tienen razón en el PP para quejarse? Después de lo “porculeros” que han sido con el alcalde granadino igual han perdido legitimidad. Porque los pactos hay que cumplirlos en su totalidad, no lo que a uno le convenga y el resto nada. Normal que Salvador no quiera dejar el cargo a unos menesterosos de la política cuando, como ha expresado en rueda de prensa, puede gobernar con PSOE e, incluso, Podemos-IU si fuese necesario. Desde Ciudadanos se tiran de los pelos, los dos concejales han dejado sus cargos de gobierno, y desde el PP señalan deslealtad. El problema es que esto no es tan sencillo como parece. Las manos de Teodoro García Egea, de Elías Bendodo o del reciente fichaje pepero Francisco Hervías aparecen como muñidoras de todo el chocho que han montado. Inés Arrimadas ni sabe por dónde llegan los tiros –bastante tiene con enterarse de lo que pasa en España-; Juan Marín está con el cagancho de no saber si tiene que volver a abrir la tienda de relojes; Juan Manuel Moreno Bonilla pasa del tema porque Pablo Casado le está destrozando el PP andaluz y piensa que lo mejor es que el marrón se lo coman en Génova; y mientras tanto el resto de mundo observa estupefacto a cuatro mindundis jugando a cosas de políticos con la que está cayendo. Igual Granada tiene otros problemas más graves que ver quién tiene más grande la jeta para sentarse en el sillón consistorial principal.

Porque todo lo que está pasando no viene, o no viene sólo de Granada capital, va más allá de las fronteras municipales. Se sabía que había un pacto de dos años unos y dos años otros, lo que no han contado son las contraprestaciones que se habían negociado, hablado o, cuando menos, prometido como el que no quiere la cosa y que se han volatilizado como por arte de magia. A Salvador le han intentado hacer la trece-catorce y se ha rebelado. Y no porque sus compañeros, al menos por el momento, de Ciudadanos le hayan prohibido algo o le hayan empujado a algo, no, sino por tragar los naranjitas de San Telmo con lo que han impuesto los peperos (en parte de Madrid, más el recién llegado) que han roto cierto pacto oculto. Al menos eso es lo que comentan las malas lenguas y es vox populi en Granada. Vamos que te lo cuenta cualquier carguillo que te encuentras en el callejón de los bares que está justo al lado del ayuntamiento.

En marzo de 2021 toda la prensa se hizo eco del pacto, que debía ser secreto, por el cual Salvador pasaría a ser viceconsejero de la Junta de Andalucía y dejaría el puesto de alcalde a un concejal del PP. Lo negoció Bendodo, lo negoció García-Egea y el interfecto. De hecho, aquí comienzan las malas lenguas, incluso se barruntó la posibilidad de que Salvador, viendo el hundimiento de Ciudadanos, pasase a ser pepero. Total ya había cambiado de chaqueta, para gozo del socialismo andaluz, del rojo al naranja, así que sumar el azul gaviota tampoco era problema. ¿Dónde está el problema? Que en el PP fichan a un archienemigo de Salvador, al otrora poderoso naranjita Hervías. Entrambos tuvieron sus más y su menos por el poder del partido en Andalucía, a la vista de que Marín bastante tenía con mantener su sueldazo para pagar sus lujos y sus mariscos. No ganó realmente ninguno pero el resquemor del marido de la presidenta del parlamento andaluz quedó.

Cuentan los que dicen saber del tema, que a instancias del nuevo fichaje, y visto que Ciudadanos desaparecía en la Comunidad de Madrid, mostrando que ya no son tan necesarios los fichajes entre la tropa naranja, Bendodo, en alianza con Génova, dice que nanay, que no hay viceconsejería y que a dimitir para cumplir con lo pactado. Que si no le gusta ahí tiene la puerta, que las del PP quedan cerradas. Salvador se enfurece y dice que él no dimite. Que si los demás rompen los acuerdos él no es menos y que para lo que le queda en el convento, se caga dentro. El neopepero ve cumplida su venganza pero el marrón se lo comen PP y Ciudadanos que no saben, porque no pueden en realidad, explicar lo que está pasando.

Bonilla debe estar pensando que menudos fichajes le mandan desde Génova –normal que ni aparezca por Madrid, ni por Colón, ni por ningún otro sitio-, con lo tranquilo que él estaba le enfangan el terreno. Porque a Bonilla o a Bendodo, en realidad, les importa una higa quién sea el alcalde granadino. Saben que en breve no quedará nadie en Ciudadanos y piensan que todo será para ellos –que es realmente lo que les interesa-. Como manipulan a placer las encuestas para generar estado de opinión, esto de Granada no les viene bien. Y han torcido el gesto por la acción a la que se han visto obligados por Génova. Salvador aguantará lo que pueda –salvo que le den carguito, algo no descartable en el absurdo político en que vive Andalucía (fíjense que dos aparateros del manuelchavismo pelean en el PSOE, a la izquierda del socialismo están unas bandas de personas que unos días quieren la independencia de Andalucía y otros que las mujeres tengan pene, toda la inversión buena sigue quedándose en Sevilla o Málaga…)- y no es descartable que acabe gobernando con el PSOE. Mientras tanto el pueblo andaluz pasándolo mal y viendo a una banda de políticos baldíos peleando por su paguita.

Normal que el PSOE-A no suba en las encuestas

Después de ver y escuchar el debate de los candidatos del PSOE-A a la presidencia de la Junta de Andalucía, cualquier ciudadano debe tener enormes dudas. Sin importar a quién acaben votando mayoritariamente, la realidad es que han aportado poco a cambiar el sentido del voto de los andaluces. Insulso, cada cual sin salirse del guión y del perfil que quieren proyectar y, lo que acaba importando, con muchas contradicciones en el discurso que han ofrecido. Si piensan que Andalucía se cambia con “interné” y con medio ambiente, parece que no han comprendido por dónde caminan las aspiraciones del pueblo, especialmente los jóvenes –los cuáles conocen de primera mano el engaño de lo digital en precariedad, trastornos psicológicos y demás derivados del capitalismo en su nueva transformación-. Siendo la región más grande de España parece poca chicha para tan grande bocadillo.

El perfil que se han creado

Susana Díaz, por empezar por la secretaria general, se ha presentado como si hubiese hecho un curso new age en el cual todo lo anterior ha sido olvidado –en relación a su tiempo de gobierno- y emerge una nueva mujer dispuesta a hacer lo que no hizo antes. Por un proceso mágico, y agarrada a la bandera de la libertad, ahora piensa hacer casi lo contrario de lo que hizo y apoyó. Una nueva Susana, ya no sultana, entregada al pueblo andaluz en su lucha contra el imperio del mal –sea cual sea éste-, pero sin olvidar la experiencia de conocer los intríngulis de San Telmo.

Juan Espadas, además de intentar quitarse el velo de ser el candidato de Ferraz, ha dejado claro que todo pasa los ayuntamientos. Los que más saben de todo son los concejales y alcaldes. Todo pasa por el municipalismo porque, ¡oh sorpresa!, él es alcalde. Curiosamente ni el 1% de los sevillanos podrían señalar el nombre de más de dos concejales, incluido el máximo munícipe. Su perfil se completa con medio ambiente y proceso digital.

Luis Ángel Hierro se ha presentado como el outsider, que lo es, apoyado por las bases del partido –es un poco exagerado porque a los demás también les apoyarán algunas bases-. Ha insistido en ser un defensor de la socialdemocracia –algo en lo que no han entrado en profundidad los otros dos candidatos- y un “experto” en ciertas materias.

Puyadas entre compañeros

Espadas ha sido el más crítico con los otros dos candidatos –hasta que le ha desmontado una mentirijilla Hierro respecto a las preguntas de la militancia-, especialmente con Susana, a la que ha acusado de todo lo malo que ha pasado en el PSOE-A. Olvidando, por esas cosas que tienen los procesos de primarias, que sin ella, sin las maniobras del susanismo, él no sería alcalde de Sevilla y posiblemente seguiría Sánchez Monteseirín. De repente Espadas ha pasado de amigo de la sevillana a militante de base sin apoyo alguno. Bueno apoyos sí que le han movido desde Moncloa y Ferraz pero sin pasarse. Ha cometido un error, o ha caído en una grave contradicción, cuando al defender la autonomía del PSOE-A frente al gobierno del PSOE de Pedro Sánchez se ha descuidado y tras decir que el proyecto andaluz es autónomo, ha recogido velas y se ha mostrado entregado a lo que digan desde Ferraz/Moncloa porque no hay que confrontar sino ser fraternos. Que es lo que se dice para quedar bien y tragar con lo que digan más allá de Despeñaperros.

Susana también ha lanzado sus puñaladas a Espadas al referirse a la libertad de Andalucía y del PSOE-A –que en cierto modo es como decir: “si yo gano a mí no me tocáis ni un pelo”-, insinuando que otro candidato no tiene esa libertad y se encuentra sujeto a los deseos monclovitas. Que Díaz hable de libertad en el PSOE-A es como poco caricaturesco. La raya de Alfonso Guerra era más dúctil que el control del “susanato” en el partido. Algo que se trasladaba a nombramientos en distintos tramos de la administración autonómica. Tampoco Sánchez se ha librado de algún dardo lanzado por Susana.

Hierro, por su parte, salvo señalar que su candidatura había sido la que había promovido las preguntas de la militancia, tan sólo ha expuesto que los dos contrincantes son y vienen siendo desde tiempos inmemoriales aparateros, en uno otro cargo. Algo que Espadas ha intentado ocultar al señalar que en la última década no había estado en el gobierno de la Junta… ¿pero en los monipodios de ella?

Los tres, en numerosas ocasiones, han caído en el error, al menos para la ciudadanía, de presentar las primarias para gobernar la Junta como si las mismas fuesen para controlar el partido desde ya. En el caso de Susana sería lógico porque ya manda en el PSOE-A, pero las alusiones de Espadas y Hierro a la unidad del partido, a la mejora de la participación en el partido y demás cuestiones de democracia interna que son de otro proceso, no tenían sentido. Si gana Espadas será candidato a la Junta y ya. Si gana Hierro, lo mismo. Por tanto engañar a la militancia con promesas que no pueden cumplir realmente, porque no van a tener poder efectivo de cumplirlas, es ridículo. Mientras se empeñaban en cosas de aparato, al final los andaluces perdían conocer alguna propuesta más.

La Junta de Andalucía

Respecto a las propuestas cabe decir que quien mejor ha estructurado su discurso y propuestas ha sido Hierro. Se ha pasado con el tono profesoral, mostrándose como un sinsangre, pero ha sido en realidad el que ha hecho el discurso más de izquierdas. De hecho ha arrastrado a Espadas a apoyarle en numerosas propuestas en temas europeos –como lo de la Internacional Socialista-, de inversión y otras cuestiones que sí llevaba trabajadas el outsider. Susana ha ejercido de andalucista, algo necesario para vencer en elecciones a la Junta, pero no todo es andalucismo. Bien que defienda la autonomía de la región frente a los desmanes de otras autonomías, pero tampoco es necesario recordarlo en cada intervención. Espadas piensa ganar la Junta con municipalismo, con digitalización y economía verde –lo mismo que el proyecto de Moncloa y el que están elaborando en Ferraz para el 40° Congreso-, pero habiendo apoyado que se cobren peajes en las autopistas y autovías andaluzas ¿no es poco contradictorio que aliente la inversión infraestructural con el Alentejo y el Algarve portugueses si se pagará dos veces?

En general, más allá de que el escenario era directamente infumable, con unos juegos de luces horribles y una muy mejorable producción, cada uno de los candidatos deja dudas. Si Hierro hubiese tenido un poco más chispa, un poco más de nervio, un poco más de dejar el papel de profesor, seguramente hubiese ganado el debate al tener el discurso más izquierdista –algo que a las bases gusta mucho-. Pero, debe ser consciente, está metido en un fregado entre aparatos y monipodios a utilizar que nada tiene que ver con el proyecto presentado.

Lo de Espadas y Susana sí que es preocupante porque se les ha visto mustios, como sin ganas, como si pensasen que la batalla está en convencer a este o aquel caciquillo local para que le lleve a los militantes a votar. Si piensan en vencer a Bonilla con los discursos que han ofrecido, ya puede el malagueño dedicarse a comer espetos hasta hartarse, porque el gobierno de la Junta lo mantiene por incomparecencia del contrincante. Susana ha demostrado que maneja mucho mejor las tablas, pero el problema es que el recuerdo de sus actos todavía está en la memoria de muchas personas. Espadas ha debido pensar que el resto de Andalucía es como Sevilla y no es así. No es lo mismo hablar a los sevillanos que al resto de andaluces, de hecho es inconveniente. E intentando quitarse el sambenito de ser el candidato de Sánchez al final ha acabado siendo más candidato de Sánchez de lo que quería mostrar. No sólo por el discurso sino por las formas laxas.

Cualquier andaluz de bien que se haya tomado el tiempo de ver el debate habrá salido decepcionado. Y en estas primarias no sólo hay que hablar para la militancia sino también al pueblo andaluz. Unas primarias pueden servir de proyección y de mejora de las expectativas electorales y estas, para el perjuicio del PSOE-A, no parece que lo sean. Nuevamente el mejor candidato será el que ni se acerque a ganar –ya pasó con Pérez Tapias, por ejemplo- y los otros dos están a cosas de aparato. En las redes sociales verán a unos y otros diciendo que el suyo ha ganado, que el suyo es el mejor candidato, que si esto o que si lo otro y tú más, pero la realidad es que no han ofrecido ni una sola pista que permita a los andaluces ver un rayo de esperanza. El formato de debate tampoco ayuda, ni los temas tan encorsetados, pero podrían haberse salido del guión un poco para que se pudiese ver algo distinto a lo que se supone es el ideario del PSOE, en general. Gane Juan, gane Susana o gane Luis Ángel, lo tremebundo es que igual han perdido los tres.

¿Por qué parece tan nazi el ABC?

El esfuerzo que viene haciendo ABC por presentar semanalmente artículos sobre historia –aunque algunos sean del tipo Historias de la Historia– es encomiable. En cierto modo recurren a una especie de revisionismo histórico de derechas que está muy extendido a lo largo y ancho del orbe mundial. Ahora los liberales hasta se reclaman de Edmund Burke o personajes de la reacción similares, mientras abandonan a radicales y liberales del tipo Hegel o John Stuart Mill porque no encajan con sus intenciones de dominio ideológico. Plausible en una constante evolución del pensamiento donde los cánones o el ecumenismo de los diversos autores cambian según la época. Pero de ahí a blanquear a los nazis hay un salto enorme.

Lo curioso de este revisionismo es que se hace contra el mismo enemigo de aquellos tiempos: el peligroso marxismo. Un marxismo, que realmente, ya ni existe. Primero porque la mayoría que se dicen marxistas y tienen algún tipo de popularidad, ni lo han leído, ni lo han comprendido y, con suerte, lo han filtrado a través de personajes no marxistas y claramente postmodernos. Segundo, y unido a lo anterior, porque el marxismo como acción política, en realidad, no es apoyado por ningún partido con cierta representación. Es todo un fetichismo ideológico donde se utilizan expresiones –en algunos casos erradas como la correlación de fuerzas-, se hace apología de autores, pero se hace justo lo contrario de lo que los marxistas harían. Tanto como para que acaben señalando estos “peligrosos marxistas” a los pocos marxistas que quedan como “rojipardos”. No existiendo un peligro comunista –es sólo pose y demagogia por parte de liberales y conservadores-, ¿por qué publican cosas nazis?

Ayer mismo, y es de esperar que todo el mundo sepa que Hitler y el fascismo italiano perdieron la IIa Guerra Mundial, se publicó el siguiente artículo “El mejor piloto nazi desvela cómo destruyó la bestia acorazada de Stalin en la Segunda Guerra Mundial”. Existe en la historia que cuentan una especie de intento de ganar la guerra una vez perdida –recuérdese que en su momento ABC publicaba portadas felicitando el cumpleaños a Hitler-, un intento de señalar al comunismo soviético como perdedor, un intento de falseamiento de la historia donde el frente ruso/oriental –por no hablar de las contiendas asiáticas- no tendría importancia y sí el desembarco de Normandía. El piloto, Hans-Ulrich Rudel, del que vienen a destacar su hazaña contra el comunismo, fue tras la guerra un protector de Josef Mengele, de Adolf  Eichmann y de cuanto nazi escapaba a Argentina o Paraguay. Un pieza que hasta volvió a Alemania para actuar como portavoz de un partido neonazi. ¿Creen normal escribir un artículo sobre semejante infraser? Cien artículos loando el nazismo y luego uno para compensar sobre lo mal que lo pasaron españoles en campos de exterminio. O lo malos que eran los nazis por las perversiones sexuales que tenían –como viles protestantes que eran, evidentemente-, aunque en ocasiones no queda claro que no sea una proyección de ciertas parafilias.

Y claro Franco siempre fue bueno y se preocupó de los españoles: “Medio siglo de mentiras: los pactos ocultos entre Franco y EE.UU. para salvar a España de la debacle”. Y todo porque Azaña no quiso parar a quienes quemaban iglesias todos los días, aunque el realidad el golpe de Estado de 1936 no fue cosa de Franco, que pasaba por allí, sino de una unidad de Villa Sanjurjo. Por no hablar de “los huevos” –o el huevo porque en esto siempre ha existido la leyenda del unitesticular- que le echó Franco con Hitler para no entrar en la guerra mundial. Y si los nazis se meten con la reina Sofía, también son malos malísismos. Es más lo terribles campos de concentración/exterminio de Franco no eran cosa del dictador, sino de Paul Winzer, es nazi tan eficaz en lo de concentrar a los malos. De hecho, el golpe de Estado no se realizó contra una democracia como la IIa República porque, en definitiva, no era una democracia plena, es más hasta tenía leyes fascistas. Y si no era una democracia plena (que salvo UK o EEUU difícilmente se podía hablar de democracias plenas en esos años), al final como que queda legitimado el levantamiento. Porque estas cosas de las democracias son falsas desde la famosa democracia ateniense… En un giro de los acontecimientos se lanzan a señalar a la democracia de Pericles por tener demagogos y no ser como dicen que era. ¿Quiénes son los que dicen que era? Porque en realidad nadie ha dicho, desde Platón al menos, que aquello era perfecto.

Así pasito a pasito, más allá de su permanente lucha contra el comunismo –por cierto Stalin no negoció con Roosevelt y Churchill sino un doble-, van colando de rondón una justificación de dictaduras buenas, de modos de actuación que les gustan –no les gustan Hitler y los jerarcas nazis, pero sí las cosas de nazis-, de una reinterpretación de la Historia –especialmente jugosa cuando reviviendo el espíritu de Thomas Carlyle se lanzan a declarar muchos héroes de la historia española (inventados)-, de perversión histórica en muchas ocasiones –han buscado tránsfugas hacia el falangismo en el PSOE/PCE ¿pero eso no era bueno?-. En realidad adoran cosas de nazis/falangistas mediante una crítica que en el texto acaba casi siendo una alabanza, como ese “héroe de las SS” que murió plácidamente en España. Por muy héroe que fuese para los asesinos de las SS, para cualquier demócrata no lo será y el titular acaba dejando el regusto de algo nazi como bueno. Y si hay que cambiar a Mussolini, se hace sin problemas blanqueando lo que se puede, cuando se puede. Que para eso escribió en ABC contra la República y tuvo una bella historia de amor. Y, como no podía ser de otro modo, tiene un bisnieto jugando en la Lazio –equipo con tintes fascistas-. Pero como no hay que pasarse en el toque fascista, nada mejor que se unió a los independentistas catalanes para invadir Cataluña –que no es falso pero tapa el olorcillo-. Que para algo la izquierda admiró su llegada al poder… y que esto no lo supiera “Rafael” Ledesma –como dice el maestrillo-. ¡Cachis!

Al fin y al cabo, pensarán, todo esto del totalitarismo, del Estado totalitario, y demás cosas que repugnan –según el día o la portada de ABC del año que se elija-, es culpa del comunismo, más en concreto de Lenin. Tan es su culpa que salen en defensa de Valle-Inclán, al que tacharon en la izquierda de fascista por pedir la capital de unos hipotéticos Estados Unidos de Europa para la Roma fascista. Si es criticado por los rojos, entonces ya el fascismo es otra cosa. Sólo es fascismo malo si lo dicen en ABC, si lo dicen los demás es fascismo bueno. Así, durante la República disparar a los fascistas (las derechas en general según ABC) era malo, pero a los rojos sí que les podían dar matarile. Lo suyo es que cualquier acción armada fuese mala ¿no? Por suerte tienen otros artículos un poco más decentes, pero es una cosa increíble que si no se dan cuenta les acaban colando un panegírico del fascismo/nazismo sin que ustedes se den cuenta. Porque la lucha contra el comunismo, como dijo al comienzo, es ya un clásico. No son nazis pero tienen querencia a que les gusten las cosas de nazis.

El peligroso humo cegador de los fichajes de verano

Una vez acaba La Liga, esa que ahora se quiere olvidar con rapidez porque ha ganado el Atlético de Madrid, comienza la temporada de sequía periodística con noticias reales. O cuando menos con artículos sobre algo mucho más tangible que los posibles fichajes y ventas de unos y otros. En Valencia igual tienen más trabajo porque los dueños moverán mucho todo aunque no mejore el equipo pero se muevan los euros y los dólares. Una pena lo que sufren. Otros equipos también tendrán sus movimientos, muy controlados, pero en cantidad similar a los de otros años. Algunos esperando descartes, otros fichando lo que se pueda. Luego están los cuatro primeros clasificados.

El Sevilla se ha movido rápido para tapar un hueco en la delantera, pero como es habitual fichará si salen jugadores. Si ponen muchos millones por Koundé igual Monchi se lanza a fichar a ese jugador ucranio que juega en no se sabe dónde pero que acaba dando rendimiento (o no, que algún pufo ha fichado). También estará pendiente de los jugadores que aparezcan en la Eurocopa o la Copa América por si hay suerte y se puede hacer con ese jugador medio barato, de óptimo rendimiento y venta multimillonaria. Poco más se moverán las cosas por ese terreno por lo que la rumorología se centrará en salidas imaginadas o reales.

En el FC Barcelona se están moviendo rápido pero, y esto es importante, por jugadores que llegan gratis. Si hay que poner dinero Laporta y su equipo miran hacia el cielo o hacia la cantera. Como se ha dicho para los cuatro primeros, antes de entrar deben salir. Lo que en el caso de Barça pasa a ser además igual no entra nadie más pero se tienen que ir unos cuantos porque Bartomeu ha dejado la caja tan vacía que no hay ni telarañas. El poco dinero que había se lo han gastado en Emerson y ya. Eso sí, alrededor del club blaugrana hay una amplia red de medios de comunicación que viven de su información por lo que se venderá humo como nunca. Un humo tan cegador que impedirá distinguir lo fantástico del deseo platónico.

Hasta hace poco siempre los medios han vendido amores platónicos, especialmente en los tres grandes equipos. Que si Lautaro, que si Pogba, que si Neymar… chocando con la realidad de que a los demás equipos les gusta cobrar los traspasos en euros o libras, no en billetes de monopoly o en jugadores descartados hasta para cesiones. Ahora es que directamente venden humo cegador, venden mentiras, venden la primera tontería que encuentran en redes sociales. En realidad para descubrir un posible fichaje real hay que descartar seis mil mentiras. Da igual si el medio de comunicación que publica la noticia es amarillista, no ha acertado jamás y ha sido denunciado por mentir, o si los propios interesados lo desmienten. Hay que vender periódicos o clics digitales y siguen mintiendo a sabiendas y sin confrontar las noticias.

Dos ejemplos recientes. Que Saúl está pensando salir del Atlético de Madrid es conocido desde hace tiempo. Que salga o no ya se verá dependiendo de si le convencen las ofertas que tenga y si ponen los euros que pidan en el palco Forbes. Eso es comprensible y real. No es humo. Ahora bien, publicar que el Bayern de Múnich había ofrecido ochenta millones de euros es un humo tan denso que ni el provocado por las bengalas de Valladolid. Que los desmintiese el tipo que más sabe del equipo bávaro en redes no ha bastado, pero es que cualquiera que busque las noticias de hace tres o cuatro meses se daría cuenta que esa cantidad ya fue desmentida desde el propio equipo alemán. Clics a mansalva por humo. Y lo de Trippier que se está colando en todas las redacciones tres cuartos de lo mismo. Miren de qué medio salió la noticia y confróntenla con las palabras del propio jugador hace tres días en Inglaterra. Que si fuese real la primera Miguel Ángel Gil llevaba en brazos a Saúl hasta la sede del Bayern. Y si no cuela con los alemanes se coloca un trueque con un jugador de la Juventus. Si al final decide salir Saúl se sabrá de la misa forma en que se supo el fichaje de Trippier, en el último minuto.

Todo esto es comprensible (el Atleti debe tener ya avanzados unos doscientos fichajes según los medios) porque el verdadero generador de humo cegador, el Real Madrid, ha sido claro. El único dinero disponible es para ver si se engaña al jeque qatarí con Mbappé (160 millones en cash como poco). El resto serán salidas si es que se puede colocar a alguno. ¿Por qué creen que Ancelotti ha fichado por tres años? Porque ya le han dicho que el primero le perdonan lo que pase porque igual no se ficha a nadie. No hay dinero en las cajas de los equipos grandes y sin ventas (en muchos casos imposibles por la calidad demostrada y los salarios que se manejan ¿quién ficharía a Isco, Vitolo, Coutinho…?) poco más se puede hacer. Y más en el caso del Madrid que igual no puede jugar en el Bernabéu (¿o habría que llamarle Badulaque por la cantidad de cosas que van a vender en vez de fútbol?) hasta bien entrada la temporada.

Cuando lean en redes sociales, en periódicos o en una pintada en el metro que se va a producir tal o cual fichaje huyan. Es humo. Un humo cegador para entretener a las gentes hasta que vuelva el fútbol de clubes. Porque esa es otra, al no haber jugadores del Real Madrid en la selección pareciera que ya no es la selección sino otra cosa poco patriótica. Si tienen alguna duda miren en su buscador preferido. Busquen en los países de donde se dice que viene el rumor. Revisen la información antes de tragarse todo el humazo que ya están lanzando por doquier. Es más, hasta se podría dar una máxima: hasta después de la Eurocopa y la Copa América no habrá muchos movimientos (salvo con jugadores que no jueguen esos campeonatos). Y esto contando con que no sancionen no inscribiendo en Champions a los tres de la Superliga…

¿Qué hace el PP con los millones de firmas recogidas en estos años?

Siempre que los acontecimientos generan algún tipo de encono político, allí que van desde el PP a recoger firmas, a plantear mociones –las cuales no sirven para nada salvo para perder el tiempo, más cuando son por duplicado- y a sacar tenderetes en las calles para que se vea su activismo en favor de esta o aquella causa. En realidad, la principal excusa es sacar el tenderete y ponerlo en la calle para aparentar y para dar utilidad a esos “tratos” que se compraron utilizando –en algún que otro caso- los dineros de las diversas causas de corrupción. Recuérdese que los volquetes de putas eran de consumo privado y por ende no los ofrecen a todo el mundo.

Millones de firmas, siendo optimistas, que han sido recogidas durante los últimos cuatro años (por establecer un lapso temporal) y que… jamás se ha conocido el destino real y final de las mismas. Es algo así como las firmas que miles de militantes del PSOE entregaron contra la gestora allá por 2015-2016 y que llegaron a la agrupación de Alcorcón bajo supervisión de Miguel Arranz –según se ha contado profusamente- y que no se supo más. Las buenas gentes, erradas o no en sus apreciaciones, ceden sus datos y sus firmas para campañas que entienden necesarias pero en realidad jamás les cuentan dónde han acabado esas firmas.

No hace tanto estaban los peperos por toda España recogiendo firmas en favor de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado (que debe ser la quincuagésima vez que las piden para lo mismo), ahora se han lanzado a pedir firmas contra los posibles indultos a los secesionistas catalanes. De las firmas en favor de los agentes de los aparatos represivos del Estado no se ha sabido qué se ha hecho en realidad con ellas. Con las de los indultos se presupone que se entregarán en un juzgado, en la casa de Junqueras, en el parlamento europeo o en algún registro que pillen según van caminando por la calle. O, lo que podría ser más que probable, quedar almacenadas en algún sórdido sótano de la calle Génova esperando que alguien se acuerde que están allí. Incluso no se descarta que algún “funcionario de partido” momificado porque se olvidaron de él aparezca en unos años al lado de unas firmas ilegibles que podrían cambiar el rumbo de los estudios históricos por ser el único registro humano que quede en la faz de la Tierra.

También se podría pensar mal –como se rumió en los sucesos del PSOE- y pensar que gracias a esas firmas en el PP pueden llegar a hacer una especie de censo de personas que podrían ayudar al partido en manifestaciones, en movilizaciones para insultar a políticos del PSOE o el Gobierno, en pagar cuotas cuando lleguen las elecciones o cualquier otra idea surgida de los rizos de Teodoro García Egea. Incluso no cabe descartar que, tras hacer todo lo anterior, Pablo Casado concierte una sesión de fotos especial con El mundo (ya se sabe el BOE popular) y se haga unas fotos de tinte erótico-político en una bañera cubierto con las firmas. O que Francisco Marhuenda descubra que entre las firmas existe una que entronca con algún socialista. O que Eduardo Inda afirme que ochenta millones de españoles han firmado esos folios. Mientras tanto queda la duda, legal, de saber si actúan conforme a la legislación y los datos no son utilizados para ningún otro fin.