martes, 26 agosto, 2025

Mayúscula felonía de Casado

En su vano intento de aparentar ser lo que no es Pablo Casado ha cometido, nuevamente, un acto de felonía contra el pueblo español y el gobierno de España. Si ya cuando terminó el confinamiento tuvo la osadía de reunirse con los embajadores de la Unión Europea –quienes graciosamente aceptaron la invitación y no dijeron nada- para pedirles que controlasen los dineros que fuesen a entregar al gobierno o, casi mejor, no le diesen ningún euro, todo con la finalidad de derrocar a Pedro Sánchez provocando la asfixia económica, ahora vuelve a entablar conversaciones “de Estado” con embajadas extranjeras. No es que sea malo que un opositor al gobierno dialogue en sí con embajadores o dirigentes de países extranjeros, que no lo es. El problema es lo que se trata en esa reunión y el momento de hacerla.

Por ejemplo, si Casado desease ir a ver al jefe del Vaticano podría hacerlo siempre y cuando no fuese en un momento en que haya una disputa entre el gobierno y la iglesia católica respecto a la renovación del concordato. Si existe un problema entre la República saharaui y el reino de Marruecos donde el gobierno está trabajando junto a la ONU para solventar un problema generado hace 45 años y en el que tiene voz por ser la potencia colonial que aún conserva el territorio y no la administración sobre él hasta que haya un referéndum, Casado no puede verse con la embajadora marroquí. Y menos tratar temas referentes a la relación de la dictadura alauí con la UE, con España y con el territorio saharaui. Eso en otros tiempos hubiese sido considerado alta traición y el cuello del presidente pepero hubiese sido quebrado por el garrote vil. Una felonía propia, entonces, de un felón.

Los intentos por aparentar que puede ser presidente del gobierno del opositor Casado, los cuales miran en muchas ocasiones más a lo poco que queda a su derecha que hacia el propio gobierno, le llevan a cometer imprudencias y felonías. Quiere, ya que todo el mundo es consciente de estar ante un mequetrefe aprobado de aquella manera, que le vean como un posible relevo de Sánchez. Por ello no duda en acudir a ver a Angela Merkel para que apriete en las negociaciones contra el presidente del gobierno, a ver si con suerte acaba provocando su caída sin percatarse que apretar al presidente es apretar al fin y al cabo a España. Por mucho que la palabra no se le cae de la boca, tanto como para intentar que España sea suya o del PP nada más, sus actos, que son los que importan, señalan que tan sólo persigue el poder por el poder importándole los españoles un higo. Sólo quiere el poder para entregarlo a la fracción dominante que le apoya y hacer que las oligarquías que llevan dirigiendo España en la sombra sigan haciéndolo con mayor libertad. O liberticidio, según se mire.

Casado vuelve a cometer felonía contra su propio país y es tan estólido que lo publicita en todas sus redes sociales y hasta envía nota de prensa sobre el asunto. Si antes de ayer se le veía entregado a la rancia monarquía española –que quiere en propiedad de la derecha-, ayer se entregaba a la alauí del vecino Marruecos. Se reúne dice Casado para hablar sobre la lucha contra el tráfico de personas en el estrecho… Igual no ha leído el ABC en los últimos tiempos, pero eso es algo que obtuvo ya el gobierno español hace tiempo junto a la Europol, después de sospecharse que el propio gobierno marroquí estaba detrás de la permisividad con las mafias y el negocio de más de 160 millones de euros anuales. Justo ahora que hay un problema con la inmigración y en el Sáhara Occidental, Casado va a hacerse la foto con la embajadora de una dictadura, sin llevar soluciones pero sí cometiendo alta traición. Cuando miente es menos peligroso que cuando actúa contra los intereses de España.

“Simón” Otero, XXXI Premio Ojo Crítico de narrativa

En realidad no ha sido un señor llamado Simón el que ha recibido el premio sino el autor de la novela que va captando la atención día a día, boca a boca, página a página, de las letras españolas: Miqui Otero. Si hace poco les contábamos que las ediciones de Simón, recién salidas de la imprenta, se van agotando como nunca habían visto el Blackie Books, ahora les podemos decir que esa euforia lectora ha recibido el XXXI Premio Ojo Crítico de narrativa con un jurado compuesto por Alberto Olmos, Irene Vallejo, Ignacio Martínez de Pisón, Sara Mesa, Use Lahoz, la periodista de RNE Susana Santaolalla, y la jefa del área de cultura de los servicios informativos de RNE, Laura Barrachina. Jurado que ha destacado el universo personal que el autor ha sabido crear a lo largo de su carrera.

Ahora les dejamos con la sinopsis del libro Simón que tanta alegría está dando al autor y a su editor: «Simón querría vivir en cien libros, piensa que solo así vivirá cien vidas. Y tiene hambre de vivir, de salir del bar en el que crece y del que desaparece Rico, su primo hermano, su mejor amigo. Simón vive en este libro y no sabe qué es lo que le deparan sus páginas. No adivina que su historia irá saltando de decorado en decorado, de cocina en cocina (pues en ellas encuentra su vocación resignada). De vida en vida, ya que recorrerá muchas: la de Estela, la misteriosa chica del pelo verde, transgresora obcecada y activista convencida, la de Betty, mujer de identidades cambiantes y antagónicas, la de Biel, optimista insobornable (como lo son muchos cuando nacen con un colchón debajo del culo) y la de su hermana Ona (menos orgullosa del mismo colchón). Se encuentra a tanta gente que no puede evitar sentir que se está extraviando a sí mismo por el camino.

»Simón no entiende a su familia y cuando sale al mundo entiende aún menos. Solo quiere encontrar a su primo y que le explique, como cuando era niño, en qué consiste vivir. No puede hacer más que confiar en la suerte, en el azar, pues sabe que “el azar puede desordenar la vida pero ordena la ficción”. Nunca el desorden dio lugar a una ficción tan conmovedora y auténtica, tan llena de vidas a las que regresar cuando no se sabe bien dónde queda “casa”».

Aquí la biografía del premiado:

« Miqui Otero inauguró la década de los 80, y creció en una Barcelona que hoy conoce al dedillo y no duda en reproducir en sus novelas. En especial su barrio de la infancia, Sant Antoni, y su eterno mercado donde quemó horas con la nariz pegada a libros de segunda mano. Todas sus propinas se fueron en apadrinar el mayor número posible de ellos. De padres gallegos, siempre ha sentido especial simpatía hacia aquellos que, como su Fidel Centella en Rayos, no saben nunca si están donde deberían, o siquiera adónde se dirigen. Pero en el proceso de perderse Miqui escribe, y lo hace increíble.

»Debutó en 2010 con la aplaudida novela Hilo musical (Alpha Decay), premio Nuevo Talento FNAC, y dos años después llegó La cápsula del tiempo (Blackie Books), que tras ser elegido libro del año en Rockdelux y entrar en la lista de los diez mejores de cabeceras como ABC, en su tercera edición lleva vendidos más de 10.000 ejemplares. El mejor premio es, no obstante, el que tantísimos lectores hayan asegurado haber vuelto a la infancia y a aquellas aventuras elegidas que regalaban los libros entonces, de los cuales Miqui leyó muchos, (quizá todos y ya solo le quedase imaginar el relevo).

»Ha escrito en medios como El País y Cultura/s La Vanguardia, tiene su columna semanal en El Periódico, colabora en Rac 1 y Onda Cero y es profesor de periodismo y literatura en la UAB y en la ESCAL. También ha participado en libros colectivos de ensayo como Una risa nueva (Nausicaa, 2010) y CT o la cultura de la transición (Random House Mondadori, 2012), entre otros, y en antologías de narrativa como Última temporada (Lengua de trapo, 2013), que engloba a la nueva generación de autores españoles. Con Rayos se consolidó como una de las voces más sobresalientes e imaginativas del panorama literario español.

»Ahora, con Simón, logra su novela más ambiciosa, más tierna y reivindicativa. Es sin duda su mejor novela, y su mejor protagonista. De su mano, Miqui recorre los escenarios más memorables de la historia Barcelonesa, los momentos que le marcaron, los triunfos y derrotas que escribió en su propia historia y las intuiciones que, entonces, anotó como útiles y que le han llevado a convertirse en uno de los mejores escritores del momento».

Pablo Casado mete la pata… y van

Son incontables las veces en que Pablo Casado, intentando aparentar cierta sofisticación intelectual o procurando ofrecer un discurso lejano de los insultos, mete la pata. Ha habido meteduras que le han llegado hasta el sobaco –aquella vez que aprovechando el confinamiento pidió el despido libre/gratuito-, otras han sido más sutiles. La que hoy se trae a estas líneas es de esas que mostrarían que su paso por las aulas, da igual si instituto o universidad, fue efímero y poco aprovechado. Igual por ello fue Harvardaravaca ya que hablan en inglés –ese idioma que dice aprendió de au pair en Inglaterra- y no es español, porque de este último, pese a defenderlo con ahínco de los “destructores socialcomunistas”, parece que no controla ni las personas del sujeto y su unión con las formas verbales.

Ayer mismo, mientras hacía la pelota a Felipe de Borbón como un cortesano más, escribió lo siguiente en su cuenta de twitter: “Se cumplen 45 años de la restauración de la monarquía, símbolo de nuestra continuidad histórica. El pueblo español la elegimos por referéndum constitucional como forma política del Estado, y al Rey como símbolo de su unidad y permanencia. Felipe VI nos representa impecablemente”. Si observan la parte que se ha destacado en negrita sitúa al “pueblo español” que pese a ser un sujeto colectivo es tercera persona del singular con un verbo que sería primera persona del plural “elegimos”. Un error gramatical enorme y que demuestra una vez más la escasa cultura lingüística del presidente pepero. Si hubiese utilizado la fórmula “Nosotros el pueblo”, como hace la constitución estadounidense, podría haber utilizado el verbo en primera persona del plural, pero no se equivocó de mala forma. Que igual escribió el mensaje mientras conducía por la Castellana madrileña, lo que sería sancionable y reprobable también. Puede decir que lo ha dictado al teléfono, pero entonces lo habría dictado mal.

Podrían pensar que esa equivocación es una estupidez y es meter el dedo en la llaga de la presunta incapacidad del muchacho. Podría ser, pero el resto del mensaje es para valorarlo en su justa medida. Más allá de que pretende quedarse la monarquía para su partido –en pelea con los neofranquistas y cortesanos de izquierdas-, como ha hecho con la bandera de España u otros símbolos patrios (el Cid se lo puede quedar porque era un mercenario como él), justifica la legitimidad monárquica no en la voluntad general del pueblo por mucho que la haya elegido sino en la permanencia y continuidad histórica. Los tradicionalistas, aunque en su mayoría son un tanto carlistas, estarán aplaudiendo a rabiar con tan manifiesto retroceso en lo constitucional hasta llegar a la pureza de los orígenes.

“Símbolo de nuestra continuidad histórica” escribe y habría que preguntarle ¿respecto a qué? ¿A la dictadura franquista? ¿A la Segunda República? ¿A la dictadura de Primo de Rivera? ¿A la Restauración? ¿A la monarquía saboyana? ¿A la Primera República? ¿Al felón destructor del orden constitucional Fernando VII? ¿A la borbonada o a los Austrias? ¿A los Trastámara? ¿A los godos? ¿A los romanos, suevos, vándalos, alanos, celtas, íberos…? Que un Borbón sea símbolo de continuidad de algo que se pueda catalogar como España, habiendo llegado a la restauración monárquica del brazo de un dictador sanguinario igual no es muy simbólico. Más cuando se está viendo cómo ese Borbón ha estado esquilmando a todo dios para pegarse la vida padre. ¡Si es que escribe él mismo lo de restauración!

Tomar como mito unificador, fundador y preservador de España a la monarquía borbónica es un chiste. Se sea de derechas o de izquierdas. Isabel II tuvo que exiliarse expulsada por el pueblo español por sus trapacerías masivas. Alfonso XIII, bisabuelo del actual, salió corriendo cuando en las grandes ciudades vencieron las candidaturas republicanas –aunque en general ganaran los monárquicos-. Si tanto quieren a España lo normal es quedarse y aguantar, no irse de najas a un emirato árabe a esconderse. España por suerte “es” a pesar de sus monarcas. No es un mito unificador la monarquía si es lo que desea hacer Casado, más bien lo contrario. Une más Del Bosque que Borbón. Y lo de la representación de forma impecable podría debatirse. En todo caso ni la borbonada es símbolo de continuidad de nada que tenga que ver con España –ya saben el dicho aquel de “Por un Borbón perdimos el peñón ¡Gibraltar español!”-, salvo que han estado en la cúspide del poder político, ni Casado tiene conocimientos de historia o lengua. Y de lo que dice que ha estudiado parece que tampoco…

Ley Educación: control ideológico y falta de comunicación

Paradójicamente en un mundo que nos cuentan es muy complejo, en una época donde nos señalan que si una persona no se informa es porque no quiere, al final la última batalla se viene planteando en términos clásicos: control de aparatos ideológicos (educación y medios de comunicación) y carencias en comunicación racional. Esta última batalla se plantea alrededor de la llamada Ley Celaá o en su acrónimo LOMLOE. Desde la derecha afirman que es mayor mal de todos los males y un intento de la izquierda de ideologizar a los menores para construir un “nuevo ser humano”. Desde la izquierda critican la pérdida que supone el rescindir las humanidades (ética y filosofía básicamente). Desde el gobierno afirman que todo va a seguir más o menos igual salvo lo que sucede en los colegios que segregan por sexo y que llegará más dinero a los servicios públicos. Al final no se sabe ni quién tiene razón, si la tiene alguien, o si todos tienen razón, o si no la tiene nadie.

Como han olvidado lo que es la comunicación racional pues todo debe ser transmitido de forma emotiva (así sea una modificación de una reglamentación de derecho administrativo hay que hacerlo con emotividad), todo debe tener sentimientos, cada cual, según le afecte la vaina, acaba por sentimentalizar su apoyo o su negativa a la legislación que se acaba de aprobar. A las personas de derechas les han dicho que les quitarán sus privilegios educativos y han salido en manada de coches a protestar por ello. A los correligionarios de los partidos gubernamentales les han dicho que así se acaba con los privilegios de los ricos e inundan las redes sociales de memes y eslóganes fabricados en Ferraz, Moncloa o la sede de Podemos/IU. El caso es ser emotivos, abandonar toda racionalidad y seguir en la misma pelea mientras las oligarquías se sientan a mirar mientras juegan sus batallas por detrás. ¿Alguien se ha preguntado en todo este maremágnum de sentimientos si la nueva legislación mejora la educación de las criaturas? Salvo lo que acontece con Ética y Filosofía, nadie ha hablado sobre la significación de las modificaciones y su afectación en uno de los principales aparatos ideológicos en el Estado.

Desde la derecha, empujada por la iglesia católica y algunas empresas privadas, han visto como la nueva ley cercena el control ideológico de los educandos en favor de lo público, donde suponen que les administrarán ideología. O peor bioideología sin ningún tipo de cortapisa como sucede en los colegios religiosos y algunos laicos pero de educación tan ideológica como los religiosos. Una pelea por el control de un aparato ideológico no tanto en lo que se refiere a las asignaturas en sí, al fin y al cabo se va a seguir enseñando matemáticas o inglés, sino en la capacidad de llegar a más personas para formarlas ideológicamente a futuro. Cuando la educación debería ser, dentro de lo posible, lo más aséptica posible respecto a las ideologías que conforman la ideología dominante y sus antagonismos (se debería enseñar a pensar, analizar y tener perspectiva crítica independientemente del componente ideológico), en este supuesto la lucha es por controlar la mayor cantidad de personas para que, a futuro, sean parte de una u otra fracción. Por eso la disputa tan enconada que existe entre las derechas españolas y las derechas regionales y entre la derecha y la izquierda a nivel estatal.

Carencias comunicativas.

Todos los medios de comunicación vienen ofreciendo las protestas de la derecha en favor de la libertad educativa (ya se ha visto que es falsa esa premisa) y desde el gobierno responden con eslóganes vacuos o memes. Un error de comunicación por dos motivos. Uno, no se han preocupado, y esto viene sucediendo con todas las leyes, de hacer pedagogía previamente a la presentación de la ley en el parlamento. Siempre es necesario, por mucho desgaste que ello pueda suponer, explicar el porqué de la modificación y las ventajas que se tienen con esta nueva legislación. Dando por hecho que Isabel Celaá es incapaz de comunicar cualquier cosa con un mínimo de coherencia, desde el gobierno y, especialmente, el PSOE deberían haber puesto a tres o cuatro personas para hacer ese trabajo previo. Si hubiesen explicado lo concerniente a la LOMLOE anteriormente, resolviendo dudas y apareciendo en medios de comunicación de todo tipo, hoy no sufrirían este acoso. También si se hubiese intentado algún tipo de acuerdo general sobre la misma sin dar por hecho que la iglesia católica, las empresas educativas, las editoriales y demás instituciones que están implicadas en la educación a todos los niveles se iban a negar, algo se habría avanzado. Error del equipo del ministerio de Educación y del gabinete presidencial. Es de suponer que el PP, echado como está al monte, igual hasta hubiese tragado pactar si la iglesia se prestaba a ello. En política hay que buscar aliados y dialogar… al menos desde que lo expuso Maquiavelo (ese autor que dicen han leído muchos).

Ahora que esos errores ya se han cometido no sirve con argumentos tipo “lo que quieren los ricos es que se les pague la educación privilegiada a sus hijos” algo que puede tener algún viso de razón en algunas zonas concretas de las grandes urbes y sus alrededores pero no en otros lugares. Lo que habría que denunciar es el intento de control ideológico de toda la educación, de forma emotiva si quieren, pero es que ahí está el quid de todo el embrollo. Educar para formar trabajadores que asuman su dominación por ciertas clases sociales es lo que se esconde detrás de todo el meollo, aunque en ello también están algunas personas de la izquierda. En lo emotivo y sin contar con los medios suficientes se acaba perdiendo la batalla a largo plazo. Por suerte Pablo Casado ha afirmado que derogará la legislación en cuanto sea presidente…, así que durará un tiempo esta ley. Y no porque el PP no vuelva a gobernar en algún momento, que lo hará, sino porque Casado no será la persona que consiga ese objetivo. A ello hay que sumar que paradójicamente el PP en su conjunto, que se autocalifica de liberal, apuesta por subvencionar a empresas privadas y no permitir que se desarrolle el espíritu empresarial en libertad y que dedica la mano invisible del mercado. ¿Por qué? Por el control ideológico no por el dinero.

El control de Prisa.

Igual esos errores en comunicación del gobierno se deben a que el camarlengo Iván Redondo está a otras cosas en estos momentos y no a diseñar la acción general de comunicación de sus jefes y jefas. Que la ministra de Educación hable de equidad frente a elitismo respecto a la educación es una boutade porque en lo que respecta a los contenidos da igual donde se estudie, es el mismo temario. Respecto a los medios, salvo excepciones, la equidad está garantizada. De hecho cuando el PSOE estableció la dualidad pública-concertada se buscaba la equidad y ahorrar costes. Eso debería ser controlado por Moncloa, en parte, porque acaba afectando a la presidencia del gobierno. Pero claro, como camarlengo, tiene que estar en todas las salsas del poder y mover los hilos para que sus amigos de los medios de comunicación, en este caso un grupo de gentes que estaban en Atresmedia (Antena 3 y La Sexta) donde era habitual Redondo, se hagan con el poder del grupo Prisa, tal y como ha contado Jesús Cacho en Vozpopuli.

El error de Cacho, empero, ha sido no cotejar los movimientos del presidente del gobierno y del grupo americano que quiere hacerse con la parte del león del grupo Prisa y del grupo Amber sobre los medios de comunicación de Prisa (El país y las radios). En esta segunda operación, como se contó en Diario 16, está implicado el presidente Pedro Sánchez. De ahí que el camarlengo esté obviando su trabajo y los intereses de su jefe en favor de los suyos propios. Normal que en los últimos tiempos la calidad de la comunicación monclovita esté teniendo fallos graves que perjudican al presidente. Algo que tendría que ver con ciertas acciones del jefe de gabinete en favor de diversas disputas internas del PP, como se denunció aquí. Se ha creído el personaje, se ha situado por encima del bien y del mal y ahora actúa como si él fuese más que quienes le han puesto en el cargo, perjudicando los intereses del principal partido gubernamental, el PSOE. Por ello, respecto a la LOMLOE existen esos fallos comunicativos, esa falta de contundencia en la comunicación y en la acción gubernamental, porque parece que se está dedicando quien debería controlar los equipos ministeriales a sus cosas de poder y de futuro. En los últimos tiempos, como ha contado Manuel Domínguez Moreno en Diario 16, Redondo daña más que apoya a Sánchez.

Libros, libros, libros VI

A la espera de las grandes novedades que ya llegarán para el año que viene, poca cosa en esta casi finalización de noviembre. Mucho libro pandémico o para-pandémico y alguna novela interesante. Aquí tienen las novedades literarias de la semana que nos han enviado las editoriales.

NOVELA

La hija del samurái de Sevilla  de John J. Healey. Traducción de Aurora Rice, Espuela de plata. 17,90 €

En 1613 sale de Japón una expedición insólita de veintidós samuráis con rumbo a España. Después de un año de viaje por fin llegan a Sanlúcar de Barrameda para cumplir su misión organizada por el Shogun de Japón: entablar relaciones comerciales con España y sus colonias a cambio de extender su vinculo al mundo católico. Son recibidos por el Séptimo Duque de Medina Sidonia. Shiro, uno de los guerreros japoneses, acaba enamorándose de una aristócrata sevillana que se llama Guada. Ella le corresponde y a pesar de los tabúes sociales y las enormes diferencias culturales consiguen estar juntos. Guada se queda embarazada y trágicamente muere en el parto de su hija, Soledad. La hija del samurái de Sevilla es la autobiografía de Soledad, su extraordinaria historia contada por ella misma. También es la continuación de la historia de su padre, el protagonista de El Samurái de Sevilla. A Soledad le tocará vivir a caballo, o mejor dicho, a barco, entre Asia y Europa, y dos culturas que son suyas pero que no encajan fácilmente. Los temas de supervivencia e identidad destacados en La hija del samurái de Sevilla son tan relevantes hoy como fueron hace cuatro siglos.

Casa de hojas de Mark Z. Danielewski. Traducción de Javier Calvo. Alpha Decay/Pálido Fuego. 31,90 €

Casa de hojas fue el magistral debut de Mark Z. Danielewski, un monumento entre el terror, la erudición académica y el juego posmoderno en el que encontramos múltiples referencias a Stephen King, Umberto Eco, el simbolismo de Moby Dick y la audacia formal de James Joyce. Un clásico indiscutible de la novela del siglo XXI.

Will Navidson, un famoso fotoperiodista premiado con el Pulitzer, se traslada con su familia a una casa del entorno rural de Virginia en un intento de salvar su matrimonio, seriamente perjudicado por sus continuos viajes y su adicción al trabajo. Pronto, Will descubre que la casa presenta una anomalía singular: su espacio interior es ligeramente más grande que el que debería ocupar según sus dimensiones exteriores. Así comienza El expediente Navidson, un fascinante documento que narra los sucesos acaecidos en la casa de Ash Tree Lane, la Casa de hojas.

Navidson tratará de averiguar qué secreto esconde la casa, mientras procura poner a salvo a su familia con el apoyo de su hermano gemelo Tom, y recurriendo a todos los medios a su alcance, incluida una temeraria expedición espeleológica. Mientras Will se enfrenta a los peligros de esa casa encantada, Johnny Truant, un joven tatuador de con problemas con las drogas, malvive en un sucio apartamento de Los Ángeles. Las historias de Truant y Navidson se entrelazarán gracias a un hallazgo que cambiará la vida de todos los personajes inolvidables que recorren esta novela monumental.

La ruta del tabaco de Erskine Caldwell. Traducción de Horacio Vázquez-Rial. Navona Editorial. 9,50 € (Próxima aparición)

En los campos de Augusta, en Georgia, el algodón ha dejado de cultivarse y los campesinos se han trasladado a la ciudad para trabajar en las hilanderías. Jeeter Lester es un blanco arruinado, dueño de una extensa propiedad que en otros tiempos fue próspera. Él no ha abandonado sus tierras y mantiene la esperanza de conseguir un préstamo para comprar semillas de algodón y reavivar el añorado cultivo. La decadencia económica de la región que expresa esta novela se aúna a la vileza moral de unos personajes con actitudes mezquinas y racistas, casi grotescas. Los paisanos de Caldwell lo consideraron un traidor, y El camino del tabaco fue anatemizado en las bibliotecas de la zona. El escritor alegó que la obra era sobre todo un rechazo a la literatura de «claro de luna y magnolias» que proliferaba en el sur de Estados Unidos. El texto fue llevado a la gran pantalla por John Ford en 1941 y conoció asimismo una adaptación teatral de éxito: en Broadway permaneció en cartel durante siete años.

Un cuento de navidad para Le Barroux de Natalia Sanmartín Fellonera. Editorial Planeta. 12,95 €

«Mi madre creía en las hadas y en los dragones, decía que creía en todos esos seres legendarios que la memoria de los hombres no recuerda ya. No es que estuviese segura del todo. No creía en las hadas del mismo modo en que creía en Dios, en la Virgen o en los santos. Solo decía que podían haber existido cuando el mundo apenas estaba en pañales y los hombres aún no se habían acostumbrado a los regalos fabulosos de Dios».

Un cuento de Navidad para Le Barroux narra la historia de un niño sin madre que pregunta incansablemente a Dios si lo que ella le contaba sobre Belén, el cielo y las estrellas ocurrió en realidad. Día tras día, durante tres largos años, implora una señal. Hasta que llega la tercera Navidad…

Alfred Hitchcock presenta: cuentos que mi madre nunca me contó de VVAA. Traducción de Haizea Beitia. Blackie Books. 21 €

Veinte relatos de veinte autores y autoras de la literatura universal, las mejores historias de misterio, de terror, de suspense: los ingredientes que el maestro del cine, Alfred Hitchcock, mejor supo cocinar en su larga carrera cinematográfica, y que supo hacer como nadie hasta hoy. En las historias firmadas por Shirley Jackson, Roald Dahl, Ray Bradbury, Margaret St. Clair, Jane Rice, Edward D. Hoch, por nombrar algunos, quizá encontréis breves señales o referencias empleadas después por el cineasta, que volcó su gran pasión por el suspense en sus películas y jamás dejó de buscarlo en la literatura. Este es un compendio personal, que sin embargo da cuenta de la mejor literatura de misterio del último siglo y de las pasiones de uno de los mejores cineastas de la historia.

No es de extrañar que su pasión por el suspense, tan fun­damental en su carrera artística, naciese de la literatura del género. Hitchcock era un ávido lector y jamás abandonó la lectu­ra de los grandes maestros de la novela negra. Por ello, comenzó pronto a recopilar sus propios compendios de relatos cortos, de entre los cuales Cuentos que mi madre nunca me contó es el más memorable, el más brillante, el más misterioso.

Vidas samurais de Julia Sabina. Destino. 18,90 €

Vidas samuráis es el debut literario de Julia Sabina, una voz joven, fresca y sincera. Un potente retrato de una generación lleno de vida y de verdad. Una novela dedicada a todos los jóvenes que, como su autora, tuvieron que marcharse de España tras la crisis de 2008 a buscarse la vida, a malvivir y sobrevivir como auténticos samuráis. Algunos regresaron, otros, no. A todos esos héroes y heroínas va dedicada Vidas samuráis.

Maribel ha terminado sus estudios en Madrid y no encuentra su sitio en un país que siente que le está fallando y que no le ofrece ninguna alternativa laboral ni vital. Esta situación, unida a un desengaño amoroso, la lleva a la localidad francesa de Lille, donde bajo el pretexto de preparar una tesis doctoral lucha como una auténtica samurái contra las dificultades que supone empezar de nuevo en una ciudad de la que apenas conoce el idioma.

Allí la esperan los retos de una vida que aún no ha tenido que enfrentar por sí sola: encontrar vivienda, crear un nuevo entorno de amistades y descubrir otras maneras de enfocar el amor. En el transcurso de un año vivirá todo aquello que todavía no había experimentado, y lo más importante, Maribel deberá descubrir quién es y cuál es su lugar en el mundo.

Una novela sumamente original, fresca y moderna, repleta de un buen número de pequeños personajes maravillosos e inolvidables que acompañan a la protagonista en su personal búsqueda de una identidad. Una novela de juventud y crecimiento, con continúas escenas que despiertan emociones, sonrisas y también carcajadas. Julia Sabina llena páginas y páginas con un pulso narrativo fuerte, reflejando los usos y costumbres de una generación en su más amplio espectro. Perturba, conmueve, intriga en grandes dosis.

Divertida y conmovedora porque es como la vida misma de tantas veinteañeras que se crecen intentando sortear los caminos de la adultez entre desengaños amorosos, relaciones desastrosas, amistades inolvidables y la intensa búsqueda de sí mismos. Una gran historia sobre la búsqueda de identidad los primeros pasos en la edad adulta y el amor, llena de épica y exuberancia  desde una mirada fresca y renovadora. No hay ni uno solo personaje que no sorprenda, divierta, entretenga. Julia Sabina da vida a un fresco de emociones y  vidas.

El chico que dibujaba constelaciones de Alice Kellen. Planeta. 15,90 €

Esta es una historia de amor, de sueños y de vida. La de Valentina. La chica que no sabía que tenía el mundo a sus pies, la que creció y empezó a pensar en imposibles. La que cazaba estrellas, la que anhelaba más, la que tropezó con él. Con Gabriel. El chico que dibujaba constelaciones, el valiente e idealista, el que confió en las palabras «para siempre», y creó los pilares que terminaron sosteniendo el pasado, el ahora, lo que fueron y los recuerdos que se convertirán en polvo.

El chico que dibujaba constelaciones es una larga carta de amor que Valentina escribe a Gabriel, su marido, el hombre con quien ha compartido toda su vida, siendo, no solo un recorrido por la pequeña historia doméstica de una familia de clase media, sino también un repaso a los acontecimientos más importantes que han marcado la historia reciente de nuestro país desde los años 60 hasta nuestros días.

“El chico que dibujaba constelaciones sigue siendo mi novela más personal y también la que más alegrías me ha regalado. No solo por la emoción al recibir mensajes llenos de magia durante estos años —nietas leyéndoselo a sus abuelas y madres e hijas compartiendo un mismo libro—, sino, además, porque nunca esperé nada de esta historia que al final hicisteis vuestra”, explica la autora. «Esta novela es lo más bonito que he podido leer en mucho tiempo. Me ha parecido un regalo, un soplo de vida… Y todo contado con tanta delicadeza que es precioso leerlo. Solo podría hacerlo Alice. Mil gracias por regalarnos a Valentina y a Gabriel, por su vida. No he podido ser más feliz leyéndolos», Patricia Bejarano.

Hermanas de Imma Monsó. Univers. 18 €

Una cena de Navidad que podría ser la nuestra.

Alrededor de noviembre Rita siempre se maldice: un año más, y ya son unos cuantos, ha sido incapaz de decir que no, no a la cena de Navidad. Otra vez la deberá organizarse.

Mientras la mayoría de la gente se marca propósitos de año nuevo ambiciosos, con objetivos que cambiarán sus vidas para siempre, ella, Rita, debe conformarse con encomendarse a la ilusión, algo ingenua, de decir que no a la siguiente cena de Navidad. Pero cada año desfallece, y lo que comenzó hace un tiempo siendo una excepción se ha convertido en una costumbre, y la costumbre en una tradición inamovible. Cada Navidad la familia de Rita se encuentra en la casa del valle, el último refugio familiar, donde se reúnen todos: el cuñado, la hermana, los niños y Palmira, que durante muchos años trabajó con la familia y que ahora es, un poco, la voz de los padres muertos, de la voluntad olvidada.

NOVELA GRÁFICA/COMIC

El jardín secreto de Virginia Woolf de Lady Desidia. Lunwerg editores. 21,90 €

Adeline Virginia Stephen, nacida en Londres en enero de 1882, ha pasado a la historia como Virginia Woolf, una de las figuras más trascendentes del modernismo literario del s.XX y una pionera del movimiento feminista. Habiéndose criado en un marcado entono intelectual entre artistas, literatos y políticos, Virginia decidió hacer de su vida la escritura hasta lograr un más que merecido hueco en el mundo de hombres en que le había tocado vivir.

Su estilo único e introspectivo, siempre experimental; su sensibilidad inconfundible; su perspectiva inusual; el monólogo interior al que asiste el lector en cada una de sus obras… El vasto legado de una de las autoras más importantes de la historia de la literatura sigue más vivo que nunca, reflejando pasiones, inquietudes, emociones, pensamientos y preocupaciones que se han vuelto atemporales y que han servido y sirven de referencia a muchas otras generaciones de escritores.

La vida de Virginia Woolf tampoco es ya ningún secreto: sus días atormentada, su enfermedad, su inestabilidad emocional, sus depresiones y sus intentos de suicidio hasta su trágico final en las aguas del río Ouse han protagonizado un sinfín de biografías que hoy tenemos a disposición, además de verse constantemente reflejados estos episodios en los escritos de su puño y letra.

Sin embargo, Vanessa Borrell (Lady Desidia desde 2008), con este -su primer- libro, se propone acercarnos a la figura de la escritora desde una óptica muy especial: con sus características ilustraciones, de estilo romántico y estética refinada, y sus habituales motivos evocando a la naturaleza, sugiere a través de las páginas de El jardín secreto de Virginia Woolf un recorrido inédito por la vida de la artista y por la de las grandes mujeres que la rodearon.

ENSAYO

La libertad de los antiguos frente a los modernos de Benjamin Constant. Traducción de Carlos Fernández Muñoz. Página Indómita. 14 €

Publicamos en este volumen uno de los textos capitales de la teoría política y del liberalismo, el célebre discurso que Benjamin Constant pronunció en el Ateneo de París en 1819. Marcado por la experiencia de la Revolución francesa, y por la deriva despótica de un republicanismo que había empleado la «voluntad general» rousseauniana para instaurar el Terror, el autor estableció aquí la famosa distinción entre la libertad de los antiguos y la de los modernos; esto es, entre la libertad propia de las repúblicas de la Antigüedad y la libertad de las sociedades modernas, posteriores a la Revolución.

Frente a quienes quieren que «los ciudadanos estén completamente sometidos para que la nación sea soberana, y que el individuo sea esclavo para que el pueblo sea libre», Constant sostiene que «la libertad individual es la verdadera libertad moderna», y que la libertad política basada en el gobierno representativo y las garantías constitucionales es su sostén, de modo que, lejos de renunciar a una de las dos clases de libertad, es preciso aprender a combinar ambas.

El discurso se complementa en este volumen con «La libertad de pensamiento», capítulo extraído de la obra cumbre del autor, Principios de política aplicables a todos los gobiernos. El texto que aquí publicamos compendia la firme defensa de la libertad de pensamiento, de expresión y de prensa que llevó a cabo Constant y que ejercería una enorme influencia en pensadores como John Stuart Mill y en el liberalismo político en general.

Genética eres tú de Rosa García-Verdugo. Paidós. 16,95 €

Son muchas las referencias cinematográficas que nos vienen a la mente cuando pensamos en la genética: ¿quién no recuerda ese maravilloso parque jurásico en la remota Isla Nublar o la sociedad distópica que dibujó Gattaca? Pero ¿qué hay de cierto en todo eso?

Rosa García-Verdugo nos invita a acompañarla en un fascinante viaje en el que descubriremos no solo qué es la genética, sino cuáles son sus aplicaciones reales y qué nos depara el futuro de esta fascinante disciplina de la biología.

«[C]uando oímos hablar de mutaciones en los virus, parece que es con una connotación negativa, pero en realidad son parte de la evolución natural de los organismos —como ya vimos— y en el caso de una pandemia como esta, nos permiten observar dónde y cómo se extiende el coronavirus en un grupo de personas y seguirlo para detectar nuevos cambios en su genética. Por otro lado, normalmente, la acumulación de mutaciones acaba por debilitar el virus. Aunque no parece que esto haya ocurrido aún y al coronavirus le queda mucho por mutar.»

Cómo ser anticapitalista en el siglo XXI de Erik Orlin Wright. Traducción de Cristina Piña Aldao. Akal. 18 €

El capitalismo ha transformado el mundo y aumentado nuestra productividad, pero a costa de un enorme sufrimiento humano y de dinamitar el futuro ecológico del planeta. Si queremos que haya un mañana para todos, debemos pensar un horizonte anticapitalista consagrado a la prosperidad humana.

Este breve y poderoso manifiesto póstumo compendia décadas de trabajo académico y militante de Erik Olin Wright, una de las figuras intelectuales fundamentales de los últimos 50 años. Cómo ser anticapitalista en el siglo XXI es un alegato urgente en favor del socialismo, y una guía incomparable para ayudarnos a alcanzarlo. Sí, porque otro mundo es posible.

El paciente cero eras tú de Juan Carlos Monedero. Foca. 10 €

Las crisis rompen la normalidad, abren los tarros de las esencias y también la caja de los truenos. Traen de regreso un aroma de muerte y de peligro, y activan nuestro cerebro más antiguo. Son momentos en los que volvemos a pedir ayuda y en los que organizar la ayuda mutua vuelve a ser una posibilidad. Son momentos de expresar obediencia a quien piensas que te puede salvar, y de trenzar con tus iguales solidaridades frente a la adversidad. Las crisis son el momento de la comunidad, del grupo, del colectivo, del Estado. Con sus peligros y sus oportunidades.

El Estado no es algo con conciencia propia, un ente con una lógica aislada de su entorno. Es una relación social cuyo significado se obtiene en virtud de lo que la sociedad haga con él. Depende de la ciudadanía, que quizá obedezca las órdenes sin rechistar o quizá recuerde que, en democracia, se manda obedeciendo. En tiempos de crisis, pueden chocar el Estado y el gobierno, los partidos pueden colaborar con el gobierno o empezar su asalto al poder. La sociedad puede organizarse para ayudar a los más necesitados o convocar caceroladas para debilitar al gobierno. El resultado depende de la correlación de fuerzas, y los Estados, llenos de sesgos y surcos trazados por la Historia, son más amigos de inercias que de innovaciones. Pero, no lo olvidemos, quien decide es la correlación de fuerzas.

En tiempos de crisis se produce un cortocircuito en el Estado y para pilotar la nave no hay otra que activar la dirección manual. Por tanto, la pregunta ahora, que vienen tantas curvas, es: ¿nos ponemos todos, cada cual donde pueda y deba, a los mandos del barco?

¿Qué es la vida? de Paul Nurse. GeoPlaneta. 21,90 €

¿Qué es la vida? es un ensayo extraordinario que puede cambiar nuestra forma de entender la Biología. Extraordinario, porque contiene las respuestas de un gran científico a la gran pregunta que la Ciencia viene haciéndose desde la Antigüedad. Y es extraordinario también porque lo hace de forma breve, amena y perfectamente comprensible para todos. El premio Nobel de Medicina Paul Nurse nos explica de forma apasionada qué significa estar vivo, en solo cinco capítulos que destilan amor por la ciencia y por la vida: la célula, el gen, la evolución por selección natural, la química de la vida y la información de la vida. Este breve ensayo consigue desentrañar los fundamentos de la biología para acercarlos al gran público y ponen a Paul Nurse al nivel de otros grandes divulgadores como Stephen Hawking y Richard Dawkins.

Sir Paul Nurse es un genetista y bioquímico bioquímico británico que ganó el Premio Nobel de Medicina en el 2001 y el Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades en el 2011 por su labor como presidente de la Royal Society. Gracias a su estudios se han podido conocer los mecanismos que regulan el ciclo celular. Además, Paul Nurse está muy implicado en las investigaciones científicas sobre la Covid-19 por lo que en los últimos meses ha protagonizado numerosas entrevistas y reportajes en todo el mundo.

OTRAS LECTURAS

Niños hiperactivos. Cómo ayudar a los padres a afrontar los problemas de conducta de Inmaculada Moreno García y María Susana Menéres Sancho. Ediciones Pirámide. 21 €

Portarse bien, no molestar, actuar adecuadamente cuando otras personas están presentes, controlar el mal comportamiento en situaciones que desagradan, evitar interrumpir a terceras personas, no decir palabras malsonantes, quedarse quieto en escenarios que así lo requieren, no provocar líos y conflictos con amigos y hermanos, obedecer en casa, seguir las indicaciones de los adultos, controlar el malhumor cuando se convierte en rutina, etc., constituye un desiderátum que con frecuencia resulta difícil de alcanzar en el caso de los niños con hiperactividad. Como si se tratara de un decálogo de buenas intenciones, los adultos repiten una y otra vez cómo esperan que los menores se comporten y actúen tanto en casa como en situaciones públicas.

Este libro se centra en esta forma problemática de comportarse que exhiben los niños hiperactivos y en las dificultades de los padres para afrontar tales comportamientos. Por este motivo, se exponen las herramientas que las investigaciones científicas han mostrado eficaces para ayudarles: programas de entrenamiento para padres que tienen hijos con problemas de comportamiento. A través de estas páginas, escritas desde una perspectiva práctica y aplicada, basada en la propia experiencia de las autoras, el lector puede consultar los recursos de afrontamiento recomendados actualmente. Este texto también resulta de utilidad para los profesionales que trabajan con niños hiperactivos, ya que posiblemente encuentren de interés los apartados en los que se refleja que la práctica no está exenta de obstáculos y limitaciones.

Don DeLillo o cómo la propaganda hace que compres un truño de libro

Todos los medios de comunicación españoles alabando el libro y uno piensa “Malo no debe ser”. Incluso algún cultural realiza una entrevista al autor donde habla sobre los miedos de la actualidad y piensas “Tiene pocas páginas pero debe ser tremendo”. Lees a Paul Auster que califica a Don DeLillo como el “novelista norteamericano que escribe mejor” –piensen que para estas gentes México no es Norteamérica o no han leído en su vida a Alejo Carpentier, por ejemplo-, a Salman Rushdie, a David Foster Wallace y piensas que debes tener ese libro en tu biblioteca. Esperas la fecha en que llegará a tu librería preferida hasta con ansia por hacer con un ejemplar. El día llega y te preparas, hasta con un portaminas con la mina de color verde para subrayar frases o pensamientos epatantes. Abres el libro y…

Te acuerdas de los parientes más cercanos de todos esos que han escrito en los medios alabándolo. Terminas el libro en hora y cuarto –no hace falta más tiempo- y te queda la sensación de que te han colocado un truño de los de época. Que el libro lo ha escrito el autor para sacarse unos cuantos milloncejos a costa de pobres lectores de todo el mundo por algo que no llega a alcanzar el rango de folletín. Una estafa literaria impresionante. Si en una novela se espera encontrar, para ser calificada como buena al menos, una buena historia y/o buenos personajes, en este libro publicado por Seix Barral –siempre hay que señalar a los culpables del atentado literario-, ni personajes, ni historia. Comenzando por la segunda, ni se sabe en todo el relato el porqué de lo que sucede –más allá de la gracieta de típico estadounidense conspiranoico-, ni se llega a saber qué pasa en realidad y, como ya habrán comprendido, no hay desenlace alguno. Aspectos novelescos que pueden faltar en alguna que otra obra pero en este caso no hay ninguno. Una historia con fallos argumentales impresionantes como provocar un aterrizaje forzoso de un avión váyase a saber por qué y si es por el apagón ese avión jamás debería haber llegado al aeropuerto.

Igual los personajes que aparecen tienen un alma lo suficiente interesante para engancharse o para que merezca la pena leerlo… Pues tampoco. Personajes planos, carentes de emotividad alguna, presos de esquizofrenias e insustanciales. Hasta a copiado a la película Un pez llamado Wanda cierta parafilia de uno de los personajes. En realidad son gentes que deberían estar en un frenopático o tan carentes de alma que te dejan como si te hubieses sentado en un banco del parque a ver pasar gente. Bueno, en el banco del parque podrías imaginar historias, personalidades o gustos que jamás encontrarán en esta obra. Normal que le hayan puesto de título El silencio porque no encontrarán el mínimo ruido que les anime a leerla. Puede que guste a instagramers y gentes que se contentan con lecturas cortas que les valgan para decir que han leído un libro en su vida. Y lo habrán hecho sin dificultad alguna.

Si a ustedes les dijesen que la novela ocurre porque todos los aparatos electrónicos, al menos de Nueva York (no se puede saber si es más allá), han dejado de funcionar esperarían en la narración algo más que soliloquios insustanciales de personajes planos. Esperarían alguna reacción, algún tipo de sentimiento humano (salvo sexo en un lavabo no encontrarán nada más) y no la más absoluta nada. Es imposible, tal y como está tecnificada la sociedad actual, que las personas no reaccionasen en algún sentido, pues DeLillo parece que piensa que sí, que la humanidad es como sus personajes: planos y sin sentimientos. Es más, personas sin vida ni alma. Tampoco es para que presente una tragedia griega pero ¿la nada?

Como sucede en otros ámbitos de la vida la propaganda sirve para colocar productos que no necesitamos en muchas ocasiones, para votar por ese político que al final nos decepciona, para comprar un truño de libro que hace pensar si es una confabulación mundial de los críticos de libros o simplemente es que ni lo han leído o están a sueldo de las editoriales. Frente a los anuncios cada persona está más o menos entrenada para defenderse del fetichismo de la mercancía, pero en el ámbito cultural se espera que cuando menos no engañen a las personas. Porque no es lo mismo que a un crítico le parezca un libro mejor o peor y de forma subjetiva un lector piense de forma diferente y otra es faltar completamente a la objetividad mínima de lo que debe ser la crítica literaria. Que me han hecho gastar 16 euros de mala forma por un libro que, aprovechando los tiempos pandémicos, parece que va a contar algo distópico que aliente a las personas a tomar conciencia de su realidad (así lo han llegado a vender) y te encuentras con el vacío más absoluto. Ni se les ocurra comprarlo, avisados están. ¡Es que ni bien escrito está leñe!

El alcalde Almeida mete la pata donde menos se esperaba

Si ustedes fuesen calvinistas de manera consciente, en muchos aspectos lo pueden ser inconscientemente, entenderían que la clase política en general está determinada por dios para ser representantes públicos. Lo que les albergaría dudas es el porqué de no concederles, además de ese destino humano, algo más de una neurona en el cerebro para actuar de forma racional y que esa neurona no se quede haciendo eco en solitario. Todo esto viene a cuentas de que, dando igual el color –aunque los de verde se llevan la palma y caben dudas de la existencia hasta de una neurona-, la clase política actual es especialista en crear problemas donde no los hay o en meter la pata en cuestiones tan evidentes que asombran. Esa metedura de pata es la que ha cometido el alcalde de la ciudad de Madrid José Luis Martínez Almeida.

Como todo el mundo sabe, porque lo ha reconocido en diversas ocasiones, es alcalde madrileño en confeso seguidor de la SAD Atlético de Madrid –se supone que cuando era club también-. Nada extraño pues, aunque no lo parezca, hay numerosos políticos de derechas que llevan el color rojiblanco –porque como decía el padre del Lolo el lion, el rojiblanco es un color no dos- en su alma. Así por citar algunos, el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid Alfonso Serrano o el consejero de Transportes Ángel Garrido. Incluso es conocida la amistad del vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, con Miguel Ángel Gil. Lo normal siempre y cuando, en los negocios, siempre gane el tito Floren.

Siendo seguidor del Atlético de Madrid el alcalde Almeida habrá sufrido en sus propias carnes la pena y el desgarro de ver como el templo rojiblanco del Vicente Calderón fue vendido y derruido por culpa de la deuda que nunca se acaba –al menos desde que están los Gil al mando, de forma ilegal cabe recordar-, por eso no se entiende que en el descampado que ha dejado el Templo Rojiblanco el alcalde haga la “gracia” de permitir que se llame Ribera del Calderón. O es muy macabro y tiene esa parafilia, o ha metido la pata hasta el fondo. Pero no meter la pata suya, que por físico es más pequeña, sino la de un tipo que mida 2,20 metros como poco –Tkachenko mismamente (aunque esto sólo lo entenderán los que ya van por la cuarentena o más)-. Esto es como cuando de pequeños algún crío o cría se llevaba un regalo y lo mostraba fardando a los demás chavales. Daban ganas de quitárselo o rompérselo en la cabeza por tener tan mala baba. Y encima invita a los criminales de la destrucción al evento.

¿A quién se le ha ocurrido nombrar así el lugar cuando el Calderón ya no existe por una operación mercantil de dudoso éxito? Seguro que a un madridista porque es mentar la madre muerta, como poco, a un rojiblanco. Tanto jugar con lo emotivo esta clase política actual para no darse cuenta de que si hay algo que molesta a los aficionados rojiblancos es haber perdido su casa para marchar al estadio del logo. Que allí estuviese el Calderón y hoy ya no esté no es motivo de melancolía sino de cabreo supino entre la afición. Esto sólo se le podría haber ocurrido a Florentino Pérez o sus literatos. Lo podrían haber llamado “Ribera de los melancólicos”, mucho más poético, o “Ribera del Manzanares”, más geográfico, o “Ribera de los ejércitos” por la gran cantidad de casas militares de los alrededores. Pero no, han tenido que meter el dedo en la llaga de los aficionados atléticos y citar al Calderón. Normal que las redes sociales le hayan puesto de vuelta y media al alcalde porque siendo rojiblanco debería haber sido consciente del atentado contra los sentimientos que ello produce. Ni una, es que no aciertan ni una.

Jugador del Atleti y Selección = Siempre infravalorado

Es normal que entre la hinchada rojiblanca haya una enorme desafección con la selección española de fútbol. Desde tiempos históricos no han sido los seleccionadores muy de llevar a los jugadores españoles del Atlético de Madrid al conjunto nacional. Si se mirasen las internacionalidades de los jugadores que han sido leyenda no es que destaquen por su gran cantidad hasta tiempos muy recientes. Y eso que gracias a un gol de Rubén Cano (12 internacionalidades) se logró la clasificación para el mundial de Argentina de 1978. Así que la afición del club madrileño tampoco es que espere mucho más del conjunto que representa al fútbol español. Lo que sí molesta es el menosprecio de los medios de comunicación con los jugadores rojiblancos.

Bien es sabido que la mayoría de la prensa es madridista y que los dos principales diarios (al menos por lectores) deportivos siempre elogiarán a los jugadores del conjunto del viudo con gafas muy por encima de la realidad. Si algún jugador de ese equipo hace algo mínimamente destacable lo ensalzaran como si Pelé y Maradona hubiesen cedido sus genes y su genio a ese jugador para lograr la conjunción perfecta. Aburridos tienen a las aficiones de los demás equipos por ensalzar a personajes como Morales (¿se acuerdan que por un buen partido pidieron que fuese a la selección ipso facto?), como Lucas Vázquez o cualquier otro que vista la zamarra blanca. Incluso si son ex-jugadores del equipo también son ensalzados por la prensa madridista si juegan en la selección, siempre y cuando no jueguen en al Atlético de Madrid o el FC Barcelona. Así, Morata mientras vestía la rojiblanca no debía acudir al conjunto rojo, y ahora que está en la Juventus es indispensable. Eso por no hablar de los futuros fichajes inventados por el conjunto de la Castellana, que tienen que ir todos pues son lao máximo en lo futbolístico. ¡Si hasta siguen pidiendo que vaya Isco! Pero el bien recordado Arteche era un tuerce botas y no podía quitar el sitio a ningún madridista.

Esto está asumido por las aficiones de todos los equipos, aunque a la del Atleti le toque más cerca y que muchas personas son del equipo de su ciudad y del equipo del florentinato y, por ello, les duele menos. Décadas aguantando a madridistas que iban a llevar a lo más alto a la selección para que luego en las tres Eurocopas ganadas las mieles fueran gracias a jugadores del Atleti (aunque sólo fuese en el alma). Jamás les verán en los medios madridistas recordar que Fernando Torres fue el máximo goleador de la Eurocopa de 2012 y lo del gol en la de 2008 porque no hay otra (aunque le dieron palos de todos los colores durante todo el torneo). No como el amado Raúl que iba a lograr lo que nunca se había logrado con España… y si no fue así es por culpa de Luis Aragonés, otro rojiblanco, que se lo impidió. Esta pena la llevan clavada hasta dentro y no se lo perdonaron al entrenador ni en vida, ni ahora que está en el tercer anfiteatro.

Y ustedes se preguntarán ¿por qué toda esta perorata? Porque ayer mismo, los medios de la caverna madridista lo han vuelto a hacer. Salvo las excepciones habituales de Rubén Uría, Juan Gato o Álvaro Benito (poco falta para que le llamen traidor), para el resto de periodistas deportivos parece que Koke ni jugó el partido –y eso que fue durante gran parte del mismo el capitán de la selección-. Ni él, ni Rodri, ni Fabián. Entre los tres dieron una lección, donde destacó el rojiblanco por saber estar y hacer, de dirección del conjunto español que posibilitó la goleada frente a los alemanes. Un despliegue de fútbol el del capitán rojiblanco que ha sido ocultado sibilinamente en los medios madridistas no vaya a ser que a Luis Enrique le dé por seguir convocándole en detrimento del futuro fichaje madridista inventado o del jugador que haya salido de su cantera. En su momento se menospreció claramente a Torres en favor de Xavi e Iniesta, algo lógico pues eran realmente el alma del equipo, hoy se menosprecia al alma del equipo en favor de los delanteros.

Siempre evitando destacar al rojiblanco. Ya sucedió lo mismo en los años de Caminero y Kiko, ellos siempre eran los culpables pero nunca merecían el loor y prez. Normal que sea la afición futbolística que se entera de los partidos de la selección cuando ya han pasado… pero si dan más espacio a Cristiano Ronaldo (que ya dirán ustedes lo que juega en España o para España) que a cualquier jugador del Atleti. Incluso si se es deportista de otro deporte y se confiesa rojiblanco suelen ocultarlo cuando pueden. Aquí o se es del equipo de tito Floren o se está equivocado.

Lo que realmente ha molestado a Sánchez de los barones

La trifulca entre las baronías del PSOE y el presidente del gobierno ha opacado el primer trámite de los presupuestos del Estado y ha servido para que propios y extraños hayan hecho propaganda en favor o en contra de los elementos en disputa. Tanto como para provocar el enfado de Pedro Sánchez que ha terminado por acusar a los militantes y dirigentes socialistas que han criticado la acción de gobierno de “desleales o ignorantes”. O se está con ÉL o se está contra ÉL ha sido el resumen de la confrontación donde desde Ferraz han declarado que la “doctrina del PSOE es clara”. Ahora bien, todos se preguntarán si todo esto es tan sólo por el apoyo de EH Bildu a los presupuestos o hay algo más.

Respecto a un no-existente pacto con EH Bildu como dejó dicho José Luis Ábalos el lunes en rueda de prensa, ya que los vascos decidieron apoyar porque les venía bien y no a cambio del acercamiento de presos (algo que han hecho todos los gobiernos independientemente del color), ni por otras cuestiones ocultas o a negociar, no parece que sea el principal problema. Recuérdese que Sánchez I ya fue avisado por las mismas baronías que hoy han hablado en el famoso Comité Federal del 28 de diciembre de 2014 cuando, tras “unos resultados históricos”, el candidato socialista pidió al máximo órgano entre congresos que le dejasen intentar la investidura si Mariano Rajoy no conseguía la mayoría. Las líneas rojas fueron claras, ni con los herederos de ETA, ni con los independentistas. Tras las primeras elecciones de 2019, en Comité Federal las baronías volvieron a señalarle esas líneas rojas, esperando que pactase, como así estuvo negociando en la sombra Iván Redondo, con Ciudadanos y formar un gobierno de 180 diputados. No se dio por la negativa ególatra de Albert Rivera y sus fanáticos populistas del sistema, pero se intentó. Producto de esa negociación fueron las declaraciones de Sánchez II sobre no poder dormir con Podemos en el gobierno o su “no es no” a EH Bildu.

No puede decir Sánchez que no ha sido avisado por las baronías porque lo han hecho hasta la saciedad, incluso le han llegado a permitir que con mucho cuidado negociase aspectos con los independentistas de ERC. Emiliano García-Page fue claro, en la negociación de la segunda investidura, que las negociaciones con los catalanes debían ser claras y no perjudicar al común de los españoles. Por tanto decir hace dos días que las baronías tienen su teléfono para decirle que lo de EH Bildu no les gusta es absurdo pues es algo que le han repetido hasta la saciedad en privado y en público. De hecho, siendo Sánchez el presidente y viendo la situación, podría haber llamado a las baronías y avisarles de lo que podía ocurrir para que no hablasen, puesto que la maravilla de los teléfonos permite llamar a las dos partes –salvo que se tenga de pre-pago y no se disponga de saldo-. Si se fijan en la línea temporal de las críticas, todas se produjeron después de la aprobación para debate de los presupuestos generales, no antes. Y esto ha sentado mal a Moncloa y a Ferraz (si es que siguen siendo dos cosas distintas como venden los medios afines) por estropearles la campaña de publicidad. ¿Por estropear la campaña de publicidad de unos presupuestos que aún no están aprobados ya que faltan todas las enmiendas parciales y algunas cuestiones podrían ser retiradas por extrañas alianzas parlamentarias se llama desleales a compañeros de partido?

Menosprecio a su posición.

Entre todas las filtraciones que han hecho desde Ferraz casi todo el mundo se ha quedado con los calificativos de desleales y de ignorantes, los cuales se han extendido a toda la militancia que haya criticado la acción de gobierno. Un aviso para los sugus que ya tienen instrumento de ataque y una amenaza para las baronías. O son desleales “a la doctrina del partido” o es que son ignorantes y por ende deben callar y dedicarse a sus regiones o sus cosas privadas sin molestar en las redes sociales. Calificativos demasiado gordos por haber criticado posibles acuerdos con los herederos de ETA, los cuales conllevan un valor emocional de muchas personas en España, da igual su ideología porque para eso los terroristas no hacían distingos, ya que han sido dolientes del terror por unas cuestiones u otras. Imagínense los cientos de miles de chavales que hicieron la mili en esos años y sabían que un día podían poner una bomba en su cuartel, el autobús con mandos que conducían, en la furgoneta o en coche de un alto mando. Así que tener cierto resquemor a esos pactos es hasta normal para un español corriente y de mediana edad, como son los barones García-Page, Javier Lambán o Guillermo Fernández Vara. Si esto no lo entienden en Ferraz se les podría llamar desalmados pero el problema es otro, no es EH Bildu.

Realmente lo que ha molestado a Sánchez y a su equipo es que desde las baronías o el ínclito Alfonso Guerra se les haya tachado de monigotes o peleles de Pablo Iglesias. En este sentido han sido claros los cuatro, no puede ser que el presidente del Gobierno de España ceda al su vicepresidente segundo la función de negociar los presupuestos con ERC y Eh Bildu y alardear de ello; no puede el presidente dejar que todas las medidas –aunque luego no se hayan podido aplicar correctamente o hayan sido fraudulentas (sí se podía despedir pero más caro, o sí han seguido los desahucios…)- que tienen un carácter más positivo o social sean apropiadas por una sola parte del gobierno y no por el conjunto; no puede ser que el presidente del Gobierno no asuma su responsabilidad institucional plenamente ya sea para cesar a quienes han insultado al jefe del Estado, ya sea para permitir que se diga tranquilamente desde la vicepresidencia segunda que EH Bildu viene a Madrid a dirigir el gobierno. Esto es lo que han dicho las baronías y Guerra que tan mal ha sentado a Sánchez y por lo que les ha catalogado de desleales.

A ello súmenle que esto está siendo jaleado desde los medios de la caverna mediática destacadamente. Lo que incide en enfadar al presidente del gobierno, a su camarlengo y al secretario general del partido. Incluso a su vicesecretaria general que ha salido a decir que “esta es otra generación así que déjennos dirigir a nosotros”. No ha gustado ni en Moncloa, ni en Ferraz que les digan que quien marca el paso en el gobierno es el vicepresidente segundo al que, según se puede colegir, están postrados los demás miembros de la coalición. Sólo les ha faltado decir que aún no han derogado la ley mordaza al completo o que la ley laboral del PP para haber sido entendido como una amenaza de guerra. Desde Ferraz han sido claros, no se puede criticar al gobierno. Ni baronías, ni militantes. Y si lo hacen es porque no aceptan los resultados (recuérdese que hay un 50,3% de los votantes en primarias que no apoyaron al actual secretario general) o porque ignoran la “doctrina del PSOE”, sea cual sea ésta. En este PSOE no se puede discrepar en el exterior del partido y sólo en los órganos internos aunque no se haya convocado al comité federal para ello.

Lo que le ha sentado mal a Sánchez no es que critiquen sus decisiones sino que le critiquen a él y le menosprecien poniendo en mayor valor a Iglesias. Le ha molestado que se extienda la imagen de ser un rehén del vicepresidente segundo. Le ha molestado que los méritos se le concedan más a Podemos que a Sánchez, aunque de esto no tienen culpa las baronías sino los medios de comunicación. Le ha molestado que se proyecte esa imagen de despreocupado, de dejado, de pusilánime ante los actos de la parte podemita. Le ha molestado que no le ponga a él en valor por presidir el gobierno, no porque haga esto o aquello. Le molesta todo lo que no sean alabanzas a su persona porque desde los medios de comunicación bastantes palos le vienen dando con argumentos similares a los que han expresado las baronías. Claro que nadie se imagina a Lambán llamando a Sánchez para decirle “eres un cagao Pedro”, a García-Page igual sí. Pero no es el pacto con EH Bildu, que según Ábalos no existe, sino no elevar a los cielos al presidente del gobierno y dejarle a los pies de los caballos frente a su gran contendiente Iglesias. Tanto esfuerzo de Redondo para nada habrán pensado en Moncloa. Por ello las baronías son desleales e ignorantes, como toda la militancia (el 50% que no le votó en primarias se entiende) que le critica porque no conoce la doctrina del PSOE…

Casado se agarra a lo único que le queda para no caerse

Anda revuelta la tropa de la carcunda por los posibles acuerdos que se lleguen a establecer entre el gobierno de coalición y la coalición EH Bildu. Siendo en parte herederos de una infausta y criminal historia de la que no han querido alejarse, su entrada por la senda de las instituciones siempre será mejor que el asesinato indiscriminado (lo mismo sucedió con el IRA y el Sinn Fein). Más vale que estén en la parte de los demócratas, por mucha repugnancia que provoque su historia –lo mismo que sucedió en su momento con los franquistas-, que en el lado de los asesinos y la inmoralidad. Esto es comprensible, en términos racionales porque la emotividad cada cual la vive como puede, siempre y cuando se sepa para qué se llega a un acuerdo.

Alfonso Guerra o Emiliano García Page, en su derecho a discrepar pues parece que está prohibido para las legiones de trolls el disenso, han explicado que les parece abominable ese tipo de acuerdo. Lo dicen emotivamente pero falta por conocer el para qué. En ocasiones el quien es menos importante que el qué. De hecho no se ve a nadie quejarse cuando este mismo gobierno se pliega a los deseos de la CEOE o de alguna de las fracciones de la clase dominante (véase los EREs que permiten al Banco de Santander) y esos qués hacen más daño que lo que se pudiera acordar con los herederos del terrorismo etarra. Porque la realidad es que no sabemos el qué se está negociando o se ha negociado con EH Bildu y por tanto cualquier apriorismo o sentimentalismo es pura divagación o proyección de ciertos sesgos cognitivos de cada persona. Quienes apoyan sin pensar en el qué se está negociando también tienen sus propios sesgos cognitivos, sus emotividades y su sectarismo en demasiadas ocasiones.

Lo peor de todo es que toda esta disputa en el aire está sirviendo a Pablo Casado para agarrarse a lo único que le queda para no caer al vacío. El PP casadiano, como anteriormente el aznariano y el marianista, recurre al terrorismo –que ya no existe- como mecanismo emocional que le permite ocultar no sólo los cientos de casos de corrupción que tienen en puertas de juzgarse sino la incompetencia de su principal gestor. Incompetencia porque, si bien sobre la ley Celaá saben que recurrirán al Tribunal Constitucional (que decidirá algún día cuando les venga bien) y confían todo a la justicia, respecto a los presupuestos del Estado no se les ha escuchado crítica alguna al qué. Se quejan especialmente del quién. No paran de quejarse de los independentistas catalanes –este tema también daría para un tratado psicoanalítico porque se pactan cosas del Estado con quien quiere acabar con el Estado (al menos no se han retractado de su independentismo)-, de las cosas de los comunistas (si encuentran alguno en el gobierno avisen), de los impuestos que afectarán a las clases medias (directos ni uno, indirectos afectan también a la clase trabajadora, casi más que a la media) y lo de los herederos de ETA.

¿Han escuchado a Casado quejarse de tal o cual partida presupuestaria? El aumento del gasto en infraestructuras, que se podría ver si son necesarias algunas o no, les parece bien porque nutre los bolsillos de los Florentinos de España, por ejemplo. No hablan de partidas, salvo Teodoro García Egea que ahora pide dinero para el mar Menor cuando la propia Comunidad sigue lastrando su recuperación con los vertidos y, al fin y al cabo, es un “¿qué hay de lo mío?” habitual en este tipo de casos. Tampoco le parece mal el aumento de los gastos militares, como ha exigido la OTAN, porque son más otanistas que los EEUU. Tampoco verán que se quejen de la falta de recursos sanitarios, culturales, etcétera porque no les interesa en su proceso de privatización de España. No hay queja alguna sobre lo importante de los presupuestos y sí sobre lo intrascendente.

Y como no tiene queja sobre gran parte del presupuesto tiene que aferrarse a lo único que le queda, lo simbólico. El problema para el gobierno es que lo simbólico mueve bastante a las personas, especialmente si se está machacando constantemente en los aparatos ideológicos principales de la actualidad: los medios de comunicación. A esto se agarra Casado para sobrevivir políticamente al carecer de otro tipo de discurso. El PSOE, como uno de los dos partidos del orden, no ha presentado unos presupuestos fuera del marco que impone la Unión Europea y la patronal española. Algo que habría hecho perfectamente el PP. Es en los márgenes que se permiten donde unos gastos se derivan hacia cosas más sociales (beneficio de los “lobbies del humanismo”), mientras que el PP recortaría gasto o lo haría en favor de los “lobbies del emprendimiento”. Pero en el núcleo presupuestario están los dos partidos del orden de acuerdo. Ya verán como enmiendas del PP se pactan y aceptan en el debate sobre los presupuestos.

Como se advirtió hace semanas en estas páginas, estos presupuestos serán la salvación de Pedro Sánchez por al menos dos años más. Hasta que la pandemia sea un mal recuerdo y aprieten las tuercas desde la UE. Y Casado no tiene seguridad alguna de poder aguantar estos dos años más sin que los franquistas le coman el terreno o sin que un repunte económico le deje sin argumentos. Más si no se atreve a renovar el CGPJ conculcando los valores constitucionales que dice defender. A este respecto es curioso como desde el PSOE no se ataca más por ese camino al PP. Todo el día con la Constitución en la boca y cuando hay que actuar bajo los valores constitucionales (el amplio acuerdo entre partidos enfrentados) se echa para atrás. Igual es porque no es muy de alentar sentimientos como gusta al asesor monclovita, pero podrían callar bocas y editoriales.

Tampoco actúan con otra cuestión. Ya que desde el PP y la caverna mediática hacen publicidad constante de las continuas pretensiones de parte del gobierno y algunos socios independentistas de “acabar con el régimen”, ¿por qué desde el PSOE no señalan que los neofranquistas con los que tienen pactos de gobierno el PP también quieren acabar con el régimen del 78? No han ocultado que quieren una reforma constitucional para acabar con las mamandurrias y las comunidades autónomas. Alentar la amenaza fascista puede ser efectivo un día, dos, tres, pero al cuarto ya no hace efecto como se ha demostrado históricamente. O se les hace el vacío a unos y otros (a los fascistas de Cataluña también) o acaban por instalarse. Casado está ante su última oportunidad y por ello se agarra al simbolismo del terrorismo, estando de acuerdo con lo central de los presupuestos, no le queda más para sobrevivir.