domingo, 13 julio, 2025

NO, el Atleti no es candidato a nada

Tras un resultado bueno ya están los panenkitas y los nacionalmadridistas lanzando las campanas al vuelo cuando no se tiene ni cuerda de la que tirar. Los segundos harán como siempre, decir que el Atlético de Madrid tiene la mejor plantilla de su historia, que si deben ganar la liga o que si no pensar así es propio de perdedores (metiendo por ahí siempre las Champions y demás estupideces de personas con problemas). El truco es viejo y solo se lo compra Gonzalo Miró (que ya se sabe que es madridista en su ser), lo utilizarán para tapar sus miserias durante la temporada y para acabar con el Cholo Simeone, entrenador al que odian.

Luego vienen los panenkitas, esos que están todo el día con ánimo arriba y abajo, y que se ilusionan con dos caños, tres carreras y un resultado bueno. Los mismos que están encantados con el Cholo-Taka (palabro pergeñado por @Mr-Markoo) y dejan correr la imaginación hacia cotas… que la realidad acaba pisoteando. Es bueno tener ilusión pero partiendo de la realidad, de lo que hay, de lo que puede llegar a hacer Miguel Ángel Gil de aquí a final de período de fichajes. Es bueno observar que Lino puede entrar en la dinámica del equipo, que Söyüncü tiene muy buena pinta, que Mouriño necesita curtirse pero para un apaño de los que siempre se lesionan igual…, que Riquelme se adapta a lo que le diga el entrenador y que los que permanecen en el equipo se siguen conjuntando.

Todo esto es normal que anime al aficionado pero sin un gran nueve no se gana nada. Morata se pasa la vida en fuera de juego y Memphis no se sabe si aguantará más de diez partidos seguidos. No hay previsiones de más fichajes y entre todos los delanteros más el resto del equipo tendrán que meter goles y ser contundentes. Porque la realidad es que Gil no va a gastar dinero, entre otras cosas porque no lo tiene gracias a su gestión. No hay problemas de Fairplay pero sí de caja, mucho más con la salida del patrocinador cochambroso que rompe los contratos. Si se lograse colocar a João, igual llegaría un cinco decente. Pero arriba nada.

Eso sí, que el Atleti no sea candidato no quiere decir que no vaya a competir. El Cholo se cansa de decirlo todos los años. El Atleti sale a competir partido a partido y si los de arriba se despistan… a cazar la perdiz. Lo mismo ocurre con la Champions. A pasar fase de grupos y a pillar por sorpresa al que toque. En Copa lo mismo. Y todo ello teniendo la suerte de que los arbitrajes ni quiten, ni den. Ya que en los últimos años son nefastos, fuera de reglamento y con toda la mala leche que tiene el presidente de la RFEF. Si convergiesen todas esas posibilidades, el Atleti tendría muchas probabilidades de campeonar.

Mientras a competir como jabatos, que es lo que se les pide (y João no ha entendido), a repartir biberones, a sacar el cucú tras las victorias, a echarse unas risas con las miserias existenciales de los vecinos, pero en ningún momento comprar esa ideología nacionalmadridista. Y no es por ser perdedores, sino realistas. Todos los atléticos saben que en cualquier momento llegan los arbitrajes chungos, que en partidos directos no van a dejar ganar, que todo está montado para que el duopolio siga destrozando La Liga (los equipos tienen menos capacidad de fichar que cualquiera de la liga francesa), que elevan a los altares para luego bajar y hacer mofa. Competiremos pero los que están obligados a ganar son otros. Sí esos que luego lloran.

La prensa madridista coge la forma en pretemporada

Este artículo no es el que estaba pensado realmente. Ante la posibilidad de que el Manchester City golease al Atlético de Madrid, estaba previsto acordarse de la madre de Miguel Ángel Gil Marín y su gestión por condenar al equipo del Cholo Simeone a hacer malabares. Pedir un cinco y un nueve goleador, que siguen siendo necesarios, iba a ser el argumento principal. Pero resulta que ese equipo es capaz de cualquier cosa como vencer al equipo de Pep Guardiola (que está a una semana de jugarse el primer título de la temporada inglesa) y frente a la ilusión rojiblanca no tenía mucho sentido hacer una justa demanda.

Mirando qué cosas había de peculiares en España, evitando el bochorno en que se ha convertido la política (ese Feijoo bajándose los pantalones hasta los tobillos frente a Sánchez), no quedaba otra que mirar por otros lares. De resultas, parece que en el cambio del día 29 de julio al 30 del mismo se jugó un partido que ha desaparecido de Marca y As. Jugaron el Real Madrid y el FC Barcelona, venciendo los segundos por 0-3. Algún titular quedaba escondido donde se decía que el Madrid había jugado y el Barça ganado. Nada que ver con esos otros de “Bellingham recuerda a Zidane” o “el Madrid es un portento” de días anteriores. Hasta desapareció uno que decía que Vinicius era el líder o algo así del equipo por su valor al fallar un penalti. Hasta celebró un gol que solo vio él.

Todo ello provoca pensar que sí que han comenzado fuerte la pretemporada en la prensa madridista. Ya se sabe que buena parte del mes de julio sirve para celebrar como títulos los caños en un rondo, decir que Güler (baja entre tres y cinco meses) asusta a sus compañeros o cualquiera de esas cosas propias del pienso que distribuyen entre los madridistas. Y, por supuesto desde hace siete años, Mbappé. Permitan un excursus. Es increíble como maneja Florentino Pérez a Marca y As. El viernes filtró a Carlos Carpio (Marca) que estaba casi hecho por 230 millones de euros y a la vez a Joaquín Maroto (As) que ni se pensaba presentar oferta. No a Roncero, ni a Mon, ni a esa tropa de teleñecos, a dos que suelen intentar ser serios.

Como la derrota había sido dura no quedaba otra que hacer desaparecer los artículos que a primera hora de la mañana se habían publicado. A las tres ya no quedaba rastro de ellos en las páginas digitales. Como mucho había que bajar y bajar y bajar para encontrar algo relacionado. Eso de que el Madrid necesita a Mbappé que escribió un incauto debe ser que jamás se publicó. De hecho, hoy mismo se preguntarán si existió ese partido o fue algún tipo de experimento con inteligencia artificial. Sin tiempo para descansar o mojarse los pies en las cálidas aguas del Mediterráneo, la prensa madridista debe proseguir en la ideologización de las masas mediante ese artefacto llamado nacionalmadridismo.

¡Cómo será la situación que hasta la portada digital durante horas ha estado dedicada a las victorias de Verstappen y el Atleti! A ese equipo rojiblanco que tiene prohibido hasta el respirar en los medios nacionalmadridistas. Ese equipo de leñeros, nazis y que aburre a las ovejas como reclamo principal. Cabe decir que, como no soportan a Pep y más tras ganar la Champions, entre lo malo y lo peor eligieron lo peor. Si hubiese perdido el Atleti, como todo apuntaba, hubiesen dedicado artículos y artículos a hablar de la crisis de juego de los rojiblancos, de la necesidad de echar al Cholo y todas esas estratagemas que utilizan cuando quieren tapar las miserias blancas.

Si hubiesen ganado al Barça no aparecería ni el serial Mbappé (¿Han visto que en marca tienen un apartado exclusivo dedicado al tema y en los destacados del periódico siempre?). Tendrían tres mil artículos alabando hasta la forma elegante en que Mendy se lesiona. Más la crisis del Barça, la necesidad de despedir a Césped Hernández y la ruina que está trayendo Juan Lapuerta (como han perdido sigue siendo Joan Laporta). A quince días de empezar La Liga, están ya con las pilas cargadas en plena pretemporada. A este ritmo van a llegar desfondados a diciembre. Normal que no informen de las trampas contables y las palancas del tito Floren, no dan abasto con el resto.

Cuando ser íntegro a veces no sale bien

Manuel Hedilla ha pasado a la historia de España como el falangista que fue condenado a muerte por Francisco Franco. Algo así como el personaje de José Sazatornil “Saza” en Espérame en el cielo. Sobre el segundo jefe nacional de Falange Española de las JONS, se lanzaron todo tipo de mentiras e infundios durante el franquismo y por historiadores franquistas pues no se podía presentar la verdad. Con sus matices pero verdad. Le ha tocado al hijo Miguel Hedilla de Rojas hacer esa labor al cabo de los años.

Manuel Hedilla. El falangista que dijo no a Franco (Almuzara) es un libro que todo historiador que se precie debería leer. Al ser uno de los descendientes del prócer falangista es obvio que aquellos posibles errores que cometió, algunos se narran, se ven más difuminados que los muchos aciertos que tuvo. Sin embargo, en lo importante, que es situar la verdad en su lugar y hacer justicia al camarada Hedilla, el autor no duda en ofrecer todo tipo de documentación. Alguna inédita hasta la fecha. A partir de ahí cada cual puede sacar sus conclusiones. Lo bueno del texto es que lo que son rumores, como la posible orden de asesinato de Onésimo Redondo por José Antonio Girón de Velasco, son tratadas como lo que son, uniendo las pocas pruebas que existen y no dando por verdad inmutable lo que se ofrece.

Para comprender a Manuel Hedilla hay que, primero, presentar el pensamiento de José Antonio Primo de Rivera, pues no se entendería al primero sin el segundo. A ello dedica el primer tramo del libro al autor. Además del pensamiento y la praxis joseantoniana, se agradece que el autor introduzca alguna anécdota para dar consistencia a la persona. Como esa vez en que José Antonio le dio un guantazo a Gonzalo Queipo de Llano, o su declarada pasión por el Atlético de Madrid. No encontrarán muchas referencias a esa parte del fundador de Falange vinculada a la tertulia La ballena alegre pues, esa parte intelectual de José Antonio, influyó menos en Hedilla. Sin embargo, la ética y la estética está muy presente. Considerar la política como un “acto de servicio dirigido al ser humano” o entender lo poético como “creación de algo nuevo en aras de la libertad y dignidad del hombre”. El servicio, el sacrificio y el sentido ascético y militar de la vida influyeron enormemente en Hedilla.

Ahora que cualquiera es fascista es bueno leer a Miguel Hedilla y entender que falangismo y fascismo divergían en numerosos aspectos. Como tampoco tenía mucho que ver con el nazismo, ideología esta que estaba más presente en los renovadores y cedistas de José Calvo Sotelo y José María Gil-Robles. Grupos, por cierto, que fueron los principales promotores de la represión franquista. Conocerán que Hedilla intentó por todos los medios que no se produjese esa represión porque, aunque esas personas estuviesen equivocadas o hubiesen sido confundidas por el socialcomunismo, no dejaban de ser españoles y necesarias para lo que tendría que venir después de la guerra. Federico García Lorca, amigo personal de José Antonio, no hubiese sido asesinado si los falangistas hubiesen llegado a tiempo, algo que impidieron los otros grupos, que llegaron a amenazar a los Rosales (falangistas a su vez).

Una vez introducido el contexto histórico y partidista, se pasa a contar la vida de Hedilla en Cantabria y en Bilbao y cómo llega a conocer a José Antonio. Tras ese primer contacto la amistad fue acrecentándose entre ellos y el primer jefe de Falange confió en Manuel para ir construyendo el partido. El comienzo de la Guerra Civil cambiaría todo pues José Antonio estaba en prisión, a donde iba el bueno de Manuel para informar y recibir instrucciones, y Falange necesitaba alguien que asumiese el mando hasta que el ausente volviese a ejercer la jefatura. Como todo el mundo conoce, Franco se negó a intercambiarle porque ya tenía en mente hacerse con todo el poder para él. Al final, Hedilla tuvo que hacerse cargo de Falange.

Logró en muy poco tiempo aumentar el número de falangistas, ordenar el partido en función del desarrollo de la guerra y comenzar a constituir el “ejército” falangista. Tropas que estarían al mando de militares de carrera, a poder ser falangistas o afines, pero teniendo cierta autonomía. Además de la instrucción militar hubo instrucción intelectual, algo que no gustó demasiado en los altos mandos militares. Eso de que después de concluida la guerra se procedería a la revolución social, no gustaba, especialmente a Franco y su entorno de franco-falangistas (concepto que explica muy bien lo que pasaría después). En poco tiempo Falange había conseguido el éxito operativo y propagandístico. Pero Franco tenía otros planes, solo podía ser él y nadie más debería hacerle sombra.

Toda vez que había sido nombrado II Jefe Nacional de Falange, los legitimistas, con Ramón Serrano Suñer al mando (no en balde era el cuñadísimo del futuro Caudillo), intentaron desbancar a Hedilla quien recurrió a Franco para atemperar las cosas. Mientras los camisas viejas estaban a lo suyo, Franco proclamó el Decreto de unificación de todas las organizaciones en una sola bajo su mando. Algo que no gustó a Hedilla por lo que trabó contacto con Comunión Tradicionalista para ver si unidos podían conservar alguna autonomía. No fue posible y cuando Franco le ofreció ser delegando nacional de FET de las JONS declinó la oferta por no ser consecuente con el programa de Falange, ni con el pensamiento de José Antonio.

Esa probidad, ese mantenerse íntegro, ese anteponer los principios a la canonjía fue su tumba. Se inventaron una rebelión contra el generalísimo y Hedilla y unos cientos de camaradas acabaron en el maco. Condenados a muerte se le conmutó la pena por prisión y posteriormente por destierro. Hedilla era enormemente querido por los camaradas de Falange y a pesar de toda la porquería que le estaban echando encima, nadie creía esa acusación. Tras unos años difíciles en prisión, no se va a desvelar pero es curioso quienes eran los únicos que le hablaban, y tras el destierro pudo recuperar su vida. Una vida anónima pero feliz.

El último tramo de la obra se refiere a esa época más familiar pero que muestra cómo era Manuel Hedilla. Su rectitud en la defensa de los principios en los que creía no era mera postura con la intención de obtener más prebendas, sino que era una forma de vivir y ser. Normal que el hedillismo estuviese presente en los críticos, que los hubo, del régimen. Conocerán su pensamiento, lo que le hubiese gustado hacer cuando se vislumbraba la apertura y la llegada de un nuevo tiempo. Su profunda fe que le impulsaba a la caridad en su amplio sentido. Su deseo de que en España los trabajadores no sufriesen hambre, ni exclusión, ni vejaciones. En sindicalismo falangista estuvo presente hasta su temprana muerte por un cáncer de pulmón.

Una biografía bien documentada en esas aristas históricas y que se lee con avidez. La buena mano del hijo permite transcurrir por las páginas deseando conocer eso o lo otro (y realmente hay mucho de eso y lo otro). Un hombre impresionante, aunque se pueda no estar de acuerdo con sus ideas, y de una honradez inusual. Un pensamiento que muchos izquierdistas de hoy en día no tacharían de fascista sino de extrema izquierda y que muchos derechistas no entenderían como de los “suyos”. Con un prólogo, del nieto Hedilla, que dice mucho más del personaje que algún panegírico.

Entender la historia desde la voz de la mujer

Un libro para las sin-voz. Un libro para derribar los mitos. Un libro donde las protagonistas son ellas. Un libro feminista sin caer en las nuevas modas irracionales. Un libro que parte de otro gran libro como fue El héroe de las mil caras de Joseph Campbell. A la autora de este ensayo, alumna del antropólogo, le surgió una duda cuando aquel exponía sus teoría en el aula. Una duda, el porqué de dejar de lado a las mujeres, que ha tardado décadas en resolver. O no tanto resolver como transferir a las páginas de un libro.

La heroína de las 1001 caras (Koan) de Maria Tatar navega por la historia de las narraciones que ha acabado conformando lo que se ha dado en llamar como patriarcado. La historia cultural ha sido un vehículo eficaz para silenciar a esa otra parte de la humanidad que ha compartido la vida junto al hombre. Si cualquiera de ustedes leyese los libros clásicos observaría que el papel de la mujer es siempre subsidiario del hombre y está señalado como negativo. El héroe siempre es un varón, no una mujer. Así se han formado ciertos arquetipos que han perdurado en el tiempo y que asimilados en el inconsciente colectivo histórico parecen dotar al macho de todas las virtudes.

En un ensayo pero se lee como si fuese una novela (así que no deben asustarse) y no acude, salvo extrema necesidad, a tecnicismos académicos. Un libro magnífico en todas sus más de cuatrocientas cincuenta páginas. ¿Muchas páginas? No pues se debe tener en cuenta que la autora transcribe en muchas ocasiones cuentos, historias o narraciones míticas para usted las conozca y pueda acompañarla en el análisis. De esta forma no pontifica sino que permite, pese a sus muy buenos argumentos, que usted tenga la oportunidad de tener voz. Al fin y al cabo, lo que pretende el libro es conceder la voz a las mujeres, en especial a aquellas a las que le ha sido arrebatada por el mitologema patriarcal. “Las mujeres siempre han tenido voz y actuado, pero a menudo se las silenciaba de maneras que las obligaban a canalizar sus sentimientos confiando en artefactos asociados con el trabajo femenino [la costura, la cocina…]” (p. 154).

Por el libro verán pasar a Homero, Shakespeare, los hermanos Grimm y tantos hombres que adaptaron los cuentos narrados por mujeres para llevarlos de la educación social a la guardería. También verán cómo las autoras, especialmente desde el siglo XIX, han ido ofreciendo su propia voz, el mundo visto desde su perspectiva e, incluso, tomando los mitologemas antiguos para dotarles de una nueva visión. Rebecca Solnit, Margaret Artwood, Angela Carter, Ursula K. Le Guin, Toni Morrison, Virginia Woolf o Madeline Miller no han dudado en tomar esos mitos y darles la vuelta para conceder voz a la mujer y acabar con la imagen negativa (mitos de Pandora, Helena de Troya, Penélope, Circe…) que se ha ofrecido de la mujer.

El rechazo de la historia única no es un camino para la construcción de un mitologema femenino. No hay intención de cambiar patriarcado por matriarcado, entre otras cosas porque, como dice la autora, “ninguna heroína domina o perdura. Las heroínas, más bien, siguen evolucionando, desafiando la autoridad y la legitimidad, rebelándose, resistiendo y exigiendo renovaciones” (p. 406). Un libro que cambia la perspectiva de ciertos valores que se han dado por “comunes”. Verán cómo ciertas escritoras, mediante la paradoja o vivazmente, han hablado de todo aquello de lo que no se hablaba. Un libro de libros, en buena parte, que es de lo mejor que se ha publicado este año en España.

La juventud católica alza la voz

Los jóvenes pensadores del catolicismo alzan la voz para preguntarse si es posible un futuro sin Cristo. Como pueden presumir todos dicen que sí (faltaría un capítulo que dijese que no, pero esto solo es producto de la mente perversa que esto escribe). Un libro coral, plural -encontrarán desde cielinos hasta jesuitas- y con aportaciones de mujeres y hombres. Coordinado por Tomás J. Marín Mena (uno de esos jóvenes pensadores que se hacen hueco), el libro ¿Un futuro sin Cristo? Voces de una generación (PPC) supone introducir aire fresco en una disciplina que ha perdido preponderancia.

Que sean jóvenes no supone que olviden completamente la tradición, en algunos capítulos como “Silencio” y “Contemplación” es más evidente, sino que se lee aquella desde una nueva perspectiva sin dejar que esas brasas se apaguen y no sirvan para hacer fuego. Algunos capítulos están más logrados que otros; unos son más académicos, otros más pedagógicos; pero se confirma que el pensamiento católico en España tiene una cantera que es ya realidad.

Los temas elegidos no dejan indiferente a quien lee el texto: “Cristo, la entraña del cristianismo” (Carne, Atracción, Acontecimiento, Redención, Comunión, Testimonio); “Espiritualidad cristiana ante el nihilismo” (Presencia, Contemplación, Sed, Risa, Caridad, Silencio); “Cristianismo y desafíos culturales” (Identidad, Educación, Universidad, Salud Mental, Perdón, Belleza); “La razón secular frente a la vocación universal del cristianismo” (Pluralismo, Ateísmo, Materialismo, Trascendencia, Filosofía, Ciencia, Persona); y “Ética y política en perspectiva cristiana” (Ética, Doctrina Social, Economía, Poder, Feminismo, Liberación, No Violencia). Una pluralidad de temas que, igual, deberían tener alguna hilazón más allá del mero cristianismo, por poner alguna pega.

Algunas de las propuestas les parecerán asombrosas y novedosas. Se observa que muchos de los autores trabajan con lo último del pensamiento cristiano (sin olvidar los evangelios, evidentemente, y la doctrina). No muestran tabúes de ningún tipo al hablar de lo cotidiano, estableciendo un diálogo con la realidad desde una posición católica. Algunos capítulos muestran una gran madurez intelectual, mientras que otros, los menos, se notan que son producto de una mente en formación y con necesidad de alguna lectura más. Tradición renovación, personalismo, ortodoxia radical, filosofía existencialista, teoría de la liberación, la importancia de los sacramentos son parte de esas corrientes que son expuestas, eso sí, con Cristo en el centro de todo.

Es de agradecer que un libro como este en el que se presentan diversas voces que, más allá de ser católicos, son seres humanos insertos en una sociedad que día tras día va mutando con una pérdida de valores constante. Como muestran en diversos capítulos, desde el catolicismo existen soluciones que, más allá de que sean consideradas carcas por los mismos de siempre, el catolicismo puede aportar. Tan solo hay que leer los evangelios con nuevos ojos, como los de los autores que aquí se reúnen, pero sin perder de vista la tradición de siglos. No caer en el relativismo actual, ni aceptar como obvio lo que no lo es.

“El que no sabe de política, llorona”

A la política se llega llorado de casa. Y a poder ser con las necesidades hechas. Desde el domingo por la noche Alberto Núñez Feijoo (sin tilde, como dice Juan Manuel de Prada) no ha hecho otra cosa que llorar solo o en compañía de otros. Que si le tienen que dejar gobernar porque es la lista más votada. Que si Vox es una mierda pinchada en un palo y solo se ajunta con ellos porque nadie le quiere. Que si se presenta, que si no se presenta. Todo lleno de lágrimas como la canción de Ángela Aguilar, La llorona. También habría valido La zarzamora, que llora por los rincones.

Llorando junto a él aparece Juan Manuel Moreno Bonilla, el Boni para los amigos, que se inventa no se sabe qué conspiraciones que no se han producido nada más que en su mente. Y claro, mientras lagrimea, afirma que debe gobernar quien ha ganado las elecciones, no como cuando el trifachito andaluz perdió las elecciones frente a Susana Díaz pero se aliaron para gobernar. Lo más gracioso del lagrimeo es que ha manifestado que liderará a Andalucía contra cualquier ofensa a España o su región. ¿Pero qué vas a liderar, llorona? Difícilmente mandas en casa como para pedir a los andaluces que se levanten contra un proceso imaginario.

Otra que llora que te llora es Isabel Díaz Ayuso. Ese ser que los poderes mediáticos de Madrid piensan que es exportable al resto de España y que desearían poner al frente del PP, después de que les haya salido mal lo del gallego. Otra que gobernó mediante un trifachito habiendo perdido las elecciones frente al PSOE. La verdad es que lo que tome es más psicotrópico que lo del andaluz, aquí la conspiración ha pasado a ser un golpe de Estado para proclamar la república (sí, no es de ahora sino de hace un año), el mismo argumento pero al revés de Pablo Iglesias, otro que tal… A llorar.

Lo mejor de todo es que, probablemente, se acaben repitiendo las elecciones porque no les den los números a ninguno. El problema es que, además de quedar como unos llorones que no saben aceptar los resultados (el sistema sí lo aceptan porque se han provechado de él todo lo que han podido), tampoco aceptan que no gustan a los españoles. Con todo el aparato mediático que tienen detrás, están quedando como unos pusilánimes. Algo que les podría pasar factura en la repetición. Pedro Sánchez se ha ido de vacaciones y ahí les ha dejado con su caja de kleenex. Lo que sí debería hacer, como medida de precaución, es mandar de vacaciones a todo el simanquismo que tiene en Moncloa y a todos los Renovadores de la Base (como él mismo). La última vez provocaron el tamayazo.

¿Se imaginan a Feijoo viajando a Waterloo para peinar la frondosa melena de Puigdemont? ¿O acudir a Guipúzcoa para convencer a todos que él es, en realidad, un gudari? No descarten nada porque las lágrimas son muy traicioneras. Y en estado de depresión pueden llegar a acostarse con cualquiera. Son muchas las canonjías a trincar. Y ya saben, París bien vale una misa.

Cómo hacer la temporada desagradable a João

João Fílix siente nuevamente molestias en una pierna. Antes de ofrecer la lista de viajeros rojiblancos por el mundo (no, no son los de las Camisetas de Zana), sintió molestias y ahora que se va a jugar el primer amistoso también. Después de la salida de pata de banco de la semana pasada, es normal que cualquier aficionado sospeche. La primera para ver si colaba y no iba a la gira y la segunda para no jugar. Posiblemente sí esté lesionado pero con la fama de perro que tiene acaba enfadando aún más a la hinchada rojiblanca.

Comentando la jugada con Booguie Chilum y JL Muros en Twitter surgió la posibilidad de ser malvados con João. Buscar todas esas posibilidades para que la temporada se le haga un infierno particular. Lo de Mbappé con la morisma parisina una tontería con las ocurrencias. Y todo porque al “señorito” portugués no le vale ni el Newcastle (que juega Champions pero no es guay), ni el Aston Vila, ni ningún equipo que acepte las condiciones mínimas de fichaje que pone el Atlético de Madrid. Quiere que se cumplan sus sueños y a los demás que les den. Pues no, chaval, aquí se pone la pasta por delante y si el Barça y el Benfica no la tienen…

1. Sacarle a calentar en el minuto 46 y sentarle otra vez en el banquillo en el 89.

2. Que juegue todos los partidos de Copa en esos campos perdidos de la mano de Dios.

3. Chupar grada en todos los partidos de Champions.

4. Además de jugar con el 17, que le pongan “Fílix” diciendo que ha sido un error (esto es cosa de Lolo The Lion)

5. Como tiene la edad, jugar con el filial algún partido de esos duros en 1ª. RFEF.

6. Echarle vinagre en su botella de agua y decirle que es para ganar velocidad.

7. Construir una cuesta en Majadahonda para que la suba todos los días.

8. Ponerle todos los programas de Álvarez de Mon.

9. Ponerle a calentar justo debajo del Frente Atlético en todos los partidos de casa.

10. Una cita a ciegas con Yola Berrocal.

11. Hacerle entrenar con un Mikasa remates de cabeza.

12. Hacer la dieta de Llorente.

13. Llevarle a los debates de 13tv.

14. Que presente todas las mañanas un resumen a mano de lo que digan en los Teleñecos de la noche.

15. Ser chofer de Cerezo por un día.

16. Mandarle cedido un año al Atlético de San Luis y otro al Atlético Ottawa, total son del mismo dueño (CEO encabronado).

17. Escribir mil veces “El Cholo es mi pastor y nada me faltará”.

Si quieren añadir ustedes algunas más son libres y seguramente acaben por provocar que se reconstituya el Tribunal de Núremberg para los aficionados rojiblancos. La realidad es que va a seguir en el Atleti porque no le gustan los que tienen dinero y los que le gustan a él quieren engañar a quien inventó el engaño. Así que lo mejor es apretar los dientes, hacer caso al Cholo, tragar sapos y demostrar que puede valer para el futbol profesional. Eso sí, que no piense que en el Metropolitano le van a recibir con flores.

¿No pueden pactar? Si no han dejado a nadie sin insultar en España

Está la derecha activista en España asombrada porque partidos abiertamente burgueses (PNV y Junts), aunque secesionistas, no tenga la más mínima intención de pactar con el vencedor de las elecciones generales: Alberto Núñez Feijoo. Siempre habían pactado; siempre se había lamido los culos; siempre habían acordado entregar más y más competencias y dinero a los secesionistas; siempre hacían lo mismo que ellos en las autonomías peperas, allí donde existe otra lengua junto al español; siempre habían sido lo mismo. ¿Cómo es que ahora no pueden los burgueses de toda España entenderse y hacer presidente a un galleguista?

Tampoco entienden en el todo Madrid, ese sitio inexistente pero donde parte de la élite española toma decisiones por todos, que PSOE y PP no puedan llegar a hacer una gran coalición. Los poderes económicos no lo verían mal (podría ser con la fórmula del portavoz oficioso de la coalición dominante, Pedro J. Ramírez). Sería un gran avance democrático para el sistema español. Bajaría los decibelios políticos. La Unión Europea y la OTAN lo aplaudiría con las orejas –bueno Joe Biden no, pero porque está gagá y sobando mujeres de todas las edades y no se entera de estas cosas–. La paz social estaría garantizada. Entonces, ¿cómo es posible que los partidos del sistema no se puedan poner de acuerdo para sostener el sistema?

Curioso que esta pregunta se la estén haciendo en numerosas redacciones de periódicos, radios y televisiones. Curioso que ninguno sea capaz de averiguar los porqués. Curioso que entre todos los directores de rotativos, radios y televisiones no se percaten. Igual es que entre todos los columnistas, directores, doxósofos, abogadillos con ínfulas intelectuales y demás ralea, la que hace años que no baja al barro de la noticia, no se han percatado de que ellas y ellos son parte del problema.

En los últimos cinco años toda esta gente, PP y sus escuadras mediáticas, no han dejado a nadie a salvo de los insultos. Y ¿ahora se asombran que nadie quiera pactar? A Pedro Sánchez le han llamado “dictador”, “autócrata”, “traidor”, “presidente ilegítimo” (pese a ganar las elecciones de 2019), “inútil”, “doctor mentiras”, “doctor muerte”, “felón”, “hijo de puta”, “amigo de los terroristas”, “casado con un tío con un rabo enorme”, “gastoso”, “incapaz”… Algún calificativo puede que sea cierto, pero todo eso multiplicado por una o dos veces al día, durante 365 días al año y durante cinco años, imaginen. Normal que Sánchez no quiera saber nada con el PP y su recua de escribanos subvencionados.

A Sumar-Podemos-IU-resto-de-amiguis-brilli-brilli tampoco les han dejado sin insultar. Que si comunistas –esto un verdadero insulto para los comunistas–, que si maricones, que si esto, que si lo otro. Los partidos vascos todos una mierda, felones, terroristas e hijos de puta que habría que erradicar, por las buenas o las malas, de la política española. Los partidos catalanes, tres cuartos de lo mismo. Solo había que escuchar a ese teleñeco que tenía el PP en el Congreso, Carlos García Adanero, lanzando improperios cada semana. Y todo ello jaleados por columnistas de todos los periódicos de derechas.

¿Cuántas columnas sin insultar (a la inteligencia no, eso es casi siempre) se han lanzado desde El mundo, ABC, OK Diario, Vozpopuli, El debate, The objetive, Libertad digital? ¿Cuántas horas de programación no han tenido un recuerdo insultante o con mentiras para el gobierno y aliados en COPE, Onda Cero, El programa de AR, El Cascabel, Espejo Público…? Es que es leer la nómina de tertulianos y columnistas y comenzar a vomitar por la carencia de toda inteligencia o raciocinio: Jorge Bustos, Juan Carlos Girauta, Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera, Antonio Naranjo, Ramón Pérez Maura, Rosa Díaz, Alfonso Ussía, Zoé Valdés, Ana Samboal, Arcadi Espada, Carlos Cuesta, Juanma “Gárgamel” Rodríguez (o el hombre que no ha yacido con mujer) y así hasta completar casi una centena de todos los diarios, radios y televisiones.

Cierto que desde el otro lado no se han quedado cortos, pero con menos intensidad y con cosas tan de niño pera como “fachas” o “fascistas”. Han dado más cera a las feministas que a los de derechas. Y también hay columnistas que son tan simples como los de arriba: tipo Antonio Maestre, Rafael Narbona y cualquiera de los que escribe en Público. En El país ahora solo escriben personas mohínas, líquidas y que aparecen por allí a vender su libro. Son menos faltones, algo que no le gusta a Esperanza Aguirre que ya ha declarado que se ha descalificado poco a todos esos que no son el PP. Parece ser que investigar a las familias de todos los políticos, los que no son los suyos, para inventarse cosas oscuras no es suficiente.

Si todas esas personas que dirigen el PP y son los que subvencionan a los escuadristas mediáticos hiciesen algo tan católico como el examen de conciencia igual solo igual, se percatarían que no han dejado a nadie sin insultar en España. Ni a Vox desde algunas tribunas. Le cogieron el gusto al insulto con el sinsorgo Pablo Casado y no han parado hasta llevar a Feijoo a la ruina. Si hay división en España es, en buena medida, por su culpa. En vez de parar, mandar y templar, se lanzaron al salvajismo pensando que iban a arrasar. Que los españoles son medio gilipollas y se entregarían a lo que les dijesen. Y los españoles, de un lado u otro, son más inteligentes que los que tienen columnas, ocupan direcciones y están al frente de los partidos.

En realidad sí que hay una persona a la que no han insultado (cuando alguno lanza alguna cosa es porque va con el cazo a ver si le dan la sopa boba). En ningún sitio. Ya saben, ÉL. El ser superior. El mandamás. El tito Floren. El verdadero vencedor de las elecciones porque todos están a su servicio. Ni Ana Botín ha conseguido eso.

No se enfaden ni celebren que habrá nuevas elecciones

El 17 de agosto todos los electos confirmados por la Junta Electoral Central tendrán sueldecillo, algo que aliviará tensiones entre unos y otros. Se conformarán las Cortes Generales y a partir de esa fecha quien presida el Congreso tendrá en su mano el control del tiempo para las votaciones que elegirán o no al presidente del Gobierno. No piensen que en esos casi quince días van a hacer cosas en Congreso o Senado, no. Se irán de vacaciones porque no hacer nada cansa mucho. Será en septiembre cuando ya se podrá saber si Alberto Núñez Feijoo ha logrado apoyos, si ha sido Pedro Sánchez o si nadie tiene apoyos y se vuelve a votar.

Feijoo nada que hacer

En el PP se han quedado con cara de gilipollas, sí, así de claro, porque llegaron a creerse las encuestas y se veían vencedores con mucha claridad. Que no hayan logrado apenas despegarse del PSOE igual tiene que ver por cometer todos los errores posibles durante la campaña (como se advirtió aquí hace tres semanas); por quedarse sin un apoyo por la derecha pues encargaron a los medios afines (vamos los que cobran de sus distintos gobiernos) laminar a Vox; y por ser los principales azuzadores del voto a los partidos a su izquierda.

Porque sí, ha sido el PP el que ha avivado el supuesto voto del miedo. Aunque los medios cavernícolas, esto es, los postmodernos progresistas que solo muestran reflejos, se lanzaron contra Vox por prohibir revistas en valenciano, por cancelar obras de teatro, por retirar bancos multicolores y aumentarse exageradamente el salario, todo eso se hizo con el consentimiento y la anuencia del PP. Si no hubiesen trincado las presidencias regionales en cuanto se pudo; si hubiesen dicho a sus socios que se contuviesen con cafradas (que sí que las apoyan pero pensando en las elecciones); si no hubiesen mentido con tanta desvergüenza (¿qué necesidad había de mentir cuando soplaba el viento a favor?); si no hubiesen hecho el tolai con el “Que te vote Txapote”, igual hubiesen obtenido más votos… los dos.

Pero como son unos unga-unga y todo lo hacen por sus cojones (al saber que tienen comprada –con el dinero de sus impuestos, lector– a la mayoría de la prensa nacional, regional y local) pues se han quedado sin posibilidades de pacto. Por un lado, los nacionalismos burgueses, vamos los iguales del otro lado de la ría, no quieren ni acercarse a Vox. No por una cuestión de clase, son los mismos perros con distintos collares, sino porque tienen partidos que les compiten los cargos y los dineros en sus regiones. Por el otro, después de insultar al presidente del Gobierno, sabiendo de la soberbia del tipo, tampoco obtendrán una abstención o gran coalición. Nada que hacer por este lado.

Los pactos por la izquierda no tan claros

Sánchez y socios brilli-brilli (que han perdido casi nueve diputados) se ven continuando en Moncloa. Incluso los votantes de unos y otros están celebrando… pero el qué. ¿Están seguros que ERC, Bildu, BNG, PNV y Junts van a votar a favor del gobierno Sanchezstein? No está tan claro y deberían volver a mirar los datos electorales de todos los partidos regionales y pensar en sus dilemas regionales. Con el BNG habrá que ver porque compite con el PSOE por ser segundones o poder coaligarse. Podría ser un voto caro y dejar que el PSdG se hunda más en favor del nacionalismo gallego. Ya se verá, no es que a Sánchez le preocupe demasiado el PSdG.

Ahora bien en Cataluña y País Vasco las cosas son bien distintas. Comenzando por los últimos EH Bildu está conformándose como primera fuerza vasca, algo que desmonta todo el nacionalismo peneuvista de cuasi-partido único, controlador y protector de las riquezas de Neguri y las cooperativas guipuzcoanas. Sin poder les capan la boina roja y hasta tendrían que ponerse a trabajar. ¡Con lo jesuíticos que siempre han sido, ahora trabajar! Por tanto, el PNV pudiera ser que no pactase tan alegremente con Sánchez o exigiese una preferencia para que se note quien manda en Madrid. No es obvio el pacto o a qué precio.

En Cataluña ERC se ha comido los mocos. Junts les ha empatado y les disputa la hegemonía del trozo de tierra nororiental de España. La caída a la mitad es un serio aviso para los burgueses nacionalistas disfrazados de izquierdistas de Cataluña. Ese conchabeo con el mal, esto es, con el Gobierno del Estado opresor español, les ha penalizado en las elecciones. El PSC vuelve a ser la primera fuerza catalana y, además, el sumarismo de los pijos de ciudad también está rondando por ahí. En Cataluña al igual que en el País Vasco la disputa por la centralidad del proceso, a ninguna parte pero proceso, podría impedir un acuerdo como el último con Sánchez. Y si unos pactan los otros, no les ha ido mal con esa táctica, crecen y trincan los cargos y el presupuesto.

Elecciones en diciembre

En esta ocasión Sánchez necesita a todos los partidos que no son PP y Vox (UPN es una mala sucursal carlistoide del PP) y no será sencillo por los equilibrios regionales de unos y otros. Con estas elecciones han comprobado que el juego anterior les pasa factura electoral y eso hace cambiar el panorama pactista. Pese a que todo el mundo piensa, con razón, que Sánchez pactará con quien sea y por lo que sea, el problema es que habrá vetos cruzados y peticiones contradictorias, llevando la negociación a un callejón sin salida probablemente. Con que PNV y Junts digan que no, todo el castillo de naipes se caerá como si una leve brisa hubiese entrado por la ventana monclovita.

Descartada la Gran Coalición por los personajes que están al mando de los partidos, descartados los pactos por la derecha y muy complicados los pactos por la izquierda, solo queda el bloqueo institucional y la repetición de elecciones. Diciembre espera al fondo y el Capital no tiene prisa porque gane quien gane es de los suyos. Y no, no piensen en el tiralevitas de Garamendi, ese es un “mandao”, sino en la verdadera coalición dominante a nivel supraestatal. No se alteren, ni celebren porque se volverá a elecciones a final de año, algo que no importa a Sánchez porque así presidirá la UE todo el semestre.

Ninguna encuestadora acertó los resultados

Ahora que está palpándose el cuerpo cada una de las personas de las dirigencias de los partidos políticos, hay que recordar a los augures sociológicos. Esos mismos que engatusan o son engatusados, que nunca se sabe, por los medios de comunicación  para hacer activismo demoscópico e intentar provocar cambios electorales. Cuando no para forzar, todo lo que se puede, lo que la ideología del periódico o televisión expresa. Un ardid más de la política espectáculo para alienar al ciudadano.

En esta ocasión, como realmente en todas –aunque aparezcan chupópteros, tiralevitas o doxósofos a decir que este o aquel nunca se equivocan–, han fallado con estrépito. Las variaciones en los porcentajes de voto superan con mucho lo éticamente científico. Cuando quien esto escribe aguantaba durante tres asignaturas anuales matrices, formas de sondeo y análisis demoscópicos todos estos debían estar en la cafetería, porque algo que siempre quedó claro en aquellas clases es que si la variación o las desviaciones que se encontraban eran exageradamente anómalas, había que desechar el sondeo. En este caso además habría que pedir perdón. No lo harán porque, al final, igual son más culpables quienes les pagan.

Los porcentajes de voto real han sido los siguientes: PP 33,01%; PSOE 31,71%; Vox 12,39%; y Sumar 12,31%. Algunas encuestadoras han acertado uno o ningún resultado. Con suerte la variación ha sido de ±0,5%. Pero lo ha sido en tan pocos casos que sonroja que se hayan pasado en más de un punto para todos los casos (y eso que no se tienen en cuenta a los partidos regionalistas). Los datos que se van ofrecer son de las últimas encuestas publicadas, las del día de ayer no, aunque se han comido los mocos igualmente. El signo (+) es sobreestimación y el signo (-) infraestimación.

Comencemos por los que “siempre aciertan” GAD3. Sólo en el caso de Vox se han acercado algo con una sobreestimación del 0,69% y casi un punto (0,8%) con Sumar. Con el PP se han equivocado en +3,89% y con el PSOE en -3,11%. You Gov se ha equivocado en: PP -1%; Vox +1,61%; Sumar +1,69% y PSOE -3,71%. Sigma Dos ni se ha enterado: PP +2,39; Vox -1,19; Sumar +1,29; y PSOE -3,71. Cluster 17 no ha sido de las peor libradas: PP +0,59; Vox +1,31; Sumar +1,19; PSOE – 2,81. Data 10 ha metido bastante la pata: PP +2,59; Vox +0,71; Sumar +0,39; y PSOE -5,11. DYM tampoco ha estado fina: PP +2,49; Vox -0,09; Sumar +0,79, y PSOE -4,61.

Target Point ha acertado uno y los otros tres, pues eso: PP +3,39; Vox +0,01; Sumar +0,21; y PSOE -3,61. IMOP se acercó en uno: PP -0,11; Vox +2,11; Sumar +0,49; y PSOE -3,51. El CIS tampoco se acercó aunque le ha ido mejor que a “los listos”: PP -2,21; Vox -0,59; Sumar +2,59; y PSOE +0,49. Sociométrica igual que el esto: PP +0,49; Vox +1,31; Sumar +0,89; y PSOE -3,41. Sondaxe se entregó a Feijóo: PP +1,29; Vox +0,21; Sumar +1,89; y PSOE -3,31. NC Report a lo que le diga Marhuenda: PP +4,19; Vox -1,39; Sumar -1,01; y PSOE -3,41. 40dB fallaron con los progres: PP -0,11; Vox +1,11; Sumar +1,39; y PSOE -3,01. Para finalizar Simple Lógica en línea con las demás: PP -0.81; Vox +1,51; Sumar +1,49; y PSOE -3,11.

Piensen que cada 0,3% puede ser decisivo en la consecución de algún diputado más. Normal que no haya visto que el PSOE no solo no se hundía sino que ganaba algún escaño, dos. También podían haber utilizado las elecciones autonómicas (que son las que “más se parecen” a las generales) para comprobar que igual estaban sobreestimando al PP. Que una cosa son los titulares de los medios subvencionados y otra la realidad. Venció por muy poco el PP al PSOE, lo mismo que ha sucedido en las generales. Si uno es buen analista demoscópico utiliza estos datos para ver si existe voto oculto o errores en la muestra. Pero como ya ponen a cualquiera a diseñar encuestas pasa lo que pasa. Y si se le suma que no hay intención de acertar sino de influir en el voto, pues eso… llorando que están algunos.