miércoles, 31 diciembre, 2025

Telebasura orgánica, crispación y conspiración

Tantos días de confinamiento por fuerza mayor seguramente les haya hecho apreciar que los programas de televisión que, en principio, tratan sobre política son de una putrefacción mayúscula. Telebasura orgánica propia de la política espectáculo. Orgánica porque no es reciclable y porque sirve a pies juntillas los dictados de la clase dominante. Graznidos en las mañanas que, si bien a diario sólo cuentan con un reducido grupo de televidentes, en tiempos pandémicos han llegado a un target bien distinto. La mayoría de la población ha podido desnutrirse con sus pamemas, sus teatrillos y su falsa independencia. Fascistadas día tras día. Bulos constantes. Datos inventados. Y todo nutrido con un enorme grupo de personajes que hacen de la todología virtud. De todo dicen saber y de nada permiten conocer. Apariencia de progre y discurso de derechas suele ser el típico perfil de algunos invitados, especialmente economistas y politólogos, que se contraponen a personajes siniestros de la caverna más derechista. Por no hablar de toreros, cantantes de mucho quejío y poco arte y demás personajes de las diversas factorías del detritus espectacular que los venden como analistas rigurosos (no hay uno que no sea más de derechas que Onésimo Redondo).

El programa que más vergüenza provoca sin lugar a dudas es Las mañanas de Ana Rosa cuya conductora evita siempre cualquier tema relacionado con el comisario Villarejo porque su marido (¿y ella? ¿Es tan tonta como Ana Mato que no sabe qué hacen esos coches en el garáge?), pero que no deja de alimentar cualquier bulo. Normal que Eduardo Inda y Javier Negre, “el condenas”, sean sus tertulianos preferidos. Fascistas y mentirosos. Luego lleva a Juan Carlos Monedero o a Esther Palomera para aparentar y rellenar, pero el resto van con la lección aprendida: acabar por cualquier medio con el Gobierno y que no se hablen de cosas de izquierdas. Ayer, por ejemplo, con el cierre de la fábrica de Nissan en Cataluña, muchas entrevistas pero sin dejar argumentar salvo para destacar que hay que adaptarse a los nuevos tiempos (la fábrica daba beneficios de más de doscientos millones al año) y que es mejor que en España haya más camareros, cuidadoras, vientres de alquiler y mucho ladrillo (que se lo venderán a alemanes se supone). Un discurso que, si se está pendiente, es el que mantienen desde la clase dominante y el IV Reich alemán: España como lugar de recreo de los prósperos europeos. Y para que tenga una pátina progre se habla de industria renovable y todos tan contentos. Eso sí, la culpa del cierre, ¡cómo no!, es de Pedro Sánchez. Incluso sacan a un independentista de derechas para confirmarlo. Ana Rosa Quintana, la telepredicadora del fascismo español, haciendo basura para cretinizar a las masas. Ayer, como ejemplo, la extrema derecha y la ultraderecha crispando en su programa y sus redes sociales.

Si intentan cambiar de canal a primera hora para buscar algo más saludable pueden recurrir a TVE o a Antena 3. Los primeros tienen la extraña manía de tener invitados de muy derechas para intentar aparentar que el Gobierno no manipula Los desayunos. No es tan cloaquero como los otros programas, pero los tertulianos  son los mismos que en las demás cadenas así que es normal ver a Bieito Rubido mintiendo contra el Gobierno. Eso sí, guardando las formas que es la mejor manera de colar una mentira para que parezca verdad. Si se deciden por Antena 3 se encontrarán con la casquería mañanera de Susanna Griso y Espejo Público. Con ver que allí trabaja uno de los portacoces de Colón, ya se ve por dónde pueden ir los tiros del programa. Casquería con cualquier asesinato o violación, dando casi siempre más la razón al victimario que a la víctima (famosas han sido sus entrevistas diarias al abogado de “la manada”) y discurso de derecha extrema. Auparon a Albert Rivera (ha llegado a tomar café a primera hora más de ocho días al mes), están aupando a Vox (no sólo por invitar a los políticos sino por todos los invitados-tertulianos de esa cuerda) y confabulan todo lo que pueden contra el Gobierno. Como no es tan asalvajado como el de Telecinco pareciera que son más moderados cuando en realidad son mucho más ultraderechistas. Cómo será el programa que el tradicionalista Juan Manuel de Prada parece muchos días de centro. Más medicina para descerebrar a las personas, llevarlas a estado catatónico y provocar la caída del Gobierno. Ayer, como verán en los mensajes de abajo, Edmundo Bal, Joan Mesquida, ambos de Ciudadanos, y Javier Maroto repartiendo estopa desde primera hora. Muy plural. Eligiendo entre la derecha y la extrema derecha. Sólo les falto la ultraderecha pero con los toreros ya tienen ese flanco cubierto.

Pensarán ustedes que al menos queda La Sexta y Al rojo vivo de Antonio García Ferreras. Comparado con los demás programas puede parecer hasta de izquierdas (centro-izquierda o progresista ha dicho el presentador), pero eso no le exime de hacer el juego al establishment, a las conspiraciones diversas o facturar la misma basura que los demás con otro envoltorio. Igual que da por un lado acaba quitándolo por el otro dando cobijo a lo peor de la extrema derecha. El nivel de los todólogos y doxósofos, que no son de la rueda de esos que están en todos los medios, es un poco mejor, no son tan mononeuronales como en Telecinco, pero hay muchos que no se mojan ni diluviando y tampoco el presentador permite que se hagan exposiciones medianas. Fomenta, al contrario, el chascarrillo, la anécdota y la ley sociológica más reaccionaria de las grandes universidades estadounidenses. Pone a personas de izquierdas pero no les deja hablar. Eso sí, las burradas de la derecha las repite continuamente haciendo que se expandan. No es un mecanismo contra la crispación o la conspiración sino un canal mucho mejor que los otros porque aparenta ser progresista. Los propietarios son los mismos que los de Antena 3 por lo que es el mismo perro con distinto collar. Fíjense en un ejemplo. En el mensaje de abajo utilizan a un sindicalista de la planta de Ford en la Comunitat Valenciana y toman la siguiente frase: “El sector del automóvil camina hacia una metamorfosis y los sindicatos nos vamos a ver en negociaciones”. Lo que es ponerse en el camino de la desindustrialización completa de España, igual que Telecinco o Antena 3 han hecho. No exponen la necesidad de renovación de la industria, ni nada por el estilo, sino que ponen la venda antes de tener la herida… como mandan los poderosos. Y por si les quedaba alguna duda del mensaje renovable, sacan a la ministra Reyes Maroto hablando de industria verde. El mismo discurso que Griso y Quintana, ¿curioso verdad?

La política espectáculo es la fase actual del neoliberalismo donde todo es apariencia mientras los poderosos mueven los hilos por detrás. Y los pueden mover porque los medios de comunicación no dejan de ser aparatos ideológicos, seguramente los más poderosos, que están al servicio de la clase dominante. Evidentemente los hay mejores y peores pero en televisión están todos cortados por el mismo patrón. En el caso de Atresmedia juegan a dos bandas para ocupar todo el target ideológico, pero no se mueven un milímetro de las órdenes superiores. Un programa más de derechas y otro más progre, más de burguesía bohemia, pero con el mismo discurso ideológico al final. Tanto es así que en ambos casos han hablado de las buenas indemnizaciones que recibirán los trabajadores de Nissan a fin de que las posibles muestras de solidaridad desaparezcan. Una vieja táctica esa de decir “se van a la calle pero con una pasta en el bolsillo”. Luego llegará la Agencia Tributaria y les dará el palo, pero mientras luchan por trabajos rentables les quitan el apoyo social. No hay diferencia en realidad entre García Ferreras o Griso (no digamos La sexta noche), ambos han fomentado de distinta forma el auge de la ultraderecha, ambos han apoyado y apoyan sin reservas a Ciudadanos (¿Será que tito Florentino sigue detrás de ese apoyo?), ambos dan cobijo a la crispación… y todo porque tienen el mismo amo. Además, cuanta más crispación más televidentes y más ingresos por publicidad. Ustedes de mala leche y Quintana, Griso y García Ferreras haciendo caja.

Sólo les queda el insulto y la bronca

Primer día de luto oficial y en el PP no han tenido mejor ocurrencia que sacar el animalario propio en el parlamento español. Seres humanos reducidos a la mera condición de bestias (pardas por lo expresado) en busca de no se sabe bien qué y para qué. Si piensan que con lo manifestado en el hemiciclo van a ganar votos y apoyos se entiende que su opinión sobre la condición humana, residente en España, es menor que la negación del ser. Piensan que los españoles carecen de capacidad racional, de una mínima consciencia de su ser en el mundo, de ahí que se hayan dedicado a utilizar el rebuzno, el cotorreo y el graznido como signos del discurso político. Se puede exagerar recurriendo a significantes que apelen al inconsciente, es lo típico de los demagogos/populistas, pero la operación lingüística de utilizar el mero insulto, la denigración del contrario y la mentira sólo puede venir derivada del pensamiento de la negación de la otredad. Esto es, para la dirigencia del PP no sólo las masas están cretinizadas sino que los oponentes políticos no tienen el rango de ser humano. Y negar al otro su otredad humana es el camino hacia el campo de concentración, hacia la nuda vida, hacia la negación de cualquier derecho del otro, al cual se sacraliza como ser humano pero se le sitúa en la diana de la posibilidad de ser matado. Insultan para rebajar la condición de persona y así destruirla de todas las formas posibles: mediante un magnicidio; mediante una conspiración mediática-judicial (golpe blando); o mediante un golpe de Estado por parte de los aparatos represivos del Estado (golpe duro).

La sesión de ayer ha dejado momentos que, sin duda, no pasarán a la historia parlamentaria. Pablo Casado comenzó la sesión de mezquindades llamando inmoral al presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Debe ser que él tiene moral, o algo por el estilo, para repartir pero no para utilizar como modo de vida, personal y política. De un mitomaníaco se puede esperar todo y por ello hizo bien Sánchez en recordarle, pareciera que lee estas columnas de vez en cuando, que se ha pasado todo el confinamiento haciéndose fotos (le ha faltado al presidente llamarle presidente encargado) y pisoteando el supuesto luto que decía llevar. Lo debe llevar tan por dentro que ni lo siente. Ahora que lo más grave ha pasado, y como se adelantó en estas mismas páginas, el Gobierno ha decidido proclamar el luto oficial (en respeto a las 30.000 personas fallecidas por COVID-19) y no a la semana de empezar la reclusión por fuerza mayor. Y son diez días y no los tres que quería Casado. Pero también le parece mal al presidente popular porque su soberbia le impele hacia la rabieta de niño malcriado. Como Esperanza Aguirre bregó para que le diesen títulos, como Mariano Rajoy le hizo vicesecretario para tener contento al aznarismo, ahora piensa que todo el mundo le debe hacer caso por el mero hecho de ser él. Mucha soberbia que ayer recibió medicina en barra y le dejó claro quién manda… al menos de momento si la conspiración no triunfa.

Lo de Cayetana Álvarez de Toledo y Teodoro García-Egea, la una llamando terrorista al padre del vicepresidente y el otro pidiendo una asonada por parte de la Guardia Civil, no es más que producto de lo que se dijo al principio más el añadido de que si la democracia no es suya la rompen. Álvarez de Toledo utilizó un arma típica en la derecha antidemocrática (típica de regímenes bananeros como en los que se crió), criminalizar al otro (un luchador antifranquista) para declarar que su vida no tiene valor y así denigrarle, con el añadido de tergiversar la historia y colocar a las víctimas como victimarios. Siguiendo la lógica, si es que se le puede llamar así, de la diputada hispano-franco-argentina Albert Camus o Louis Althusser (antes de ser comunista) serían terroristas por enfrentarse, dentro de la Resistencia francesa, contra el nazismo alemán. Incluso la reclusión en campos de concentración sería justo para el caso del segundo. Luchar contra un régimen totalitario, sea el nazi o el franquista, parece que es hacer terrorismo para esta señora, pero eso sí el Gobierno de España es liberticida. Si alguien tiene capacidad para psicoanalizar a la derecha política y mediática que lo diga porque puede hacerse millonario. Tienen a un hitlerito o un franquito dentro. Un dictador reprimido (igual algún síndrome de Edipo o de Elektra mal llevado) que no pueden sacar hasta que en la bronca, porque les gusta vivir en la bronca permanente, aparece una vez liberado de los correajes del buen uso social. Ideológicamente se dicen liberales pero sólo si ellos son los beneficiarios del liberalismo (no en vano es la ideología dominante), si entran los demás a tener derechos liberales entonces sale el dictador de dentro y comienza a negar el rango mismo de persona al otro. Con el único motivo de acabar con él. Por eso insultan porque piensan que Sánchez o Pablo Iglesias no deberían estar donde están ya que no cumplen el mínimo como ser humano salvable. Son seres sí pero a los que se quita cualquier consideración humana. Por ello no es criminalizarlos (terrorista sería una simple condición contra la verdad absoluta que imponen) sino calificarlos y clasificarlos para acabar de forma legítima con ellas y ellos.

Pese a la advertencia del vicepresidente segundo a Teodoro García-Egea sobre estar proclamando un alzamiento en el propio parlamento, sede de la soberanía, no habrán visto a ningún medio de derechas (ni de izquierdas realmente) hablar de falta de respeto a la democracia. Existe una conspiración contra el gobierno de coalición, como ya se advirtió aquí antes de la pandemia, una conspiración mediática, jurídica y política (con el apoyo empresarial no se piensen que no están los poderosos) que alientan hasta desde el hemiciclo. García-Egea lo sabe y por ello no pierde la oportunidad de hacer gala presuntuosa de ella. Como los matones de los años 1930s avisa hasta desde la tribuna el peligro que habrá de venir. Además, hay algo más peligroso que el simple matonismo tribunero, la advertencia de que por mucho que Sánchez e Iglesias sean legítimamente quienes ostentan el poder civil, son ellos, los matones, quienes controlan los aparatos represivos. Una advertencia que, aunque no lo sepan y les dé lo mismo, supone la quiebra completa de la democracia tal y como la quieren vender. Al igual que los borjamaris pedían libertad para ser impunes, García-Egea señala que la impunidad la controlan desde el PP.

Se niega, por tanto, al otro como ser humano con derechos y se señala el control de los aparatos represivos (policía y justicia) pese a no ostentar el poder civil. Toda una muestra de carencia democrática que se resume en la bronca y los insultos. No necesitan, o no creen necesitar, nada más para criminalizar, señalar y ejecutar al discrepante con sus tesis. Todo ello con el apoyo de algunas fracciones de la clase dominante que son las que controlan a la dirigencia del PP. Insultos y bronca para elevar la crispación (hace una semana que se advirtió del proceso en estas páginas y ahora todos los todólogos hablan de ello) y así crear un contexto donde la “muerte política” del Gobierno no sólo parezca razonable sino que además pueda llegar a ser un clamor popular. No insultan porque sean mezquinos, que lo son, sino porque quieren destruir al otro como ser humano para poderle matar civilmente cuando menos. No juegan al antagonismo amigo-enemigo porque eso supondría concederle algún derecho (al menos los mismos) al otro, sino que utilizan la criminalización (la lucha antifranquista como mal democrático) para negarle todo, incluso la vida misma. No insultan porque sean soberbios y se crean superiores, que seguramente lo hagan, sino porque de esa forma Sánchez deja de ser presidente legítimo para ser el destructor de España y, por ende, cualquier acción contra él es legal en sí, incluso su muerte civil. Insultan y elevan la bronca porque no respetan la democracia, ni a los seres humanos que no son de los “suyos”. Sólo hay una verdad absoluta, la suya. El resto no tiene capacidad ni de confrontar con otra base material. Insultan porque prefieren a las personas en las cavernas especulando sobre qué serán las sombras, la política espectáculo del neoliberalismo en todo su esplendor. ¿Recuerdan realmente sobre qué hablaban antes del insultar los populares? No, porque su intención no era otra que deshumanizar al Gobierno y ponerle en la diana.

El informe que permitiría imputar a Ayuso y su gobierno

En vista que la judicatura ya trabaja sin pruebas empíricas o factuales y le basta con recortes (digitales eso sí) de cualquier periódico, por amarillo que sea, nada mejor que contribuir con esa justicia ciega. Ciega si es de “los suyos” como cuando no se quiere imputar por un delito a Pablo Casado por el que sí imputan a compañeras suyas de clase. Cuando no es de los suyos entonces abren los ojos tanto que acaban deslumbrados y admiten como posible cualquier estupidez que un grupo de guardias civiles, muy ideologizados, pone en un papel y titula como informe. Por si algunos abogados neocatecúmenos, una asociación de seres mononeuronales o guardias civiles desahogados desean tener “pruebas” que presentar ante algún juez que haya asesorado al PP, aquí tienen algo que utilizar. Un informe que permitiría que Isabel Díaz Ayuso y la mitad de su gobierno fueran puestos frente a la ley y acabasen siendo inhabilitados. Como lo del dúplex a ochenta euros al día (2.400 euros mensuales, que es la mitad del salario presidencial, aunque aún no se sabe si lo paga o no) parece normal y todo, nada mejor que hacer el mismo tipo de lawfare o guerra judicial con el PP.

El primer punto del informe lleva a entender que las competencias sanitarias hasta justo antes del estado de alarma eran competencia exclusiva de la Comunidad de Madrid. Por ello cualquier situación anterior a esa fecha y que pudiese provocar la extensión de la pandemia es culpa individual (¿no les gusta el individualismo?) del gobierno de Madrid. Ángel Garrido, por tanto, debería ser imputado por permitir que durante tres días el metro madrileño fuese un mecanismo de expansión del virus con sus concentraciones de 2 millones de almas coronavíricas. También son responsabilidad suya los transportes mediante autobuses interurbanos, por tanto otro millón más de almas expandiendo el virus por toda la Comunidad que sumar. ¿Pruebas empíricas o fehacientes de que ese movimiento de personas produjo la expansión del virus? Las mismas que existen con la manifestación del 8-M, hay gente que se ha contagiado y ha montado en metro. Como pasa con el congreso neofascista en Vistalegre, donde también hay pruebas fehacientes porque varios de sus dirigentes han caído infectados (con Abascal existen todas las dudas del mundo tras ver cómo ha quedado el boina verde). Si hay infectados es que expandieron el virus y el cuñado de un primo se infectó y suele ir en metro, así que ahí tienen una prueba para imputar a Garrido, quien sabiendo lo que había no hizo nada. A más, a más se podría añadir que desde el día 9 de marzo el metro funcionó de igual forma y por tanto se siguió infectando gente.

IDA también es imputable pues, como se advirtió en estas mismas páginas, se infectó en el acto minarquista y/o libertario Libertycon. Celebrado en Madrid desde el día 6 de marzo hasta el 8. Allí acudieron miles de personas llegadas de todo el mundo a hacer cosas de ultraliberales y lo que es peor expandiendo el coronavirus que, por cálculo de probabilidades, pudieron traer de países donde estaba más extendido. También acudieron diputadas y famosas libertarias como María Blanco, Almudena Negro, Juan Ramón Rallo o Jorge Moruno. Acto cobijado por el Instituto Juan de Mariana, alguno de cuyos profesionales está señalando al Gobierno como culpable de todos los males pero olvida que esta reunión pudo importar coronavirus con otras cepas, incluso más letales. No sólo no lo prohibieron sino que lo alentaron y lo presentaron con todo el fervor posible mientras pedían prohibir las cosas de feministas. Por tanto un prohibición ideológica y que atenta contra un derecho fundamental (igual que el de los borjamaris). Ahí tienen a los libertarios infectando como recomienda el padre Donald Trump. ¿Es culpa del Instituto Juan de Mariana? No, que serían capaces de culparles de un encuentro interesante si hubiese debate. La culpable es IDA por acudir, infectarse y luego extender el virus por la Comunidad de Madrid. Y a esto súmenle el paseo por el campo del Rayo Vallecano de diputadas del PP, que tampoco se celebró sin público a pesar de que sabían que había una pandemia ya en marcha. El o la juez tiene para imputar a unos cuantos cargos públicos culpables de expandir la pandemia.

Si todos sabían que era preocupante la situación y se podían infectar ¿por qué acudieron a todos esos actos y no utilizaron el poder que tienen para suspenderlos? Con ganas de suspender el encuentro del Atlético de Madrid seguro que se quedaron, algo que habría impedido un rojiblanco como Garrido, pero nada mejor que ochenta mil personas se junten e infecten, más cuando 3.000 acudirían a la pérfida Albión y podrían infectar  a quienes no devuelven el peñón de Gibraltar. Fue una cuestión utilitaria dirían ante el juez con toda la cara del mundo. Y a la hora de exportar el virus nada mejor que cerrar las universidades y que los estudiantes foráneos vuelvan a casa de sus progenitores y a ver si así se acaba con presidentes socialistas. Al ser españoles también ya no cuela lo utilitario y se conocen numerosos casos de “pacientes cero” que han llenado Ciudad Real de coronavirus o Galicia (IDA haciendo el juego sucio a Casado contra Núñez Feijóo). Esto son pruebas empíricas más sólidas que las presentadas por la guardia civil y podrían imputar al consejero de Educación Enrique Ossorio y al de Universidades, Eduardo Sicilia. Y como las competencias realmente no se quitaron el consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, Alberto Reyero, y luego IDA al quitarle las competencias por prohibir que llevasen a los ancianos a los centros médicos. Algo de lo que también es responsable el consejero de Sanidad, Enrique Ruíz. Aquí tienen unos cuántos dirigentes que podrían acompañar a José Manuel Franco. Y por no dejarle fuera, como consejero de Deportes, Ignacio Aguado también podría ser empurado. A ojo de buen cubero, sin necesidad de visitar las cloacas periodísticas, salen unas cuantas pruebas tan contundentes o más que las utilizadas por la juez para imputar al Delegado del Gobierno en Madrid. Por no hablar de los documentos del 5 de marzo de la consejería de sanidad madrileña en los que se pedía hacer vida con total normalidad y que serían los esgrimidos por los dirigentes madrileños si les enfilasen hacia el calabozo. El problema es que ningún juez se atrevería contra los suyos sin pruebas empíricas, esto es, con un verdadero estudio sobre la cantidad de personas infectadas y que han acudido a los diferentes actos públicos. Eso que no ha hecho la Guardia Civil sino hacer metafísica jurídica que es la suficiente cuando el reo es de izquierdas. Si se presentase denuncia contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid pedirían hasta la visita del mismo dios como testigo antes de imputar a algún cargo. No es extraño pues los aparatos represivos están copados por personas de la clase dominante o entregada a ella ideológicamente. Por no hablar de la cantidad de fascistas o nazis que hay. Aparatos represivos que lo mismo atacan a un sindicalista que defiende los derechos laborales como a un político de izquierdas al que se desea meter en chirona o dimitirle de malas formas. El castellano-leonés Demetrio Madrid fue el primero que probó este tipo de estrategia de la derecha, hoy es Franco. Aquí tienen un informe con las mismas premisas verificadas que los que hacen para imputar a un político… y sin inventar nada.

Si piensan que Ayuso es lo más ridículo del PP se equivocan

Va cogiendo fuerza la idea-símbolo de que Isabel Díaz Ayuso es tonta, incapaz y mezquina, sin embargo, no es así, en el PP tienen dirigentes peores. IDA al final está jugando un papel de bobalicona, como hacía en muchas ocasiones Esperanza Aguirre (que se enteraba de todo lo que pasaba en la charca por la prensa), muy bien manejado por Miguel Ángel Rodríguez, pero no es tanto como piensan. Luces, lo que se dice luces tampoco tiene demasiadas, pero es muy lista respecto a cómo actuar políticamente. Si le preguntasen sobre qué concepto de libertad maneja ya que tanto lo utiliza su cerebro quedaría como el de Homer Simpson sin lugar a dudas, pero no subestimen a una tonta que sabe a qué juega. Eso le da una ventaja respecto a otros seres políticos que habitan el PP del nesciente Pablo Casado. Personajes sin muchas luces, que se aprenden un guión del que no se salen y que ante distintas circunstancias acaban quedándose catatónicos. A esto añádanle maldad a raudales y toda la bilis que alguien que, como tonto de la familia, se ha tenido que dedicar a la política porque no le llegaba ni para cura. Hoy les traemos a dos de esos seres de luz negra.

Juan Manuel Moreno Bonilla, aquél que acabó con las prestaciones de la dependencia mientras fue alto cargo del PP (sin tener carrera universitaria, algo que jamás vociferaron en los medios de la caverna), ha llegado donde está por lo mal que lo hizo Susana Díaz, sin duda, y porque con siempre está sonriente. No busquen más porque no hay. Empresarios de todo tipo de pelaje que quieren hacerse con el control de lo público que queda en Andalucía apoyaron como nunca su llegada a San Telmo y ahora le ríen las gracias como hacerse un escudo propio. Le ríen las gracias porque mientras va por ahí diciendo que le llamen Juanma entrega la sanidad a dos o tres grupos empresariales; baja los impuestos a los que más tienen recortando gasto en todo lo que es fundamental. Porque los famosos chiringuitos que iba a quitar junto a Juan Marín, más conocido por “el torrijas”, no sólo no han desaparecido sino que han mutado y se han llenado de amigos y familiares hasta en tercer grado. No hay día en que Moreno Bonilla no diga alguna estupidez pero se libra de las mofas generales porque Madrid absorbe todo y la mayoría de medios de comunicación andaluces están comprados por la Junta.

Entre sus gracietas está querer meter a la chavalería en los colegios en julio y agosto para terminar el curso. En Bilbao igual, pero en Sevilla con 40 grados a la sombra y con colegios no climatizados sería poner a las criaturas cerca de vivir en un horno crematorio. Ya empezó su carrera diciendo que a los médicos habría que pagarles la exclusividad aunque estuviesen trabajando en la privada porque era injusto que unos cobrasen ese plus (los que sólo trabajan en la pública) y otros no. A día de hoy no le han explicado, ni él ha entendido el sentido de la exclusividad. No lo intenten porque le llega para pedir un menú infantil en un restaurante de comida rápida y para hacer gimnasia en casa. Otro caso, por cierto, de vigorexia en el PP junto a José María Aznar. Les contaron en uno de esos cursos de liderazgo (no hay uno en el que digan la verdad sobre el tema) que hay que mostrar energía y todos como peterpanes a hacer ejercicio por encima de las propias posibilidades. Podría dejar el ejercicio y explicar a granadinos y malagueños que no pasaron de fase antes ya que se les olvidó entregar los papeles. Podría explicar por qué no quiere el Ingreso Mínimo Vital para los andaluces y andaluzas, o al menos no quiere que lo apliquen los municipios. Esto segundo huele mal porque este señor es del PP de la caja B, los Bárcenas y las cloacas, así que si piensan mal acertarán. Por cierto aún se espera que condene las agresiones fascistas a un sindicalista y a una persona en su casa de Granada…, no lo hará porque Vox le tiene atrapado por sálvese las partes.

Otro que es de normal para abajo y no tiene muchas luces, encendidas o apagadas, es Francisco Núñez, presidente del PP en Castilla-La Mancha. Miren cómo debe ser que pretendía ganar las elecciones a Emiliano García-Page afirmando nada más tomar posesión, por el dedo de Génova, que había que privatizar toda la sanidad manchega. Que lo piensan en 101% de los cargos del PP es obvio, pero este ser de luz negra va y lo dice sin sonrojarse. Por cierto lo dijo cuando no tenía barba, ahora la tiene porque carece de propia personalidad y se la dejó al ver a Casado con ella. Pensó que debía ser moda de la gente de derechas y pasó de imberbe a barbado. Dejando cualquier atisbo de personalidad en el primer contenedor de la Diputación correspondiente. También es conocido en tierras manchegas como “el bulos” porque no hay bulo que le pasen por whatsapp que no se crea. De hecho se tienen dudas sobre si piensa que la Tierra es plana, que el coronavirus es una conspiración china o que los extraterrestres son los culpables de que gobierne Pedro Sánchez. De Moreno Bonilla ha copiado eso de que le llamen Paco en vez de Francisco aunque lo que pide es que le llamen cuando sea y como sea porque no le conocen ni en su tierra.

Como la mayoría de los cargos del PP Núñez hace de la mentira una forma de vida política. Nesciencia y mitomanía son parte de su esencia, por eso lleva desde que comenzó la pandemia pidiendo una reunión con García-Page para vaya usted a saber qué, pero se niega a acudir a las mismas cuando el presidente manchego le decía “¡mañana mismo!”. Pues el señor todos los días diciendo, como si estuviese en un spaghetti-western, que el duelo al sol cuando quiera pero que no sea muy pronto que no madruga, ni a medio día que tiene cosas que hacer y que para hacerlo a la tarde mejor para otro día. Como hacen los demás mezquinos populares se apunta rápido a la cosa de los muertos, a la necrofilia lastimera, salvo cuando es una residencia en Tomelloso dirigida por un ex-alto cargo popular. En ese caso los muertos son culpa de Sánchez y Page. Y para solucionar los problemas de la región nada mejor que reunirse con matadores de toros y escuelas católicas. ¿Propuestas? Si tiene alguna en la cabeza, cuestión harto dudosa, se desconoce y debe ser la madre de todas las soluciones porque no se entiende tal secretismo. Eso sí, la culpa del acuerdo con Bildu es de García-Page que es ETA. No se rían que esto último lo han dicho en el PP manchego de verdad. ¿creen que se puede ser más ignaro? Sí, es capaz de superarse y proclamar que no importa si mueren las personas entre 35 y 65 años, que de su parte no va a hacer nada para salvarlas. Así dejó escrito: “Desde el PP de Castilla-La Mancha trabajaremos para salvar dos generaciones: los mayores y los jóvenes”. Los demás no existen, aunque igual no se ha percatado que él no pertenece a ninguna de las dos y merece, entonces, fenecer. Personajes peores que IDA y que la prensa a nivel estatal está desperdiciando como política espectáculo. Mal espectáculo eso sí.

Casado no sabe distinguir un tanque de un decreto ley

Cuando todo el mundo esperaba que la supina estupidez del presidente del PP tocase techo en algún momento, parece que se ha impuesto el batir todos los registros anteriores y llegar al límite jamás alcanzado por ser humano alguno. Podría haber deseado ser el primer ser humano en llegar a Marte, algo que hubiese provocado que estudiase, pero no, quiere que en los diccionarios del futuro junto a la palabra nesciencia aparezca su cara. Pablo Casado es puro estrambote, puro reflejo de los espejos del callejón de Álvarez Gato, pura idiotez hecha persona, con el añadido de mostrarse orgulloso de ello. Si la política española muestra una clara decadencia en las personas que representan la soberanía nacional, con seres ególatras y/o paniaguados de la política, el presidente popular aparece como lo más bajo a lo que puede llegar la condición humana en política. Ni muestra capacidad alguna relativa a los supuestos títulos que ostenta; ni muestra racionalidad alguna que lleve a pensar en él como alguien guiado por las buenas razones; ni muestra la más mínima humanidad, capacidad ética/moral; ni se le atisba una fundamentada ideología a la que aferrarse; es simplemente un producto desechable de la política espectáculo.

Tras esta perorata introductoria se preguntarán ¿qué ha dicho el prenda en esta ocasión? Ni más, ni menos que comparar el decreto del estado de alarma con el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, cuando justo contaba con 22 días de vida. El mitomaníaco ha dicho no recordar qué sucedió con precisión en aquella fecha, lo cual es obvio pues casi ni veía y se guiaba por otros sentidos (no el arácnido no lo ha tenido nunca). La forma de decirlo es lo que lleva a la gran impostura pues da a entender que algo de memoria tiene, como si hubiese vivido aquella tarde-noche en sus propias carnes. Con suerte lloró más de lo habitual pidiendo teta o biberón en Palencia, pero por mucho que se estruje las meninges no recordará nada. Por suerte no ha dicho que recordaba todo, pero lo curioso es que ha acabado comparando los tiros en el techo del hemiciclo, reservorio de la soberanía patria, los tanques de la Acorazada Brunete, la toma de RTVE y los tanques con su estado de sitio paseando por las calles valencianas con el decreto de alarma. O lo que es lo mismo ha comparado a un tanque con un decreto ley, dejando en mal lugar al decreto ley que es lo que asombra más. Nesciente a más no poder.

Le molesta que le digan a qué hora puede pasear con su mujer, pero no que un general saque los tanques a la calle y un guardia civil tome a la clase política en su práctica totalidad de rehenes. Se puede ser cafre en alguna ocasión, incluso cometer un error llevado por los efluvios del vino, pero decir algo así sereno y consciente es de persona normal para abajo. La comparación en sí ya es odiosa, pero en su cabeza no podía sonar ni bien salvo que sea realmente un dictadorzuelo o una persona que debería estar en algún centro psiquiátrico tratándose de alguna dolencia. Eso o que directamente es muy miserable al comparar un golpe de Estado fascista (con Juan Carlos de Borbón al fondo moviendo los hilos) con una pandemia mundial con miles de muertos. Es un insulto permanente a esas víctimas por las que dice sentir dolor. Las pisotea a cada momento en cuanto tiene que actuar porque los neofascistas han montado una algarada. Por cierto bien callado que estuvo el sábado pasado.

De todas formas no tiene razones para quejarse por los horarios para pasearse con su pareja pues ha debido verla poco o nada. Todos los días, salvo algún festivo, ha estado en su despacho (pagado en B) de la calle Génova, o ha estado en el parlamento, o a estado visitando una explotación ganadera, o ha estado visitando un hospital, o ha estado en el acto del 2 de mayo, o ha estado en la celebración de san Isidro, o ha estado en cualquier sitio menos en su casa. Igual por esto no tiene conciencia de lo que ha significado el confinamiento, porque él se lo ha estado pasando por el forro día tras día. Más curioso es que él apoyó con su voto el estado de alarma primigenio que confinaba a las personas, por lo que si le molesta o bien no sabía lo que votaba, o bien es una ruindad más de corta vida como primer dirigente del PP. Lo peor es que las personas que le apoyan deben pensar de forma parecida, al fin y al cabo los golpistas “eran de los suyos” y les debió parecer hasta normal. De ahí que ahora propongan un golpe de Estado que quite a Pedro Sánchez y ponga a una “personalidad técnica”, que podían haber dicho un “cirujano de hierro” para ser más acordes con la tradición de la derecha española. Y ¿con este ser quieren los empresarios que el PSOE monte una gran coalición?

¿Echarán Sánchez a Iglesias y el PP a Casado?

Algo se está moviendo en las oscuras sombras del establishment económico-político de España. Nada de lo que aparece en los medios de comunicación de los últimos días es casual, gratuito o producto de la aleatoriedad pandémica. Las cartas se están poniendo encima de la mesa y las presiones están llegando a quienes tienen que llegar para que el plan maestro diseñado por la clase dominante tome forma de una vez por todas. Al precio que sea siempre que las cuentas de resultados de la CEOE/Ibex-35/Poder económico cuadren. Cualquier precio será aceptado para lograr lo que han dicho con claridad: la Gran Coalición. A ello súmenle las presiones del imperio germánico, ese IV Reich en que se ha convertido la Unión Europea, para que llegue dinero a cambio no tanto de ajustes económicos austericidas como de ortodoxia económica en el corto y medio plazo. Ya saben que ortodoxia económica es neoliberalismo económico y entrega de la soberanía española a las grandes corporaciones. Esto está ahí y lo pueden leer en todos los medios de comunicación, si es que no se entretienen con la política espectáculo habitual, que como saben es un mecanismo de oscurantismo.

La jugada no es solamente a una banda, como el mal jugador del billar español, sino que es múltiple y se tienen que producir varios cambios a todos los niveles. Desde el presidente del Gobierno a la dirigencia de la oposición de derechas. ¿Qué es lo que quieren en la clase dominante? Que Pablo Iglesias salga del Gobierno más pronto que tarde. Y con él Irene Montero, Alberto Garzón y, seguramente, Manuel Castells (aunque la patronal de la educación superior privada ve en él a alguien que ayudaría a proyectarles a nivel europeo). Como pueden comprobar no se ha citado a Yolanda Díaz y ello es porque no hay disgusto con su actitud y trabajo ministerial dentro de la clase dominante. Ni en el PSOE, por cierto. De hecho cabe recordar que ya advirtió que no se podía derogar la legislación laboral del PP y que habría que ir quitando de aquí y de allí artículos, primando siempre el diálogo social (Gobierno, Sindicatos y Patronales). Es más, la ministra se ha mostrado bastante enfadada por el acuerdo con EH Bildu en el que se pedía la derogación de la reforma popular. Un acuerdo que ha sido como una bomba de neutrones dejada caer en Moncloa (otra jugada fallida de Iván Redondo) y que ha abierto las “gargantas profundas” del poder monclovita. De un lado y otro, por cierto. Cuando antes ni confirmaban, ni desmentían un rumor, ahora hay predisposición al comentario.

¿Quiere esto decir que Pedro Sánchez está pensando en deshacer el Gobierno de coalición? No, de momento no tiene ese pensamiento. De momento porque no todo es como quisiera la clase dominante y el IV Reich alemán. Los barones socialistas se han quejado por las dádivas concedidas a los vascos cuando sus arcas están tiesas por haber gastado el dinero en la necesaria crisis sanitaria. Y por las que se ven en lontananza a los, ahora no tan amigos, de ERC para estabilizar las bases del débil gobierno. Lo de la derogación en sí ha sido la simple excusa de unos y otros para intentar dinamitar el gobierno de coalición. Saben que en su tramitación parlamentaria, pues es necesaria una ley orgánica, aquello quedaría en lo que Díaz y Nadia Calviño han comentado en infinidad de ocasiones. En la CEOE tienen garantizado que no habrá cambio legislativo sin diálogo social, pero están cansados de Iglesias y los suyos “hagan populismo barato cuando hay tanto en juego”, dicen en los mentideros empresariales. Por eso el editorial santanderino de El País, donde Iglesias no es que tenga muchos amigos (sólo hay que leer las filípicas de Javier Marías cada domingo). Desde el BOE socialdemócrata, al menos lo era hasta hace bien poco, se ha lanzado la advertencia. Luego han querido colar que si Felipe González estaba detrás de todo cuando la realidad es que bastante preocupación tiene con no pillar el virus y engrosar la lista de presidentes enterrados. Los accionistas del periódico mandan mucho más para esas cosas no se equivoquen. Advertencia para que, como dicen fuentes de Moncloa, “Iglesias deje de hacer política espectáculo de facultad y se ponga a las cosas de gobierno de mayores”. Porque en Moncloa están cansados de los anuncios del vicepresidente segundo que ni se han debatido entre ministerios o con la sede central del Gobierno. Advertencia a Sánchez desde el poder económico (también con llamadas telefónicas directas) para que advierta a su vicepresidente en esos desayunos conjuntos que tienen.

¿Cómo llegar a la Gran Coalición entonces? La realidad política española está tan enrevesada que no es discernible que Sánchez acabe aceptando dejar a Iglesias para poner a su lado al sinsorgo y nesciente Pablo Casado. Más cuando desde el BOE del PP, El Mundo, ya se están lanzando los ataques a Inés Arrimadas para señalarla y que así Ciudadanos desaparezca. El problema es que la andaluza tiene apoyos mucho más firmes en el establishment económico que el estólido popular. Y lo que le quiten por un lado se lo darán por otro o quitarán la publicidad y el medio desaparecerá. Arrimadas es clave en esa gran coalición que piden desde la clase dominante porque supone una especie de equilibradora de PSOE y PP. Si Sánchez aceptase algo parecido a lo que piden los poderosos tendrían que entregarle la cabeza de Casado (y todos sus colaboradores) en bandeja de plata. Poner a cualquier otro, con algo de cabeza eso sí, para poder garantizarse que nadie acaba pagando los platos electorales por esa coalición. Claro que esto es mucho suponer porque Sánchez, salvo que vea peligrar su propio cuello, no podría convocar elecciones con toda la prensa en su contra y con los jefazos de la UE en su contra señalándole (y sin fondos de salvación), no moverá un dedo en ese sentido. De hecho ha salvado la dimisión de Calviño y las ganas de otros ministros y ministras “más socialistas” por la situación en la que se está. Sabía que metía a la Troika en su Gobierno desde el primer día, pero no esperaba, según dicen en Moncloa, que Iglesias se pasase el día haciendo de gobierno y oposición  al mismo tiempo. O soplar y sorber a la vez.

¿Pasará algo como lo que están promoviendo desde el poder económico? No. Eso no conocer a Sánchez o a Casado. Para que funcionase algo parecido a lo que tienen en mente deberían acabar con los dos políticamente. Y con todos los que les rodean pues quienes están en su círculo cercano son verdaderos creyentes en lo que se hace. Adriana Lastra ejecuta con dureza todo lo que le pide su jefe. Lo mismo hace Teodoro García Egea. Tanto dentro como fuera de los respectivos partidos son el brazo ejecutor de ambos dirigentes, por eso es gracioso leer que Sánchez salva la cabeza de Lastra, cuando ni ha estado en juego. Todo dirigente necesita esbirros y esos son perfectos. ¿Qué es lo más probable que pase? Que se acaben convocando elecciones por un clima sumamente enrarecido y sin apoyo del PNV o ERC para unos presupuestos generales que ya eran urgentes hace un año y hoy son la clave de bóveda de toda la arquitectura gubernamental. Sánchez sabe que no puede aguantar más sin presupuestos (súmenle las numerosas exigencias europeas) y antes que desprenderse de Iglesias acudiría a elecciones en el convencimiento de ganarlas sobradamente. Eso al menos le dicen Redondo y el de las llamadas a líneas eróticas. Iglesias, por su parte, deseando que se rompa para justificar su discurso de contrapoder. Las fricciones dentro del Consejo son cada vez mayores entre lo publicitario y lo que es posible materialmente, incluso dentro de los propios partidos empieza a haber hartazgo entre unos y otras. Así están las cosas según cuentan en los mentideros económicos, Moncloa y aledaños.

¿Qué parte de no dar publicidad a Vox no han entendido?

Me van a perdonar hoy por dos razones principales. Una, escribir en primera persona pues se hace necesario para el desarrollo del artículo, aunque el estilismo aconseja escribir de forma neutra o en tercera persona. Y dos, echarles la bronca a ustedes pacientes lectores de esta columna diaria que se cuentan por cientos de miles (según dicen los medidores de esas cosas). Ambas cuestiones van entrelazadas porque si les echo la bronca no es ético hacerlo en tercera persona como si estuviese en una posición elevada cuasi divina (eso hay dejárselo a los intelectuales divinos de derechas e izquierdas). La pregunta del titular es significativa y es el motivo de la reprimenda. No hace tanto expliqué con toda la claridad de la que soy capaz, que tampoco es tanta, que a las cosas que haga Vox no hay que darles publicidad alguna. Ninguna es ninguna. Entiendo que es complicado refrenarse ante sus barrabasadas pero bastante publicidad le hacen los medios de comunicación del capital para que, además, desde la izquierda se amplifique.

Como expliqué no hace tanto, aunque entiendo que es la base del teatro político espectacular con el que nos tienen entretenidos, las gentes de la ultraderecha utilizan las redes sociales para movilizar a las personas. No les importa decir cualquier estupidez, saben que es estúpido (salvo cuando lo dice Javier Negre que no sabe porque no le llega) y de hecho apuestan por esa estupidez (tipo los inmigrantes nos quitan los subsidios) para a continuación exponer su propuesta que acabará pareciendo razonable y todo después de la salvajada. Además, cuanto más utilicen sus imágenes y nombres, los algoritmos de las redes sociales más los pondrán en primera fila de noticias. Por tanto aparecerán más, hayan escrito ellos el mensaje o usted. Un mecanismo que llevan utilizando distintos grupos ultraderechistas para vencer en sus respectivos países y provocar dictaduras con apariencia de democracias. Para provocar la completa expoliación de lo público en favor de la clase dominante, de un país, del imperio o globalmente considerada. Esto está estudiado y lo he explicado en varias ocasiones leyéndose bastante. Por eso me sorprende ver que se sigue incurriendo en los mismos errores. Por mi parte dejé de escribir sobre estos tipejos para que no obtengan publicidad, ni negativa, pero observo que todos acaban haciendo justo lo contrario desde sus cuentas de twitter, de Facebook, Instagram o cualquiera de las mensajerías instantáneas.

Ayer todo el mundo compartiendo imágenes e imágenes de los trogloditas haciendo cosas de trogloditas. Sí, escribían cosas graciosas, o resaltaban que iban sin cinturones de seguridad, o explicaban que son malos malísimos. Muy bien, todos amplificando por cien mil lo que no debería haber sido más que algo anecdótico. ¿Han contado realmente cuántos coches había en Madrid, Ciudad Real o Granada paseándose? Pocos en realidad pero como no han podido contenerse en sacar la imagen, el meme o el vídeo pareciera que realmente han colapsado las avenidas o había cientos de miles de automóviles. Gracias a ustedes por no contenerse parece que la convocatoria fue un éxito. Como críos señalando a alguien que es malo han conseguido el efecto contrario, que los castigados sean ustedes. Mirar ayer twitter era ver una y otra vez fotos y vídeos de fascistas haciendo cosas de fascistas. ¡Bien han conseguido que todo el mundo lo vea! ¡Bravo! Igual piensan que como en su twitter sólo hay gente pura y de izquierdas no hay contaminación posible. Ya. En cuanto una persona retuitea o comparte su publicación eso se expande y no tiene control por lo que está haciendo llegar a cualquiera el mensaje de las gentes del moco verde.

Piensen que el ser humano (mírense ustedes mismos) aprende principalmente por la visión y la escucha (de ahí que les gusten tanto los vídeos a la mayoría, frente a la pereza de leer). Y lo que ustedes están transmitiendo en realidad no es la frase ingeniosa que hayan puesto sino que hay españoles que se manifiestan con banderas de España. Algunas del aguilucho sí, pero en una mirada rápida (la propia de las redes sociales) no hace distingos. Por lo tanto hacen llegar el mensaje a personas que se pueden sentir identificadas con esas imágenes y crean, desde la izquierda que se cree inteligente, grupo. Personas que, a medio plazo, se dejan engatusar y caen bajo el encanto de las pérfidas víboras de la ultra derecha. En el partido ultraderechista no tienen prisa su táctica no es como la de un Casado de la vida. No son cagaprisas sino que van trabajando poco a poco para captar a la mayoría. Y ustedes alientan su juego publicitando sus manifestaciones. La publicidad negativa sigue siendo publicidad y ustedes se la hacen.

Entiendo que es complicado aguantarse, pero las últimas semanas pareciera que los borjamaris fuesen cientos de miles y ayer hubiese habido millones de coches por toda España. Hasta los que van a enfrentarse a esas manifestaciones les hacen el juego porque, al tener a los medios de comunicación de su lado, buscarán algún tipo de confrontación para inventarse algún héroe agredido por la turba izquierdista.  Participando en la difusión de la imágenes y los vídeos (“¡¡¡Que tonto Ortega Smith que culpa a China!!!” y así ayudan a difundir ese contenido) al final consiguen el propósito de estos grupos. Acaban creando una realidad distorsionada, trastocan lo real en metarrealidad y parece que ha sido más de lo que realmente ha sido. Así los nazis consiguieron criminalizar a los judíos y a los comunistas. Así siguen haciendo todas las derechas del mundo culpando a los marxistas (claro que en este caso y quedando cuatro les dan más fuerza de la que realmente tienen, pero tampoco me voy a quejar de eso) de millones de muertos y hambrunas. Y así están haciendo ustedes extendiendo el mensaje de los neofascistas.

No hay que distribuir ningún tipo de imagen, meme, artículo o lo que se les ocurra en redes sociales porque así colaboran con la amplificación de su mensaje. Por mucho que les cueste, ni una sola palabra sobre sus cosas. Sin amplificadores en la izquierda, bastante tienen con los mediáticos, pierden capacidad de penetración en la población. No manden mensajes de ningún tipo por whatsapp o telegram porque eso alimenta a la bestia. Eviten de una vez por todas incluso nombrarlos. Como si no existiesen. Si crecen no es sólo por el apoyo de la clase dominante, sino porque desde a izquierda se acude rauda y velozmente a darles un altavoz nuevo. Esto también va por los “muy listos” en cosas del “interné” de los partidos políticos, los primeros en difundir consignar, hagstags y demás cuestiones para el combate en redes. Las redes sólo sirven para el agitprop propio no para combatir a los estúpidos y necios. Así que también se apunten su error mayúsculo por alentar a las masas digitales a contrarrestar. Ni eso. En redes sociales no hay nada que contrarrestar nombrando al enemigo. Que lo hagan los Maestre y demás “intelectualidad” es normal porque viven de esa bronca, pero ustedes no. Ustedes son más inteligentes que eso. Por mi parte prometo no volver a escribir sobre las cosas de Vox, pero pregúntense ¿qué parte de no darles publicidad no han entendido ustedes?

Y habló el ciervo de berrea

Por si no lo han visto en los medios de derechas (casi todos… ahora que han caído del guindo con El País), la fundación FAES, el verdadero cerebro de Pablo Casado, habló sobre el Gobierno. Nada nuevo bajo el sol porque es lo que suelen hacer desde que José María Aznar logró situar con presidente del PP a su marioneta. Lo curioso en este caso son los términos utilizados para referirse tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Iglesias. Cultismos propios de gente preparada, como la que está detrás de la fundación no vayan a creer que Aznar llega a esos extremos, pero que paradójicamente se podrían aplicar mucho más al jefe de la derecha española que al atribulado presidente de los españoles y españolas. De ahí el extraño titular sobre ciervos y berreas pues quien ciervo es sólo puede berrear; quién totalitario es sólo puede hablar de cosas de totalitarios.

La excusa del texto es el acuerdo firmado con Bildu que ya saben que es el grupo maldito para la derecha mental española, incluida la que está en el PSOE, mientras que los herederos del fascismo son blanqueados con total asiduidad. No merece la pena hacer análisis alguno de un texto fabricado en la factoría de quien hablaba de ellos como Movimiento de Liberación Vasco, ni de sus tontadas sobre blanqueamiento de Arnaldo Otegui como “hombre de paz”, mientras se señala a José Luis Rodríguez Zapatero como culpable de haber acabado con ETA, que como saben es algo que les molesta mucho. Eran felices con los muertos del terrorismo y lo añoran enormemente, tanto como para alarmarse con cosas así. Pero es lo que dicen en el resto del texto porque es el mantra que están trasladando a la población mientras desde Moncloa, Ferraz y Princesa se calla y no se hace nada. Tanto tiempo apostando por el relato y ahora ni un contrarrelato hacen dejando a sus propias huestes huérfanas de material de ataque.

El texto titulado “Un disparate inmoral” expone lo siguiente: “Quien quiera engañarse negando las evidencias que se acumulan, puede seguir creyendo que esta indignidad es fruto algo alocado del apremio que sentía el Gobierno para asegurarse los votos que necesitaba en la votación de la quinta prórroga del estado de alarma. No es eso. Este es otro juego, dirigido por Sánchez en el que se une la libido dominandi sin escrúpulos del líder del PSOE y el apetito revolucionario de Iglesias, unidos en una coalición de gobierno impresentable en Europa”. La clave está en la parte que se ha remarcado en negrita que viene a decir que Sánchez e Iglesias son un peligro porque el primero es un totalitario y el segundo un revolucionario. Una libido dominandi que ni se han molestado los medios en explicar porque, al fin y al cabo, están para hacer daño al Gobierno sin necesidad de explicar las cosas. Lo ha dicho Aznar simbólicamente y todos como cervatillos a publicarlo.

¿Qué es la libido dominandi? En realidad es una cuestión de orden moral que parte de Agustín, obispo de Hipona (San Agustín para los cristianos), y es una crítica a los apetitos sexuales que dejaban al ser humano sin libertad, pues en su conceptualización la libertad es de orden moral. Los muchos dueños y los vicios como controladores del ser humano. Partiendo de este análisis, como fórmula de crítica de la liberación sexual (y por tanto de la liberación de la mujer en los años 1960s), autores conservadores, o directamente reaccionarios, como Eric Voegelin utilizaron el concepto para hacer lo que más les gusta señalar a todo el mundo como totalitario por no aceptar la única verdad revelada, la suya, como sucede con la verdad de Aznar que es la única válida (y luego hablan de libertad). Se apoyan en Friedrich Nietzsche, la voluntad de poder del superhombre, le ponen un picante de biopolítica foucaltiana, y ya tienen la personalidad totalitaria que se encarna en estos tiempos en Sánchez. Una personaje, según FAES, que posee un deseo irrefrenable por subyugar, imponer la voluntad propia y controlar todo. Eso es lo que señalan del presidente del Gobierno mediante el uso del término libido dominandis (para cuestiones de control social también utilizan al ultracatólico E. Michael Jones). En términos más de andar por casa le califican de dictadorzuelo, algo habitual en la retórica del PP contra los dirigentes de los partidos que están en el poder como se explicó ayer.

A eso le suman el peligro revolucionario de Iglesias, ese bolivariano peligroso (aunque los peligrosos sean los amigos uribistas colombianos de Aznar que promueven el asesinato de dirigentes de la izquierda social en la colonia imperial), y con todo conforman el verdadero peligro para la democracia. Y aquí es donde se les ven las costuras de su discurso y que hay que desmontar porque cala entre las masas. Si Sánchez es un dictador e Iglesias un revolucionario, estando ambos en el poder ¿por qué no han levantado a las masas hacia la revolución y se reúnen a negociar con los agentes sociales?; ¿por qué no han nacionalizado las fábricas y los medios de comunicación para controlar la opinión?; ¿por qué no han detenido a todos esos mediocres que se dicen patriotas y/o periodistas y que no paran de alentar contra el Gobierno legítimo?; ¿por qué no han hecho todo lo que dicen que han hecho? Hay que ser estúpido para poder hacer algo que provocaría encajar el supuesto pensamiento revolucionario y el disfrute de la Dacha y no hacerlo. Salvo que los verdaderos demócratas sean aquellos a los que catalogan de totalitarios en un ardid típico de la derecha autoritaria, parafascista e iliberal-populista. Porque son verdaderamente populistas, en el sentido demagógico, y ahora se apoyan en el poder del algoritmo para lanzar sus mentiras y soflamas antidemocráticas. No en vano tienen al poder económico detrás y sólo se activan cuando ese poder económico se ve perjudicado. Por eso el ciervo habla de berrea.

Crispación en España: el PP históricamente la provoca

España está en puro estado de crispación. Ni alarma, ni problema sanitario, sino simple y llanamente crispación. Nuevamente el desorden, la mala leche, las ganas de liarse a garrotazos como en el cuadro de Goya, campan por las tierras que los romanos acertaron a señalar como Hispania (que si la hubiesen llamado Tremulus se habrían acercado mucho más a la cultura patria). Crispación en los medios de comunicación, en el parlamento (o parlamentos), crispación en las calles, crispación en las terrazas y las casas, crispación allí donde cada cual acabe mirando. Si cualquiera hace memoria, eso que hoy en día está tan demodé, pues todo ha de fluir sin sentido, rumbo o camino pero fluir, verá que siempre que ha habido crispación en España, desde la muerte del dictador fascista, ha estado el PP (AP anteriormente cuando eran los hijos del búnker franquista a cara descubierta, ahora lo son pero escondidos).  No falla ni una sola ocasión en que la sociedad haya elevado la tensión hasta la crispación y no se encuentre el partido conservador detrás manejando los hilos públicos. Esto indica, a priori, que el PP no es un partido demócrata. Le gusta la democracia como sistema siempre y cuando sean ellos y ellas quienes gobiernen y manejen los hilos. Si gobiernan los demás siempre están provocando la algarada.

Lo que van a leer a continuación es simple y llanamente una recopilación de hechos que demuestran la teoría de la vinculación de la crispación con el paso del PP por la oposición (e incluso estando en el Gobierno). Se aportará algún hecho más regionalista o local, pero básicamente es un recuerdo de los momentos de crispación y jaleo a nivel estatal. Si recuerdan los medios de derechas, los vinculados a Alianza Popular y al antiguo régimen fascista, atacaban sin piedad a Adolfo Suárez, calificado de traidor pese a haber sido un camisa azul de verdad, no como otros que se auparon al poder zurciendo sotanas y besando anillos. La derecha le hizo una campaña criminal durante toda su vida y las gentes le siguieron votando por cariño hasta que le obligaron a enterrar el Centro Democrático y Social (como antes otros partidos liberales) para que sólo existiese un partido de derechas en España y así derrocar al PSOE. En las elecciones de 1982 y con 202 diputados en la mochila parecía que la oposición aceptaría el juego del debate racional y parlamentario. Pero no, tenían que lanzarse al cuello a la menor ocasión. En 1984 estalló en Alemania el caso Flick de financiación de partidos propios y extranjeros. Tuvo su deriva española pues el diputado socialdemócrata Peter Struck reconoció que se había enviado dinero al PSOE para financiarle durante las campañas electorales del comienzo de la democracia. En la Comisión parlamentaria para discernir culpas, el empresario Eberhard von Brauchitsch reconoció a Santiago Carrillo que enviaron esos dineros para cerrar el paso al comunismo. Jorge Verstrynge, en aquellos años secretario general de AP, creyó ver un buen motivo para asestar una puñalada a la honradez que vendían desde el PSOE. Movió a todos los medios de comunicación para que señalasen a Felipe González y al final “ni de Flick, ni de Flock”. Jamás se pudo probar que llegase dinero de ese consorcio armamentístico vía Fundación Fiedrich Ebert. Lo curioso es que sí aparecieron papeles donde AP aparecía como destinataria de millones de pesetas. ¿Recibieron millones en el PSOE? Claro que sí, de los fondos reservados alemanes, de la CIA, de Venezuela y mil sitios más para nutrirle. Como recibieron de Libia, la URSS el PCE o el PSP de Tierno Galván. O los partidos de derechas, aunque Juan Carlos de Borbón acabó guindando un millón de dólares de la época proveniente de Arabia Saudí a UCD. Todos recibieron dineros y todos los sabían.

Manuel Fraga hubo de abandonar la presidencia de AP por su incapacidad manifiesta para hacer política en democracia y le sustituyó un abogado andaluz (probando para ver si otro andaluz hacía caer al presidente) Antonio Hernández Mancha que no tuvo mejor idea que lanzar una moción de censura contra un González con mayoría absoluta. Eso sí, lastimado por el referéndum de la OTAN, la reconversión industrial y la reforma de las relaciones contractuales y con una huelga general exitosa, pensaron en el PP que nada mejor que elevar el tono. Desde los medios de comunicación de la derecha (casi todos como en la actualidad) señalaban a Nicolás Redondo y Marcelino Camacho como verdaderos socialistas y los únicos que se atrevían a acabar con el régimen dictatorial felipista. Cuando hay un presidente del PSOE, curiosamente, siempre es un régimen dictatorial o cesarista. De hecho hizo fortuna un libro de Amando de Miguel y José Luis Gutiérrez (ambos luego parte del sindicato del crimen periodístico) titulado La ambición del César que es un intento de encajar la personalidad de González dentro del prototipo de político bonapartista y sin escrúpulos propio de la socialdemocracia. Posteriormente Enrique González Duro, a sueldo de El Mundo, escribió una Biografía psicológica de Felipe González donde mostraba “científicamente” que sí, que González era un dictador.

Tras llegar José María Aznar, estando los casos Filesa y  Juan Guerra en la palestra, decidieron en la refundación del partido franquista PP que había llegado la hora de elevar la crítica y tensionar el sistema sin importar si caía también detrás de González. Tras la AEPI, o sindicato del crimen periodístico, los sospechosos habituales, algunos siguen mintiendo en periódicos o las ondas hoy en día, decidieron montar una Conspiración para acabar por los medios que fuesen con el PSOE. Lo suficiente para que no volviese a levantar cabeza en décadas si era posible. Es en esa época cuando a Julio Anguita le catalogaban como verdadero hombre de izquierdas (sabiendo que no ganaría en la vida) para hacer de menos a González, que ya se había desprendido de Alfonso Guerra en el Gobierno (curiosamente los guerristas pasaron de colaboracionistas a verdadero alma del PSOE en los medios de comunicación). No pudieron con él en 1993 por lo que fue necesaria la crispación completa de la sociedad (ya lo había ensayado en Castilla y León contra Demetrio Madrid). En aquellos años se escupía e insultaba a la militancia del PSOE en actos y campañas, lo cual era jaleado desde los medios de comunicación (curiosamente los mismos que hoy jalean a las masas cretinizadas contra el Gobierno, Jiménez Losantos, Herrera, Sánchez Dragó…). Así se pusieron las cosas hasta que en 1996, por los pelos, Aznar venció sin mayoría absoluta (él que ya se veía entronizado y glorificado) y tuvo que tragar en el Majestic con el 3% y lo que le quisieron poner delante.

Una vez en el poder, ese que piensan que es suyo por designación histórica, España pasaba de ser un estercolero a la mayor maravilla de la Tierra; Aznar abanderaba la Tercer Vía (rebautizada en España al estilo alemán como Nuevo Centro); los catalanes eran gente con la que hablar en la intimidad en su lengua; ETA pasaba a ser el Movimiento de Liberación Vasco y, por ende, se podía dialogar para el abandono de las armas; y hasta las ventosidades olían a jardín de nenúfares. Volvía España a ser un remanso al servicio del Imperio estadounidense que acabaría por provocar intervenir en una nueva Guerra en busca de inexistentes armas de destrucción masiva en Irak (más bien en busca del control petrolífero de EEUU) con su foto en las Azores. Pero eso y la entrada en el euro de manera forzada y criminal para los bolsillos de los españoles eran vendidos como una nueva era de diplomacia universal. El problema es que el 11 de marzo explotó en la cara del PP su política de mentiras (hilillos del Prestige mediante) y cayeron ante Bambi, José Luis Rodríguez Zapatero. En cuanto pisó el suelo de la Moncloa las huestes del PP, rabiosas por la pérdida de un poder que pensaban duraría eternamente, llegaron a acusar al propio PSOE y a ETA (que ya no era movimiento de liberación) de haber sido los instigadores del atentado yihadista. Los peones negros circulaban en El Mundo (de ahí surge Juan Carlos Girauta, por cierto), en ABC o en las diferentes cadenas radiofónicas. Claro y al presidente del PSOE sólo se le ocurre dedicar la legislatura a los derechos de reconocimiento y al feminismo. La iglesia católica y las más oscuras sectas organizadas (Opus, Camino Neocatecumenal, Legionarios de Cristo y demás) estallaron ante lo que suponía, según ellos, la subversión de la normalidad y el destino moral de España. “¿Cómo es posible que dos hombres o dos mujeres se casen?” clamaban mientras Ana Botella, a la que preparaban par alcaldesa madrileña, explicaba ese desvío hablando de peras y manzanas. Nueva época de crispación que se juntó con una nueva crisis sistémica que elevó el tono hasta que consiguieron que Mariano Rajoy ganase al fin unas elecciones.

Las ganó con mayoría absoluta, se vendió a la fracción financiera, austerizó España, desreguló las relaciones laborales llevando a precarizar a la mayoría de la clase trabajadora. Como tenían miedo a las protestas, legislaron una ley mordaza que desde los comprados medios de derechas aplaudieron sin ver en ello ningún tipo de intromisión a la libertad. Pero como la corrupción de años y años de prepotencia dirigente salía por todas las cloacas, como la crisis mandaba a la pobreza a millones de españoles, había que volver a crispar a las masas cretinizadas y nada mejor que lanzarse contra vascos y catalanes. En Cataluña acabaron por provocar un conato secesionista, reprimido a golpe de porra policial (¿se imaginan que hubiesen dicho de hacer eso mismo en el barrio de Salamanca o del Parque de Lisboa con las caceroladas?) y mucha bandera. Súmenle el susto en el cuerpo por la aparición de un grupo de radicales que se llamaban casta y que auparon a Podemos a superar las cifras del PCE. Había que crispar más aún y olvidar la política en favor del teatro del mal. Una ópera bufa en la que se está todavía y que ha costado miles de muertos, hambrientos y unos cuantos cargos políticos. Porque Pedro Sánchez tuvo la mala idea de ganarles una moción de censura, algo que aún no han asimilado en el PP de Pablo Casado. Ahora siguen con la crispación repitiendo, como farsa, lo mismo que hicieron con González. Crispar todo lo que pueden y más hablando de dictaduras, cesarismo, problemas psicológicos de los gobernantes (si se fijasen en los cargos del PP tenían para seis tesis doctorales), que si los catalanes esto, que si no hay libertad, que si les están oprimiendo (cuando hacen lo que les da la gana sin un solo golpe policial) y todo para crispar y provocar altercados como en el período 1993-1996. Acoso selectivo a políticos, insultos a personas que piensan distinto, portada y portadas mezquinas y llenas de mentiras, una nueva conspiración con los mismos que participaron de aquella (menos Eduardo Inda que servía los cafés en la redacción) y con añadido de que hay una coalición de izquierdas. Mucho más demoníaco.

En cuanto la derecha política no gobierna, ni por persona interpuesta, hacen lo que mejor saben hacer, provocar, crispar, encabronar a las masas todo lo que pueden. Lo hacen porque no aguantan la democracia en sí; porque su carácter es autoritario al creerse portadores de un ideal-destino en lo universal; porque, al ser en su mayoría vividores de lo público, no tienen donde caerse muertos y vivir como lo hacen; porque pisotean los ideales liberales de debate racional y agonístico, para ellas y ellos no hay debate alguno pues están en posesión de la verdad (¿es que no se han enterado del fin de la historia?); porque, más allá de las carencias intelectuales y morales, no soportan tener que manejarse con reglas iguales para todos, quieren su impunidad como siempre han tenido en España; porque no hay ciudadanía sino plebeyos y élite gobernante, aunque dejan hacerse pasar por iguales a unos pocos para aparentar; porque están en continua lucha de clases hasta conseguir la completa autoesclavitud de la mayoría de las personas; porque son los esbirros, no llegan a consejo de dirección de la clase dominante, de los poderosos y quieren ser serviles hasta cuando deberían aparentar; porque no entienden la política más que de forma antagónica (el pluralismo es para los progres) y tienen que ganar y pisotear al enemigo; porque sólo hay una religión, el capitalismo, y una moral la cristiana (si sirve para dominar a las masas). No son demócratas y en cuanto no tienen el poder se lanzan a generar crispación entre la población siempre, como ha quedado demostrado.

Casado gana la medalla al ignorante

Ayer durante el debate en el Congreso sobre la nueva prórroga de quince días que ha solicitado el Gobierno para llevar una desescalada coherente y que no provoque más muertes, el presidente del PP ganó merecidamente la medalla al ignorante. En su caso se podría añadir al ignorante mayor del reino y de la constitución española, por soberbia y porque le gustan los títulos muchísimo. Tras hacerse pasar por presidente del Gobierno, no se sabe si gracias a la imposición de manos de Teodoro García-Egea, ahora le ha llegado la hora del merecimiento de algo. Y sin necesidad de estudiar o acudir a clase… bueno, como ha sido habitual en su vida estudiantil. Ignorante porque se pueden decir muchas cosas cuando se pone en plan tribunero (aunque no es su caso porque leyó durante todo el rato su discurso), pero acuñar epítetos sin saber qué significan o a qué se refieren no puede ser más que producto de su propia nesciencia.

No ha sido por cargar los muertos al Gobierno. No, eso le hace mala persona. No ha sido por cargar las colas de personas pidiendo para comer en el barrio madrileño de Aluche. Barrio, por otro lado, sito en la Comunidad de Madrid ese lugar que el PP señala como el paraíso de la riqueza y la producción cuando en realidad es un lugar carísimo (lo ha reconocido su presidenta Isabel Díaz Ayuso) con una clase trabajadora en precario, de ahí las colas para pedir comida. No ha sido por esto, pues esto es de chisgarabís. No ha sido por nada que tenga que ver con intentar “echar mierda” al Gobierno “socialcomunista”. Eso son cosas de mezquinos, de infames, de estólidos y demás epítetos que puedan encontrar en el diccionario. La ignorancia suprema es por decir que el Gobierno es la “izquierda caviar” y apuesta por la lucha de clases. Igual no ven la contradicción en los términos, pero existe. En el caso de Pablo Casado nunca la verá porque es un ignorante que ha visto por ahí que la izquierda hablaba de lucha de clases en tiempos y que hay una calificación a parte de la izquierda como caviar, champán o divina. Si hubiese querido presumir podría haberlo dicho en francés, gauche caviar, pues es allí donde se acuñó. O haber dicho gauche divine, pero esto llevaría Mario Vargas Llosa cuando se bebía hasta el agua de los floreros en el Boccaccio de la ciudad condal y como ahora es amigo de correrías y no es procedente.

Tiene un problema con los conceptos Casado porque la izquierda caviar en ningún momento hablaría de lucha de clases, de hecho si se cataloga a parte de la izquierda de esa forma es porque son personas que se dicen de izquierdas, que apoyan todas las demandas de la izquierda, que son humanistas (con su toque religioso, judío o cristiano), que se sienten burgueses (en muchos casos lo son), que piensan como burgueses y que actúan como burgueses. O lo que es lo mismo, al igual que todos los liberales, piensan que no hay más alternativa que el sistema capitalista, la democracia liberal y la apuesta por la globalización con rostro humano. Se arrastran ante el poder imperial de Alemania en la Unión Europea y ante el imperio militar estadounidense, apoyando todas las guerras “humanitarias” y al Estado opresor e invasor de Israel. En Francia Emmanuel Macron o Manuel Valls, cuando estaban en el PSF, eran catalogados así. La izquierda caviar se ha educado, con buenos resultados, en las escuelas de élite, caso de la ENA (Ecole Nationale d’Administration) en Francia por ejemplo. En España hay mucho intelectual y político que es izquierda caviar, pero precisamente Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no es que lo sean. Tienen derivas pequeño burguesas, dicho en términos clásicos, pero ni caviar, ni champán, ni divina.

La izquierda caviar encajaría perfectamente en la derecha del PSOE o la izquierda de Ciudadanos, pero juntar a la izquierda caviar con la lucha de clases cuando uno de sus fundamentos es negarla como hacen los liberales es de una estupidez intelectual suprema. De hecho la izquierda caviar no gusta de hablar de ideologías sino de actitudes políticas y no hay nada más ideológico y estratégico que la lucha de clases. Una lucha de clases que llevaría a la dictadura o dominación del proletariado (o clase trabajadora) para la implantación de la sociedad socialista. ¿Han escuchado esto a Sánchez o Iglesias? De hecho ambos han reconocido que no hay alternativa al capitalismo por lo que la lucha de clases, salvo como mero gesto retórico, ni está en sus cabezas. Casado sabe lo que es la lucha de clases porque la que él representa, que no quiere decir que sea de esa clase dominante, es la que lleva ganando más de cuarenta años. Pero enfrente, salvo alguna escaramuza, no es que hayan tenido nada desde hace un tiempo. Empieza a mezclar cosas que le dicen los asesores para ver si funciona la movilización del miedo a los rojos, pero en realidad lo que viene haciendo es mostrar su ignorancia y, lo que es peor, hablar de la tercera posición, la fascista. Aunque esto tampoco lo sabe.

Como se saltó las clases importantes de pensamiento político, alguno incluso dirá que las de pensamiento sin más, no sabe discernir entre izquierda postmoderna (esa que se pega a todas las demandas identitarias y que piensa que el motor de la historia es la lucha por el reconocimiento), de la izquierda caviar o la cara amable del sistema. No sabe distinguir entre espectáculo y materialismo. No sabe distinguir entre populismo y demagogia y análisis racional. Por eso mete la pata y hay que concederle la medalla al ignorante. Más si cabe cuando hablan de dictaduras, totalitarismos y demás zarandajas en favor de la libertad, sin saber el significado de la libertad, ni sus relaciones con la igualdad. Se quejan de las colas de Aluche pero son ellos los que las provocan. Se quejan de que la economía cae, por efecto de la pandemia, pero no han sido capaces de aportar alguna solución. Ni jurídica, ni económica, ni política, ni social en todos estos meses. Y cuando han insinuado algo, que siempre lleva a más contagios, o bien eran despidos gratuitos, bajada de impuestos o llenar los bolsillos de la clase dominante de euros. Ni un solo comentario a que la mitad de las ayudas de la UE se las quede Alemania para salvar a sus empresas y a España le den menos dinero que a Polonia. Ante los poderosos se bajan los pantalones y hacen una gentil genuflexión. Ignorante y lacayo.